domingo, 8 de octubre de 2017

066: y me hundí en una sima negra y profunda

—Bueno… ¿Qué querías decirme?
¿Presentía lo que iba a ocurrir? ¿Tenía las mismas esperanzas? ¿Podía tener yo la esperanza de que ella tuviera la misma esperanza?
—He venido para decirte que siento mucho lo que hice, y que me gustaría deshacer lo hecho, pero por desgracia no se puede viajar al pasado…  Quiero pedirte perdón…
Ella callaba, estaba confusa, intentaba procesarlo todo, pero saltaba a la vista que no lo conseguía. Luego pronuncié la única frase que importaba.
—Yo te quiero.
Ella tragó saliva. Y yo tuve que esperar su respuesta. El tiempo se dilató, quizá sólo fueron segundos, pero a mí me parecieron horas, días, años, décadas. Durante ese tiempo percibido habrían podido surgir civilizaciones y se habrían podido extinguir. Casi se me paró el corazón de nervios. Aquella cocina del infierno podía transformarse en el cielo en cualquier instante. Todos mis sueños podían hacerse realidad. Mi triste vida podía volver a tener sentido.
—Pero yo ya no te quiero.
Fue como si alguien me desgarrara el corazón, de tanto que me dolió. Ella me miraba disculpándose, era evidente que le sabía mal hacerme tanto daño.
—Yo te quería… y después de lo que me contaron, me derrumbé…
Sonrió débilmente, pero yo me sentía demasiado débil para sonreírle débilmente
—Pero gracias a esa experiencia he madurado. Ahora sé mejor lo que quiero, y el amor con mi novio es un amor profundo, adulto… un amor maduro… Sabemos que estamos hechos el uno para el otro…
y… y…
Vio en mi cara que yo no quería oír
—Y tal vez no debería seguir hablando.
Entonces, en mi interior se quebró todo. Todas mis esperanzas, mis ganas de vivir perecieron..., tambaleándome salí al vestíbulo, ella me ayudó a llegar a la puerta…

7 comentarios:

  1. Mi estimado ingeniero de la palabras narradas y cantadas, un saludo especial desde Buga, Colombia.

    Dicen que para verdades, el tiempo. ¡Ah, pero cuánto duele cuando es demasiado tarde!Cuánto nos cuesta aceptar nuestras derrotas; y todavía más, cuando las hemos propiciado.

    Solo entonces, se escucha el sonar de los rotos cristales.

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  2. Es demasiado sencillo pensar que con pedir perdón siempre se puede empezar de nuevo como si nada hubiera pasado.
    Un abrazo.

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  3. Una ayuda necesaria, pero no querida.

    Saludos,

    J.

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  4. Leñe!
    Comenté esto, fijo.
    Esta mañana...no le dí a publicar :(

    Era creo mi mejor comentario desde que entro aquí, jajaj

    Pedir perdón está bien, pero mejor está pensar antes de hacer algo por lo que tengas que pedir perdón. Eso sí, alguien podía advertir al novio...

    Besos

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  5. Chanfle!

    Pedir perdón no siempre es suficiente.

    Besos Chaly

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