tag:blogger.com,1999:blog-69088612802233375132024-03-18T05:47:43.719-04:00El tauromáquico“a mí no me importa que me seduzcan, a mí lo que me molesta es que me empujen”Chaly Verahttp://www.blogger.com/profile/14125156402154246774noreply@blogger.comBlogger2044125tag:blogger.com,1999:blog-6908861280223337513.post-11515895274710697462024-03-17T10:35:00.004-04:002024-03-17T10:35:38.991-04:000838: El círculo cuadrado<p>Soy un círculo cuadrado. Por consiguiente, soy un objeto imposible. Todavía más: soy incluso un concepto imposible. No obstante, me has entendido cuando he hecho esa afirmación sobre quién, o qué, soy, y me has imaginado, o has creído imaginarme, porque de ningún modo has podido hacerlo.</p><p>En realidad, yo solo he sido una forma vaga en tu imaginación, vislumbrada desde la distancia, turbiamente, en la penumbra, mi contorno borroso, tal vez fluctuando ligeramente como las sombras en la noche, con las que se pierde la certeza de dónde empieza el fondo y dónde acaba el objeto que las proyecta. No obstante, te has dado por satisfecho con ese contorno vago y no te has preocupado por examinarlo con excesivo detenimiento. No había necesidad alguna.</p><p>En cuanto he dicho las palabras «soy un círculo cuadrado», mi identidad ha dejado de pertenecerme en exclusiva, porque al momento tú te has apropiado de ella inconscientemente.</p><p>Esto no es algo que se te pueda echar en cara, al tratarse de un elemento intrínseco del proceso de lectura de una historia. Yo me he convertido en un personaje y, como tal, he adquirido un rostro, por vago que pueda ser, porque de acuerdo a nuestra experiencia todos los seres conscientes poseen un rostro, y ser un personaje de ficción consiste en mirar al lector desde la página.</p><p>También he adquirido un tono de voz, que es el tuyo, y tú lo estás oyendo ahora mismo, e incluso si decides rebelarte y dejar de oírlo a partir de este preciso instante, la decisión no está en tus manos, y tampoco está en las mías, porque no se conoce ningún método que permita que yo enmudezca en tu cabeza y sin embargo continúe transmitiéndote información, incluida esta información, la información de que no se conoce ningún método que permita que yo enmudezca en tu cabeza.</p><p>De acuerdo con las reglas de la lógica, ahora no deberías estar oyéndome hablar, porque un objeto que no existe, que en modo alguno puede existir, debería ser siempre totalmente mudo. Así que ¿cómo es posible que mis palabras adquieran un sonido silencioso en tu cabeza? Esta no es siquiera una pregunta válida, así que no hay necesidad de tratar de contestarla. Si te parece, hagamos caso omiso del problema, pasemos de él.</p><p>En tus pensamientos, empero, yo he terminado por convertirme en un ser consciente y he arraigado en tu cabeza con unas raíces que, de manera insidiosa y con el trascurrir del tiempo, podrían permitir que mi presencia fuera cobrando cada vez mayor vitalidad, dado que cuanto más tiempo creas que no soy una contradicción lógica sino un objeto que puede ser imaginado, más te costará a la larga renegar de mí, arrancarme de tu imaginación, aceptar que es totalmente imposible que pueda ser visualizado y aceptado.</p><p>Pero permíteme que haga un hincapié muy especial en que existe una tremenda diferencia entre un objeto que simplemente no existe, como un unicornio o un dragón, y otro que bajo ningún concepto puede existir, como una esposa soltera o yo mismo. La distancia entre estas dos categorías es mayor que entre la de los entes y sucesos cotidianos y el primero de los conjuntos de imposibilidades mencionados. Un unicornio es el resultado de la evolución o mutación de un caballo normal, pero un círculo cuadrado no es en absoluto una variante de un círculo redondo.</p><p>A la primera categoría pertenecen aquellas cosas que son imposibles solo porque hasta el momento no han sido ni descubiertas ni inventadas.</p><p>Así por ejemplo, es imposible que un hombre viva sin cabeza, pero podemos imaginarnos a ese hombre ficticio paseando tranquilamente por la calle y subiendo las escaleras de la habitación alquilada donde vive, y de pie impotente junto a la cocina en la que borbotea una olla con sopa que nunca comerá pero que exige, en un intento por asemejarse a los hombres normales, a los hombres que tienen cabeza, a los hombres posibles.</p><p>Su esposa, que es quien le prepara la sopa, es la esposa soltera que ya hemos mencionado como ejemplo de lo que podría encontrarse en la segunda categoría de imposibilidades, el conjunto de imposibilidades lógicas más radicales. A pesar de ser legalmente su esposa, está soltera. Ella contradice los términos de su propia definición, de ahí que sea mucho más imposible que él.</p><p>Su esposa no solo no existe, sino que no puede existir; ella está perdida para él, lo estará siempre, más que cualquier mujer real que se marche dando un portazo para nunca volver. La soledad del hombre es mayor a consecuencia de ello, pero él carece de existencia y este hecho alivia su melancolía, o al menos eso es lo que nos decimos para evitar tener que compartir su dolor. Ellos no cruzan palabra cuando el hombre entra en la habitación donde viven, al carecer él de boca y oídos; aunque, habida cuenta de la falta de existencia de ella, tal intercambio sería infructuoso incluso si se pudiera llevar a cabo.</p><p>El hombre se sirve sopa en un bol y lo lleva a la mesa. Se sienta en una silla inestable y da vueltas a la sopa con una cuchara, al tiempo que desmigaja un panecillo con los dedos.</p><p>Este ritual carente de sentido ha quedado consagrado tras innumerables repeticiones, durante las cuales ha ido adquiriendo una especie de pureza. El hombre da vueltas a la sopa hasta que se enfría, desmigaja el pan hasta que cada miga ya no es más grande que un grano de arena, y luego lleva el bol y el plato al fregadero y tira el contenido. Esto es lo que acostumbra a hacer. Hoy, no obstante, observa algo que le impide llevarlo a cabo.</p><p>El cómo es capaz de realizar observación alguna careciendo de una cabeza con la que observar es un detalle que pasaremos convenientemente por alto sin prestarle demasiada atención. Aunque, de hecho, no tiene nada de misterioso. Lo aprecia con los dedos. La mesa a la que está sentado tiene una forma inusual. Ni es cuadrada ni es redonda. Es un círculo cuadrado. Yo soy esa mesa. Soy una contradicción lógica, en oposición geométrica a mi propia definición. Siéntate, por favor.</p><p>Tengo un amigo que puede parecer tan imposible como yo, en otras palabras, inconcebible además de inexistente; pero resulta que este amigo es real, real como idea y como materialización de la misma. Mi amigo es un cuadrado circular.</p><p>El hombre sin cabeza se enoja con la mesa a la que está sentado. Consternado, me agarra y de un empujón me lanza a través del cuarto. Él no ve y por tanto no puede apuntar, pero no hay peligro de que lastime a su esposa porque ella está soltera y no supone un obstáculo en la trayectoria del proyectil doméstico, que la atraviesa sin notar resistencia alguna, tal como ocurriría con cualquier paradoja matemática.</p><p>¡Nada que ver con lanzar una mesa contra un unicornio o un dragón! Aunque, en realidad, la mesa tampoco puede existir en el mundo, así que en este caso el resultado tampoco se vería alterado, y la mesa seguiría recorriendo sin obstáculos su trayectoria hacia el cristal, que ahora hace añicos, no por la fuerza del impacto sino porque llegado este punto la historia requiere cierta dosis de espectacularidad.</p><p>Me precipito por la ventana destrozada y caigo hacia la calle, pero la casa está situada en una antigua plaza empedrada de una venerable ciudad meridional. La plaza tiene forma circular y, de hecho, se trata del amigo que he mencionado antes. Por fin el círculo cuadrado y el cuadrado circular se reúnen, y uno es todo lo que no es el otro, mientras que el otro es todo lo que el uno nunca podrá ser-</p><p><br /></p><p>Por Rhys Hughes</p><p> </p>Chaly Verahttp://www.blogger.com/profile/14125156402154246774noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6908861280223337513.post-89147450428842750692024-03-15T20:25:00.000-04:002024-03-15T20:25:24.147-04:000837: Pantaleon y las visitadoras<p> Ahora bien, Pantaleón ofrece dos mudas, ambas del tipo cumulativo. </p><p>Primero, existe en la novela la muda de la misión que el protagonista del libro es encargado de llevar a cabo, es decir: la misión del capitán Pantoja. Por si acaso, me permito resumir el argumento: el Ejército Peruano encarga al oficial de intendencia excepcionalmente concienzudo, a Pantaleón Pantoja, que vaya a la Selva para organizar un servicio de prostitutas. Este se desplazará por hidroavión y barco, a los diversos campamentos que el Ejército tiene en la región. Todo el proyecto se debe a que se espera, así, reducir las quejas eternas y cada vez mayores de la población civil sobre sus hijas, hermanas, esposas, amantes, tías, madres y hasta abuelas violadas por los marcialísimos y por ende, como se supone, virilísimos reclutas. Pantaleón se pone a trabajar. Con milagrosa eficiencia y esfuerzos burocráticos superables sólo por Kafka o un Ministerio de Finanzas, el oficial crea un servicio de "visitadoras" que claramente es, que se sepa y lamentablemente sólo en la ficción, el servicio de entretenimiento más "satisfactorio", por decirlo así, que jamás pueda haber existido doquiera y cuandoquiera: las chicas incluso tienen su propio himno patrio-erótico. No obstante este loabilísimo éxito, la población civil vuelve a quejarse, esta vez porque no le está permitido beneficiarse del servicio. La historia se cuenta, en gran parte, mediante documentos escritos: partes administrativos, informes sobre el progreso del proyecto, mediante recibos, estadísticas, resoluciones regionales, cartas particulares, mediante transcripciones de programas radiales, artículos periodísticos, cartas al editor, entrevistas, etc. </p><p>La segunda muda de la novela es la que se da con la "Hermandad del Arca," guiada por el Hermano Francisco, un movimiento que se extiende cada vez más, a pesar de sus rituales poco atractivos: clavar animales en paredes o árboles, a falta de cruces. Ambos, la misión de Pantoja y el movimiento de la secta del Arca, son intrínsecamente proselitizantes, si bien en sentidos que difieren el uno del otro. El movimiento religioso es proselitizante en la acepción original de la palabra: busca o inspira a adeptos. La misión de Pantaleón es su distorsión farsesca: tanto los usuarios de su servicio como las por aquéllos usadas, se agolpan ante las puertas de Pantaleón para ser atendidos. En cierto modo, lo mismo podría decirse de la Hermandad del Arca: ella también corresponde a algo que los potencialmente "convertibles" (proselitizables) necesitan, aunque, claro está, es una necesidad digamos espiritual, y no la necesidad biológica o en todo caso fisiológica de los soldados por las prostitutas. En efecto —y de ninguna manera al azar por parte del autor—ambas necesidades se oponen diametralmente: los potenciales así como los ya convertidos hermanos y hermanas del Arca esperan, o creen ya recibir, un consuelo para el alma, mientras que los soldades requieren un solaz sexual. No obstante esta dialéctica, en ambos casos los líderes de las respectivas "empresas," tienen como meta el crecimiento ( = muda) de sus organizaciones. El Hermano Francisco, por su lado, persigue ese crecimiento con un esfuerzo incomparablemente menos consciente, menos administrativo, menos organizatorio, que el esfuerzo que pone el capitán Pantoja. En parte, esta diferencia entre los esfuerzos desplegados se debe simplemente a que el Hermano Francisco tiene que ver con una masa humana no organizada previamente, tiene que ver con una especie de caos espiritual y humano. Pantaleón, en contraste, tiene como material a satisfacer una masa ya organizada, acaso la más organizada que existe en la sociedad humana: el ejército. Los únicos elementos que Pantaleón tiene que traer desde más allá de esta organización, a saber: las prostitutas, son, precisamente por ello, y típica y significativamente, y antes que nada, uniformadas, puestas en planillas, hasta provistas de un himno institucional: el caos es absorbido por el orden, las putas por el ejército. Sería por eso, más tarde en la novela, que al invadir el caos—la población civil —el orden, mediante la emboscada tendida a las visitadoras, que surjiría lo que conducirá al desenlace del libro y a la disolución del Servicio de Pantaleón.</p><p>Dentro de esta disyuntiva "organización-caos" se sitúa el hecho de que Pantaleón —oficial de la intendencia, afin tenga que emplear, muy conscientemente, todas sus energías (incluso la sexual, a partir de cierto momento), todos sus talentos organizatorios y todos sus recursos disciplinarios, para la perfección de su misión y, sobre todo, para su extensión, para la amplificación del Servicio en todas las direcciones posibles. Una vez aceptada la idea de que la satisfacción del instinto sexual se puede organizar, canalizar, codificar y expresar en estadísticas, esa idea ya no tiene a quien la pare: pues el instinto sexual es ubicuo y no se da solamente en el ejército.</p><p>No sorprende entonces que Pantaleón contemple, más tarde, en efecto seriamente se pone como meta realizable, el que se incluya entre los beneficiarios también a los civiles. Lo que es más, el capitán Pantoja—una vez que ha aceptado la misión que le encargó el Ejército y una vez que se ha reconciliado con la lógica que le es inherente a esa misión—está en la obligación, bajo órdenes, de perfeccionar y ampliar su empresa. Recibe sus instrucciones de sus superiores terrestres, que son inevitables porque son concretos y que, además, tienen el poder de castigar.</p><p>El Hermano Francisco, en contraste, recibe sus instrucciones sólo de Dios, que no es concreto y cuyos castigos son conjeturales: no se puede comprobar que son castigos de Dios; pero sí se puede comprobar que la remoción del capitán Pantoja a teniente Pantoja se origina en la superioridad militar. Para el Hermano Francisco vale esto: "me lo han dicho las voces que escucho y que no vienen de este mundo," como él escribe, apropriadamente en una carta al editor de un periódico selvático O le vale esto: "como les ha enseñado [a La Hermandad] el cielo por mi boca" Y Dios no insiste, todavía, en informes estadísticos, en partes sobre el avance de un proyecto, en recibos por gastos incurridos en la ejecución de sus instrucciones.</p><p><br /></p><p>Pero volvamos a la muda y a las leyes que le son inherentes. El Servicio de Pantaleón crece y crece y crece. Una comparación de los informes estadísticos que él envía al Ministerio de Guerra de tanto en tanto, muestra ese proceso clara y casi científicamente. Lo que es más, a cierta altura de la novela un general declara: "Si [Pantoja] al menos hubiera organizado la cosa de una manera mediocre, defectuosa. Pero ese idiota ha convertido el Servicio de Visitadoras en el organismo más eficiente . . ." </p><p>De acuerdo a las mismas leyes de transformación que le son propias a la muda, el movimiento del Hermano Francisco también prolifera y de manera similar. Hasta tal grado, en efecto, que las mismas chicas del Servicio se sienten atraídas por él, muchas de ellas incluso se le adhieren. Hasta la mamá de Pantaleón llega a ser conversa de la Hermandad. Ahora bien, este proceso de crecimiento podría teóricamente seguir y seguir, intensificarse cada vez más. Limitándose uno a las premisas farsescas de la novela, no le sería difícil imaginarse que el Servicio de Visitadoras para Guarniciones, Puestos de Frontera y Afines abarque, o literalmente abrace, regiones cada vez mayores: primero, digamos, la entera distribución geográfica de la organización a la cual pertenece el Servicio; luego, lentamente, digamos que comprenda al sector no casado de la población civil; después, seguramente incluiría también a los casados; próximo, tal vez los países limítrofes; finalmente, el continente entero más México; Norteamérica, el mundo, el universo, posiblemente con una ayuda especial y especializada de un Servicio Universal o, si se prefiere. Cósmico, para astronautas. ¿Qué implicaciones tendría eso para la novela de marras? Sabemos que Vargas Llosa tiene la ambición ahora ya más que famosa, de escribir una "novela total"; pero es una ambición imposible o una "pasión no correspondida" por la realidad. Pues ningún novelista puede forzar toda la realidad, aquella realidad total, entre las dos tapas de un libro; ni mucho menos si persigue la meta del dudoso objetivismo literario, es decir: aquella de relegar al infierno de la novelística la psicología, que es. al fin y al cabo, una dimensión irrelegable de la realidad. Ningún autor puede hacer esto, porque su libro no terminaría nunca, a no ser que lo corte en algún punto dado, arbitrariamente. Podría por ejemplo concluir la novela en algún punto particularmente impresiónante de la historia que cuenta, y dejar el resto de ella a la imaginación del lector (piénsese en la novela de ítalo Calvino, Se una notte d'inverno un viaggiatore; pero Calvino no pretendió escribir una novela total). Entonces tendríamos que ver con una obra verdaderamente abierta, en el sentido de Umberto Eco. Surge ahora un problema estético. ¿Puede una farsa, una parodia, puede la ridiculización de una institución humana, pueden estos tres "géneros" permanecer abiertosl Una farsa, una parodia, una ridiculización, dejan de ser una farsa, parodia, ridiculización, si el objeto en su estado de haber sido tratado de manera farsesca, paródica, ridicula no resulta una versión completa (es decir, no abierta) del original "serio." O, con diferentes palabras, dejan de serlo si la versión procesada mediante las tres maneras no está redondeada, si el resultado del tratamiento continúa desarrollándose y, por ello, no es en verdad un resultado del tratamiento mencionado, sino un proceso, un devenir. En nuestro caso específico, la versión farsesca, paródica, ridiculizada que nos ofrece Mario Vargas Llosa en Pantaleón y las visitadoras de una característica entre otras que distinguen a ciertas instituciones humanas—aquí a la Iglesia y el Ejército —esa versión procesada no es ya un producto si prolifera, si amplía, crece, potencialmente hasta el infinito, pues entonces esa institución y su desarrollo se constituirían en algo abierto, algo que puede devenir tanto como lo puede su procesamiento. ¿Cómo puede el autor resolver este problema no sólo práctico —el número necesariamente limitado de páginas que caben entre dos tapas —sino también estético (como vimos)? El novelista debe, antes que nada, reducir lo potencialmente infinito de su ridiculización a proporciones finitas. Pero, ¿cómo va a hacer esto si la naturaleza misma de lo por él parodiado es intrínsecamente proselitizante, es inherentemente capaz de una expansión infinita? Creo que la solución reside en la yuxtaposición u oposición de una in- finidad potencial con otra infinidad potencial. En el presente contexto: al poner en oposición la misión de Pantaleón con el movimiento del Hermano Francisco. Esta oposición no necesita ser —y de hecho no es en Pantaleón y las visitadoras —directamente antagonista, es decir: nunca llegan a pelearse directamente digamos las visitadoras con los adeptos a la Hermandad. Muy al contrario, como ya señalé: un buen número de las prostitutas (como un buen número de sus clientes) son, un poco irónicamente, ellas mismas conversas o simpatizantes del movimiento del "profeta."</p><p>Sin embargo, es precisamente cuando las dos organizaciones, por intermedio de algunos de sus miembros, chocan una con la otra, por lo menos formalmente o, si se prefiere, oficialmente, y eso durante la emboscada a un convoy de visitadoras que termina en un asalto físico y, en un caso, fatal al personal del Servicio y en el secuestro de la estrella de Pantilandia, la Brasileña, emboscada y asalto organizados por un grupo de civiles frustrados, es precisamente entonces que comienza el desmoronamiento de la misión de Pantoja y de su espléndidamente eficiente Servicio, así como comienza la persecución definitiva y la extinción final de la Hermandad del Arca.</p><p>Se ve, pues: al emplear dos veces el recurso técnico de la muda, al depararle a esa muda dos veces —si bien mediante un solo incidente —una amputación en pleno desarrollo, Vargas Llosa se ha aprovechado de una estrategia narrativa para la estructuración de un material narrable: ha enfrentado dos mudas para interrumpir ambas, como dos autos que chocan en plena carrera.</p><p>Wolfgang A. Luchting</p><div><br /></div>Chaly Verahttp://www.blogger.com/profile/14125156402154246774noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6908861280223337513.post-546915127359454452024-03-13T22:23:00.000-04:002024-03-13T22:23:15.157-04:000836: UN VISITANTE (Fragmento)<p> —Buenas tardes, señora Merceditas. </p><p>Su voz es melodiosa y sarcástica. La mujer ha palidecido.</p><p>—¿Qué quieres? —murmura.</p><p>—¿Me reconoce, no es verdad? Vaya, me alegro. Si usted es tan amable, quisiera comer algo. Y beber. Tengo mucha sed.</p><p>—Ahí adentro hay cerveza y fruta.</p><p>—Gracias, señora Merceditas. Es usted muy bondadosa. Como siempre. ¿Podría acompañarme?</p><p>—¿Para qué? —La mujer lo mira con recelo; es gorda y entrada en años, pero de piel tersa; va descalza—. Ya conoces el tambo.</p><p>—Oh! —dice el hombre, en tono cordial—. No me gusta comer solo. Da tristeza.</p><p>La mujer vacila un momento. Luego camina hacía el tambo, arrastrando los pies dentro de la arena. Entra. Destapa una botella de cerveza.</p><p>—Gracias, muchas gracias, señora Merceditas. Pero prefiero leche. Ya que ha abierto esa botella, ¿por qué no se la toma?</p><p>—No tengo ganas.</p><p>—Vamos, señora Merceditas, no sea usted así. Tómesela a mi salud.</p><p>—No quiero.</p><p>La expresión del hombre se agria.</p><p>—¿Está sorda? Le he dicho que se tome esa botella. ¡Salud!</p><p>La mujer levanta la botella con las manos y bebe, lentamente, a pequeños sorbos. En el mostrador sucio y agujereado, brilla una jarra de leche. El hombre espanta de un manotazo a las moscas que revolotean alrededor, alza la jarra y bebe un largo trago. Sus labios quedan cubiertos por un bozal de nata que la lengua, segundos después, borra ruidosamente.</p><p>—¡Ah! —dice, relamiéndose—. Qué buena estaba la leche, señora Merceditas. Fijo que es de cabra, ¿no? Me ha gustado mucho. ¿Ya terminó la botella? ¿Por qué no se abre otra? ¡Salud!</p><p>La mujer obedece sin protestar; el hombre devora dos plátanos y una naranja.</p><p>—Oiga, señora Merceditas, no sea usted un viva. La cerveza se le está derramando por el cuello. Le va a mojar su vestido. No desperdicie así las cosas. Abra otra botella y tómesela en honor de Numa. ¡Salud!</p><p>El hombre continúa repitiendo "salud" hasta que en el mostrador hay cuatro botellas vacías. La mujer tiene los ojos vidriosos; eructa, escupe, se sienta sobre un costal de fruta.</p><p>—¡Dios mío! —dice el hombre—. ¡Qué mujer! Es usted una borrachita, señora Merceditas. Perdone que se lo diga.</p><p>—Esto que haces con una pobre vieja te va a pesar, Jamaiquino. Ya lo verás. —Tiene la lengua algo trabada.</p><p>—¿De veras? —dice el hombre, aburridamente—. A propósito, ¿a qué hora vendrá Numa?</p><p>—¿Numa?</p><p>—¡Oh, es usted terrible, señora Merceditas, cuando no quiere entender las cosas! ¿A qué hora vendrá?</p><p>—Eres un negro sucio, Jamaiquino. Numa te va a matar </p><p>—¡No diga esas palabras, señora Merceditas!—Bosteza—. Bueno, creo que tenemos todavía para un rato. Seguramente hasta la noche. Vamos a echar un sueñecito, ¿le parece bien?</p><p>Se levanta y sale. Va hacía la cabra. El animal lo mira con desconfianza. La desata. Regresa al tambo haciendo girar la cuerda como una hélice y silbando: la mujer no está. En el acto, desaparece la perezosa, lasciva calma de sus gestos. Recorre a grandes saltos el local, maldiciendo. Luego, avanza hacía el bosquecillo seguido por la cabra. Esta descubre a la mujer tras de un arbusto, comienza a lamerla. El Jamaiquino ríe viendo las miradas rencorosas que lanza la mujer a la cabra. Hace un simple ademán y doña Merceditas se dirige al tambo.</p><p>—De veras que es usted una mujer terrible, si señor. ¡Qué ocurrencias tiene!</p><p>Le ata los pies y las manos. Luego la carga fácilmente y la deposita sobre el mostrador. Se la queda mirando con malicia y, de pronto, comienza a hacerle cosquillas en las plantas de los pies, que son rugosas y anchas. La mujer se retuerce con las carcajadas; su rostro revela desesperación. El mostrador es estrecho y, con los estremecimientos, doña Merceditas se aproxima al canto: por fin rueda pesadamente al suelo.</p><p>—¡Qué mujer tan terrible, si señor! —repite—. Se hace la desmayada y me está espiando con un ojo. ¡Usted no tiene cura, señora Merceditas!</p><p>La cabra, la cabeza metida en la habitación, observa a la mujer, fijamente.</p><p>El relincho de los caballos sobreviene al final de la tarde; ya oscurece. La señora Merceditas levanta la cara y escucha, los ojos muy abiertos.</p><p>—Son ellos —dice el Jamaiquino. Se para de un salto. Los caballos siguen relinchando y piafando.</p><p>Desde la puerta del tambo, el hombre grita, colérico— ¿Se ha vuelto loco, Teniente? ¿Se ha vuelto loco?</p><p>En un recodo del cerro, de unas rocas, surge el Teniente; es pequeño y rechoncho: lleva botas de montar, su rostro suda. Mira cautelosamente.</p><p>—¿Está usted loco? —repite el Jamaiquino—. ¿Qué le pasa?</p><p>—No me levantes la voz, negro —dice el Teniente—. Acabamos de llegar. ¿Qué ocurre?</p><p>—¿Cómo qué ocurre? Mande a su gente que se lleve lejos los caballos. ¿No sabe usted su oficio?</p><p>El Teniente enrojece.</p><p>—Todavía no estás libre, negro —dice—. Más respeto.</p><p>—Esconda los caballos y córteles la lengua si quiere. Pero que no se los sienta. Y espere ahí. Yo le daré la señal. —El Jamaiquino despliega la boca y la sonrisa que se dibuja en su rostro es insolente—. ¿No ve que ahora tiene que obedecerme?</p><p>El Teniente duda unos segundos.</p><p>—Pobre de ti si no viene —dice. Y, volviendo la cabeza, ordena—: Sargento Lituma, esconda los caballos.</p><p>—A la orden, mi Teniente —dice alguien detrás del cerro.</p><p>Se oye ruido de cascos. Luego, el silencio.</p><p>—Así me gusta —dice El Jamaiquino—. Hay que ser obediente. Muy bien, general. Bravo, comandante. Lo felicito, capitán. No se mueva de ese sitio. Le daré el aviso.</p><p>El Teniente le muestra el puño y desaparece entre las rocas. El Jamaiquino entra al tambo. Los ojos de la mujer están llenos de odio.</p><p>—Traidor —murmura—. Has venido con la policía. ¡Maldito!</p><p>—¡Qué educación, Dios mío, qué educación la suya, señora Merceditas! No he venido con la policía. He venido solo. Me he encontrado con el Teniente aquí. A usted le consta.</p><p>—Numa no vendrá —dice la mujer—. Y los policías te llevarán de nuevo a la cárcel. Y cuando salgas, Numa te matará.</p><p>—Tiene usted malos sentimientos, señora Merceditas, no hay duda. ¡Las cosas que me pronostica!</p><p>—Traidor —repite la mujer; ha conseguido sentarse y se mantiene muy tiesa—. ¿Crees que Numa es tonto?</p><p>—¿Tonto? Nada de eso. Es una cacatúa* de vivo. Pero no se desespere, señora Merceditas. Seguro que vendrá.</p><p>—No vendrá. Él no es como tú. Tiene amigos. Le avisarán que aquí está la policía.</p><p>—¿Cree usted? Yo no creo, no tendrán tiempo. La policía ha venido por otro lado, por detrás de los cerros. Yo he cruzado el arenal solo. En todos los pueblos preguntaba: "¿La señora Merceditas sigue en el tambo? Acaban de soltarme y voy a torcerle el pescuezo". Más de veinte personas deben haber corrido a contárselo a Numa. ¿Cree usted siempre que no vendrá? ¡Dios mío, qué cara ha puesto, señora Merceditas!</p><p>—Si le pasa algo a Numa —balbucea la mujer, roncamente— lo vas a lamentar toda tu vida, Jamaiquino.</p><p>Este encoge los hombros. Enciende un cigarrillo y principia a silbar. Después va hasta el mostrador, coge la lámpara de aceite y la prende. La cuelga en uno de los carrizos de la puerta.</p><p>—Se está haciendo de noche —dice—. Venga usted por acá, señora Merceditas. Quiero que Numa la vea sentada en la puerta, esperándolo. ¡Ah, es cierto! No puede usted moverse. Perdóneme, soy muy olvidadizo.</p><p>Se inclina y la levanta en brazos. La deja en la arena, delante del tambo. La luz de la lámpara cae sobre la mujer y suaviza la piel de su rostro: parece más joven.</p><p>—¿Por qué haces esto, Jamaiquino? —La voz de doña Merceditas es, ahora, débil.</p><p>—¿Por qué? —dice el Jamaiquino—. Usted no ha estado en la cárcel, ¿no es verdad, señora Merceditas? Pasan los días y uno no tiene nada que hacer. Se aburre uno mucho allí, le aseguro. Y se pasa mucha hambre. Oiga, me estaba olvidando de un detalle. No puede estar con la boca abierta, no se vaya a poner a dar gritos cuando venga Numa. Además podría tragarse una mosca. </p><p>Se ríe. Registra la habitación y encuentra un trapo. Con él venda media cara a doña Merceditas. La examina un buen rato, divertido.</p><p>—Permítame que le diga que tiene un aspecto muy cómico así, señora Merceditas. No sé qué parece</p><p><br /></p><p>Autor MARIO VARGAS LLOSA (1936)</p><div><br /></div>Chaly Verahttp://www.blogger.com/profile/14125156402154246774noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6908861280223337513.post-47697489557729584202024-03-11T21:28:00.000-04:002024-03-11T21:28:15.049-04:000835: APOCALIPSIS EN DOS MINUTOS<p> El día que se acabó el mundo me pilló en el cruce de la Quinta con la Cincuenta y siete, mirando el móvil.</p><p>Una pelirroja de ojos plateados se volvió hacia mí y me dijo:</p><p>—¿Te has dado cuenta de que cuanto más inteligentes son los móviles, más tonta se vuelve la gente?</p><p>Parecía una de las esposas de Drácula después de arrasar en una tienda de artículos góticos.</p><p>—¿La puedo ayudar, señorita?</p><p>Dijo que el mundo estaba tocando a su fin. Los Servicios Jurídicos Celestiales habían emitido una orden de retirada por mal funcionamiento; ella era un ángel caído enviado desde el subsuelo para procurar que las pobres almas como la mía marcharan de forma ordenada hasta el décimo círculo del infierno.</p><p>—Pensaba que ahí abajo solo había nueve círculos —rebatí.</p><p>—Tuvimos que añadir otro para todos los que han vivido su vida como si fueran a vivir para siempre.</p><p>Nunca me había tomado en serio mi medicación, pero con solo echar un vistazo a esos ojos argentados supe que decía la verdad. Notando mi desazón, anunció que, como no había trabajado en el sector financiero, me concedía tres deseos antes de que el big bang rebobinara y el universo implosionara para volver a formar un garbanzo.</p><p>-Elige sabiamente.</p><p>Me lo pensé un poco.</p><p>—Quiero conocer el sentido de la vida, quiero saber dónde encontrar el mejor helado de chocolate del mundo y me quiero enamorar —declaré.</p><p>—La respuesta a tus dos primeros deseos es la misma.</p><p>Y en cuanto al tercero, me dio un beso que sabía a toda la verdad del mundo y que me hizo querer ser un hombre decente. Fuimos a dar un paseo de despedida por el parque y luego tomamos un ascensor para subir hasta lo más alto del venerable hotel de capiteles góticos que había al otro lado de la calle, desde donde vimos partir el mundo a lo grande.</p><p>—Te quiero —dije.</p><p>—Ya lo sé.</p><p>Nos quedamos allí cogidos de la mano, viendo cómo un alud apabullante de nubarrones carmesíes encapotaba los cielos, y lloré, sintiéndome feliz al fin.</p><p><br /></p><p>Por Carlos Ruiz Zafón</p><p><br /></p>Chaly Verahttp://www.blogger.com/profile/14125156402154246774noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6908861280223337513.post-20741278514177162542024-03-08T10:27:00.000-04:002024-03-08T10:27:36.996-04:000834: De dólares, calzones y bandas borrachas<p> Jacinto Verdever, es un importador de lencería recatada. Ha llegado a la Camacho Street, arteria financiera en búsqueda de 2.000 dólares para gastos operativos para su viaje a Colombia, de donde importará ropa íntima por un valor de 200.000 verdes. Como en el pasado, pretende hacer una transferencia bancaria a su proveedor y llevarse algo de efectivo.</p><p><br /></p><p>A las 11:00 de la mañana, el sol paceño está en su máximo esplendor. El azul del cielo grita su belleza sin pudor. Desde la avenida Camacho existe la vista urbana más linda del Illimani. Da la impresión de que esta vía lleva directamente al majestuoso nevado. El achachila, el abuelo, abraza la ciudad y sus secretos.</p><p><br /></p><p>Jacinto sabe que no hay dólares y que la policía secreta nacional decidió perseguir tanto a los que compran la divisa como a los que venden. Los hombres del orden pretenden hacer desaparecer la especulación a palos. Según ellos, nada como un buen carajazo y una apretada de guindas para que las leyes del mercado se moderen.</p><p><br /></p><p>Nuestro buscador de dólares conoce las artes y partes de la informalidad. Entra a una casa de cambio con aire distraído y pregunta si hay washingtones. Ante la negativa se retira lentamente saboreando el eco de la respuesta adversa. Sabe que dejo plantada la semilla de la demanda. A 25 metros del recinto, la oferta se hace presente. Un sujeto vestido con su mejor traje de anónimo se le acerca, como quien no quiere nada, y con media boca le dice: ¡Joven! ¿Cuántos verdes quiere? Jacinto mira a su alrededor. Verifica que no hay ningún paco de civil, escanea a todas las personas que están a su alrededor en busca signos sospechosos. Y cuando se siente seguro, también con boca chueca, responde: dos palos. ¿A cuánto están? A ocho, jefe, dice el cambista.</p><p><br /></p><p>Jacinto, con la mirada, desaprueba la oferta. Están negociando clandestinamente a plena luz del día y a puro gestos. 7,80, último, sentencia el ofertante y con un movimiento de Wistupiku, le indica que lo siga. Entra a un snack pequeño. Los olores intensos de la salchipapa y el pollo al horno anuncian la llega del medio día. Hora del morfe. La que atiende en el lugar pide la contraseña: ¿Qué se van a servir? El operador criollo de la Camacho Street responde: Para comenzar pancito con llajua. Y con los ojos, la cocinera y cómplice señala una puerta del fondo que está detrás de una cortina. En el cuarto contiguo, dos personas fingen que conversan.</p><p><br /></p><p>El cambista dice: 2.000 a 7,80. Un señor que parece disfrutar de su gordura responde lacónicamente el valor total y espera la entrega. Debajo de la mesa surge una máquina contadora automática que se traga eficientemente los bolivianos. De una riñonera, oculta bajo un grueso abrigo, saca los 2.000 dólares. Jancito cuenta nerviosamente los billetes y comienza a acariciar, pellizcar y ver a tras luz la marmaja del imperio. Es una tentativa inútil de saber si son falsos. El que parece ser el dueño del negocio, con voz ronca, afirma: sellados están, joven, con mi lagartito rojo. ¿Nové? Yo trabajo solo con los que llegan del Chapare. Sacuda el billete y verá que con don Benjamín no se despeina. No hay pierde. El importador sale victorioso de la transacción y se dirige al banco. Ahora debe realizar la transferencia de los 200.000 dólares a Colombia.</p><p><br /></p><p>Entra a su banco y habla con el oficial de negocios, un mozalbete de arete en la oreja izquierda y mirada de ispi. Frente al requerimiento de hacer la transferencia de los dólares al exterior, este, a quemarropa, le dice que la comisión es 20%. Jacinto, espantado, reacciona y pregunta con rabia contenida: “¿Por qué tan caro? Si yo pagaba máximo 3% en el pasado”. El funcionario responde algo inseguro. No somos nosotros que hemos aumentado la comisión. Le voy a explicar cómo funciona el mercado de los dólares. En primer lugar, los bancos, hace unos cinco años prestaban 3.000 millones de dólares al Banco Central de Bolivia. A cambio se recibía bolivianos para realizar préstamos. Ahora nos dicen que no tienen para devolvernos. Me puede bolsiquear si quiere, no tengo dolarachos, bromea el joven bancario. Entonces, para conseguir esos 200.000, el banco debe comprar en el mercado los dólares y estos están a 7,80 o más, debido a la gran escasez. Washingtones a 6,96 Bs y la cara de Dios usted ya no va a ver. A rigor, nuestra participación es más o menos la misma del pasado. Las elevadas comisiones, en realidad, están reflejando el mercado de las divisas. Eso sí, para conseguir el dinero va a tener que entrar a una fila electrónica que puede durar más de un mes.</p><p><br /></p><p>Furioso, dice que reclamará a la ASFI. El funcionario pone cara de póker y le dice a Jacinto que llene un formulario de queja, un ODECO. Con la bronca tatuada en las venas, Jacinto vuelve a casa y le cometa el incidente a su esposa, Teruca Saltibajes. Ella le comenta que acaba de ver, en las noticas, que la ASFI creó una banda para las comisiones bancarias de un máximo de 10%. “Aleluya”, explota Jacinto. Problema resuelto.</p><p><br /></p><p>La compañera del importador increpa a Jacinto. No, pues querido, no es tan simple. No estás entendiendo cómo funciona el mercado. Eso te pasa por faltar a tus clases de macroeconomía. ¡Chachón! En la U. te la pasabas en el billar en vez de aprender cómo funciona los mercados de las divisas.</p><p><br /></p><p>A ver, te voy a refrescar la memoria. La oferta de verdes proviene de las exportaciones, las inversiones extranjeras, los préstamos y las remesas internacionales. Estas fuentes están secas o muy bajas. La demanda de dólares proviene, sobre todo, de las importaciones. Nada de esto ha cambiado. A rigor, la banda es una forma de control de precios del mercado que solo va a generar más escasez de dólares. Con esta banda de precios, de taquito, están devaluando indirectamente el boliviano. En los hechos del mercado, el Gobierno está aceptando nuevos precios del dólar, a saber: 7,30 Bs a 7,65 bolivianos. Y habrá que ver, en coca yungueña, si esto regulariza el mercado. ¡Waway! Teruca comienza a cantar una vieja canción de los Wawancos: “Lo que pasa que la banda está borracha, está borracha”.</p><p><br /></p><p>Ahora, escúchame bien Jaci, si los exportadores no traen los dólares, no salen estos del Colchón Bank y la banda no funciona, sospecho que el Gobierno decretará control de capitales (obligará a los exportadores a entregar los dólares) e impondrá restricciones a las importaciones, complicando más la situación, afirma sabiamente Teruca. Así que no seas Tribilín y andá a hacer la transferencia con la comisión que te han dicho en el banco, total las doñas igual van a pagar más caro por los calzones.</p><div><br /></div>Chaly Verahttp://www.blogger.com/profile/14125156402154246774noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6908861280223337513.post-80303103753580059602024-03-05T10:56:00.000-04:002024-03-05T10:56:48.394-04:000833: bola de sebo (fragmento)<p> Entonces estalló el carácter vulgar de la señora Loiseau</p><p>—No podemos morirnos de viejos aquí. Dado que su ofició es hacer eso con todos los hombres, me parece que no tiene ningún derecho a rechazar a uno más que a otro. ¡Pero si ha tenido que ver con todo el mundo en Ruán, incluso con los cocheros!</p><p>¡Sí, señora, con el cochero de la prefectura! Lo sé perfectamente; él compra su vino en nuestra casa. ¡Y, ahora que se trata de sacarnos de un apuro, se hace la complicada, esta mocosa...! Por otra parte, creo que el oficial se ha conducido correctamente. Tal vez está privado desde hace mucho tiempo; y sin duda hubiera preferido a cualquiera de nosotras tres. Pero no, se contenta con la de todo el mundo. Respeta a las mujeres casadas. En última instancia, él es el amo. No tendría más que decir: «Quiero», y podría aprovecharse de nosotras por la fuerza, con los soldados.</p><p>Las otras dos mujeres experimentaron un ligero estremecimiento. Los ojos de la hermosa señora Carré-Lamadon brillaban en medio de la palidez del rostro como si se sintiera ya tomada a la fuerza por el oficial.</p><p>Los hombres, que discutían aparte, se pusieron de acuerdo. Loiseau, furibundo, quería entregar a «esa miserable», atada de pies y manos, al enemigo. Pero el conde, descendiente de tres generaciones de embajadores y dotado de características de diplomático, era partidario de la habilidad:</p><p>—Habrá que convencerla — dijo.</p><p>Por lo tanto, empezaron a conspirar. Las mujeres se unieron, bajó el tono de voz y la discusión se volvió general, ya que cada uno exponía su opinión. Se trataba de algo muy conveniente. Sobre todo, las damas se distinguían en encontrar giros delicados, encantadoras sutilezas de expresión, para decir lo más escabroso. Las precauciones de lenguaje eran tantas, que un extraño a la situación no habría comprendido nada.</p><p>Pero la tenue capa de pudor con que está envuelta toda mujer de mundo, al cubrir nada más que la superficie, les permitía regocijarse con esta aventura desvergonzada, divertirse locamente en el fondo, sintiéndose en su elemento, manoseando al amor con la sensualidad de un cocinero glotón que prepara la comida de otro.</p><p>La alegría se originaba en la historia misma, que, finalmente, les resultaba cómica. El conde recurrió a chistes un poco atrevidos, pero tan bien dichos, que hacían sonreír. Por su parte, Loiseau soltó algunos atrevimientos más abruptos, ante los que nadie llegó a molestarse; y el pensamiento brutalmente expresado por su mujer dominaba todos los ánimos: «Dado que es el oficio de esta muchacha, me parece que no tiene ningún derecho a rechazar a uno más que a otro.» La simpática señora Carré-Lamadon parecía incluso pensar que, si se encontrase en su lugar, ella rechazaría a éste mucho menos que a cualquier otro.</p><p>Se preparó largamente el bloqueo, como para el ataque a una fortaleza. Cada uno determinó el papel que asumiría, los argumentos a los que iría a recurrir, las maniobras que debería ejecutar. Se estableció el plan de ataque, las astucias a emplear y las sorpresas del asalto, para forzar a esa ciudadela viviente a que recibiera al enemigo en su propio terreno.</p><p>Mientras tanto, Cornudet permanecía de lado, completamente ajeno al asunto.</p><p>La preocupación general era tan intensa, que no oyeron entrar a Bola de Sebo. Pero el conde produjo un « ¡chisst!» que hizo levantar todas las miradas. Ante su presencia, se hizo un silencio brusco y cierta turbación general impidió dirigirle la palabra. La condesa, más habituada que las otras a las artimañas de salón, finalmente la interrogó:</p><p>— ¿fue divertido ese bautismo?</p><p>La gruesa muchacha, todavía emocionada, se refirió a cada cosa: a los rostros» a las actitudes y al aspecto mismo de la iglesia. Agregó:</p><p>—Es muy bueno rezar algunas veces.</p><p>Sin embargo, hasta la hora del almuerzo, las damas se limitaron a mostrarse amables con ella para aumentar su confianza y su docilidad frente a los futuros consejos.</p><p>En cuanto se sentaron a la mesa, empezó el ataque. Primero fue una conversación vaga acerca del sacrificio. Se citaron antiguos ejemplos: Judit y Holofernes; después, sin razón alguna, Lucrecia y Sextus, y Cleopatra admitiendo en su habitación a todos los generales enemigos y reduciéndolos a la servidumbre de esclavos. Entonces se desarrolló una historia fantástica, nacida de la imaginación de esos millonarios ignorantes, en la que las ciudadanas de Roma iban a Capua a adormecer a Aníbal entre sus brazos, junto con sus lugartenientes y las falanges de mercenarios.</p><p>Citaron a todas las mujeres que detuvieron a los conquistadores, haciendo de sus cuerpos un campo de batalla, una manera de dominar, un arma, que vencieron por medio de sus caricias heroicas a seres horribles o detestados, sacrificando incluso su castidad a la venganza y la abnegación.</p><p>También se hizo referencia a esa inglesa de familia noble que se había dejado inocular una horrible y contagiosa enfermedad para transmitírsela a Bonaparte, salvado milagrosamente por una debilidad repentina a la hora de la cita fatal.</p><p>Y todo era contado de una forma conveniente y moderada, haciendo estallar a veces una expresión de entusiasmo deliberado con el propósito de estimular el deseo de emulación.</p><p>En resumidas cuentas, habría podido creerse que el único papel de la mujer en la tierra consistía en un sacrificio permanente de su persona, en un abandono continuo a los caprichos de la soldadesca.</p><p>Las dos monjas daban la impresión de no escucharlos, perdidas en pensamientos profundos. Bola de Sebo no decía nada.</p><p>Durante toda la tarde, la dejaron reflexionar. Pero, en vez de llamarla «señora», como se había hecho hasta el momento, se le decía simplemente «señorita», sin que nadie supiese bien por qué, como si se deseara descenderla de nivel en la estima que por sí misma había escalado, hacerle sentir su situación vergonzosa.</p><p>En el momento en que se le servía la sopa, el señor Follenvie reapareció repitiendo su frase de la víspera:</p><p>—El oficial prusiano pregunta a la señorita Elisabeth Rousset si no ha cambiado todavía de opinión.</p><p>Bola de Sebo respondió secamente:</p><p>—No, señor.</p><p>Pero durante la cena la coalición se debilitó. Loiseau dijo tres frases inoportunas. Cada uno desesperaba por descubrir nuevos ejemplos, sin encontrar nada, hasta que la condesa, acaso sin haberlo premeditado, experimentando una vaga necesidad de rendir homenaje a la religión, interrogó a la más vieja de las monjas acerca de las grandes acciones en la vida de los santos. Sin duda, muchos habían cometido actos que aparecerían como crímenes ante nuestros ojos, pero la Iglesia absolvió siempre esas faltas cuando fueron cumplidas para la gloria de Dios o para el bien del prójimo. Era un argumento poderoso, y la condesa se aprovechó de él. Entonces, ya sea por una especie de entendimiento tácito, de un acuerdo velado en que sobresale cualquiera que lleve un hábito eclesiástico, ya sea simplemente por el efecto de una coincidencia afortunada, de una compasiva torpeza, la vieja religiosa aportó un formidable apoyo a la conspiración. Se la creía tímida, y se mostró arriesgada, elocuente, violenta. No estaba confundida por los titubeos de la casuística; su doctrina parecía tener la consistencia de una barra de hierro; su fe no se debilitaba nunca; su conciencia carecía de escrúpulos. Le parecía completamente simple el sacrificio de Abraham, porque también ella habría matado a su padre y a su madre para obedecer una orden venida desde lo alto; y en su opinión nada podía desagradar al Señor cuando la intención era laudable. </p><p>La condesa, aprovechando la autoridad sagrada de su cómplice fortuita, la llevó a realizar una paráfrasis edificante de este axioma moral: «El fin justifica los medios,» La interrogó:</p><p>—Entonces, querida hermana, ¿piensa usted que Dios acepta todos los caminos y perdona lo cometido cuando el motivo es puro?</p><p>— ¿Quién podría dudarlo, señora? Un acto punible en sí, a menudo se vuelve meritorio gracias al pensamiento que lo inspira.</p><p>Y continuaron de esta forma, discerniendo las voluntades de Dios, previendo sus decisiones, haciéndolo interesarse por cosas que en realidad, no le concernían demasiado.</p><p>Pero el desarrollo general era hábil, discreto. Y cada palabra de la monja abría una brecha en la resistencia indignada de la muchacha.</p><p>Poco más tarde, la conversación se desvió un poco: la monja hizo mención de varias fundaciones de su orden, de su superiora, de ella misma y de su buena compañera, la querida hermana SanNicéforo. Habían sido llamadas a El Havre para ayudar en el hospital a centenares de soldados atacados por la viruela. Describió a esos pobres miserables y detalló la enfermedad que los postraba. Y, mientras ellas seguían retenidas por los caprichos de ese prusiano, ¡un gran número de franceses, que habrían podido salvarse con sus auxilios, estaban muriendo! Su especialidad era atender a los militares; había estado en Crimea, en Italia, en Austria. Al contar su participación en tantos frentes, de pronto se reveló como una de esas religiosas activísimas que parecen hechas para recorrer los campos de batalla, recoger a los heridos entre el estrépito y, con mayor eficacia que un jefe, dominar con una palabra a los soldadotes indisciplinados; una especie de sor «Rata-plan», cuyo rostro descarnado, marcado por innumerables huecos, parecía una imagen de las devastaciones de la guerra. Nadie dijo nada cuando dejó de hablar; el efecto había sido, sin duda, excelente.</p><p>Una vez terminada la cena, cada uno se retiró a su habitación para sólo reaparecer al día siguiente, a una hora avanzada de la mañana.</p><p>El almuerzo transcurrió con tranquilidad. Ofrecían, al grano sembrado en la víspera, el tiempo necesario para germinar y ofrecer sus frutos. La condesa propuso dar un paseo durante la tarde; y por su parte el conde, como se había convenido, tomó del brazo a Bola de Sebo, retrasándose con ella.</p><p>Le habló en ese tono familiar, paternal, algo desdeñoso, que los hombres sosegados emplean con las muchachas, llamándolas: «mi querida niña», tratándolas desde lo alto de su posición social; de su honorabilidad indiscutida. Atacó casi de inmediato el punto central de la cuestión:</p><p>— ¿O sea que prefiere dejarnos aquí, expuestos como usted misma a todas las violencias que seguirían al fracaso de las tropas prusianas, en vez de consentir en una de las amabilidades que ha ofrecido con tanta frecuencia en su vida?</p><p>Bola de Sebo se limitó a guardar silencio.</p><p>La encaró por el lado de la dulzura, de la razón, de los sentimientos. Supo mantenerse como «el señor conde», mostrándose galante cada vez que hacía falta, cumplido, amable. Exaltó el favor que ella les haría, habló de su reconocimiento; y, en forma repentina, se puso a tutearla alegremente:</p><p>—Y tú sabes, querida, cómo él podría vanagloriarse de haber gozado de una hermosa muchacha como no puede encontrarla en su propio país.</p><p>Bola de Sebo no respondió, adelantándose para reunirse con los otros.</p><p>Poco después de haber regresado al hotel, subió a su cuarto y ya no volvió a aparecer. La inquietud era extrema. ¿Qué haría? ¡Qué problema, si decidía resistirse!</p><p>A la hora de la cena, se la esperó inútilmente. El señor Follenvie, al entrar, anunció que la señorita Rousset se sentía indispuesta y no bajaría a cenar. Todo el mundo paró la oreja. El conde se aproximó al hotelero y, por lo bajo, le dijo;</p><p>— ¿Ya está?</p><p>—Sí.</p><p>Por considerarlo conveniente, no dijo nada a sus compañeros; se limitó a hacerles una leve señal con la cabeza. De inmediato, un gran suspiro de alivio brotó de todos los pechos, cierta alegría apareció en los rostros. Loiseau gritó:</p><p>— ¡Bendita sea! Pago champaña, si es que lo tienen en este establecimiento.</p>Chaly Verahttp://www.blogger.com/profile/14125156402154246774noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6908861280223337513.post-13151599740335639532024-03-03T00:38:00.001-04:002024-03-03T00:38:54.448-04:000832: pollo frito<p>Un hombre que constantemente se burlaba de su mujer. un día ideó una nueva maldad y tomando a su mujer la llevó frente a un espejo grande y sacando de su bolsillo un billete de 50 pesos, le dijo:</p><p>_¿Ves ese billete en el espejo?</p><p>_Sí.</p><p>_Ese es tuyo, el que yo tengo en mi mano es mío, para el almuerzo me sirves pollo frito.</p><p>Al día siguiente el hombre hizo igual cosa y todo el mes hizo lo mismo, pidiéndole siempre a su mujer pollo para el almuerzo.</p><p>Un día el hombre se puso a pensar ¿Cómo hará esta mujer, si yo no le doy nada y siempre me pone pollo en el almuerzo? Le voy a preguntar.</p><p>_¿Y cómo le haces para servirme pollo en el almuerzo, si yo no te doy nada?</p><p>La mujer llevando al hombre frente al espejo, se desnudó y le dijo:</p><p>_¿Ves esa cosita peluda y negra en el espejo?</p><p>_Sí.</p><p>_Esa es tuya, la que yo tengo entre las piernas es del pollero. </p>Chaly Verahttp://www.blogger.com/profile/14125156402154246774noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6908861280223337513.post-6254480851531110742024-02-29T11:23:00.001-04:002024-02-29T11:23:19.942-04:000831: Pinocho<p>Carlo Collodi, nacido en Florencia, Italia en 1826 como Carlo Lorenzo Filippo Giovanni Lorenzini, fue el hombre detrás de Pinocho; un personaje que nació no de un deseo de fascinar a los niños con cuentos de hadas, sino de una profunda exploración de los matices más oscuros de la humanidad y la infancia. Antes de ser el optimista y carismático muñeco deseoso de humanidad, Pinocho era un reflejo de las desgracias y vicisitudes que Collodi vio y vivió desde muy temprano en su vida.</p><p><br /></p><p>El Florencia natal de Collodi era una ciudad dividida entre la belleza del Renacimiento y la sombría realidad de sus callejones estrechos y oscuros, donde la muerte y la enfermedad eran visitantes frecuentes. Primero de diez hermanos, Collodi experimentó el dolor agudo de perder a seis de ellos antes de que alcanzaran la adultez, una serie de tragedias que marcarían profundamente su visión del mundo y su obra literaria.</p><p><br /></p><p>Estas vivencias de Collodi, marcadas por la hambruna y la enfermedad, se reflejan en Pinocho con una urgencia existencial. El personaje no solo enfrenta peligros físicos, sino también el miedo constante a la inanición y a las enfermedades, temas que se tejen a lo largo de la narrativa y ofrecen un eco de las sombras que persiguieron a Collodi durante su juventud.</p><p><br /></p><p>Pinocho mata a Pepito Grillo con un martillo</p><p>El personaje de Pepito Grillo conocido hoy como el encantador y moralista acompañante de Pinocho en la versión de Disney, tiene un destino mucho más oscuro en la obra original de Collodi. Frustrado por las constantes reprimendas de Pepito, Pinocho lo mata con un martillo, un acto violento que revela la crudeza con la que Collodi abordaba la enseñanza de las lecciones morales a través de su obra. Esta brutalidad y la serie de desventuras violentas en las que Pinocho se ve envuelto son testimonio de la recia crítica que Collodi hacía de los imperativos morales y sociales de su tiempo.</p><p><br /></p><p>La historia de la marioneta, como fue concebida originalmente, es un escalofriante recordatorio de las realidades con las que los niños podían encontrarse en la Italia del siglo 19. Desde ser casi quemado como leña hasta casi morir ahorcado por sus enemigos recurrentes, el Zorro y el Gato (dos personajes secundarios de la novela), la vida del títere es una sucesión de episodios desoladores hasta que finalmente aprende a asumir sus responsabilidades.</p><p><br /></p><p>Pero Pinocho no es solo una serie de tragedias; es, en esencia, una historia sobre la redención. A pesar de su oscuro inicio y su serie de castigos casi infinita, la marioneta es finalmente capaz de transformarse. Esta metamorfosis de Pinocho de ser un reflejo de los mayores temores de la infancia a convertirse en un símbolo de esperanza y moralidad es, quizás, lo que ha perpetuado su legado a través de generaciones.</p><p><br /></p><p>La singularidad de Pinocho reside en su capacidad para ser reimaginado y adaptado a diferentes culturas y épocas, resonando con audiencias a través de los tiempos debido a su universalidad y profunda humanidad. Las versiones modernas de Pinocho, incluida la adaptación de 2022 por Guillermo del Toro, que posiciona la historia en la Italia fascista de los años 30, demuestran que la seducción de esta obra trasciende su oscuridad original, invitando a nuevas interpretaciones que exploran la complejidad del crecimiento, la culpabilidad y la redención.</p><p><br /></p><p>La obra de Carlo Collodi sigue desafiando las interpretaciones simplistas, recordándonos que para enfrentar los miedos del mundo, debemos educarnos y transformarnos, en lugar de ser meros espectadores de nuestra propia historia. Pinocho es, al final, una celebración de la resiliencia humana, una oda a la posibilidad de cambio, y una profunda reflexión sobre las dualidades que nos constituyen.</p><p><br /></p><p>Pinocho se publicó originalmente por entregas en el semanario Giornale per i bambini entre 1881 y 1882</p>Chaly Verahttp://www.blogger.com/profile/14125156402154246774noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6908861280223337513.post-86118233948862610342024-02-26T14:02:00.002-04:002024-02-26T14:02:59.046-04:000830: Los 15 mejores alimentos para reducir el azúcar en la sangre<p>1. Aguacates: son fuentes importantes de grasas saludables, fibra, vitaminas y minerales, por lo tanto, brindan beneficios importantes para regular el azúcar en la sangre.</p><p> 2. Avena y salvado de avena: por su alto contenido de fibra soluble, es una buena opción incluir este alimento en tu dieta puede regular los niveles de azúcar en la sangre.</p><p> 3. Bayas: contribuyen en el control del azúcar en la sangre, gracias a su aporte en fibra, vitaminas, minerales y antioxidantes.</p><p> 4. Brócoli: contiene sulforafano, un tipo de isotiocianato que ayuda a reducir el azúcar en la sangre. Este efecto se produce cuando se pica o mastica el vegetal.</p><p> 5. Calabaza: fuente de fibra y antioxidantes, la calabaza es rica en carbohidratos llamados polisacáridos, que regulan el azúcar en la sangre.</p><p> 6. Frijoles y lentejas: aportan magnesio, fibra y proteínas, nutrientes que ayudan a reducir el azúcar en la sangre.</p><p> 7. Frutas cítricas: contienen bajo contenido de azúcares por lo que pueden ayudar a bajar los niveles de azúcar en la sangre.</p><p> 8. Huevos: son una fuente importante en proteínas, grasas saludables, vitaminas, minerales y antioxidantes. Algunos estudios sugieren que la ingesta de huevos mejora el control del azúcar en la sangre.</p><p> 9. Kéfir y yogur: estos son productos lácteos fermentados que favorecen el control del azúcar en la sangre.</p><p> 10. Manzanas: aportan fibra soluble y compuestos vegetales, como quercetina, ácido clorogénico y ácido gálico, que contribuyen en reducir el azúcar en la sangre y evitan el desarrollo de la diabetes.</p><p> 11. Mariscos, pescados y moluscos: son ricos en proteína, grasas insaturadas, vitaminas, minerales y antioxidantes, nutrientes que ayudan a regular los niveles de azúcar en la sangre.</p><p>12. Nueces: ayudan a controlar la glucosa en la sangre. Consumirlas a lo largo del día, como parte de una dieta baja en carbohidratos, baja el perfil glucémico tanto en ayunas como después de las comidas.</p><p> 13. Okra: reduce el azúcar en la sangre gracias a su aporte en polisacáridos y antioxidantes flavonoides.</p><p> 14. Semillas de lino: son ricas en fibra y grasas saludables, con lo cual ayudan a reducir los niveles de azúcar en la sangre.</p><p> 15. Semillas de chía: mejoran la sensibilidad a la insulina. </p>Chaly Verahttp://www.blogger.com/profile/14125156402154246774noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6908861280223337513.post-15002704042218472702024-02-22T14:33:00.000-04:002024-02-22T14:33:35.598-04:000829: el culo<p> Culo</p><p>Del lat. culus.</p><p>1. m. Conjunto de las dos nalgas.</p><p>2. m. En algunos animales, zona carnosa que rodea el ano.</p><p>3. m. ano.</p><p>4. m. Extremidad inferior o posterior de algunas cosas. Culo del pepino, del vaso.</p><p>5. m. En el juego de la taba, parte más plana, opuesta a la carne.</p><p>6. m. coloq. culín.</p><p><br /></p><p>coge culo</p><p>1. m. coloq. Ven. alboroto (‖ desorden).</p><p><br /></p><p>culo apretado</p><p>1. m. coloq. Ven. Persona presuntuosa.</p><p><br /></p><p>culo de mal asiento</p><p>1. m. coloq. Persona inquieta que no está a gusto en ninguna parte.</p><p><br /></p><p>culo de pollo</p><p>1. m. Punto mal cosido en la media o tela, de modo que sobresale y abulta.</p><p><br /></p><p>culo de vaso</p><p>1. m. coloq. Piedra falsa que imita alguna de las preciosas.</p><p><br /></p><p>el culo del mundo</p><p>1. m. coloq. Lugar muy lejano.</p><p><br /></p><p>a culo pajarero</p><p>1. loc. adv. Con el culo desnudo.</p><p><br /></p><p>a tomar por culo, o por el culo</p><p>1. locs. advs. malsons. vulgs. a hacer puñetas. Manda ese trabajo a tomar por culo y búscate otro.</p><p>2. locs. advs. malsons. vulgs. Muy lejos. Lanzó el balón a tomar por culo.</p><p><br /></p><p>apretar el culo contra el taburete</p><p>1. loc. verb. coloq. Ven. afrontar (hacer cara a un peligro).</p><p><br /></p><p>caerse de culo</p><p>1. loc. verb. coloq. Quedarse atónito y desconcertado ante algo inesperado.</p><p><br /></p><p>con el culo al aire</p><p>1. loc. adv. malson. coloq. En situación comprometida por haberse descubierto algo. Su actuación nos dejó con el culo al aire.</p><p><br /></p><p>confundir el culo con las témporas</p><p>1. loc. verb. malson. coloq. confundir la velocidad con el tocino.</p><p><br /></p><p>dar por culo, o por el culo</p><p>1. locs. verbs. malsons. vulgs. sodomizar.</p><p>2. locs. verbs. malsons. vulgs. fastidiar (enfadar).</p><p><br /></p><p>de culo</p><p>1. loc. adv. Esp. Hacia atrás.</p><p><br /></p><p>del culo</p><p>1. loc. adv. vulg. U. para intensificar la expresividad de ciertas voces despectivas a las que sigue. Tonto, bobo del culo.</p><p><br /></p><p>hasta el culo</p><p>1. loc. adv. malson. hasta las narices. Está hasta el culo de que le manden.</p><p>2. loc. adj. vulg. coloq. C. Rica. Completamente borracho.</p><p><br /></p><p>ir de culo</p><p>1. loc. verb. malson. coloq. Dicho de una persona: estar lista.</p><p>2. loc. verb. malson. coloq. Dicho de una cosa: Ir muy mal o desarrollarse insatisfactoriamente. Nuestras expectativas de beneficios van de culo.</p><p><br /></p><p>lamer el culo a alguien</p><p>1. loc. verb. malson. Adularlo servilmente para conseguir algo de él.</p><p><br /></p><p>meterse alguien algo por el culo</p><p>1. loc. verb. malson. U. para rechazar enfáticamente algo que generalmente se ha pedido o que ha sido ofrecido. Ahora te metes tu dinero por el culo.</p><p><br /></p><p>mojarse alguien el culo</p><p>1. loc. verb. coloq. mojarse (comprometerse).</p><p><br /></p><p>pasarse algo por el culo</p><p>1. loc. verb. malson. coloq. Despreciarlo, desdeñarlo.</p><p><br /></p><p>perder el culo</p><p>1. loc. verb. coloq. Darse mucha prisa.</p><p>2. loc. verb. malson. coloq. Procurar algo afanosamente. Pierden el culo POR aparecer en las noticias.</p><p><br /></p><p>que me, te, le, etc., den por culo, o por el culo</p><p>1. exprs. vulgs. que le den morcilla.</p><p><br /></p><p>tomar por culo, o por el culo</p><p>1. locs. verbs. malsons. vulgs. Ser sodomizado.</p><p>Poema al pedo'</p><p>"El pedo es como la nube que va volando / y por donde pasa va fumigando, / el pedo es vida, el pedo es muerte / y tiene algo que nos divierte; / el pedo gime, el pedo llora / el pedo es aire, el pedo es ruido / y a veces sale por un descuido"</p>Chaly Verahttp://www.blogger.com/profile/14125156402154246774noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6908861280223337513.post-81677236879230997382024-02-21T14:16:00.000-04:002024-02-21T14:16:32.624-04:000828: los tres ancianos<p>Una mujer salio de su casa y vio a tres ancianos, estaban sentados en su patio delantero, tenían largas barbas blancas, ella pensó no los conozco pero deben tener hambre. Les dijo :</p><p>-Por favor entren, les serviré algo de comer.</p><p>-¿Está su esposo en casa? Preguntaron</p><p>-"No, está afuera" </p><p>-Entonces NO PODEMOS ENTRAR respondieron.</p><p>Por la noche cuando su marido llegó a casa, ella le contó lo sucedido .</p><p>" Ve y diles que estoy en casa" e INVITALOS A ENTRAR.</p><p>La mujer salió y los invitó a pasar.</p><p>-"No entramos juntos en una casa", respondieron ellos.</p><p>-"Por qué eso? </p><p>-Uno de los ancianos explicó: El es RIQUEZA, señalando al otro dijo el es ÉXITO y yo soy AMOR, Luego agregó : hable con su esposo y diga ¿ cual de nosotros quiere en tu hogar? .</p><p>La mujer le contó al marido y este dijo dejemos entrar a RIQUEZA , entonces.</p><p>Su esposa no estuvo de acuerdo. "Querido ¿por qué no dejamos pasar al ÉXITO?:</p><p>Su nuera propuso: mejor AMOR y nuestra casa se llenará de amor. Sus suegros estuvieron de acuerdo.</p><p>La mujer salió y dijo : AMOR, ven serás nuestro invitado.</p><p>AMOR se levantó y comenzóya caminar hacia la casa, detrás de él ÉXITO y RIQUEZA también caminaron. Sorprendida la Sra le preguntó a RIQUEZA y ÉXITO: ¿por qué vienen si solo invité a AMOR?</p><p>-Los viejos respondieron juntos, si hubieras invitado a ÉXITO o a RIQUEZA,los otros dos nos hubiésemos quedado afuera, pero como invitaste AMOR, vamos con él porque: ¡DONDE HAY AMOR TAMBIÉN HAY ÉXITO Y RIQUEZA!</p>Chaly Verahttp://www.blogger.com/profile/14125156402154246774noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6908861280223337513.post-19885742846304121702024-02-19T10:32:00.000-04:002024-02-19T10:32:04.831-04:000827: EL "PATITO FEO" <p>Hans Christian Andersen nació en Odense, Dinamarca, el 2 de abril de 1805. Hijo de un zapatero y una lavandera, vivió su niñez rodeado de una extrema pobreza, de tal manera que en ocasiones se vio obligado a mendigar y no tuvo otro cobijo que un puente. Sin embargo, el poeta y escritor creía que no era hijo de su padre, sino que era el vástago ilegítimo del príncipe Christian Frederik que más tarde sería coronado como Christian VIII de Dinamarca.</p><p>Andersen era un muchacho feo y desgarbado, con una enorme nariz y unos grandes pies, que prácticamente no tuvo amigos en su niñez y sufrió acoso durante años. Incluso en su juventud, fue rechazado como cantante de ópera y artista teatral, siendo objeto de burla por parte de sus compañeros. Sin embargo, finalmente logra triunfar como escritor y alzar el vuelo muy por encima de los que se habían reído de él.</p><p>El cuento del patito feo sería una metáfora de su propia vida. Un polluelo de cisne criado entre patos. Los historiadores creen que antes de escribir el cuento, el autor encontró algo que le hizo pensar que era de sangre real. La metáfora no sólo se aplica al hecho de que al crecer pudo hacer brillar su belleza interior y su extraordinario talento, sino que explica que él pertenecía a un linaje superior, era hijo de un rey.</p><p>Andersen, quiso ser cantante de ópera y actor, pero triunfó como escritor y poeta, siendo sus libros de cuentos de hadas los que le llevaron a alcanzar la fama. Murió en Copenhague el 4 de agosto de 1875.</p><p>Que Andersen se inspiró en su propia vida para crear el Patito Feo no es una invención de historiadores y estudiosos de la literatura, lo confesó él mismo. En una ocasión el crítico Georg Brandes le preguntó si tenía pensado escribir su autobiografía, Andersen le contestó que ya había escrito “El patito feo”.</p>Chaly Verahttp://www.blogger.com/profile/14125156402154246774noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-6908861280223337513.post-17019793820094285502024-02-17T11:43:00.000-04:002024-02-17T11:43:21.268-04:000826: Mi Viejo Santa Cruz<p>Mi Viejo Santa Cruz</p><p><br /></p><p>Momentos del ayer</p><p>Hoy quiero recordar</p><p>Mi viejo Santa Cruz</p><p>Nostalgias del ayer</p><p>Hoy vuelven otra vez</p><p>Mi viejo Santa Cruz</p><p><br /></p><p>Las calles que me vieron</p><p>De la ciudad que amé</p><p>Con todo el corazón</p><p>Cuando mi guitarra se escuchó</p><p>Vibrando en un balcón</p><p>Del barrio en que nací</p><p>Cuando mi guitarra se escuchó</p><p>Para cantarte a ti</p><p>Mi viejo Santa Cruz</p><p><br /></p><p>Se le escuchó por San Francisco y la Merced</p><p>El Arenal por la Capilla y San Andrés</p><p>Tambo comercio, tambo hondo y el mojón</p><p>Entre sus notas le entregué mi corazón</p><p>A esa mujer de Santa Cruz que tanto amé</p><p>Bella cruceña por su amor yo me perdí</p><p>Eternamente en mi recuerdo vivirá</p><p>Cambita flor de mi ciudad mi Santa Cruz</p><p>Mi Santa cruz, mi Santa Cruz</p><p>Tierra de sol, tierra de amor</p><p>En el ayer mi sueño se perdió</p><p>De otro tiempo que fue y que no ha de volver</p><p>Tu carnaval no olvidaré</p><p><br /></p><p>Mi viejo Santa Cruz, mi viejo Santa Cruz</p><p>Se le escuchó por San Francisco y la Merced</p><p>El Arenal por la Capilla y San Andrés</p><p>Tambo comercio, tambo hondo y el mojón</p><p>Entre sus notas le entregué mi corazón</p><p>A esa mujer de Santa Cruz que tanto amé</p><p>Bella cruceña por su amor yo me perdí</p><p>Eternamente en mi recuerdo vivirá</p><p>Cambita flor de mi ciudad mi Santa Cruz</p><p><br /></p><p>Mi Santa cruz, mi Santa Cruz</p><p>Tierra de sol, tierra de amor</p><p>En el ayer mi sueño se perdió</p><p>De otro tiempo que fue y que no a de volver</p><p>Tu carnaval no olvidaré</p><p>Mi viejo Santa Cruz, mi viejo Santa Cruz</p><p><br /></p><p>Épocas duras y sufridas, sin ayuda del Gobierno Central. Ahora con la pujanza del Cruceño, nos hemos convertido en el Departamento que genera más economía para el País.</p><p><br /></p><p>https://www.youtube.com/watch?v=CeazrP_vlzM&ab_channel=FlorcitaCambaRaquelGonzalesNavarro</p><p> </p>Chaly Verahttp://www.blogger.com/profile/14125156402154246774noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6908861280223337513.post-74415554892335438052024-02-13T11:40:00.000-04:002024-02-13T11:40:07.212-04:000825: El cura y la monja solos en la carretera<p> Un sacerdote y una monja están de viaje a un monasterio lejano cuando su coche se avería en medio de la nada mientras una ventisca se desata sobre ellos.</p><p>Encuentran una cabaña desierta y se refugian. Encuentran un saco de dormir, una cama y un montón de mantas.</p><p>El sacerdote, siendo un caballero, ofrece a la monja la cama y se lleva el saco de dormir. Mientras se acuestan para pasar la noche, la monja grita: "! Padre, padre, Tengo frío!" entonces el cura se levanta y pone otra manta sobre la monja."¿ Está mejor, hermana? " él dice. "Sí padre, mucho mejor " , responde ella.</p><p>Así que vuelve a su saco de dormir y comienza a cabecear cuando ella vuelve a gritar: "¡ Padre, todavía tengo frio!" así que una vez más el cura se levanta y le pone otra manta, asegurándose de que esté bien metida en la cama. "¿ Está mejor, hermana? " él pregunta, "oh, sí, padre, esto está mucho mejor" dice ella.</p><p>Así que el sacerdote se mete de nuevo en el saco de dormir, y esta vez está empezando a soñar cuando se despierta con su llamada de "¡ Padre, padre, tengo tanto frío! " .</p><p>El sacerdote piensa mucho en esto y finalmente dice: " Hermana, estamos en medio de la nada en una tormenta de nieve. Nadie más que usted, yo y el señor mismo sabrán lo que sucede aquí esta noche. ¿Qué tal, solo por esta noche, actuamos como si estuviéramos casados? ".</p><p>La monja piensa en esto por un minuto. No puede evitar admitir para sí misma que ha sentido curiosidad, y finalmente responde con un tentativo " está bien, Padre, solo por esta noche, actuaremos como si estuviéramos casados".</p><p>" Mavilloso" el padre responde: "! Ahora levántate y busca tu propia maldita manta! " antes de darse la vuelta y quedarse dormido.</p><p><br /></p><p>Siento haber defraudado a los que esperaban un final diferente </p>Chaly Verahttp://www.blogger.com/profile/14125156402154246774noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6908861280223337513.post-57664146563740484512024-02-11T19:01:00.005-04:002024-02-11T19:01:54.869-04:000824: A 340<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjzlnnRYqSRVznczlEJe-oQuqUeZ-dj8vv7lqg3QeFduHoIjbrG0l76FcKobhlrzU8V49UNMCds4i5XN4Ui0N7rHe2raCEb7kPnxhjCq55RTzougxr0Ifu0sJbMrMJkAfHnGMI-CqtZmRfLTr7yo1ygf5dHIMwuvzhBKtb4VMDCkEOea9j3z9gB3aePGZ2j" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="1010" data-original-width="720" height="546" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjzlnnRYqSRVznczlEJe-oQuqUeZ-dj8vv7lqg3QeFduHoIjbrG0l76FcKobhlrzU8V49UNMCds4i5XN4Ui0N7rHe2raCEb7kPnxhjCq55RTzougxr0Ifu0sJbMrMJkAfHnGMI-CqtZmRfLTr7yo1ygf5dHIMwuvzhBKtb4VMDCkEOea9j3z9gB3aePGZ2j=w388-h546" width="388" /></a></div><br /><p></p>Chaly Verahttp://www.blogger.com/profile/14125156402154246774noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6908861280223337513.post-2384108759024037402024-02-09T15:47:00.000-04:002024-02-09T15:47:21.952-04:000823: Sabes ¿Por qué Cristóbal Colón pudo descubrir América?<p> -"Porque ERA SOLTERO".</p><p>Si Cristóbal Colón hubiese tenido esposa, habría tenido que oír:</p><p>-¿Qué vas a dónde?</p><p>-¿A descubrir qué?</p><p>-Y, ¿por qué tienes que ir tú?</p><p>-Y, ¿por qué no mandan a otro?</p><p>-¡Todo lo ves redondo!</p><p>-¿Estás loco o eres tonto?</p><p>-¡No conoces ni a mi familia y quieres descubrir el nuevo mundo!</p><p>-¿Que solo van a viajar hombres?</p><p>-¿Me crees boba?</p><p>-Y, ¿por qué no puedo ir yo si eres el jefe?</p><p>-¡Infeliz, ya no sabes qué inventar para estar fuera de casa!</p><p>-¡Si cruzas esa puerta yo me voy con mi madre! Sinvergüenza.</p><p>-¿Quién es esa tal María?</p><p>-¿Qué Pinta?</p><p>-¡Y la muy coqueta se hace la Santa!</p><p>-¿Y dices que es una Niña?</p><p>-¡Todo lo tenías planeado, mal hombre!</p><p>Vas a encontrarte con unas indias.</p><p>-¡A mí NO me vas engañar!</p><p>-¿Que la reina Isabel va a vender sus joyas para que viajes?</p><p>-¿Me crees ignorante o qué?</p><p>-¿Y entonces qué..., te dio las joyas no mas así porque sí?</p><p>-¿Qué tienes que ver con esa vieja fea?</p><p>-¡No permitiré que vayas a ningún lado!</p><p>-No va a pasar nada si el mundo sigue plano.</p><p>-¡¡¡Así que ni te vistas porque NO VAS!!!</p>Chaly Verahttp://www.blogger.com/profile/14125156402154246774noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6908861280223337513.post-57046877567728945212024-02-07T22:48:00.001-04:002024-02-07T22:48:38.226-04:000822: Claudio de Alas<p> </p><div class="pt-5" style="-webkit-font-smoothing: antialiased; background-color: white; box-sizing: border-box; color: #1a1a1a; font-family: Merriweather, Georgia, serif; font-size: 16px; padding-top: 3rem !important; text-align: center;"><h2 class="merri-title text-center mb-0" style="-webkit-font-smoothing: antialiased; box-sizing: border-box; font-family: "dm serif display", Merriweather, Georgia, serif !important; font-size: 2rem; line-height: 1.25; margin-bottom: 0px !important; margin-top: 0px;">Carne viva</h2></div><div class="pt-4 pt-md-5" style="-webkit-font-smoothing: antialiased; background-color: white; box-sizing: border-box; color: #1a1a1a; font-family: Merriweather, Georgia, serif; font-size: 16px; padding-top: 3rem !important; text-align: center;"><div class="merri-font p-poem" style="-webkit-font-smoothing: antialiased; box-sizing: border-box; display: inline-block; font-size: 19px; height: auto; line-height: 35px; text-align: left; text-size-adjust: 100%;"><div class="verse " style="-webkit-font-smoothing: antialiased; box-sizing: border-box; padding-left: 1em; text-indent: -1em;">Es bella, es rubia, es turbadora, es alta:</div><div class="verse " style="-webkit-font-smoothing: antialiased; box-sizing: border-box; padding-left: 1em; text-indent: -1em;">Bebe champagne y fuma cigarrillos;</div><div class="verse " style="-webkit-font-smoothing: antialiased; box-sizing: border-box; padding-left: 1em; text-indent: -1em;">Y si del mórbido automóvil salta,</div><div class="verse " style="-webkit-font-smoothing: antialiased; box-sizing: border-box; padding-left: 1em; text-indent: -1em;">La pantorrilla ostenta y sus anillos.</div><div class="g-line-height-1" style="-webkit-font-smoothing: antialiased; box-sizing: border-box; line-height: 1 !important;"> </div><div class="verse " style="-webkit-font-smoothing: antialiased; box-sizing: border-box; padding-left: 1em; text-indent: -1em;">Al hablar del amor, vibra y se exalta;</div><div class="verse " style="-webkit-font-smoothing: antialiased; box-sizing: border-box; padding-left: 1em; text-indent: -1em;">Cual si esgrimiera lúbricos cuchillos;</div><div class="verse " style="-webkit-font-smoothing: antialiased; box-sizing: border-box; padding-left: 1em; text-indent: -1em;">Y es su marido un hombre que resalta</div><div class="verse " style="-webkit-font-smoothing: antialiased; box-sizing: border-box; padding-left: 1em; text-indent: -1em;">Entre los viejos castos y sencillos…</div><div class="g-line-height-1" style="-webkit-font-smoothing: antialiased; box-sizing: border-box; line-height: 1 !important;"> </div><div class="verse " style="-webkit-font-smoothing: antialiased; box-sizing: border-box; padding-left: 1em; text-indent: -1em;">Al casarse con él, era una llama,</div><div class="verse " style="-webkit-font-smoothing: antialiased; box-sizing: border-box; padding-left: 1em; text-indent: -1em;">Que encendida con vicios solitarios,</div><div class="verse " style="-webkit-font-smoothing: antialiased; box-sizing: border-box; padding-left: 1em; text-indent: -1em;">Hizo del goce turbulento drama…</div><div class="g-line-height-1" style="-webkit-font-smoothing: antialiased; box-sizing: border-box; line-height: 1 !important;"> </div><div class="verse " style="-webkit-font-smoothing: antialiased; box-sizing: border-box; padding-left: 1em; text-indent: -1em;">Y, hoy van unidos: como dos calvarios:</div><div class="verse " style="-webkit-font-smoothing: antialiased; box-sizing: border-box; padding-left: 1em; text-indent: -1em;">Él un buey manso, que el placer no ama,</div><div class="verse " style="-webkit-font-smoothing: antialiased; box-sizing: border-box; padding-left: 1em; text-indent: -1em;">Y ella, a su diestra, sin amor ni ovarios…</div></div></div>Chaly Verahttp://www.blogger.com/profile/14125156402154246774noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6908861280223337513.post-73202364181030251892024-02-06T14:37:00.000-04:002024-02-06T14:37:06.954-04:000821: POEMA DE LA CULPA<p> "Yo la amé, y era de otro, que también la quería.</p><p>Perdónala, Señor, porque la culpa es mía.</p><p>Después de haber besado sus cabellos de trigo,</p><p>nada importa la culpa, pues no importa el castigo.</p><p><br /></p><p>Fue un pecado quererla, Señor, y sin embargo</p><p>mis labios están dulces por ese amor amargo.</p><p>Ella fue como un agua callada que corría …</p><p>Si es culpa tener sed, toda la culpa es mía.</p><p><br /></p><p>Perdónala, Señor, tú que le diste a ella</p><p>su frescura de lluvia y su esplendor de estrella.</p><p>Su alma era transparente como un vaso vacío:</p><p>Yo lo llené de amor. Todo el pecado es mío.</p><p><br /></p><p>Pero, ¿cómo no amarla, si tu hiciste que fuera</p><p>turbadora y fragante como la primavera?</p><p>¿Cómo no haberla amado, si era como el rocío</p><p>sobre la yerba seca y ávida del estío?</p><p><br /></p><p>Traté de rechazarla, Señor, inútilmente,</p><p>como un surco que intenta rechazar la simiente.</p><p>Era de otro. Era de otro que no la merecía,</p><p>y por eso, en sus brazos, seguía siendo mía.</p><p><br /></p><p>Era de otro, Señor, pero hay cosas sin dueño:</p><p>Las rosas y los ríos, y el amor y el ensueño.</p><p>Y ella me dio su amor como se da una rosa</p><p>como quien lo da todo, dando tan poca cosa…</p><p><br /></p><p>Una embriaguez extraña nos venció poco a poco:</p><p>Ella no fue culpable, Señor… ni yo tampoco!</p><p><br /></p><p>La culpa es toda tuya, porque la hiciste bella</p><p>y me diste los ojos para mirarla a ella.</p><p>Sí, nuestra culpa es tuya; sí, es una culpa amar,</p><p>sí, es culpa de un río cuando corre hacia el mar.</p><p><br /></p><p>Es tan bella, Señor, y es tan suave, y tan clara,</p><p>que sería pecado mayor si no la amara.</p><p><br /></p><p>Y por eso, perdóname Señor, porque es tan bella,</p><p>que Tú, que hiciste el agua, y la flor, y la estrella,</p><p>Tú, que oyes el lamento de este dolor sin nombre,</p><p>Tú también la amarías, ¡si pudieras ser hombre!". </p><p><br /></p><p>José Ángel Buesa</p>Chaly Verahttp://www.blogger.com/profile/14125156402154246774noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6908861280223337513.post-71968281769659881062024-02-04T08:52:00.000-04:002024-02-04T08:52:10.131-04:000820: Cada persona es diferente, sus experiencias también. Mo estoy de acuerdo con muchas de lo escrito.<p>¿Cuál es la verdad más difícil que tenías que aceptar que te hizo más fuerte?</p><p><br /></p><p>La gente en realidad no se preocupa por ti. Se preocupan por lo que pueden obtener de ti.</p><p>Nadie te conoce realmente. Debes encontrar un foro que te permita gritarte usando la fuerza bruta.</p><p>La pobreza es simplemente la incapacidad de robar legal y éticamente dinero de otra persona.</p><p>Si muchas personas se congregan a tu alrededor: eres depredador o presa.</p><p>En realidad, es más fácil atraer a más personas más rápido de lo que piensas. Solo conviértete en un payaso.</p><p>No muestres simpatía a las personas cuando les facturas por consumir tus servicios porque nunca te simpatizarán cuando consuman tu esfuerzo.</p><p>En realidad, no existe lo mejor. Solo tienes miedo de correr riesgos.</p><p>El matrimonio es un contrato legal para compartir su intimidad con un extraño total.</p><p>Tu madre es la única persona que realmente te conoce más de lo que crees que te conoces a ti mismo. La enojaste muchas veces cuando bailabas en su vientre.</p><p>La vida te engaña haciéndote creer que eres alguien que no eres, mientras que todo el tiempo te empuja a manifestar tu verdadero ser.</p><p>Todo debe morir un día, para dar paso a algo nuevo. Todos seguimos este patrón de vida.</p><p>El amor no es solo una emoción. Es una religión universal que te atrapa sin saberlo.</p><p>Puede identificar fácilmente a una persona que tiene dinero. Solo identifica qué más no tienen.</p><p>Nunca, nunca, pierdas tu tiempo con alguien que no tiene nada que ofrecer.</p><p>Nunca pierdas más de 5 minutos en algo que te preocupe durante los próximos 5 años.</p><p>Si quieres crecer, pasa más tiempo con las personas que te dejan con problemas mentales, emocionalmente abrumado y físicamente enérgico.</p><p>Aquellos que pasan mucho más tiempo pensando sin moverse nunca se moverán.</p><p>La mayoría de la gente no puede pensar. Solo quieren escucharte para que puedan perder el tiempo copiándote y derribándote con ellos.</p><p>Nadie sabe que están cometiendo un error hasta que reciben una factura que no pueden pagar.</p><p>Tener relaciones sexuales con más frecuencia mientras se espera ser más saludable, física y mentalmente, es el mayor fraude del siglo.</p><p>Hacer preguntas de calidad es más importante que dar respuestas miserables.</p><p>No existe tal cosa como "genio". Es solo la culminación del trabajo duro, la práctica despiadada y la devoción casi maníaca.</p><p>No tienes que pelear por lo que es demasiado grande para que puedas manejarlo. Todos no podemos convertirnos en elefantes.</p><p>Las grandes cosas no suceden sin una pelea, y se ejerce una gran fuerza y presión.</p><p>La persona que te da comida es dos veces más importante que la persona que te ama.</p><p>Definitivamente, el dolor es la mayor fuente de fuerza, pero ¿quién irá a buscarlo? </p>Chaly Verahttp://www.blogger.com/profile/14125156402154246774noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6908861280223337513.post-17485086454225645662024-02-02T10:29:00.005-04:002024-02-02T10:29:45.555-04:000819: "Elogio de las mujeres mayores".<p> Otro célebre elogio a las mujeres mayores lo escribió un famoso estadista estadounidense más de 250 años antes, cuando Benjamin Franklin escribió el artículo que conocemos como "El apólogo de las viejas amantes":</p><p>25 de junio de 1745</p><p>Mi querido amigo,</p><p>No conozco ninguna medicina adecuada para disminuir las violentas inclinaciones naturales que mencionas; y si lo hiciera, creo que no debería comunicárselo. El matrimonio es el remedio adecuado. Es el Estado más natural del Hombre y, por tanto, el Estado en el que es más probable encontrar una Felicidad sólida. Sus razones en contra de entrar en él actualmente no me parecen bien fundadas. Las Ventajas circunstanciales que se vislumbran al posponerlo, no sólo son inciertas, sino pequeñas en comparación con la de la Cosa misma, el estar casado y establecido. Son el Hombre y la Mujer unidos los que hacen el Ser humano completo. Separada, quiere su Fuerza del Cuerpo y la Fuerza de la Razón; él, su Suavidad, Sensibilidad y agudo Discernimiento. Juntos tienen más posibilidades de triunfar en el mundo. Un solo Hombre no tiene ni de lejos el Valor que tendría en ese Estado de Unión. Es un Animal incompleto. Se parece a la extraña mitad de un par de tijeras. Si consigues una Esposa prudente y sana, tu Industria en tu Profesión, con su buena Economía, será una Fortuna suficiente.</p><p>Pero si no sigues este consejo y persistes en pensar que el comercio con el sexo es inevitable, entonces te repito mi consejo anterior: que en todos tus amores prefieras a las mujeres mayores que a las jóvenes. Llamas a esto una paradoja y exiges mis razones. Son estos:</p><p>1. Porque a medida que tienen más conocimiento del mundo y sus mentes están mejor abastecidas de observaciones, su conversación es más enriquecedora y más duradera.</p><p>2. Porque cuando las mujeres dejan de ser guapas, estudian para ser buenas. Para mantener su influencia sobre los hombres, aportan la disminución de la belleza mediante un aumento de la utilidad. Aprenden a realizar 1000 Servicios, pequeños y grandes, y son los Amigos más tiernos y útiles de todos cuando estás enfermo. Así continúan amables. Y por eso es difícil encontrar una anciana que no sea una buena mujer.</p><p>3. Porque no hay peligro de que los niños se produzcan de forma irregular y puedan sufrir muchas molestias.</p><p>4. Porque a mayor Experiencia son más prudentes y discretos en la conducción de una Intriga para evitar Sospechas. El Comercio con ellos es por tanto más seguro en lo que respecta a su Reputación. Y con respecto a ellos, si el asunto llegara a conocerse, las personas consideradas podrían sentirse más bien inclinadas a disculpar a una anciana que amablemente cuidaría de un joven, formaría sus modales con sus buenos consejos y evitaría su ruina. su Salud y Fortuna entre Prostitutas mercenarias.</p><p>5. Porque en todo Animal que camina erguido, la Deficiencia de los Líquidos que llenan los Músculos aparece primero en la Parte más alta: La Cara primero se vuelve laxa y arrugada; luego el Cuello; luego el Pecho y los Brazos; las partes inferiores continúan hasta el final tan regordetas como siempre: de modo que cubriendo todo lo de arriba con una canasta, y considerando sólo lo que está debajo del cinturón, es imposible que dos mujeres distingan a una vieja de una joven. Y como en la oscuridad todos los gatos son grises, el placer del gozo corporal con una anciana es al menos igual y frecuentemente superior, siendo cada habilidad susceptible de mejora mediante la práctica.</p><p>6. Porque el Pecado es menor. La corrupción de una Virgen puede ser su ruina y hacerla infeliz de por vida.</p><p>7. Porque la Compunción es menor. El haber hecho miserable a una joven puede provocarte frecuentes y amargas reflexiones; Ninguno de los cuales puede ayudar a hacer feliz a una anciana.</p><p>Octavo y último ¡¡Están muy agradecidos!!</p><p>Hasta aquí mi paradoja. Pero aun así te aconsejo que te cases directamente; siendo sinceramente Tu afectuoso Amigo.</p>Chaly Verahttp://www.blogger.com/profile/14125156402154246774noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6908861280223337513.post-66389773554349842632024-01-31T09:46:00.000-04:002024-01-31T09:46:14.521-04:000818: ser poeta<p> "- Oye Lucas, ¿Tú crees que sea útil ser poeta?</p><p>- Claro que sí, Chaparrón, si no, ¿Qué pretexto vas a encontrar para morirte de hambre?</p><p>- Sí, pero yo quiero decir: ¿Tú crees que si hubiera más poetas la gente avanzaría con más seguridad por la vida?</p><p>- No, para avanzar con más seguridad lo que hace falta es sincronizar los semáforos</p><p>- Estás en lo cierto, pero de cualquier manera para algo deben servir los poetas…</p><p>- Bueno, yo los utilizaría para disolver manifestaciones.</p><p>- ¿Para disolver manifestaciones?</p><p>- Sí. ¿No te has fijado en cómo se desbarata una reunión en cuanto alguien se para a declamar un poema?</p><p>- Estás en lo cierto.</p><p>- Además, en esta época, ¿A quién le interesa que la luna sea blanca?</p><p>- A los del Ku Klux Klan.</p><p>- No, pero yo estoy hablando de gente no de animales. [..] Pero de cualquier manera tú no debes darte por vencido. Acuérdate que los poetas no son los únicos seres inútiles que existen en el mundo. También hay abogados, economistas, críticos de teatro, empresarios de boxeo; con el agravante de que el abogado te manda a la cárcel, el economista te manda a la bancarrota, el crítico de teatro te manda a la televisión y el empresario de boxeo te manda al manicomio, si no es que al cementerio. En cambio, los poetas a lo que más que pueden mandarte es al diccionario para que averigües qué fue lo que quisieron decir".</p><p> Los Chifladitos (1992)</p>Chaly Verahttp://www.blogger.com/profile/14125156402154246774noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6908861280223337513.post-46805919649398060162024-01-29T09:00:00.004-04:002024-01-29T09:00:49.051-04:000817: Juan Cameron<p> William Shakespeare era un soldado ecuatoriano</p><p><br /></p><p>Es falso eso de Texas</p><p>Lo de Romeo ocurre en un internado para señoritas</p><p>y la persecución a espadas por las empedradas calles de Quito</p><p>Ya de viejo luego de quedar manco por asuntos de guerra</p><p>escribió una saga sobre la llanura y la justicia</p><p>que los españoles una vez más usurparon a esta América morena</p><p>luego de quinientos años de dominación y clero</p><p><br /></p><p>Su abuelo fue un vendedor de baratijas que venía del norte</p><p>viajó con los 33 orientales de Medellín a Caldas</p><p>y de allí hasta la frontera</p><p>dijo que Manizales era una fábrica de atardeceres</p><p>mucho antes que Neruda lo escuchara de León de Greif</p><p>y este es el único antecedente literario más o menos decente</p><p>Lo demás es cuestión de los críticos</p><p><br /></p><p>Todo tiene su explicación y su mesura</p><p>al fútbol lo que es del fútbol y Adiós a las Armas o al Séptimo de Línea</p><p>Si usted lee entre líneas verá que Hamlet</p><p>es un drama empezado en la Cordillera del Cóndor</p><p>Todo tiene su explicación y su mesura</p><p>El Castillo de Helsinor no se ubica precisamente en Helsinor</p><p>y sus sombras danesas se confunden con la nieve y la maleza</p><p><br /></p><p>Fue amigo de Oquendo de Amat, León Ocqueteaux y Edwin Madrid</p><p>Se dice que en Esmeraldas por una cuestión de cuchillos</p><p> inventó un radioteatro llamado Otelo</p><p>que lo del negro fue una broma de mal gusto</p><p>que hablaba bastante mal el inglés</p><p>que un sobrino directo instauró el libre mercado en el Guayas</p><p><br /></p><p>No haga usted caso de estos comentarios</p><p>En su carriel encontraron repartido entre huesos</p><p>un cuaderno con poemas de Lêdo Ivo, José Angel Cuevas, Horacio Castillo, Hans Magnus Enzensberger, Gelman y otros tantos desgraciados</p><p>con el sospechoso nombre de antología para poetas que leen poca poesía</p><p>que unos comerciantes de libros vendieron como el Diario del Ché en Bolivia</p><p>para enriquecerse a costa de la desgracia ajena</p><p><br /></p><p>Por eso escribió esos dramas</p><p>Dios lo tenga en su santo reino</p>Chaly Verahttp://www.blogger.com/profile/14125156402154246774noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6908861280223337513.post-30896911835440088932024-01-26T21:08:00.001-04:002024-01-26T21:08:59.686-04:000816: olvidos afortunados<p> A los 85 años de edad, Don Jorge se casó con Ana, de 25 años.</p><p>Debido a que su marido es tan viejo, Ana decide que después de su boda, ella y don Jorge deben tener dormitorios separados.</p><p>Luego de las festividades de la boda,</p><p>Ana se prepara para la cama y de pronto se escuchan golpes en la puerta y al abrir está don Jorge, con sus 85 años... listo para la acción!</p><p>Concluido el acto Don Jorge le da un beso de buenas noches y vuelve a su dormitorio.</p><p>Después de algunos minutos, Ana oye otros golpes en la puerta del dormitorio y es don Jorge, listo para la segunda vuelta!</p><p>Sorprendida, Ana acepta, y al final Don Jorge le da un cariñoso beso de buenas noches y se va.</p><p>Más tarde, don Jorge está otra vez tocando la puerta, y tan fresco como un muchacho de 25 años... listo una vez más !!!</p><p>Y asi sucede dos veces más, Don Jorge regresa con Ana y después de la acción, le da un beso de buenas noches a su esposa y regresa a su cuarto.</p><p>Después de una hora, regresa don Jorge por sexta vez y como si nada!</p><p>Termina y le da un beso de buenas noches a Ana; en esta ocasión Ana lo detiene y le pide que se no se vaya; está sorprendida y le dice a Don Jorge:</p><p>- Me impresiona que a tu edad puedas repetir ésto tantas veces Jorge, en verdad eres un gran amante. He estado con hombres con un tercio de tu edad y son totalmente incapaces de seguirte el paso.</p><p>Don Jorge, voltea desconcertado, le pregunta a Ana:</p><p>- ¿Cómo!!! ya habia venido antes?</p><p>Moraleja:</p><p>El Alzheimer tiene sus ventajas!!!!</p>Chaly Verahttp://www.blogger.com/profile/14125156402154246774noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6908861280223337513.post-54534780854344564932024-01-24T06:51:00.001-04:002024-01-24T06:51:51.567-04:000815: IV<p> Una tarde, por fin, la vi por la calle. Caminaba por la otra vereda, en forma resuelta, como quien tiene que llegar a un lugar definido a una hora definida. La reconocí inmediatamente; podría haberla reconocido en medio de una multitud. Sentí una indescriptible emoción. Pensé tanto en ella, durante esos meses, imaginé tantas cosas, que al verla, no supe qué hacer.</p><p>La verdad es que muchas veces había pensado y planeado minuciosamente mi actitud en caso de encontrarla. Creo haber dicho que soy muy tímido; por eso había pensado y repensado un probable encuentro y la forma de aprovecharlo. La dificultad mayor con que siempre tropezaba en esos encuentros imaginarios era la forma de entrar en conversación. Conozco muchos hombres que no tienen dificultad en establecer conversación con una mujer desconocida. Confieso que en un tiempo les tuve mucha envidia, pues, aunque nunca fui mujeriego, o precisamente por no haberlo sido, en dos o tres oportunidades lamenté no poder comunicarme con una mujer, en esos pocos casos en que parece imposible resignarse a la idea de que será para siempre ajena a nuestra vida. Desgraciadamente, estuve condenado a permanecer ajeno a la vida de cualquier mujer.</p><p>En esos encuentros imaginarios había analizado diferentes posibilidades. Conozco mi naturaleza y sé que las situaciones imprevistas y repentinas me hacen perder todo sentido, a fuerza de atolondramiento y de timidez. Había preparado, pues, algunas variantes que eran lógicas o por lo menos posibles. (No es lógico que un amigo íntimo le mande a uno un anónimo insultante, pero todos sabemos que es posible.) </p><p>La muchacha, por lo visto, solía ir a salones de pintura. En caso de encontrarla en uno, me pondría a su lado y no resultaría demasiado complicado entrar en conversación a propósito de algunos de los cuadros expuestos. Después de examinar en detalle esta posibilidad, la abandoné. Yo nunca iba a salones de pintura. Puede parecer muy extraña esta actitud en un pintor, pero en realidad tiene explicación y tengo la certeza de que si me decidiese a darla todo el mundo me daría la razón. Bueno, quizá exagero al decir "todo el mundo". No, seguramente exagero. La experiencia me ha demostrado que lo que a mí me parece claro y evidente casi nunca lo es para el resto de mis semejantes. Estoy tan quemado que ahora vacilo mil veces antes de ponerme a justificar o a explicar una actitud mía y, casi siempre, termino por encerrarme en mí mismo y no abrir la boca. Esa ha sido justamente la causa de que no me haya decidido hasta hoy a hacer el relato de mi crimen. Tampoco sé, en este momento, si valdrá la pena que explique en detalle este rasgo mío referente a los salones, pero temo que, si no lo explico, crean que es una mera manía, cuando en verdad obedece a razones muy profundas.</p><p>Realmente, en este caso hay más de una razón. Diré antes que nada, que detesto los grupos, las sectas, las cofradías, los gremios y en general esos conjuntos de bichos que se reúnen por razones de profesión, de gusto o de manía semejante. Esos conglomerados tienen una cantidad de atributos grotescos, la repetición del tipo, la jerga, la vanidad de creerse superiores al resto.</p><p>Observo que se está complicando el problema, pero no veo la manera de simplificarlo. Por otra parte, el que quiera dejar de leer esta narración en este punto no tiene más que hacerlo; de una vez por todas le hago saber que cuenta con mi permiso más absoluto.</p><p>¿Qué quiero decir con eso de "repetición del tipo"? Habrán observado qué desagradable es encontrarse con alguien que a cada instante guiña un ojo o tuerce la boca. Pero, ¿imaginan a todos esos individuos reunidos en un club? No hay necesidad de llegar a esos extremos, sin embargo, basta observar las familias numerosas, donde se repiten ciertos rasgos, ciertos gestos, ciertas entonaciones de voz. Me ha sucedido estar enamorado de una mujer (anónimamente, claro) y huir espantado ante la posibilidad de conocer a las hermanas. Me había pasado ya algo horrendo en otra oportunidad: encontré rasgos muy interesantes en una mujer, pero al conocer a una hermana quedé deprimido y avergonzado por mucho tiempo, los mismos rasgos que en aquella me habían parecido admirables aparecían acentuados y deformados en la hermana, un poco caricaturizados. Y esa especie de visión deformada de la primera mujer en su hermana me produjo, además de esa sensación, un sentimiento de vergüenza, como si en parte yo fuera culpable de la luz levemente ridícula que la hermana echaba sobre la mujer que tanto había admirado.</p><p>Quizá cosas así me pasen por ser pintor, porque he notado que la gente no da importancia a estas deformaciones de familia. Debo agregar que algo parecido me sucede con esos pintores que imitan a un gran maestro, como por ejemplo esos malhadados infelices que pintan a la manera de Picasso.</p><p>Después, está el asunto de la jerga, otra de las características que menos soporto. Basta examinar cualquiera de los ejemplos: el psicoanálisis, el comunismo, el fascismo, el periodismo. No tengo preferencias; todos me son repugnantes. Tomo el ejemplo que se me ocurre en este momento: el psicoanálisis. El doctor Prato tiene mucho talento y lo creía un verdadero amigo, hasta tal punto que sufrí un terrible desengaño cuando todos empezaron a perseguirme y él se unió a esa gentuza; pero dejemos esto. Un día, apenas llegué al consultorio, Prato me dijo que debía salir y me invitó a ir con él:</p><p>—¿A dónde? —le pregunté.</p><p>—A un cóctel de la Sociedad —respondió.</p><p>—¿De qué Sociedad? —pregunté con oculta ironía, pues me revienta esa forma de emplear el artículo determinado que tienen todos ellos, la Sociedad, por la Sociedad Psicoanalítica; el Partido, por el Partido Comunista, la Séptima, por la Séptima Sinfonía de Beethoven. Me miró extrañado, pero yo sostuve su mirada con ingenuidad.</p><p>—La Sociedad Psicoanalítica, hombre —respondió mirándome con esos ojos penetrantes que los freudianos creen obligatorios en su profesión, y como si también se preguntara: "¿qué otra chifladura le está empezando a este tipo?" Recordé haber leído algo sobre una reunión o congreso presidido por un doctor Bernard o Bertrand. Con la convicción de que no podía ser eso, le pregunté si era eso. Me miró con una sonrisa despectiva.</p><p>—Son unos charlatanes —comentó—. La única sociedad psicoanalítica reconocida internacionalmente es la nuestra. Volvió a entrar en su escritorio, buscó en un cajón y finalmente me mostró una carta en inglés. La miré por cortesía.</p><p>—No sé inglés — expliqué.</p><p>—Es una carta de Chicago. Nos acredita como la única sociedad de psicoanálisis en la Argentina. Puse cara de admiración y profundo respeto.</p><p>Luego salimos y fuimos en automóvil hasta el local. Había una cantidad de gente. A algunos los conocía de nombre, como al doctor Goldenberg, que últimamente había tenido mucho renombre a raíz de haber intentado curar a una mujer los metieron a los dos en el manicomio. Acababa de salir. Lo miré atentamente, pero no me pareció peor que los demás, hasta me pareció más calmo, tal vez como resultado del encierro. Me elogió los cuadros de tal manera que comprendí que los detestaba.</p><p>Todo era tan elegante que sentí vergüenza por mi traje viejo y mis rodilleras. Y sin embargo, la sensación de grotesco que experimentaba no era exactamente por eso sino por algo que no terminaba de definir. Culminó cuando una chica muy fina, mientras me ofrecía unos sandwiches, comentaba con un señor no sé qué problema de masoquismo anal. Es probable, pues, que aquella sensación resultase de la diferencia de potencial entre los muebles modernos, limpísimos, funcionales, y damas y caballeros tan aseados emitiendo palabras génito-urinarias. Quise buscar refugio en algún rincón, pero resultó imposible. El departamento estaba atestado de gente idéntica que decía permanentemente la misma cosa. Escapé entonces a la calle. Al encontrarme con personas habituales (un vendedor de diarios, un chico, un chofer), me pareció de pronto fantástico que en un departamento hubiera aquel amontonamiento. Sin embargo, de todos los conglomerados detesto particularmente el de los pintores. </p><p>En parte, naturalmente, porque es el que más conozco y ya se sabe que uno puede detestar con mayor razón lo que se conoce a fondo. Pero tengo otra razón: LOS CRÍTICOS. Es una plaga que nunca pude entender. Si yo fuera un gran cirujano y un señor que jamás ha manejado un bisturí, ni es médico ni ha entablillado la pata de un gato, viniera a explicarme los errores de mi operación, ¿qué se pensaría?. Lo mismo pasa con la pintura. Lo singular es que la gente no advierte que es lo mismo y aunque se ría de las pretensiones del crítico de cirugía, escucha con un increíble respeto a esos charlatanes. Se podría escuchar con cierto respeto los juicios de un crítico que alguna vez haya pintado, aunque más no fuera que telas mediocres. Pero aun en ese caso sería absurdo, pues ¿cómo puede encontrarse razonable que un pintor mediocre dé consejos a uno bueno? </p><p>Ernesto Sábato El tunel </p><div><br /></div>Chaly Verahttp://www.blogger.com/profile/14125156402154246774noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6908861280223337513.post-1118022722338237772024-01-23T10:17:00.001-04:002024-01-23T10:17:27.603-04:000814: Estas son las películas nominadas a los premios Razzie, lo peor del cine de 2023<p>Esta premiación fue creada en 1980 por el crítico y escritor de cine John J. B. Wilson como una forma de burlarse de los premios Oscar. Debe su nombre al término “blowing a raspberry”, que hace referencia a hacer una trompetilla con la lengua en un gesto de desagrado. Con el tiempo, esta premiación ha logrado reconocimiento y credibilidad, a tal grado que se ha convertido en una tradición revelar a los ganadores un día antes que los Oscar, mismos que este año se llevarán a cabo el 10 de marzo.</p><p><br /></p><p>Para esta edición, la cuarta entrega de Los Indestructibles se destaca con un total de siete nominaciones. Los organizadores de los Razzie, conformados por 91 críticos y periodistas de todo el mundo, describieron la cinta como “otra entrega de una franquicia que se desvanece más rápido que la agudeza mental del ‘ganador’ de un Razzie, Donald Trump”.</p><p><br /></p><p>Los Indestructibles 4 supera a otras producciones que generaron el repudio de los espectadores como Winnie the Pooh: Sangre y miel (”una difamación -y defecación- de dos de los personajes más queridos de Kiddie Lit, ‘reimaginando’ a los abrazables habitantes del Bosque de los Cien Acres como viciosos asesinos en serie caníbales”) y El Exorcista: Creyentes (”un remake/rip-off de cincuenta años más tarde que era horripilante en formas no intencionadas”), que cuentan con cinco nominaciones cada una.</p><p><br /></p><p>A continuación, la lista completa de nominados a los premios Razzie:</p><p><br /></p><p>Peor película</p><p>El exorcista: Creyentes</p><p>Los indestructibles 4</p><p>Megalodón 2: La fosa</p><p>¡Shazam! La furia de los dioses</p><p>Winnie the Pooh: Sangre y miel</p><p><br /></p><p>Peor actriz</p><p>Ana de Armas - Ghosted</p><p>Megan Fox - Johnny & Clyde</p><p>Salma Hayek - El último baile de Magic Mike</p><p>Jennifer López - La madre</p><p>Helen Mirren - ¡Shazam! La furia de los dioses</p><p><br /></p><p>Peor actor</p><p>Russell Crowe - El exorcista del papa</p><p>Vin Diesel - Fast & Furioux X</p><p>Chris Evans - Ghosted</p><p>Jason Statham - Megalodón 2: La fosa</p><p>Jon Voight - Mercy</p><p><br /></p><p>Peor actriz de reparto</p><p>Kim Cattrall - Todo sobre mi padre</p><p>Megan Fox - Los indestructibles 4</p><p>Bai Ling - Johnny & Clyde</p><p>Lucy Liu - ¡Shazam! La furia de los dioses</p><p>Mary Stuart Masterson - Five Nights at Freddys</p><p><br /></p><p>Peor actor de reparto</p><p>Michael Douglas - Ant-Man y la Avispa: Quantumanía</p><p>Mel Gibson - Confidential Informant</p><p>Bill Murray - Ant-Man y la Avispa: Quantumanía</p><p>Franco Nero - El exorcista del papa</p><p>Sylvester Stallone - Los indestructibles 4</p><p><br /></p><p>Peor pareja</p><p>Cualquier par entre los indestructibles de Los indestructibles 4</p><p>Cualquier par entre los inversores que pagaron 400 millones para los derechos de El exorcista</p><p>Ana de Armas y Chris Evans - Ghosted</p><p>Salma Hayek y Channing Tatum - El último baile de Magic Mike</p><p>Pooh y Piglet como asesinos - Winnie the Pooh: Sangre y miel</p><p><br /></p><p>Peor precuela, remake o secuela</p><p>Ant-Man y la Avispa: Quantumanía</p><p>El exorcista: Creyentes</p><p>Los indestructibles 4</p><p>Indiana Jones y la llamada del destino</p><p>Winnie the Pooh: Sangre y miel</p><p><br /></p><p>Peor dirección</p><p>Rhys Frake-Waterfield - Winnie the Pooh: Sangre y miel</p><p>David Gordon Green - El exorcista: Creyentes</p><p>Peyton Reed - Ant-Man y la Avispa: Quantumanía</p><p>Scott Waugh - Los indestructibles 4</p><p>Ben Wheatley - Megalodón 2: La fosa</p><p><br /></p><p>Peor guion</p><p>El exorcista: Creyentes</p><p>Los indestructibles 4</p><p>Indiana Jones y la llamada del destino</p><p>¡Shazam! La furia de los dioses</p><p>Winnie the Pooh: Sangre y miel</p>Chaly Verahttp://www.blogger.com/profile/14125156402154246774noreply@blogger.com0