viernes, 25 de febrero de 2011

92: SI TE ACUESTAS CON UNA FEA AMANECERAS CON UNA HORRIBLE

El fracaso no existe en nuestro repertorio, esa palabra que encierra un cumulo de necedades no lo comete el hombre bien elaborado, especializado en el arte viril, estrenado desde la mocedad en las artes marciales de la mano desnuda, que deleita acariciando cuando con un golpe maestro de marrullería somete a la indicada en otra Helena de Troya.

Ustedes se inflaran de vanidad cuando a su paso las mujeres los miren lánguidamente (abanicando las pestañas y lanzando misteriosos suspiros), así es cuando “un matador” transita por la ciudad, si usted cree que no lo hacen, no se preocupe, no faltará algún día que una pánfila lo haga.

Mueva las caderas al andar, meta barriga y saque culo, infle el pecho y aprenda a silbar, ¡cambie de look! Rellene su bragueta, lustre sus zapatos, e ilústrese un poco, pero solo un poco, al mujererio no les gustan los sabihondos.

Use vaselina en los labios y un poco de rímel en los ojos para que aparezcan unas ojeras, eso significará que usted parrandea todo el tiempo; a veces también surte efecto especial un ojo en compota, procúrelo lo más pronto posible; también tiene efecto demoledor tumefacciones en el cuerpo y moretones en la cara y mordiscos en el cuello, para eso nada mejor que ir de sparring al club de boxeo de su barrio y que el perro lo muerda, eso sí no se desamine, siga adelante, la victoria ¡esta cerca!. Las mujeres se deleitaran mirándolo y tendrán sueños húmedos especulando con usted.

Jamás pierda de vista que a las mujeres les encanta ser enamoradas por un hombre mujeriego, por un asiduo a los karaokes y a los bingos de beneficencia en pro del medio ambiente y sucursales.

Reitero el fracaso ¡nunca! debe figurar en el librito verde, eso sería una nota desagradable y a ningún maestro le gusta ver esas cosas; tampoco lleve porcentajes donde se anoten vacilaciones, dudas, interrogantes sin ton ni son.

Lleve siempre la cabeza en alto, el paso marcial, una mano en el bolsillo del pantalón, en la otra una revista hot, un cigarrillo negro en la boca ¡y la sonrisa!

Y silbando continuamente música de última onda. ¡Recuerde un copuchento nunca fracasa!

viernes, 18 de febrero de 2011

91: ¿CÓMO VOY A SER LIBRE SI ME APRIETAS? ¿DICES QUE ES POR MÍ Y TERMINAS HABLANDO DE NOSOTROS?

Desde la más tierna infancia nuestros progenitores y después nuestros padres nos enseñan a cuidar de las pequeñas cosas que nos obsequian.

De una u otra forma nos inculcan el derecho de propiedad. Siempre están con el sonsonete de parece que lo que te dimos no te gusta porque vemos que no lo tienes siempre contigo y siempre lo encontramos tirado por cualquier parte y si no lo cuidas no volveremos a comprarte nada. Y claro con el chantaje por medio no permitimos que ninguna niña manosee nuestro juguetito.

Posteriormente ya algo mayorcitos nos inculcan la vanidad, pues siempre me estaban diciendo lo alto, hermoso e inteligente que soy, y dada esas maravillosas circunstancias mi libreta escolar deberá brillar con notas excelentes.

Y de un momento a otro se enlazan nuestros deseos propietarios y nuestra vanidad y surge >>>>>>>>> la envidia.

La envidia es el deseo de poseer algo que no es nuestro.
La envidia puede envidiar envidiosamente:

a. La amante de un amigo
b. La esposa de otro amigo
c. Las mujeres casadas envidian a las solteras
d. Los hombres casados envidian a otros hombres casados
e. Las mujeres envidian los maridos de sus amigas
f. Las mujeres envidian las siliconas de sus amigas

Aquella que dice que no envidia miente y si no tiene añadidos, es porque:
1. No tiene dinero para el material
2. Teme aparecer ante sus amigas con tetas y culo nuevo
3. Porque teme despertar apetitos que no podrá satisfacer
4. Su pareja se lo prohibió
5. Porque se cree vieja para esos menesteres
6. Porque no le interesa sentirse deseada
7. Porque teme que se rían de ella:
a. Porque nunca tuvo nada de frente ni de por detrás
b. Por su timidez, apocamiento y simpleza
c. Porque teme que su telegenia podría ser afectada
d. Porque siempre estuvo criticando a las exuberantes

Cuando asumimos mentalmente que la vecina de la casa verde será nuestro amor en las vacaciones de verano –asumiendo propiedad- y nos ponemos en campaña para lograr ese objetivo en función de nuestra apostura -vanidad- y en cambio observamos incrédulos que ella prefiere al petiso, gordo e ignorante hijo del boticario nos escandalizamos al observar que no podemos comprender como ella se equivoca de tal manera, al elegir al peor de los dos pretendientes y asumimos que a uno le debe faltar algo que ella ha captado que el otro lo tiene y por eso lo prefiere y al no comprender nada; nace sin que nos demos cuenta>>>>>>>>> los celos.

Sienten celos sin comprender porque lo sienten, ¡pero lo sienten! Y aunque sea incomprensible les devora la entraña cuando ven que él prefiere la compañía de una extraña.

Los celos se dividen en dos sesgos:

1. Los celos emocionales: germinan debido a la sospecha de que la pareja mantiene una relación sentimental (…con esa coqueta de mierda.)
2. Los celos sexuales: son experimentados por sospecha de que la pareja mantiene relaciones sexuales (con ese maldito hijo de...)

Sin embargo las diferencias entre sexos surgen en el tipo de celos:
a. Los hombres sufren mayoritariamente celos sexuales
b. Las mujeres en gran mayoría sienten celos emocionales.

En la acomodación a la sociedad, los copuchentos están orgánicamente instruidos para reproducirse con un brío pequeño, por lo que el cortejo no constituye una motivación para ellos. La molestia clave para los cojonudos, es el convencimiento de la paternidad y por tanto la subsistencia de sus genotipos se vería comprometida o disminuida si su pareja mantuviera relaciones sexuales con otros copuchentos.
En incongruencia, las mujeres se obligan invertir su tiempo para reproducirse exitosamente. Las mujeres deben asegurar la fortuna de su pareja, para poder mantener la comodidad de ella y sus hijuelos.

Estas dos contrariedades, son sexualmente desemejantes, y sobrellevan pericias de denuedo heterogéneos: para los copuchentos encarna desdoblar dispositivos de sensiblería a la infidelidad sexual, mientras que para las mujeres, personifica desdoblar conjuntos de descubrimiento de la permisible desorientación de la obligación y sustentáculo de la dupla por tanto infidelidad emocional.

Si nunca nos hubieran inculcado en nuestras mentes inmaduras tales conceptos todos podríamos espolvorear sin traumas en recovecos sensibles.

miércoles, 16 de febrero de 2011

90: LA FELICIDAD SOLO SERA POSIBLE CUANDO JAMÁS ALGUIEN NOS TENGA QUE PERDONAR

¡Nos amamos con consecución! Durante una quincena armando una gran polvareda y ¡¡nos juramos amor eterno!! y el dieciséis día ella arma su petate más mis ahorros y desaparece hipocráticamente.

Acá lo único que tengo que obviar es el asuntechi de mis ahorros y nada más, nuestros juramentos fueron lanzados al calor de la pasión; ese es un momento en que generalmente hablamos sin pensar.

Hay que ser realistas (¡Qué muera el rey!), no existe motivo para que me ponga a sufrir. Ambos hemos aportado fluidos, sudores y saliva. Nos hemos divertido, reído, cantado y es lógico que llego el hastió en forma de dolor de ovarios. Como es lógico uno de los dos debía abandonar al otro.

¿Mi pareja debe perdonarme por haber pasado una quincena deliciosa? ¿Su pareja debe hacer lo mismo? ¿Debo pedir perdón por haber gozado de la vida? ¿Debo sentirme culpable por haber intercambiado fluidos con la mujer de otro? ¿Debo castigarme por no haber ocultado mis ahorros? ¿Debo sufrir por su abandono? ¿Debo perdonar a alguien? ¿Debo pedir perdón?

Perdonar o ser perdonado he ahí la gran disyuntiva de nuestra sociedad del siglo veintiunico.

En función a la verbigracia adjunta la única que merece ser acreedora del perdón con todos los atenuantes correspondientes y los otrosíes propios del mundo aboganster sería la esposa que perdió parte de sus ahorros.


Pero, ¿qué significa perdonar? Y ¿Cuántas clases de perdón existen?
Según unos: “perdonar es olvidar” y según otros: “es recordar sin rencor”

¿Pero qué cosillas son las que merecen ser perdonadas? Actualmente a la gente se le ha dado a encolerizarse por cualquier huevada y lanzarte epítetos rimados y luego arrepentida te pide que la perdones.

¿Quiénes solo merecen ser perdonadas? He aquí el gran dilema.
¿Cuáles son los pecadillos que merecen perdón? ¿Y cómo nosotros sabemos que son pecadillos? ¿Acaso nosotros mismos no los perpenetramos y nos vanagloriamos de hacerlos? ¿Nosotros también necesitamos ser perdonados? ¿Por qué? ¡Si todo el mundo actúa de esa forma y se sienten felices! Como ven la cosa se pone peliaguda, peluda y áspera.

Porque generalmente la gran mayoría de las personas se sienten heridas en su amor propio porque su pareja se tomo unos días de asueto para darse un gustito y fue pillado infraganti (con las manos en la masa corporal) y el gil gimoteando pide perdón y mocos acá, mocos allá, ambos moqueando, ella entre mocos lo perdona. ¿Lo perdona?

¡¿Lo perdona?! Acá hay que abrir dos puntos y decir que existen estas clases de perdonadores.

a. La que perdona y olvida completamente
b. La que perdona y constantemente se lo anda recordando
c. La que dice que perdono y no lo hizo, pero calla
d. La que dice que perdono y busca venganza

Pero no está de más indicar que existen otros seres que no saben perdonar y entre esos tenemos:

a. La que jamás perdona, pero ella busca que perdonen sus pecados.
b. La que jamás perdona y tampoco busca perdón
c. La que jamás perdona y busca venganza
d. La que jamás perdona y jamás olvida y te lo anda recordando
e. La que jamás perdona y sigue a tu lado martirizándose

Como ustedes ya se dieron cuenta en el asuntechi del perdón, tenemos:

a. El sádico
b. El masoquista
c. El sofista
d. El surfista

Si nos ponemos a hacer un desglose purulento, podemos decir que es sádica aquella que continuamente lo está poniendo contra la pared por los errores con sus horrores en que cayó eufónicamente.

En contraposición la masoquista se masturba mentalmente pensando que el copuchento siempre se la está haciendo y se lamenta, pero no lo suelta.

El sofista es aquel que filosóficamente trata de explicarse porque él se metió en ese embrollo y en la reversa trata de descifrar la mente de su amante que corona a su pareja tramoyeramente. Además trata filosóficamente las imprudencias que acarrea el ser perdonado o el de perdonar.

Y finalmente el surfista es aquel ser que siempre sale bien librado dada su habilidad para capear las tormentas de la vida. Y perdona y es perdonado.

El secreto de la felicidad sé basa en qué jamás tengamos que recibir perdón. Y solo un menso no entendería esta frase salomónica y la misma nace de esa anécdota de partir al niño en dos y solo la que verdaderamente ama da el paso fulminante y termina feliz y nadie la perdona.

Concluimos con un refrán qué hipotéticamente podemos asegurar es el que más se empotra al tema que hemos dilucidado con tantas luces y sombras: “El éxito de un chiste depende de quién lo oye, no de quien lo dice”

viernes, 11 de febrero de 2011

89: “LO QUE NO ES”, PORQUE SI NO LO ES AHORA “NO LO FUE ANTES”

No sé si ustedes se han mirado la catadura en el espejo últimamente. Yo lo hice y lo que vi no me gusto. Mis ojos mostraban una mirada furibunda, mis pestañas bellas como siempre, pero lo que me preocupo fue el rictus en las comisuras de la boca. Y no era para menos y se los cuento por si acaso ustedes también están en el mismo dilema.

No sé si ustedes lo saben pero tengo un raro don que hace que las personas confíen en mí y me revelen sus más recónditos secretos y como saben que soy una tumba para los secretos se desbocan que da miedo.

Por lo tanto, conozco las idas y venidas de muchas amigas. Las que han disfrutado mis amigos y el mercado de los cuernos de los vecinos, conocidos, políticos y uno que otro poeta.

Enterado del modus operandi de la sociedad en la cual me desenrollo, me es fácil pillar a una mujer para desahogarme. Pero, y aquí es la cuestión, si mi meta es encontrar a alguna para hacerla depositaria de mis ternuras el asuntechi se vuelve más problemático y por lo tanto la búsqueda es más acelerada y llena de misiones imposibles.

El caso es que la encontré. Era una “casta y virtuosa” muchachuela y cosa rarísima “no conocía” a nadie y “ni tenía” amistades ni de su sexo ni del contrario. Un raro ejemplar para la sociedad en la que parasitamos.

Más un esplendido aliado se presentó sin aviso, el libro de las caras, no penséis mal de mí, el libro no se refiere a las que cobran.

El susodicho libro en el idioma de Hollywood se dice Facebook y es una red social y como ustedes verán en dicha red uno puede encontrar grandes y sorpresivas sorpresas. Según Gustavo es un sitio Web-on formado por muchas redes (más trampas) sociales para mantener el “contacto” (atención) con compañeros compartiendo fotos, enlaces, videos, etc. (éste etc. significa mucho más).

Más quede anonadado al encontrar la fotografía de la susodicha “solitaria” rodeada de los mejores ejemplares de la libertina urbe cosmopolita.

Compartiendo jolgorio y chismes sabrosos con todas aquellas que se han ganado motes que la ocasión y el momento no es preciso dilucidar.

Mi desilusión fue tan grande que al observar someramente esas fotografías recordé este dicho cuando abuelo se refería a ciertas personas:”de la mierda no se hace caramelo”.

Cataplín cataplum. Y ahí nomas acabaron todas las ilusiones que se habían forjado en mi esmirriada y torpe bomba sanguínea. Y mi espíritu cegatón que jamás escucha las llamadas de urgencia que muchas veces recibe, quedó como proposición deshonesta rechazada.

Y solo me puse a cantar: ♫ Cuando recibas esta carta sin razón, Eufemia, Ya sabrás que entre nosotros todo terminó. Si no la veses recebida por traición, Eufemia, Te devuelvo tu palabra, Te la vuelvo sin usarla, Y que conste en esta carta que acabamos de un jalón

martes, 8 de febrero de 2011

88: Chistt…. (DISFRUTEMOS LO QUE PODAMOS, MIENTRAS PODAMOS)

-Alcance usted dos sillas para estos señores –y agregaba- siéntense ustedes
-Señora –decía el visitante- vengo yo solo; nadie me acompaña.
-Ya lo sé, es solamente una precaución que tomo para no olvidar que en usted hay siempre dos personas: la que se ve y la que no se ve.

Parece que es cierto lo que dicen esta señora; pues desde mis primeros escarceos idílicos me di cuenta que mientras besuqueaba a una estaba pensando en otra.

Y a veces se armaba una barahúnda como aquella vez que le dije que pedí un plato donde no llevaba cebollas ya que a ella no le gustaban y ella me replico diciendo ¡qué si le gustaban!; y la pobre me miró extrañada(¡?)

O como le sucedió a Gustavo que en medio del ejercicio se deslizo de su paladar a su lengua y de esta a los labios un nombre y la imperfecta ceso en su movimiento y clamo: ¿¡¿¡qué has dicho!?!?

Esas demostraciones me llevo a implantar prácticas piadosas siempre pensando en ellas y así evitarles disgustos y malos ratos. Y las mismas se circunscriben dentro del siguiente marco:

a. Jamás vociferarlas por su nombre
b. Jamás asimilar sus deleites culinarios
c. Jamás frecuentar sitios públicos
d. Tratarlas siempre de Usted
e. No tropezar en familiaridades
f. No utilizar un lenguaje mediocre
g. Nunca cargarlas a mi morada
h. Jamás forjarlo en su domicilio
i. De ningún modo con la señora de un conocido
j. De ningún modo con una de la oficina

Quien nada sabe nada teme y no cae en el excusado, pues al no pronunciar su nombre, ningún resabio quedara de ella y uno jamás podrá decir: ¿creo que conocí a una que llevaba ese nombre? Pues la mente te enseña que aquello que no lo practicas, lo olvidas.

El tratamiento de usted es de suma importancia ya que si por casualidad uno tropieza en un lugar público o del entorno familiar nadie sospecharía al escucharlos conversar.

El evitar las familiaridades, te libra de miradas interrogadoras cuando la otra en cuestión incurra en toqueteos, zalamerías, abrazos y pellizcos.

El que ella desconozca donde vivo y el desconocer donde ella mora con sus seres queridos es de gran importancia. Pues imagínense la sorpresa que se llevaría la que funge como esposa cuando afanosa este buscando algo y que la extraña le indique donde está.

Finalmente si uno la trabaja a una de la oficina y luego le ordene realizar un encargo, la colega no lo hará en el entendido que como son cómplices en la cama es lógico que también sean cómplices en el cumplimiento del deber laboral.

Tampoco con la señora de un conocido, pues uno pasa bochornos cuando al visitarlos ve que ella lo sirve al pensamiento como queriendo disculparse de sus flaquezas. Y por no obligar a una mujer a caer en ese sahumerio les dije no a las de los amigos.

Bueno estas precauciones uno deberá tomarlas con las primerizas. Pues una dama, una señora, una madre; ella será la que tomará y ejecutará al pie de la letra las sugerencias.

Bueno queridas mías, adelante y ha divertirse.

sábado, 5 de febrero de 2011

87: SI LAS MUJERES DICEN QUE TODOS LOS HOMBRES SOMOS IGUALES ¿¿POR QUÉ NO SE VAN CON EL QUE VENDE FRUTA EN LA ESQUINA??

Desde que el Facebook entró en escena ya no hay armonía dentro del matrimonio, y como las condiciones de vida se hacen cada vez más difíciles, se va imponiendo muy visiblemente en ciertas sociedades la propensión a la libertad. Muchos hijos de mamá han optado no contraer matrimonio ni atadura por el estilo que les coarte los movimientos de acción dentro del mundo mujeril gracias al twiter.

Averiguadas las causas para tal encapsulamiento, los prófugos manifestaron que entre algunas de las causas:

1. La instrucción maternal contraria a las buenas costumbres, donde les inculcan el amor a la figuración, a la ostentación y a que el marido debe sufragar todos sus antojos.

2. En lugar de esperar en sus casas a sus pretendientes, son ellas las que se lanzan en persecución de ellos, los rondan día y noche por sus casas, empleos, amigos, sin pensar que ellos se hallan ocupados y los fastidian e incomodan.

3. Lo insustanciales que hoy en día son las muchachas, que no saben otra cosa que maquillarse, vestir a la moda; mientras no saben leer, ni escribir y ni siquiera coser un botón, peor hacer un bife a la strogonoff

4. Porque sin estimar ni recatar su persona se lanzan en medio de aglomeraciones a hacerse manosear por todos y oír los piropos más escabrosos respondiendo ellas con sonrisas cómplices.

5. Su demasiada desesperación que manden a sus amigas a que rueguen a sus pretendientes para que se casen, ahuyentándolos de ese modo mucho más.

6. Porque en lugar ellas de esperar las visitas en sus salones, se salen a las puertas de la calle y los zaguanes desde las seis de la tarde a estar allí de charla con cuanto mequetrefe pase por delante de ellas y haciendo sabe dios cuanta cosa en la oscuridad de la noche.

7. Porque empalaga verlas desde las nueve de la mañana danzar las calles por arriba y por abajo, muy emperifolladas y hablando a gritos y utilizando palabrotas de grueso calibre; mostrando sus amígdalas en sus carcajadas a la primera burrada que escuchan.

8. Porque cuando llega el momento de conversar no existe tema que ellas conozcan en profundidad, su conocimiento se circunscribe a telenovelas, cantantes de moda y películas.

9. Porque no es raro verlas ebrias en horas de la madrugada escuchando música con otros ebrios en una callejuela oscura.

10. Porque no conciben vivir lejos de la tutela maternal ya que recalcan que en las fiestas las mismas se celebraran en la casa de sus padres y jamás en la de sus suegros.

11. Porque los padres de ella se niegan a aportar la dote correspondiente.

12. Porque ellas asumen un papel propietario sobre el pretendiente al haber concedido un polvacho y desde ese instante se transforman en celosas guardianes y no dejándolos en paz.

Ellos dicen que existen más temas que imposibilitan el dar el paso al borde del precipicio y al contrario prefieren saltar sobre la brecha y que es más económico comer y amar al paso; amen que si la comida y la mujer no agradan es menos traumático cambiar de fonda y de querer.

jueves, 3 de febrero de 2011

86: CUALQUIER SIMILITUD CON LA REALIDAD ES PURA COINCIDENCIA

El otro día al descuido escuche decir: Que triste es ver que ningún hombre me persigue con la mirada- y la compañera le hizo eco- Solo miran a las tetudas y a las culonas.

Eso me obligo a observar mi silueta en el escaparate de una tienda de felpudos y lo que vi no me agrado nada, ¿Quién podrá comprar ese animalejo tan feo? ¿Habrá en el mundo real gente con tal gusto? Pero rumiando me di cuenta que es el símbolo del amor más apreciado para san Valentín.

Hoy en día la realidad se divide en las modelos súper flacas que mueven sus huesos exhibiendo vestidos que jamás les sentaran a las que jamás pisaran una pasarela.

Y en el caso de los copuchentos la cosa se hace más problemática ya que ahora el mujerío mira también las nalgas de ellos y lo que ven son:

• Un pantalón vacio
• Un pantalón rebosante
• Un pantalón de marca

Él le mira el culo; ella le mira el culo. Él le mira las tetas, ella la marca de la camisa. Él le mira los ojos, ella le mira la boca. El se detiene y hace como si buscase algo en los bolsillos y ella continua caminando lentamente moviendo la grupa: paratisi paratino y así sucesivamente, hasta la esquina.

Ahora la mercancía entra por los ojos, la tv nos embadurna los ojos con sus spots publicitarios y las mujeres con sus siliconas y con sus automóviles con caja automática.

Y la prensa escrita no se queda atrás, ellos también siembran su granito de mostaza al publicar despampanantes culos para que los decrépitos los alcancen gracias a las pastillitas azules, y a los ahorros de toda la vida.

Me detuve a observar a la que se lamentaba que nadie la miraba y no me pareció tal mal, claro que con algunos añadidos mejoraría la estampa, pero para un polvacho pensando en otra, transitaría perfecto.

Y ello me llevo a la conclusión de que las feas siempre serán más fáciles de llevárselas a la cama, que a las exuberantes.

Entonces agradecí a los ortopedistas en la silicona por abastecernos de bastante material, para tener una vida, invariablemente en movimiento.