lunes, 25 de marzo de 2013

272: cosilla que el copuchento detesta

Odia que no respete su espacio personal
Al copuchento no le agrada que lo bombardeen con preguntas al contrario de las prójimas qué cuentan todo lo que les pasa en el día. Tanto el como ella necesita de su espacio para desarrollarse plenamente, silencio que la otra debe respetar.

Sus celos
La prójima se pasa de la raya viendo cosas que el copuchento no ve, debe saber que los celos sin razón no existen, independientemente de lo que él haga, sonría o llame por el móvil.

Le desespera el codificado lenguaje femenino
Para la mayoría de los copuchentos, la mente y lenguaje femenino es muy enmarañado, creen que hablan en clave, no las entienden y se exasperan. Realmente lo que sucede es que la lectura emocional de los copuchentos es mucho más pobre que la de las prójimas y por lo tanto no son capaces de entender sus mensajes.

No le gusta que ella sea demasiado sentimental
Si la opinión femenina, las telenovelas y las películas cursis obligan al copuchento a no mostrar debilidad en sus sentimientos. ¡Porque diablos debe tolerar que ella si los demuestre!

Ir de con compras con ella, ¡lo detesta!
Los copuchentos son mucho más directos a la hora de realizar sus compras, no se fijan en tantos detalles como las prójimas. Es por esto que les molesta pasar horas eligiendo un par de zapatos. El compra lo que a primera vista les gusta sin perder el tiempo en mirar a otras.

Prójima insegura
Realmente le molesta que la prójima sea insegura, pues dicen que sí, pero dudan al momento de bajarse los calzones. Esa inseguridad lo desespera.

No les gustan las prójimas que hablan sin parar:
Los copuchentos son muy concretos en una conversación, por lo tanto les desespera que cuando le proponen a una prójima, ella responda en diez minutos algo que no daba para más de uno.

Le exaspera que ella use el sexo como un arma
Para el copuchento es muy fácil separar lo sentimental de lo corporal, en cambio para ella es todo lo contrario, va junto y revuelto. Si están reñidos y ella no quiere coger, él siente que lo están castigando.

Le molesta mucho que ella oculte su pasado
Creen que cada prójima tiene su ricuculum vitae y que para estar parejos cada uno debe aceptar las anécdotas del otro.

Les disgusta el que las mujeres se critiquen entre ellas
Pero la verdad es que los copuchentos también se tijeretean entre ellos; lo que a él le molesta es que ella critique a Susanita que esta tan rebien.

Objetivamente el que al copuchento le apesadumbren ciertas actitudes de la prójima, manifiesta una vez más que ambos son desemejantes; y que la clave para acarrear una buena relación a pesar de ello no está en tragar saliva a sus comportamientos, sino en que haga un esfuerzo por ingresar al "pavoroso universo femenil" para traspasar el mensaje textual y paladear sus sabores.

martes, 19 de marzo de 2013

271: Las claves para una cita productiva

Deberás saber de buena tinta las características de tu virtual machucante y lograr empatía. Crear un clima de confianza es otro punto a trabajar. Y para ello, estos son los trancos a dar:

1. Conoce su indiosincracia.
Antes de presentarte ante él, toma en cuenta estos tres aspectos:
a. Los machucantes potenciales esperan que conozcas a sus amigos y amigas.
b. Estudia la contextura del susodicho, reconoce sus deficiencias y potencialidades
c. Averigua quienes son tus principales rivales.

2. Escribe tu presentación
Una presentación no es algo que se hace en el momento y sin planeación; siempre debes tenerla por escrito. La estructura básica de una exposición, incluye:
a. Un punto común con el copuchento.
b. Una descripción del servicio.
c. Preguntas para conocer sus fantasías.
d. Un resumen de tus principales virtudes físicas.

3. Asegúrate de que hablas con la persona correcta
Esto parece obvio, pero muchas prójimas lo olvidan. Algunas veces, después de que suelta todo el programa, el susodicho le dice que está en luna de miel y no está disponible. Por eso, en el momento de programar la cita, siempre pregunte si él está apto para esos menesteres.

4. Lentamente construya entendimiento
Y para ello debes seguir estos pasos:
a. Crea un lazo con el susodicho.
b. Descubre que tienen en común o si hubo alguna recientemente en su alcoba.
c. Es imprescindible que tengas un panorama tanto de su salud física como monetaria, para construir un entendimiento mutuo.

5. Has preguntas y no te quedes callada
No caigas en un lenguaje romántico. Tus preguntas deben ser seleccionadas con cuidado con el fin de identificar las necesidades del susodicho para que le enseñes cómo tu oferta puede ayudarle en distintos aspectos de su vida cotidiana y sexual.

6. Este atenta a todos los detalles del encuentro
No confíes en tu memoria para recordar lo que es importante. Pregunta si está bien que tomes notas durante el encuentro y escribe sus puntos clave. Asegúrate de que escribes las objeciones; así puedes responder únicamente a ellas y mostrar al susodicho cómo se beneficiará contigo.

Más detalles:

1. Objeciones. Busca que tu cita sea llana, sin trabas y que las preguntas del susodicho sean atendidas de inmediato.
2. Importante. Debe buscar que en la cita se hable solo del objetivo final y no desviar la conversación en tópicos banales.
3. Acuerdo. Luego del encontronazo da el paso siguiente: «cerrar el trato» Muchas lo dan por entendido eso es un error y acaban en un mar de lágrimas.

viernes, 15 de marzo de 2013

270: Orgasmos, orgasmos y más orgasmos

Atormentada, desaliñada, famélica, apesumbrada, fui sorprendido al abrir la puerta –Eleonor- quede estupefacto cuando ella se arrojó a mis brazos y entre sollozos, lágrimas y mocos me confesó que su vida sexual era un fracaso. Quedé ingrávido ante esa afirmación, pues puedo afirmar firmemente que con su machucante fuimos a las mismas escuelas de placer y allí aprendimos a hacer lo que hacemos.

Eleonor de sopetón me disparo la pregunta: ¿sabes cuantos tipos de orgasmo puede disfrutar una prójima? Y antes que le respondiese, ella respondió: ¡¡DIEZ!! Y lo que me mata, es que no sé cuál de esos él me los da. Con pasos agigantados se puso a recorrer la sala mientras enumeraba los orgasmos posibles que una fémina ayuntada podría disfrutar: orgasmo clitorial, orgasmo vaginal, orgasmo punto g, orgasmo punto a, orgasmo del punto profundo, orgasmo punto u, orgasmo de senos, orgasmo oral, orgasmo de piel y orgasmo mental. Se detuvo y con una mirada inquisidora me preguntó: ¿cómo se consigue el orgasmo del punto u? Tartamudeando le respondí: Es un regalo de la estimulación de una pequeña zona que contiene tejido eréctil sensible que se sitúa justo encima y en ambos lados de la abertura de la uretra. ¿Y del punto a? Este orgasmo es posible de alcanzar cuando se estimula de siete a diez centímetros de profundidad la pared frontal de la vagina. Me miro y vi una media sonrisa y juro que la oí murmurar: ¡otro teórico!

Me miro impávidamente y me pregunto: ¿cómo puedo saber cuál de esos él me los coloca? La mire apesumbrado –pues un amigo jamás debe meterse en la cama y servir de juez en sus ejercicios- le dije: busca literatura léanlo juntos y búsquenlo ambos, por internet encontraras posiciones y caricias que estimularan esos puntos y lograras saber cuál de esos diez orgasmos posibles lo alcanzas. Finalmente qué importancia tiene diferenciar si es el del punto profundo o un orgasmo de otro tipo, simplemente disfrútalo.

Me dio un beso de despedida y salió con paso decidido, rumbo al talamo copulador, yo compadecí a su machucante pues conociéndola como la conozco sé que hará un infierno.

martes, 12 de marzo de 2013

269: Tragicomedia en tres actos

Tercer acto: UN CAMBIO PARA QUE TODO SIGA IGUAL

-¡¡¡Quiero divorciarme!!!

-¡Muy bien!

-¿Esa es tú reacción?

-¿Qué esperabas?

-¿No sé? Más bien dicho, una negativa

-¿Y porque iba a negarte algo a ti, que te di siempre todo?

-¿No quieres conocer que me impulsa a esta decisión?

-¿¡…!?

-¡Quiero separarme de ti!

-Muy bien, querida, ¿Cuándo te vas?

-¿Y por qué debo irme? Generalmente, es el copuchento él que deja la casa

-Acabas de decirme que no quieres nada conmigo y que quieres divorciarte, entonces es lógico que agarres tu ropero, tu maleta y tu canasta de ropa sucia y te alejes de mí.

-¡Eres un egoísta de mierda!

-¡Conque ahora soy egoísta y de mierda!

-¿Dónde está el caballero gentil que me conquisto?

-Me imagino que esperándote en la esquina.

-¡Me refiero a ti!

- ¡Ahhh! ¿Ese caballero? Creo que se perdió entre las sabanas esperando que te pase el dolor de cabeza que te duro casi tres años.

-Es que tú solo piensas en sexo, nada más que en sexo. Ya sé lo que vas a decir, que al principio era una antorcha y que luego me transforme en una lucecita de bengala, pero tú no tomaste en cuenta que los años pasan y que una fémina tiene derecho al año sabático.

-Espero que al tipo de la esquina, le habrás informado de tus “hobbies” plenamente, y no tenerte de vuelta en busca de reconciliación.

-¡No volveré nunca!

-Eso lo veremos, dijo él ciego y se rió a carcajadas el mudo.

-Tú siempre con tus huevadas ¡¡¡Hasta nunca!!!

-Adiós, que te vaya bien y que no te pise el tren…

jueves, 7 de marzo de 2013

268: Tragicomedia en tres actos

Segundo acto: HABLANDO ENTRE AMIGAS

-Le dije que lo ibas a dejar

-¿¡Qué dijo!? ¿¡Qué cara puso!?

-Me dijo, que le contase todas tus confidencias, para dar su opinión, hablo de cosas de copuchentos, de “compañerismo” y de que se solidarizan los unos con los otros.

-Seguro que ira donde Gustavo.

-Me dijo, que si me daba su opinión, podría ser desleal contigo. ¿Entiendes qué quiso decir con eso?

-Te imaginas con la clase de copuchento que me enrede. Pero… ¿qué cara puso?

-No puso ninguna cara, me miró como si fuese la primera vez que me veía.

-Ya conozco esa mirada

-¿Sigues con tus trece?

-¡Sí, ya me decidí!

lunes, 4 de marzo de 2013

267: Tragicomedia en tres actos

Primer acto: HABLANDO CON LA AMIGA DE UNA AMIGA

-Ella piensa abandonarte

-Te lo ha dicho o lo supones

-Me lo dijo. ¿Y porque crees que se va?

-Para darte una respuesta es preciso que primero tú me cuentes todo lo que ella te hablo de mí, de nuestra vida sexual y de la vida hogareña.

-Eso sería ser desleal con mi amiga

-Si yo te doy una opinión, sin conocer “todo” lo que ella te dijo, yo también sería desleal con ella.
Uno jamás es honesto cuando comenta algo con un amigo, uno esconde sus secretos y solo cuenta lo que quiere que el otro sepa; generalmente se miente para conseguir “compañerismo” para que el otro “se solidarice con uno” Temo hablar demasiado y sin querer te descubra sus secretos, por eso te repito, tú debes contarme todo para conocer mi opinión, si no lo haces no hay opinión al respecto.

-No te diré nada

-¡¿…?!