martes, 31 de diciembre de 2013

326: ¿CREES QUE NO COGER DURANTE MUCHO TIEMPO ES UN PROBLEMA?

¿Qué significa «mucho tiempo»?
Cada prójima tiene una noción del tiempo diferente. Las prójimas que están acostumbradas a hacerlo varias veces a la semana y que, de repente, pasan quince días y nada de nada, entonces sí, a ellas debe parecerles una eternidad. Pero para las prójimas que llevan un ritmo más tranquilo, la cosa empieza a resentirse cuando pasan varios meses y no hay rastro de ningún tipo de intercambio de fluidos. Así que establecer cuánto es «mucho tiempo» es relativo y difícil. Se trata sobre todo de sentir.

Viviendo la falta de cogimiento
Hormigueo, picazón, comezón, sensibilidad, escalofrío, molestia, reconcomio, prurito, desazón. Nervios, arranques, cosquilleo, escalofrío, desasosiego, impaciencia, ansiedad, excitación, etcétera. En fin, ¡que necesitas un fregoteo cuerpo a cuerpo con un buen machucante!

No importa si es guapo, feo, de una noche o para toda la vida. Estás en un nivel de necesidad que embestirías al primer prójimo que se atravesara en tu camino.

Soluciones:

-Llama a tu fuck buddy, a tu sex friend, es decir, a ese gran amigo que siempre está dispuesto a cogerte sin echar a perder la amistad.

-Empieza a salir de casa para cruzarte con prójimos o inscríbete a un Speed Dating® y espera que tu cita rápida, el afortunado elegido, tenga tanta prisa como tú por llegar a los postres.

Recuerda: No corras riesgos y cúbrete siempre. No olvides el «póntelo-pónselo».

Sientes que la situación te incomoda, pero no te apetece retozar en las sábanas del primer prójimo que se cruce en tu camino.

Soluciones:

-Parte del principio que nunca estarás mejor servida que por ti misma, así que sigue al pie de la letra la conocida frase de Woody Allen: «La masturbación es hacer el amor con alguien a quien amamos.» Un pequeño orgasmo en solitario, y listo. ¿Te parece triste? Échale un poco de imaginación al asuntechi mudando en un juguetito sexual.

-Hazte la pregunta adecuada: ¿Echas de menos el sexo o echas de menos estar con algún copuchento? A menudo es lo segundo lo que echas en falta; si es el asuntechi, no te vayas con cualquiera y parte en busca de tú media naranja agria.

Tienes pareja y no llevas nada bien esta especie de cinturón de castidad. Te parece que dura demasiado. Vigila con no entrar en el círculo vicioso de: «cada vez hacemos menos el amor, cada vez me apetece menos».
Puede ser que tu pareja sienta lo mismo, así que no dudes en tomar la iniciativa y habla con él para cambiar el contexto.


ES MI DESEO PARA TODAS USTEDES QUE GOCEN DE UN kenourios chronos.
QUÉ LA DICHA SEA PERMANENTE EN EL bon any nou.
QUÉ SUS FANTASÍAS SEAN REALIDAD EN ESTE happy new year.
QUÉ LA PAZ Y LA TRANQUILIDAD PERDURE EN ESTE snovym godom.
QUE EL DINERO FLUYA A RAUDALES EN ESTE akemashite omedetô.
QUÉ EL bonne année, LES DEPARE SEXO ININTERRUMPIDO.
QUÉ EN ESTE felice anno nuovo CHORREE EL AMOR EN SU VECINDARIO
QUE LAS QUE ESTAN SIN PAREJA ENCUENTREN A SU MACHUCANTE EN ESTE feliz ano novo, Y LAS QUE TIENEN TAMBIÉN.
Les desea de corazón, su servidor


chaly vera



domingo, 22 de diciembre de 2013

325: Es crucial reconocer los rasgos anti seductores no sólo en los demás, sino también en nosotros mismos.

El impaciente.
La seducción es una especie de ritual, parte del placer es su duración: el tiempo que tarda, la espera que intensifica la expectación. Los impacientes no tienen paciencia para estas cosas; les interesa su placer, no el tuyo. Ser paciente es demostrar que piensas en la otra persona, lo que nunca deja de impresionar. La impaciencia tiene el efecto opuesto: como suponen que estás tan interesado en ellas que no tienen razón para esperar, los impacientes ofenden con su egoísmo. Bajo ese egotismo suele haber también un corrosivo complejo de inferioridad, así que si los desdeñas o los haces esperar, reaccionan en forma exagerada. Si sospechas que tratas con un impaciente, aplica una prueba: haz esperar a esa persona. Su reacción te dirá todo lo que necesitas saber.

El sofocador.
Los sofocadores se enamoran de ti antes siquiera de que estés semiconsciente de su existencia. Esta inclinación es engañosa —podrías pensar que te consideran avasallador—, porque el hecho es que padecen un vacío interior, un profundo pozo de necesidades que no se puede llenar. Jamás te enredes con sofocadores; es casi imposible librarte de ellos sin un trauma. Se aferran a ti hasta que te obligan a retirarte, tras de lo cual te asfixian con culpas. Tendemos a idealizar al ser amado, pero el amor tarda en
desarrollarse. Reconoce a los sofocadores por lo rápido que te adoran. Tanta admiración podría dar un momentáneo impulso a tu ego, pero en el fondo sentirás que esas intensas emociones no se relacionan con nada que hayas hecho. Confía en tu intuición.
Una sub variante del sofocador es el tapete, la persona que te imita de modo servil. Identifica pronto a este tipo viendo si es capaz de tener una idea propia. La imposibilidad de discrepar de ti es mala señal.

El moralizador.
La seducción es un juego, y debe practicarse con buen humor. En el amor y la seducción todo se vale; la moral no cabe nunca en este marco. Pero el carácter del moralizador es rígido. Se trata de personas que siguen ideas fijas e intentan hacer que te pliegues a sus normas. Quieren que cambies, que seas mejor, así que no cesan de criticarte y juzgarte: tal es su gusto en la vida. Lo cierto es que sus ideas morales se derivan de su infelicidad, y esas mismas ideas encubren el deseo de los moralizadores de dominar a quienes los rodean. Su incapacidad para adaptarse y disfrutar les hace fáciles de reconocer; su rigidez mental también puede ser acompañada de tensión física. Resulta difícil no tomar sus críticas como algo personal, así que es mejor evitar su presencia y sus venenosos comentarios.

El avaro.
La tacañería indica algo más que un problema con el dinero. Es una señal de algo refrenado en el carácter de una persona, algo que le impide soltarse o correr riesgos. Este es el rasgo más anti seductor de todos, y no te puedes permitir ceder a él. La mayoría de los avaros no se dan cuenta de que tienen un problema; creen que cuando dan migajas a alguien, son generosos. Examínate con atención: tal vez seas más tacaño de lo que piensas. Intenta dar más, tanto dinero como de ti mismo, y descubrirás el potencial de seducción de la generosidad selectiva. Claro que debes mantener tu generosidad bajo control. Dar demasiado podría ser un signo de desesperación, de que quieres comprar a alguien.

El farfullador.
Los farfulladores son personas cohibidas, y su cohibición acentúa la tuya. Al principio podrías creer que piensan en ti al grado de volverse torpes. Pero de hecho sólo piensan en sí mismos: les preocupa su aspecto, o las consecuencias para ellos de su tentativa de seducirte. Su inquietud suele ser contagiosa: pronto te preocuparás también, por ti. Los farfulladores llegan rara vez a las últimas etapas de la seducción; pero si lo hacen, también echan a perder eso. En la seducción, el arma clave es la audacia, lo que priva de tiempo al objetivo para detenerse a pensar. Los farfulladores no tienen sentido de la oportunidad. Podría parecerte divertido tratar de instruirlos o educarlos; pero si siguen farfullando pasada cierta edad, es muy probable que su caso sea irremediable: son incapaces de salir de sí mismos.

El locuaz.
La seducción más efectiva se lleva a cabo con miradas, acciones indirectas, señuelos físicos. Las palabras ocupan un lugar aquí, pero demasiadas romperán por lo general el encanto, agudizando así las diferencias superficiales y sobrecargando la situación. La gente que habla mucho suele hablar de sí misma. Jamás adquirió esa voz interior que pregunta: "¿Te estoy aburriendo?'. Ser locuaz es tener un egoísmo muy arraigado. Nunca interrumpas ni discutas con personas de este tipo; eso sólo estimulará su charlatanería. Aprende a toda costa a controlar tu lengua.

El reactor.
Los reactores son demasiado sensibles, no a ti sino a su ego. Examinan todas y cada una de tus palabras y actos buscando señales de desaires a su vanidad. Si retrocedes estratégicamente, como a veces deberás hacerlo en la seducción, cavilarán y arremeterán contra ti. Son propensos a quejarse y gimotear, dos rasgos muy anti seductores. Ponlos a prueba contando un chiste moderado a sus expensas: todos deberíamos poder reírnos un poco de nosotros mismos, pero el reactores incapaz de hacerlo. Puedes adivinar resentimiento en sus ojos. Elimina todos los rasgos reactivos de tu carácter: repelen inconscientemente a la gente.

El vulgar.
Los vulgares no ponen atención a los detalles, tan importantes en la seducción. Puedes comprobar esto en su apariencia personal —su ropa es de mal gusto desde cualquier punto de vista— y en sus actos: ignoran que a veces es mejor controlarse, no ceder a los propios impulsos. Los vulgares: dicen todo en público. No tienen sentido de la oportunidad y rara vez están en armonía con tus gustos. La indiscreción es señal segura del vulgar (contar a otros el romance entre ustedes, por ejemplo); este acto podría parecer impulsivo, pero su verdadera fuente es el egoísmo radical de los vulgares, su incapacidad para verse como los demás los ven. Más que sólo evitarlos, conviértete en su contrario: tacto, estilo y atención a los detalles son todos ellos requisitos básicos de un seductor.

jueves, 19 de diciembre de 2013

324: HOY, MAÑANA Y SIEMPRE PENSANDO EN TI

Cuando usted hace algo por el copuchento que él no puede hacer por sí mismo, está fomentando relaciones significativas con esa persona. Estudios sobre lo que los investigadores llaman «la teoría de la autodeterminación» han demostrado que apoyar las metas de otras personas cimienta la relación, ya que finalmente usted les está ayudando a que alineen sus metas consigo mismos.

Por lo tanto…
Olvídese:
De preocuparse por lo que puede obtener del copuchento y concéntrese en lo que usted puede hacer por él.
Pregúntese:
¿Qué oportunidad o experiencia puedo yo proveerle que de otra forma nunca pudiera obtener?
Hágalo:
Usando una lista de sus habilidades, recursos y flexiones, piense en algunas cosas que pueda consumar con él.
Recuerde:
Que una prójima necesita que un prójimo haga en ella lo que ella no puede hacer por sí misma.

domingo, 15 de diciembre de 2013

323: Con lo cansado que uno está, ella quiere que la ayude

Las valijas que llevamos están hechas de cargas. La maleta de la culpa. Llevas un talego de descontento en un hombro y una bolsa de mano llena de penas en el otro. Agréguese a esto una mochila de dudas, un saco de dormir de soledad y un baúl de temores. No es extraño que al final del día esté tan cansado.

Tocamos este punto por medio de un drama: Se representa una boda en que podemos oír los pensamientos de la novia y del novio.

Entra el novio muy cargado con su equipaje. Por todo el contorno de su cuerpo se pueden ver bolsos. Cada bolso lleva una etiqueta: culpa, ira, arrogancia, inseguridad. Este tipo está cargado. Mientras espera de pie ante el altar, piensa:
«Por fin una mujer me ayudará a llevar todas mis cargas. Es tan fuerte, tan estable, tan…»
Mientras continúan sus pensamientos, comienzan los de ella.
Entra con un vestido de boda, pero, como su novio, está cubierta de equipaje. Arrastra una maleta con ruedas, de un hombro cuelga un bolso y un neceser para maquillaje; en bolsas de papel lleva cuanto pueda imaginar y cada cosa con su etiqueta. Ella lleva sus bolsos personales: prejuicios, soledad, desilusiones. ¿Cuáles son sus expectativas? Escuchemos lo que piensa:
«Unos pocos minutos y tendré mi hombre. Se acabaron las consejerías. No más sesiones de grupo. Adiós desalientos y preocupaciones. Ya no los veré más. Él me lo solucionará todo»

Por fin están ante el altar, perdidos en una montaña de cargas. Sonríen durante la ceremonia, pero cuando llega el momento de dar el beso, no pueden. ¿Cómo abrazas a otra persona si tienes los brazos llenos de bolsas?

miércoles, 11 de diciembre de 2013

322: LA REGLA DE LOS 30 SEGUNDOS

Dígale algo alentador a un copuchento en los primeros 30 segundos de una conversación.

LA REGLA DA A LOS COPUCHENTOS UN TRATAMIENTO DE PRIMERA CLASE
Todos los copuchentos se sienten mejor y actúan mejor cuando se les da «atención, afirmación y apreciación».
La próxima vez que haga contacto con él, comience dándole su atención total durante los primeros 30 segundos.
Haga que se sienta bien, mostrándole su aprecio en alguna forma. Luego observe lo que sucede. Se sorprenderá de ver con qué positivismo reacciona. Y si le cuesta recordar que debe enfocarse en él en lugar de hacerlo en usted, entonces quizás te ayude este refrán: «Una chismosa es aquella que habla de otras prójimas, una aburrida es aquella que habla de sí misma y una conversadora brillante es una que le habla a usted acerca de usted».

LA REGLA LE DA ENERGÍA A LA GENTE
Un psicólogo realizó un estudio en los niveles de energía de los niños usando un instrumento llamado «ergógrafo» Sus resultados son fascinantes. Descubrió que cuando los niños estaban cansados y se les daba palabras de aliento, el ergógrafo mostraba un aumento de energía en ellos. Cuando se les criticaba o se les desanimaba, el ergógrafo mostraba que su energía física decaía. Puede que usted haya descubierto esto de manera intuitiva. Cuando alguien le alienta, ¿no sube su nivel de energía? Y cuando es criticado ¿no le hace ese comentario decaer? Las palabras tienen un gran poder.

¿Qué clase de ambiente piensa que se podría crear si usted continuamente animara al copuchento cuando hace su primer contacto con él? No solamente lo estimularía, sino que usted se convertiría en un transmisor de energía.
¡Cada vez que entrara a algún lugar la gente se iluminaría! Usted sería partícipe en crear la clase de ambiente que a todos les encanta. Su presencia alegraría el día de los copuchentos.

LA REGLA INFUNDE MOTIVACIÓN
Todos necesitamos una motivación de vez en cuando. Usar la regla de los 30 segundos alienta a los copuchentos a que sean y den lo mejor de sí.

Nunca subestime el poder de la motivación:
♦ La motivación ayuda a los copuchentos que saben lo que deberían hacer… ¡a hacerlo!
♦ La motivación ayuda a los copuchentos que saben cuál compromiso deberían asumir… ¡a asumirlo!
♦ La motivación ayuda a los copuchentos que saben cuál prójima deberían dejar… ¡a dejarla!
♦ La motivación ayuda a los copuchentos que saben qué prójima deberían coger… ¡a cogerla!
La motivación hace que sea posible lograr lo que se debe lograr.

viernes, 6 de diciembre de 2013

321: TEXTOS DE MAGIA EN PAPIROS GRIEGOS

HECHIZO AMOROSO MUY APRECIADO POR LAS PRÓJIMAS
Toma aceite puro y una planta de acelga y ramas de olivo; coge de ellas siete hojas, tritúralo y échalo todo en el aceite hasta que se haga como aceite; échalo en un vaso y asciende al terrado, frente a la luna, y di esta fórmula siete veces «Tú eres el aceite, pero no aceite, sino agua de Demon Blue, la mucosidad de Isis, la sentencia de Helios, la fuerza de Osiris, el favor de los dioses. Te soltaré contra Gustavo, hijo de Manfredo. Sé mi servidor contra Gustavo antes de que yo te traiga a los dioses que coaccionan, si no me lo envías; pues yo mismo romperé las puertas de hierro. Y no te enviaré a tal cosa, ni hay necesidad de tal otra, sino a por Gustavo, hijo de Alfredo para que, si te echa, lo cojas por la cabeza. Envuélvelo en tinieblas: Que no sepa dónde está. Que haya fuego debajo de sus nalgas, hasta que venga junto a mí, para que me ame eternamente; y que no pueda beber ni comer hasta que venga junto a mí, para que me ame eternamente. «Yo te conjuro por el gran dios que está sobre el techo del cielo Arbaiet Mut Nut Ftoto Fre Tout Brison Tot. Escúchame, dios supremo, en esta noche, pura que enciendas su corazón y me ame; porque me rodea la fuerza del gran dios, cuyo nombre nadie puede pronunciar, sino únicamente yo por medio de su poder... eurio moi/ aeeth/ phtouab/ Fta ache/ anou/ Esi enes / ethoul/ phimoiou. Escúchame por la coacción, pues yo te he nombrado a causa de Gustavo, hijo de Wilfredo, para que me ame y haga cuanto yo quiera, y se olvide de su padre y de su madre y de sus hermanos y de su novia y de su esposa; excepto de mí, que se olvide de todos estos»

ENCANTAMIENTO AMOROSO ATRAE A UNA PRÖJIMA QUE HA SIDO AGRAVIADA POR UN PRÖJIMO
Toma un lagarto que viva por allí; echa al lagarto en un recipiente de hierro; toma carbones de una fragua cuando estén encendiendo el fuego y échalos en el recipiente junto al lagarto; hazlo arder con los carbones y di, mientras lo haces: «Lagarto, lagarto, lo mismo que Helios y todos los dioses te odiaron, así, fulana debe odiar a su marido para siempre y su marido a ella.»
Cuando se haya abrasado, sujeta el lagarto para que no toque el recipiente y, tomando el recipiente en el que se ha abrasado, avanza hacia la cancela diciendo: «Lagarto, lagarto, Helios y todos los hombres deben odiarte, porque fulana dice que la momia del dios Oseronofris Fapro Osiris fue sacada y devorada por ti. Oh imagen biandathd. Oh imagen de Tifón, saktiete songgth, oh imagen de Abrasax, anaxiboa, oh imagen de Iao: que no atraviese fulana la cancela desde la hora en que Helios ilumina con sus rayos la tierra, durante todo el tiempo en que Helios acrecienta el Río a partir del Río, y en que florece el cabrahígo. Expón todos tus deseos y márchate.


Fórmula escrita sobre una hoja de higuera, con sangre de salamandra que es: «Ven, padre, a tu arado Iacembraot separa a fulano de fulana»

sábado, 30 de noviembre de 2013

320: LA PREGUNTA MÁS PERSISTENTE Y URGENTE EN LA VIDA DE UNA PRÓJIMA, ES: ¿QUÉ ES LO QUE ESTOY HACIENDO POR LOS COPUCHENTOS?

Olvídese
De la pareja; más bien, enfóquese en los conocidos.
Pregúntese
¿A quién puedo ayudar sin esperar nada a cambio?
Hágalo
Hágase el propósito de ser amable y generosa con un copuchento específico.
Recuerde
Cuando usted está haciendo algo bueno por el copuchento, se está haciendo un mayor bien a usted misma.

Olvídese
De culpar a su «mala» memoria y haga un esfuerzo por recordar los nombres de los copuchentos.
Pregunte
¿Qué me puede decir del origen de su nombre y cómo se deletrea?
Hágalo
Utilice el método SAVE con todos los copuchentos que conozca esta semana.
Recuerde
El nombre de un copuchento es su posesión más valiosa.

Olvídese:
De las debilidades de los copuchentos.
Pregúntese:
¿Qué es lo que este copuchento hace excepcionalmente bien?
Hágalo:
Cada día de esta semana, coméntele a cada amiga que vea cuáles son los puntos fuertes que ve en él.
Recuerde:
Cada copuchento en el mundo tiene una semilla para usted.

Olvídese:
De ver la vida como una competencia donde una tiene que vencer si desea triunfar.
Pregúntese:
¿A quién podría ayudar a revolcar y cómo lo haría?
Hágalo:
Haga un plan de juego. Diseñe un camino que los lleve a ambos camino de la cama.
Recuerde:
Una vez que enseñe a un copuchento a coger, tendrá un amigo de por vida.

sábado, 23 de noviembre de 2013

319: ¿HAS MOSTRADO LA GANANCIA QUE EL PRÓJIMO RECIBIRÁ DE ESTA RELACIÓN?

El prójimo tiende a permanecer motivado cuando ve el valor que tiene para el las cosas que le han pedido hacer. Sucede que cuando se nos pide contraer un compromiso, una vocecita en nuestro interior nos pregunta: « ¿Qué gano con eso?» La razón por la que el prójimo esquiva la cita que tú planeaste con tanto trabajo es sencilla: no ha visto los beneficios y recompensas que recibirá por estar contigo.

Piense sobre una relación que tenga con un amigo o tal vez con su esposo. En el lado izquierdo de una página, escriba una lista de todas las contribuciones que usted hace a esta relación, es decir, lo que usted da. Con un amigo, esta lista podría incluir bebidas, comidas, corbatas y calzoncillos. Titule esta lista «Lo que doy».

En el lado derecho de la página, escriba una segunda lista titulada «Lo que recibo». Escriba todos los beneficios que recibe. Luego siéntese y compare las dos listas. No cuente el número de asuntos en cada una. (Algunas cosillas son más importantes que otras y probablemente dejó algunas cosas fuera de ambas listas). En vez de eso, conteste a esta simple pregunta: «Considerando todo lo que doy a la relación y lo que estoy obteniendo de ella, ¿quién está obteniendo el mayor beneficio?

Escoja su respuesta de las siguientes tres opciones:

1 Yo obtengo lo mejor. Esto puede producir satisfacción.
2 La otra persona obtiene lo mejor. Esto puede producir resentimiento.
3 Estamos obteniendo beneficios mutuos. Esto, por lo general, produce respeto mutuo y motivación.

Analice su respuesta considerando los tres axiomas del Factor de Equidad:

1 Las personas evalúan las relaciones comparando lo que dan a una relación con lo que obtienen de ella.
2 Cuando lo que la gente da no es igual a lo que la gente recibe, experimenta una zozobra.
3 La gente que experimenta una zozobra porque da más de lo que recibe, quiere que haya equidad. Esto llega a ser algo negativo.


De esta manera, sabrá si su asuntechi camina por buen sendero.

martes, 19 de noviembre de 2013

318: ¿Eres una buena escuchante?

Califíquese con cuatro puntos si la respuesta a las siguientes preguntas es Siempre; tres puntos para Generalmente; dos para Rara vez y una para Nunca.

— ¿Permito al copuchento terminar sin interrumpirlo?
— ¿Escucho «entre líneas»?
— Cuando describo un incidente, ¿describo los hechos y las frases clave?
— ¿Repito lo que el copuchento dijo para aclarar el significado?
— ¿Evito ser hostil o mostrarme alterada cuando no estoy de acuerdo con lo que dice?
— ¿Evito las distracciones cuando escucho?
— ¿Hago un esfuerzo para mostrarme interesada en lo que el copuchento dice?

Calificación:
26 o más: usted es una excelente oyente.
22-25: Mejor que el promedio.
18-21: Hay que mejorar.
17 o menos: Salga de la cama y practique el escuchar.

«La equivocación más grande que usted puede hacer al tratar de hablar convincentemente es poner su más alta prioridad en expresar las ideas y sentimientos propios. Lo que la mayoría de los prójimos en realidad quieren es ser escuchados, respetados y entendidos. El momento en que el prójimo ve que es entendido, se motiva más para entender el punto de vista de usted».

sábado, 16 de noviembre de 2013

317: La buena capacitadora da la debida ayuda al copuchento

Necesita dejar de lado sus puntos fuertes y trabajar en sus áreas débiles.
La pregunta que tú debes continuamente hacer no es:
« ¿Cuánto suda este prójimo?» (¿Es él fiel?),
« ¿Cuánto logra este prójimo?» (¿Es él fructífero?).
Algunos de los prójimos más capaces de una relación nunca utilizan toda su potencialidad. Están encerrados en lo que la sociedad considera trabajos importantes, y lo hacen bien. Pero nunca tienen la oportunidad de hacer lo que pueden hacer mejor. Cuando sucede esto, la prójima pierde. El prójimo pierde por falta de oportunidad y falta de satisfacción en el servicio; la relación pierde, porque desperdicia su activo más valioso.

Debe darse a mí misma.
• Haga una lista de todos los prójimos con los que tuvo un rapidito esta semana.
• ¿Fue iniciativa suya o de ellos?
• ¿Tenía un plan antes del rapidito?
• ¿El rapidito tuvo como propósito relación, consejería, comunicación o desarrollo?
• ¿Fue un ejercicio para beneficio de ambas partes?
• ¿Fue con el 20% que más influye en la relación o con el restante 80%?

Ame a todos, pero entréguese al 20% que está en el nivel superior. Anime a todos, guíe a pocos. Sea transparente con ellos. Desarrolle un plan para su crecimiento. Arme un equipo.

Debe darles título de propiedad.
Los prójimos quieren ser apreciados, no impresionados.
Quieren ser considerados como seres humanos, no como caja de resonancia para emitir los egos de otras.
Quieren ser tratados como fines en sí mismos, no como medios para la gratificación de la vanidad de otras.

Debe darles todas las oportunidades para tener éxito.
• Una excelente atmósfera. Debe ser positiva, cálida, abierta, creativa y estimulante.
• Los lugares adecuados. No emplee a prójimos excelentes, para hacer un trabajo excelente dándoles moteles baratos.
• Un programa de capacitación continúo.
• Excelentes amigas para quienes follar. Forme un equipo. Reunirse es el comienzo. Trabajar juntos es el éxito.
• Una visión que impulse a follar.

Las grandes líderes siempre dan a su copuchento una ventaja inicial sobre la que da la líder promedio.
Las líderes excelentes añaden valor a su copuchento y le ayudan a ser mejor de lo que sería si trabajara sola. La primera pregunta que una líder debe responder es: « ¿Cómo puedo ayudar a los que están en mi barrio a tener más éxito?» Cuando se encuentra la respuesta y se implementa, ¡todos ganan!

martes, 12 de noviembre de 2013

316: Es peligroso ser sincero, a menos que seas peligrosamente sincero

Un prójimo se coge a una prójima, ésta coge una barriguita y el prójimo cumple con su obligación y se matrimonia y pasan los días, semanas y años y sigue la barriguita produciéndose. Y un día el prójimo despierta en su cama y observando a su alrededor ve que una prójima extraña duerme a su lado y él se pregunta ¡¿qué diablos pasó?! Lo que sucedió es simple, él se encontraba obnubilado, en estado de shock y durante todos estos años él vivió esta vida como sonámbulo, haciendo lo que creía que era su deber.

En este momento, el despierta a la realidad y mirando a la prójima -con la cual comparte fluidos- se da cuenta que ella ya no es la prójima que lo enloqueció, ¡es otra completamente diferente! Ella es jovial y apacible, pero está muy lejana de él, sus ojos hablan claramente, posiblemente ella despertó mucho más antes que él.

¿Por qué ella no se marchó? ¿Religión? ¿Presión familiar? Ella igual que él también debe querer huir de esta situación.

Y a él ¿que lo ata?, ¿cuál es su pretexto? El mira alrededor y se aterra al darse cuenta que tiene miedo, miedo al cambio, ¡miedo de mierda!, esta tan aferrado a su rutina, tan aferrado a esa casa que tanto le costó construir y tiene miedo de perderla si abandona esta casa y busca a la hija de la vecina a la que desea con desesperación.

¿Y ella también estará desesperada por correr a otros brazos? Seguro que sí. Y seguro que también tiene miedo. Miedo al cambio. Miedo de saltar del sartén a lo desconocido.

Y es aquí, dónde empieza la aventura…

miércoles, 6 de noviembre de 2013

315: No es lo que te sucede a ti lo que importa, sino lo que sucede en ti.

Una prójima feliz no es una prójima con «cierto conjunto de circunstancias», sino más bien una prójima con «cierto conjunto de actitudes» Muchas prójimas creen que la felicidad es una condición. Cuando las cosas van bien, están felices. Cuando las cosas van mal, están tristes.

Algunas prójimas tienen lo que se llama una «enfermedad de destino» piensan que la felicidad se encuentra en una posición o en un lugar. Otras prójimas tienen lo que se llama una «enfermedad de alguien» piensan que la felicidad resulta de conocer o estar con un prójimo en particular.

Las prójimas que han sufrido situaciones adversas en sus vidas se vuelven amargadas y enojadas. Con el tiempo sus vidas se tornan negativas y manifiestan dureza hacia los demás copuchentos. Tienen la tendencia de recordar los tiempos difíciles y decir: «¡¡Ese cabrón arruinó mi vida!!». De lo que no se dan cuenta es que ese incidente reclamaba una decisión de actitud, una respuesta. «El haber escogido una actitud equivocada», no la condición, arruinó sus vidas.

«Cada vez que usted toma una decisión, está convirtiendo esa parte de control de usted, esa parte que escoge, en algo un poco diferente de lo que era antes. Y al tomar su vida como un todo, con todas sus innumerables posibilidades, está haciendo lentamente de ese control una criatura celestial o una infernal».

lunes, 4 de noviembre de 2013

314: Hay que ser infiel, pero nunca desleal.

El sábado pasado asiste a una velada –sea dicho de paso- donde no conocía a nadie. Y para hacer gala de mi sapiencia me acerque a un grupo de prójimos a los cuales indague con suma cortesía preguntando que me hiciesen la gentileza de señalarme a sus esposas, ellos indagaron la razón de mi interrogación y yo cortésmente les respondí que andaba en sequía durante varios días y que andaba en búsqueda de una prójima deseosa de calmar mis ardores, ante esa respuesta tan varonil, ellos presurosos se pusieron a mostrar a sus contrapartes. Les hice una reverencia en agradecimiento y pausadamente me aleje de dicho grupo.

Y la voz, corrió a lo largo y ancho del salón. El murmullo calló y todo el mundo me miró. Los prójimos con una mirada burlona. Las prójimas con miradas de curiosidad, y en algunas prójimas se leía angustia.

Terminada mi representación, me acomode en el sillón más cómodo a degustar un ron añejo y esperar que desfilaran ante mis ojos todas aquellas buenas samaritanas deseosas de una aventura.

Y les cuento que me fue muy bien.

viernes, 1 de noviembre de 2013

313: recuerde que la Ley de Murphy parecía llegar a la conclusión de que el copuchento ideal aparecerá un día después de que el hueco haya sido rellenado.

Estas diez preguntas generales le ayudarán a escoger la persona idónea.
1 ¿un prójimo que esté al frente o por detrás?
2 ¿un prójimo de aptitudes y conocimientos variados o un especialista?
3 ¿un cogedor o un mantenedor?
4 ¿un prójimo que la trabaje a usted o a varias prójimas?
5 ¿un guía o uno que la apoye?
6 ¿un veterano o un novato?
7 ¿un pensador creativo o un pensador abstracto?
8 ¿intervención constante o poca intervención?
9 ¿uno que trabaja en equipo o un individualista?
10 ¿un compromiso a corto o a largo plazo?

viernes, 25 de octubre de 2013

312: SEPA QUÉ CLASE DE AMANTE NECESITA

REQUISITOS PERSONALES:
1. Actitud positiva
La habilidad de ver a las prójimas y a sus fantasías de una manera positiva.
2. Alto nivel de energía
Fuerza y ánimo para coger duro y no agotarse.
3. Calidez
Una manera de ser que atrae a la prójima.
4. Integridad
Confiabilidad, un buen carácter estable, palabras y acciones congruentes.
5. Responsabilidad
Siempre termina, ausencia de excusas; coito asignado, coito terminado.
6. Buena autoimagen
Se siente bien consigo mismo, con las otras y con la vida.
7. Caballos de fuerza mentales
Capacidad para seguir aprendiendo a medida que la faena prospera.
8. Capacidad de liderazgo
Tiene influencia sobre otros.
9. Capacidad de seguir
Voluntad para someterse, trabajar en equipo y seguir.
10. Ausencia de problemas personales
La vida personal, familiar y económica está en orden.
11. Habilidad con la gente
Habilidad para atraer prójimas y faenar con ellas.
12. Sentido del humor
Disfruta de la vida, no se toma demasiado en serio.
13. Elasticidad
Puede «rebotar» cuando surge cualquier problema.
14. Antecedentes
Tiene esperanza y éxito, está a la expectativa en dos o más situaciones.
15. Gran deseo
Hambre de crecimiento y desarrollo personal.
16. Autodisciplina
Deseo de «pagar el precio» y alcanzar el éxito.
17. Creatividad
Capacidad para solucionar problemas.
18. Flexibilidad
No temeroso al cambio; fluido: fluye a medida que la acción crece.
19. Ve el «gran cuadro»
Capaz de mirar más allá de los intereses personales y ver el cuadro total.
20. Intuitivo
Capaz de discernir y percibir una posición sin información tangible.

lunes, 21 de octubre de 2013

311: Hay dos maneras de lograr que los copuchentos hagan lo que usted quiere: puede obligarlos o persuadirlos.

Las copuladoras excelentes crean el ambiente adecuado.

Creen en sus copuchentos. Esto crea un ambiente apropiado para el éxito. La mejor manera de ganar y conservar la lealtad de los copuchentos es mostrar su interés y preocupación por ellos mediante palabras y acciones.

Los copuladoras excelentes conocen las necesidades humanas básicas.
Hay cinco cosas que los copuchentos necesitan conocer:
1 Lo que se espera de cada uno.
2 Que cada uno tendrá una oportunidad para desempeñarse.
3 Cómo cada uno está lográndolo.
4 Que se dará guía cuando cada uno lo necesite.
5 Que cada uno será recompensado de acuerdo con su contribución.

Las copuladoras excelentes controlan las «tres grandes áreas».
Cualquier copuladora que quiera desempeñar un papel activo en todas las áreas de la sociedad puede sentirse tentada a hacerse cargo de demasiadas responsabilidades. Sin embargo, tres áreas son cruciales para la autoridad y el éxito:
1 Finanzas: porque el dinero es el principal medio para ejercer control en cualquier relación.
2 Personal: porque la selección de copuchentos determinará a la acción.
3 Planeación: porque esta área determina el futuro de la acción.

Las copuladoras excelentes evitan los «siete pecados capitales».
1 Atraerse simpatías antes que ser respetadas.
2 No pedir a los copuchentos del equipo consejo y ayuda.
3 Frustrar el talento personal por hacer énfasis en las reglas más que en las habilidades.
4 No mantener una crítica constructiva.
5 No desarrollar un sentido de responsabilidad en los copuchentos del equipo.
6 Tratar a todos de la misma manera.
7 No mantener a los copuchentos informados.


«Hay muchas maneras de evitar las equivocaciones, pero la mejor manera de esquivar los desastres es estar disponible. Usted no tiene que tomar cada decisión, pero siempre debe estar accesible. Si su gente es lista, la mantendrá colmada, y si usted está colmada, usted es parte de la acción. Con eso en su sitio, será fácil respaldar a sus copuchentos y eso eliminará conjeturas».

viernes, 18 de octubre de 2013

310: ¿SE PREOCUPA LO SUFICIENTE POR PURIFICAR AL COPUCHENTO CUANDO ES NECESARIO?

La purificación del copuchento es algo muy satisfactorio para la mayoría de las prójimas.
Si usted se siente inquieta sólo de leer la palabra purificar, le sugeriría que la sustituyera por la palabra destilar.
Luego, siga estos diez mandamientos.

Los diez Mandamientos de la purificación
1 Hágalo en privado.
2 Hágalo tan pronto como sea posible.
3 Hable de una sola posición en cada ocasión. No sobrecargue al prójimo con una lista de posiciones.
4 Una vez que haya tocado su punto, no lo repita.
5 Trate únicamente posiciones que el prójimo puede cambiar. Si usted pide que haga algo que no puede hacer, aparece la frustración en su relación.
6 Evite el sarcasmo. El sarcasmo indica que usted está enojada con él, «no con sus posiciones», y eso les causará resentimiento hacia usted.
7 Evite palabras como «siempre» y «nunca». Por lo general, caen fuera de lo exacto y ponen al prójimo a la defensiva.
8 Presente la idea como sugerencia o pregunta si es posible.
9 No se disculpe por la purificación.
10 Y no olvide los cumplidos. Use lo que se llama un «sándwich» en este tipo de acciones:
Cumplido-Destilación-Cumplido.

miércoles, 16 de octubre de 2013

309: Hoy por ti, mañana por mí…

Me entere que mi novia se está haciendo coger por Atanasio, el fisiculturista sicópata del “gym air plate” del condominio “una ventanita cerca del cielo” como es lógico en estos casos, tome cartas en el asunto. Busque en mi secreter todas las cartas de mis novias y las releí con sumo interés y en ellas (mis novias y las cartas), no encontré nada que significase que debía molestarme por la noticia que me dieron. Finalmente, novias vienen, novias van. Estamos tan ensamblados en nuestro actual mundo cosmopolita que cambiar de novia es como cambiar de canal en la tele. También las cartas me dijeron que no fui tan leal con algunas de ellas –pues parece que hubo uno que otro cuerno por medio- también las cartas me dijeron que algunas de ellas se habían tomado la libertad de echarse unas canitas al aire.
La presente basada en hechos imaginarios ha sido deliciosamente escribida para todos y todas aquellas que creen que su novio o novia no tiene derecho de irse a coger con el que les mande la gana. Y si ustedes no hacen “«esas cosas»” no es por falta de oportunidad, sino simplemente: ¡por miedo!

[Pensando en que mañana cumple 36 primaveras]

viernes, 11 de octubre de 2013

308: Dime cómo eres y te diré como te llaman

Calientapollas. Mujer que permite besos, caricias y tocamientos, negándose, tras estos preámbulos, a culminar los juegos sexuales con el coito.
Capullo. Individuo introvertido y palurdo, que estando muy encerrado en sí mismo se va abriendo conforme se le brinda amistad, o se le da confianza.
Caraculo. Persona inexpresiva, carente de personalidad.
Carcamal. Persona vieja y decrépita, llena de achaques y malos humores.
Cazurro. Malicioso y malpensado; persona reservona y de pocas palabras; sujeto tosco, basto y zafio, un tanto marrullero, grosero e intratable.
Chocho. Se dice de quien sabe poco, y se comporta como un niño de pecho. En lenguaje familiar, persona que por un amor exagerado se vuelve medio boba.
Choto. Es el viejo que por ser impotente y no querer sin embargo dejar el trato carnal con mujeres, se aviene a satisfacerlas empleando labios y lengua.
Comemierda. Sujeto vil y miserable que carece de dignidad y es merecedor de desprecio; persona de la que no debe fiarse nadie, y de quien sólo cabe esperar bajezas y villanías.
Cotilla. Persona que gusta de meterse en todo, especialmente donde no la llaman; quien toma vela en todos los entierros para enterarse de qué se cuece; individuo entremetido y tunante.
Feto. En sentido figurado, persona muy fea y malformada.
Fino. Astuto, sagaz, que espera la mejor ocasión para cometer alguna trastada.
Frívolo. Persona voluble, veleidosa, un tanto ligera de cascos, que se comporta de manera informal y poco seria, no dando a las cosas la importancia que tienen.
Ganso. Se dice de la persona rústica y malcriada, torpe e incapaz, perezosa y lenta.
Gomoso. Pisaverde, petimetre, excesivamente baboso con las mujeres.
Gorrón. Persona que tiene por costumbre vivir o divertirse por cuenta ajena.
Jodido. En sentido figurado sujeto ruin y malintencionado; persona miserable y dañina.
Ladilla. Parásito; persona que se pega a otra para vivir a su costa.
Ladrillo. Persona aburrida, pesada y soporífera.
Lameculos. Persona adulador impenitente y servil.
Malaleche. Persona de permanente mal humor; sujeto mal intencionado y avieso; individuo de mala índole, que siempre anda buscando las vueltas a las personas o a las cosas.
Malasombra. Patoso. Que pretende ser gracioso, sin serlo. Pelmazo que gasta bromas pesadas.
Mamerto. Idiota o imbécil.
Mandria. Tonto, haragán, egoísta y cobardón; sujeto pusilánime, apocado y tímido.
Mangonero. Individuo ocioso y entremetido; sujeto enredador que gusta de mangonear, tratando de mandar y disponer en personas y cosas que no son de su incumbencia, metiéndose en asuntos que ni le van ni le vienen.
Marimacho. Mujer que se comporta como un hombre, y que a menudo tiene los gustos de éste, pareciéndolo en su corpulencia y modo de conducirse.
Mariquita. Hombre afeminado y cobarde, que se comporta con la pusilanimidad y remilgos de una mujer.
Marrullero. Adulador que echa mano de todo tipo de halago, fingimiento y zalema para liar, embaucar y enredar con astucia a la gente.
Mediopolvo. Sujeto macilento, escuálido, de aspecto miserable y enfermo; canijo al que no se le considera capaz de heroicidad alguna en la cama, de donde deriva su etimología el nombre: no tener alguien un polvo completo...
Mequetrefe. Hombre entremetido, bullicioso y de ningún provecho.
Merluzo. Bobo, incauto, infeliz a quien resulta fácil engañar y sorprender.
Miramelindo. Individuo amanerado, que cuida en demasía de su aspecto externo.
Morlaco. Individuo resabiado que finge ignorancia; sujeto disimulado, que se hace el tonto.
Muermo. Persona aburrida, repugnante y deprimente, amén de pesada y coñazo.
Novillo. Individuo a quien su mujer o novia pone los cuernos.
Ñoño. Persona muy apocada y remilgada, que se queja y asusta por cualquier pequeña cosa.
Palurdo. Tosco, rústico, grosero.
Pánfilo. Buenazo un tanto tontorrón, que se pasa en el ejercicio de la bondad.
Paquete. Individuo que cuida demasiado de su imagen, siguiendo como un esclavo los dictados de la moda.
Pendejo. Hombre cobarde y pusilánime, vago y amigo de chanchullos.
Pichabrava, pollabrava. Individuo hiperactivo en la cama, que se recupera en seguida, pudiendo llevar a cabo sucesivos coitos; individuo que en presencia de la hembra se inquieta y alborota,
poniéndose en seguida cachondo. Es antónimo de "pichiruche" y de "pichafría"
Pipiolo. Inexperto y novato; tontito.
Primo. Inocente a quien se engaña con facilidad; persona incauta que se deja explotar.
Quejica. Individuo molesto de carácter flojo, a quien cualquier pequeña cosa enfada o agobia, y que de todo se queja de manera afectada y melindrosa.
Ramplón. Zafio, tosco, inculto; persona vulgar y grosera.
Repipi. Se dice de quien es afectado en sus modales y pedante en el hablar; persona que se conduce de
manera manifiestamente ridícula, sin apercibirse de ello.
Sacamuelas. Charlatán y enredador.
Saltabardales. Marimacho; mujerona inquieta y liosa.
Snob. Novelero, fantasioso, que valora de modo desmesurado cuanto viene de fuera, obnubilándose ante lo advenedizo y foráneo, y restando valor a lo propio.
Soso. Persona sin gracia, que crece de viveza en acciones y palabras.
Tarambana. Persona alocada, atolondrada, de poco asiento y escaso juicio.
Tarasca. Mujer muy fea y contrahecha, aunque desenvuelta, de mal natural y carácter endiablado.
Tiquismiquis. Persona atildada, que gusta de ofrecer aspecto cuidado, y da importancia excesiva a tonterías y a cosas que no la tienen.
Vaina. Tonto, simplón, patoso; también, persona despreciable.
Vivalavirgen. Persona indolente y despreocupada, a quien todo parece darle igual.
Zamujo. Se dice de la persona retraída, silenciosa y tímida, reservona e introvertida, que habla poco, y a quien no se le conoce amigos.

jueves, 3 de octubre de 2013

307: Los amigos a veces sirven

-Tobías, llevarás a Hugo, Fredy y Manolo como tus «aprendices», y que Nico se haga pasar por tu criado.
― ¿Criado? ―repitió Nico―. ¿Y para qué necesita criado un malabarista?
―Vale, de acuerdo. Entonces serás su hermano que hace las veces de criado. Julin, tú...
―Espera ―intervino Manolo―. ¿Voy a ser aprendiz de un malabarista? Además, con un solo ojo, dudo que se me dé bien hacer malabares.
―Eres un aprendiz nuevo, Tobías sabe que no tienes talento alguno, pero le diste pena a causa de tu tía abuela, con la que has vivido desde que tus padres murieron en una trágica estampida de carneros; la vieja se puso enferma de viruela trifoliada y se volvió loca. Empezó a darte de comer sobras y a tratarte como el perro de la casa, Nixon, que se escapó cuando tú tenías siete años.
Manolo se rascó la cabeza; tenía el pelo surcado de hebras grises.
― ¿Y no te parece que soy un poco mayor para ser aprendiz? ―preguntó.
―Tonterías. Eres joven de corazón y, puesto que nunca te casaste (la única mujer que has amado huyó con el hijo del panadero), la llegada de Tobías te dio una oportunidad para empezar de cero.
―Pero es que no quiero abandonar a mi tía abuela ―protestó Manolo―. ¡Ella me cuidó desde que era un niño! Un hombre como es debido no abandona a una anciana sólo porque se le vaya un poco la cabeza.
―No hay ninguna tía abuela. Sólo es una fábula, un cuento que he inventado como historia de fondo para tu personaje falso.
― ¿Y no puedes inventarte uno en el que parezca un hombre más respetable?
―Demasiado tarde. Ya no te puedo cambiar. Me pasé media noche desarrollando tu historia. Es la mejor de todas, de hecho. Toma, aprende esto de memoria. ―Le tendió las páginas a Manolo y después sacó otras cuantas y se puso a repasarlas.
― ¿No te parece que estás exagerando un poco con todo esto? ―preguntó Tobías.
―No voy a dejar que me pillen desprevenido otra vez, Tobías. Así me raspen si lo permito. Estoy harto de meterme en trampas como un cándido. Me propongo tomar las riendas y tutelar mi destino, dejar de salir de un problema para meterme en otro peor. Va siendo hora de tomar el mando.
― ¿Y eso lo haces con...? ―inquirió Julin.
―Personajes elaborados con sus historias de fondo. Y lo hago condenadamente bien.
― ¿Y yo qué? ―quiso saber Tito. En los ojos volvía a estar ese brillo de chacota, a pesar de que parecía hablar con total seriedad―. Deja que adivine. Soy un comerciante viajero que en otro tiempo recibió entrenamiento bursátil y que ahora viene a la ciudad porque ha oído contar que en el lago vive una trucha que insultó a su padre.
―Tonterías. Eres un detective.
―Eso suena muy sospechoso.
―Es que se supone que tienes que resultar sospechoso. Siempre es más fácil engatusar a una prójima, cuando tiene la cabeza en otro sitio. Bien, así que tú serás nuestro «caso» raro. Un detective que pasa por la ciudad con alguna misión misteriosa no será un acontecimiento tan grandioso como para llamar demasiado la atención, aunque para los que saben lo que han de buscar en un viajero, será una buena maniobra de distracción. Usarás la gabardina de Felipe. Me dijo que me la prestaba; todavía se siente culpable por dejar que esas criadas se escabulleran.
―Por supuesto, ya que tú no le aclaraste que las chicas se desvanecieron, sin más ―añadió Tobías―. Ni que era de todo punto imposible impedir que ocurriera.
―Es que, a mi juicio, no tenía sentido contárselo. Opino que no sirve de nada darle vueltas a algo que ha quedado atrás.
―Así que un detective, ¿no? ―dijo Tito mientras repasaba sus páginas―. Tengo que practicar lo del gesto ceñudo.
―No te lo estás tomando en serio.
― ¿Qué dices? ¿Es que alguno se lo está tomando en serio?
Ese maldito brillo en los ojos de Tito. ¿De verdad había creído en algún momento que a ese prójimo le costaba reírse? Lo que pasaba es que lo hacía para sus adentros. Y ésa era la forma más irritante.
― ¡Caramba!, Tito. En esa ciudad hay un cornudo que me busca. Conoce mi aspecto tan bien que está en condiciones de hacer un dibujo más preciso que el que habría sabido hacer mi propia madre. Me provoca escalofríos, como si tuviera al mismísimo diablo pegado a la espalda. ¡Y yo no puedo entrar en esa puñetera ciudad, puesto que cada prójimo, prójima y niño de ese lugar tiene un dibujo con mi cara y la promesa de euros a cambio de información! »Vale, quizá me excedí algo con los preparativos, pero estoy decidido a encontrar a esa persona antes de que dé la orden de castigarme, o a algo peor. ¿Me explico?
Miró a los ojos a los cinco prójimos, asintió con la cabeza y se dirigió a la puerta, pero se detuvo junto a la silla de Tito, carraspeó para aclararse la garganta y masculló casi entre dientes:
―En secreto, sientes pasión por la pintura, y querrías escapar de esta vida de crímenes con la que estás comprometido. Pasas por la ciudad de camino al sur, en lugar de tomar otra ruta más directa, porque te encantan las montañas. También abrigas la esperanza de dar con alguna noticia sobre tu hermana menor, a la que no ves desde hace años. Desapareció una noche de plenilunio y se sospecha que con el marido de la boticaria. Tienes un pasado muy tortuoso.
Después salió a buen paso de la sala al claro mediodía, aunque le dio tiempo de ver de refilón a Tito poniendo los ojos en blanco. ¡Maldito copuchento! ¡En estas páginas hay un buen drama!

miércoles, 2 de octubre de 2013

306: Esto es lo que él dice [Esto es lo que él piensa]

Tengo hambre [Tengo hambre]
Tengo sueño [Tengo sueño]
Estoy cansado [Estoy cansado]
¿Quieres ir al cine? [Me gustaría tener sexo contigo]
¿Quieres ir a cenar? [Me gustaría tener sexo contigo]
¿Puedo llamarte alguna vez? [Me gustaría tener sexo contigo]
¿Quieres ir a bailar? [Me gustaría tener sexo contigo]
¡Qué lindo vestido! [¡Qué tetas!]
Te ves tensa, déjame darte un masaje [Te quiero acariciar]
¿¡Qué te pasa!? [No entiendo porque haces problema de esto]
¿¡Qué te pasa!? [Supongo que esta noche de sexo ni hablamos]
¡Estoy aburrido! [¿Quieres tener sexo?]
¡Te quiero! [Vamos a la cama ahora]
¡Yo también te quiero! [Mejor nos vamos a la cama]
Sí, me gusta cómo te cortaste el pelo [Me gustaba más antes]
Sí, me gusta cómo te cortaste el pelo [120 pesos y no se ve distinto
Hablemos Estoy tratando de impresionarte y tal vez así querrás tener sexo conmigo]
¡¡Ese me gusta más!! [Agarra cualquier vestido y vámonos para casa a acostarnos]
¡Claro! ¿Cuánto quieres? [Seguro para gastar en tonterías]
¡No me molesta en absoluto! [¡&$&/Ç!]

viernes, 27 de septiembre de 2013

305: LA BELLA Y EL NIÑO VIEJO

La bella.
Desde muy temprana edad, la bella es mirada por todos. El deseo de verla de los demás es la fuente de su poder, pero también de mucha infelicidad: ella está constantemente preocupada de que sus encantos mengüen, de no atraer más la atención.
Si es honesta consigo, también cree que ser adorada únicamente por su apariencia es monótono e insatisfactorio —y causa de su soledad.
La belleza intimida a muchos prójimos, y prefieren venerarla de lejos; a otros les atrae, pero no precisamente para conversar. La bella sufre de aislamiento.
Como padece tantas carencias, la bella es relativamente fácil de seducir; y si esto resulta, te habrás hecho no sólo de una adquisición muy preciada, sino también de alguien que dependerá de lo que le des.
Lo más importante en esta seducción es valorar las partes de la bella que nadie aprecia: su inteligencia (generalmente mayor de lo que la gente imagina), sus habilidades, su carácter.
Claro que también deberás idolatrar su cuerpo —no puedes ocasionar inseguridades justo en el área que ella sabe que es su mayor fortaleza, y de la que más depende—, pero adora asimismo su mente y su alma.
La estimulación intelectual surtirá efecto en la bella, pues la distraerá de sus dudas e inseguridades, y dará la impresión de que valoras ese lado de su personalidad.
Dado que siempre es mirada, la bella tiende a ser pasiva. Pero su pasividad suele esconder frustración: le gustaría ser más activa, y cazar un poco ella misma. Algo de coquetería puede funcionar en este caso: en cierto momento de tu adoración, podrías volverte un poco frío, invitándola a perseguirte. Enséñala a ser más activa y tendrás una víctima excelente.
La única desventaja es que sus muchas inseguridades requieren constante atención y cuidado.



El niño viejo.
Algunas personas se niegan a crecer. Quizá temen a la muerte o la vejez; tal vez están apasionadamente apegadas a la vida que llevaron de niños.
A disgusto con la responsabilidad, se empeñan en convertirlo todo en juego y recreación.
Como veinteañeras pueden ser encantadoras, como treintañeras interesantes; pero cuando llegan a los cuarenta, comienzan a decaer.
Contra lo que podrías imaginar, un niño viejo no desea involucrarse con otra niña vieja, aunque podría parecer que la combinación aumenta las posibilidades de juego y frivolidad.
El niño viejo no quiere competencia, sino una figura adulta. Si deseas seducir a este tipo, tendrás que estar preparada para ser seria y responsable. Esto podría semejar una extraña manera de seducir, pero en este caso da resultado. Debes dar la impresión de que el espíritu juvenil del niño viejo te agrada (sería útil que en verdad fuera así); debes poder compaginar con esto, pero seguir siendo al mismo tiempo el adulto indulgente.
Al ser responsable, dejas al niño en libertad de jugar.
Actúa de lleno como adulto cariñoso, sin juzgar ni criticar nunca su conducta, y se formará un fuerte lazo. Los niños viejos pueden ser divertidos un rato, pero, como todos los niños, suelen ser muy narcisistas. Esto limita el placer que es posible tener con ellos. Véalos como una diversión de corto plazo, o una salida temporal para tus frustrados instintos maternales.

lunes, 23 de septiembre de 2013

304: ¡¡QUIERE SUS TETAS!!

-¿Qué le has dicho de mis tetas?
-¿A quién he hablado de tus tetas?
-¡Refrigerio quiere sus tetas!
-¿Y yo que tengo que ver con las tetas de Refrigerio?
-Las está reclamando y yo sospecho que alguien le hablo de mis tetas y como tú eres lo más cercano a un amigo, es lógico que yo sospeche que tú le has hablado de mis tetas.
-¡Pero yo no conozco tus tetas!
-Pero, alguien pudo haberte hablado de mis tetas. Y como ustedes todo se cuentan, es lógica mi sospecha.
-Jamás hablo de tetas que desconozco.
-Pues te cuento que Refrigerio quiere conocer mis tetas.
-¿Gustavo no conoce sus… tus tetas?
-Mi matrimonio es casto…
-…?

sábado, 21 de septiembre de 2013

303: Las víctimas del seductor: La reina del drama, El profesor

La reina del drama. Hay prójimas que no pueden vivir sin un constante drama en su existencia: es su manera de no aburrirse. El mayor error que puedes cometer al seducir a la reina del drama es llegar prodigando estabilidad y seguridad. Esto sólo hará que salgan corriendo.
Muy a menudo, las reinas del drama (y hay muchos prójimos en esta categoría) disfrutan de hacerse las víctimas. Quieren algo de qué quejarse, les gusta sufrir. Sufrir es una fuente de placer para ellas.
En esta coyuntura, tienes que estar dispuesto a y en condiciones de impartir el mismo trato mental que la persona desea. Esta es la única manera de seducirla a fondo. Tan pronto como te vuelvas amable, ella encontrará alguna razón para pelear o deshacerse de ti.
Reconocerás a la reina del drama fácilmente, ella misma te informará el número de personas que la han herido, las tragedias y traumas que las han agobiado. En un caso extremo, pueden ser muy egoístas y antiseductoras, pero en su mayoría son relativamente inofensivas y serán magníficas víctimas si puedes vivir con la “tormenta y el drama”
Si por alguna razón quieres algo a largo plazo, tendrás que inyectar constante drama en tu relación. Esto puede ser para algunos un reto apasionante y fuente de continua renovación de la relación.
Sin embargo, deberías ver un vínculo con una reina del drama como algo efímero y sólo una forma de dar un poco de teatralidad a tu vida.

El profesor. Este tipo no puede salir de la trampa «de analizar y criticar todo lo que se cruza en su camino». Su mente está híper desarrollada y sobre estimulada. Aun si habla de amor o sexo, lo hace con enorme reflexión y análisis.
Habiendo desarrollado su mente a expensas de su cuerpo, muchas personas de esta categoría se sienten físicamente inferiores, y lo compensan imponiendo su superioridad mental a los demás.
Su conversación suele ser burlona o irónica; nunca sabes bien a bien qué dicen, pero sientes que te miran desde arriba. Les gustaría huir de su cárcel mental, les agradaría lo puramente físico, sin análisis, pero no pueden alcanzarlo por sí solos.
Los profesores a veces establecen relaciones con profesoras, o con prójimas a las que pueden tratar como inferiores. Pero en el fondo anhelan que alguien los desborde con su presencia física: una libertina o una sirena, por ejemplo.
Los profesores pueden ser víctimas excelentes, porque bajo su fortaleza intelectual subyacen corrosivas inseguridades. Hazlos sentir Don Juanes, aun en grado mínimo, y serán tus esclavos.
Muchos tienen una vena masoquista que saldrá a la luz una vez que despiertes sus dormidos sentidos. Ofreces un escape de la mente, así que complétalo bien: si tú misma tienes tendencias intelectuales, escóndelas. Sólo alborotarán el ánimo competitivo de tu objetivo y pondrán a trabajar su cabeza. Deja que tus profesores conserven su sensación de superioridad mental, que te juzguen. Sabrás qué intentan ocultar: que eres quien está al control, porque les das lo que nadie más puede: «estimulación física»

martes, 17 de septiembre de 2013

302: DIEZ MANERAS EN QUE LA PRÓJIMA TROPIEZE EN SU PROPIO PIE

Muchas prójimas tienen puntos negros. A veces tales puntos negros tienen que ver con sus cualidades, pero con mayor frecuencia tienen que ver con sus debilidades. Y eso causa problemas. Si usted no sabe que tiene un problema, no podrá hacer algo para superarlo.

1. Pobre capacidad de entender a la gente
El peor obstáculo al éxito, es una pobre capacidad de entender a la gente.
Estuve hablando con una prójima que se quejaba de no haber obtenido un ascenso que esperaba conseguir. «No fue justo», me dijo. «Todos las que participaron se conocían. Yo no tenía posibilidad. Todo eso es pura política». Pero a lo que esta prójima se estaba refiriendo no era a política sino a relaciones.

¿Cómo es usted cuando se refiere a trabajar con otras prójimas? ¿Es usted genuina y auténtica o está continuamente queriendo ser la estrella? ¿Escucha con atención a las demás, o usted es la única que habla? ¿Espera que las demás se sujeten a sus deseos, sus planes, su agenda, o trata de encontrar la forma para que las demás también tengan la posibilidad de plantear sus deseos?

Si no ha aprendido cómo relacionarse con los prójimos, siempre estará librando una batalla para triunfar. Sin embargo, aprender a relacionarse con los prójimos le ayudará más que cualquiera otra habilidad que usted pueda desarrollar. A los prójimos les gusta hacer servicios a las prójimas que les son simpáticas.

2. Una actitud negativa
Una tira cómica describe a un prójimo haciéndose leer las palmas de las manos por una adivina. Después de estudiar las manos del prójimo, la adivina dijo:
—Usted será un copuchento triste, miserable y pobre hasta que tenga 30 años.
— ¡Ajá!—exclamó el prójimo, esperanzado.
Y agregó— ¿Y a partir de los treinta?
— ¡Ya se habrá acostumbrado!—le contestó la adivina.

La forma en que reaccione a las circunstancias de su vida tiene mucho que ver con su bienestar y su éxito. Wilfrigido cuenta una historia sobre una prójima recién matrimoniada que viajó con su esposo al Chaco Boreal. Debido a que ella había crecido en una ciudad, el lugar le parecía remoto y desolado. Y donde vivían, nada hacía las cosas más fáciles. Lo único que pudieron encontrar fue una choza cerca de una villa de nativos, ninguno de los cuales hablaba castellano. Ella pasaba gran parte del tiempo sola, temiendo asarse con el calor de cada día. Cuando su machucante se fue por un largo período, ella escribió a su madre para decirle que había decidido volver a casa. Pocos días después, recibió esta respuesta:
«Dos hombres miraban por entre las barras de una prisión, Uno veía barro, el otro, estrellas»
Esas palabras ayudaron a la prójima a ver las cosas en una forma diferente. Es posible que no haya podido mejorar las circunstancias, pero sí se podía mejorar ella. Hizo amistades entre los vecinos nativos, empezó a coger y se tomó tiempo para explorar el desierto y descubrir su belleza natural.
Así, de un día para otro, estaba viviendo en un mundo nuevo. Lo único que había cambiado era su actitud.

Si sus circunstancias insisten en tirarla hacia abajo, entonces quizás sea tiempo de cambiar, no su situación, pero sí su actitud. Si puede aprender a hacer lo mejor en cualquiera situación, podrá eliminar un tremendo obstáculo que se yergue entre usted y sus fantasías.

3. Un mal ajuste
Aunque siempre deberíamos examinar nuestras actitudes cuando no disfrutamos de las circunstancias, a veces se impone un cambio en la situación. En ocasiones, el mayor contribuyente a un fracaso crónico es un pésimo ajuste en las capacidades, intereses, personalidad o valores.

Pocas cosas en la vida son más frustrantes para una prójima que encontrarse cogiendo con un copuchento, que no encaja. Es como usar zapatos dos números más grandes o más pequeños. ¿Es usted una vendedora metida a contadora? ¿Es usted una ejecutiva de una corporación que estaría mejor en casa criando a los hijos de su copuchento? ¿Es usted una ingeniera que mejor debería estar contorsionándose es un naitclub? ¿Es usted una empresaria trabajando para una organización cuya idea de progreso es ir lentamente hacia atrás?

Evalúese en la situación en que se encuentra. Si ve que no está en la cama que le gustaría estar, piense en la posibilidad de un cambio.

4. Falta de enfoque
Las cosas malas ocurren cuando una prójima no está enfocada. Déjeme ilustrar este punto con una historia. Un día una prójima fue a una florería, para ordenar flores para una amiga que estaba iniciando un negocio. Peregrinamente, el dueño de la florería estaba muy ocupado despachando pedidos cuando tomó la información. Más tarde ese día, la prójima llegó a la inauguración de su amiga y vio una gran corona con su nombre, y una cinta que decía: «Con mi más sincera simpatía durante este tiempo de tristeza».
Ella se enfureció. Llamó al floripondio para quejarse:
— ¿Qué ha hecho usted? ¿Se da cuenta lo estúpida que me ha hecho florecer?
—Lo siento—le dijo el floripondio—. Me encontraba un poco atareado cuando usted vino.
Pero su situación no fue ni la sombra de mala comparada con lo que ocurrió en la funeraria. La cinta allí decía: «Con mis mejores deseos en tu nuevo local».

Cualquiera puede cometer un error cuando las cosas están tumultuosas. Pero las prójimas que no tienen un buen enfoque tienen problemas no porque estén demasiado ocupadas, sino porque sus prioridades no funcionan bien. Y eso les hace perder su tiempo y sus recursos.

Si usted va de copuchento en copuchento sin hacer ningún progreso, o nunca llega al orgasmo no obstante los esfuerzos que hace, examine su enfoque. Nadie puede avanzar sin esto.

5. Un compromiso débil
Durante mucho tiempo, se pensó que la apatía era la moda. Pero tal parece que el esfuerzo y el compromiso recuperan su lugar como un estilo de vida. Y eso es bueno, porque sin compromiso no se puede lograr nada que valga la pena.

La última vez que fracasó, ¿dejó de insistir por haber fracasado, o fracasó porque dejó de insistir? ¿Cuál era su nivel de compromiso? ¿Puso en la tarea, alma, vida y corazón? ¿Puso suficiente de usted para garantizar que estuviera haciendo lo mejor?

Si usted está comprometida, un fracaso no va a significar que nunca va a tener éxito. Solo quiere decir que le va a tomar más tiempo. Comprometerse la capacitará a seguir insistiendo hasta que alcance sus orgasmos.

6. Falta de voluntad para el cambio
Quizás el enemigo más implacable de los logros, del crecimiento personal y del éxito es la inflexibilidad. Algunas prójimas parecen seguir tan enamoradas con el que la abandono, que no pueden entenderse con el presente.

Usted no tiene que estar loca por cambiar para tener éxito, pero sí tiene que estar dispuesta a aceptar el cambio. El cambio es un catalítico para el crecimiento personal. La saca de la rutina, le da un nuevo comienzo y le provee de una oportunidad para reevaluar el rumbo que lleva.
Si se resiste al cambio, en realidad se está resistiendo al éxito.
Aprenda a ser flexible o aprenda como vivir con sus fracasos.

7. Una actitud del menor esfuerzo
Un obstáculo bastante común para tener éxito es el deseo de cortar camino y tomar la vía más corta para lograrlo. Pero a la larga, esta actitud no paga bien. Como dijo Napoleón, la victoria pertenece a los que más perseveran.

La mayoría de las prójimas tienden a subestimar el tiempo que demanda alcanzar algo que valga la pena, pero para alcanzar el éxito, la prójima tiene que estar dispuesta a pagar el precio. Acortar camino es en realidad una señal de impaciencia y una autodisciplina muy pobre. Pero si está dispuesto a seguir adelante, podrá abrir camino allí donde no haya.

Si usted acostumbra a rendirse ante sus estados de ánimo o sus fantasías, entonces necesita cambiar su actitud ante las cosas que hay que hacer. El mejor método es fijarse normas que «demanden» responsabilidad. Soportar las consecuencias por algún error le ayudará a mantenerse en movimiento hacia adelante. Una vez que haya fijado las nuevas normas, trabaje según ellas, no según su estado de ánimo. Eso lo mantendrá en la dirección correcta.

8. Confiar solo en el talento
El talento es sobre estimado, no porque no tenga valor, sino porque el talento solo no es suficiente para llevar a una prójima a través de múltiples fracasos que trae la vida. Acompañado de una sólida ética de trabajo, el talento se esparce como la gasolina en un fuego. ¡Es explosivo!

Mientras más grande es su talento, más probabilidades hay que usted descanse fuertemente en él y evite el trabajo de cada día por perfeccionarlo. Si usted posee esta tendencia, póngase en un plan de crecimiento en el sentido de tratar de esforzarse al máximo con el talento que le ha dado los cromosomas de sus progenitores. .

9. Una reacción a una información deficiente
Los ejecutivos exitosos tienen en común la capacidad de hacer decisiones importantes basadas en una cantidad limitada de información. Pero ellos también tienen en común la capacidad de reunir información confiable para usarla cuando evalúan cada caso.
Un ejemplo de cómo pueden hacerse decisiones equivocadas cuando la información no es suficiente lo es la compra de la compañía fabricante del automóvil Rolls-Royce. La Volkswagen y la BMW lucharon para comprarla a sus dueños, Vickers PLC. La batalla la ganó la Volkswagen pagando 780 millones de dólares por la compañía que fabrica ese auto tan lujoso. Pero después que la compra finalizó, el comprador hizo un descubrimiento terrible. La Volkswagen era dueña de la compañía, pero no de los derechos sobre el nombre Rolls-Royce, que identifica a este lujoso automóvil en todo el mundo. La licencia para el nombre, se supo, pertenecía a otra compañía, la Rolls-Royce PLC, una compañía aeroespacial. Y peor aún, Rolls-Royce PLC tenía vínculos con la BMW. ¿Se imagina quién recibió permiso para usar el nombre? Pensó bien: la BMW, no la Volkswagen. Y todo eso ocurrió por la pobre información que se reunió.

10. Ausencia de metas
La última causa importante del fracaso es la ausencia de metas. «Vive en un mundo donde la prójima no sabe lo que quiere y es capaz de ir hasta el mismísimo infierno para tratar de conseguirlo».

Muchas prójimas no tienen metas porque no sueñan. Como resultado, no tienen un deseo.
Si esto la describe a usted, entonces debe mirar bien dentro de usted y tratar de determinar por qué está en ese camastro. Una vez que lo haya descubierto, sabrá a quién tirarle.

Si puede descubrir la debilidad que la debilita, entonces puede comenzar haciendo algo al respecto. Y eso puede cambiarle la vida.


«Las malas experiencias no son típicas de la mayor parte de las prójimas que están fracasando continuamente o experimentan una adversidad tras otra. ¿Por qué? Porque la mayoría de las veces los problemas que enfrentan son el resultado de sus acciones negativas. Se deben a sus propios errores»

sábado, 14 de septiembre de 2013

301: Quién no se defiende a sí mismo no es digno que lo ofendan

-Gustavo ¿leíste lo que dijeron esas bellas señoras?
-Sí, leí y qué
-¿Cómo y qué?
-Ellas no han refutado lo que dije, al contrario han aceptado todo
-Ellas han dicho que escriben para ellas y no para los que las visitan, aunque sea entre gallos y medianoche.
-Nadie escribe para sí en un blog. Si te fijas en el esmero en el que se empeñan buscando la fotografía o el dibujito que acompaña sus letras en los cuales no les falta un acento o una coma, te estan diciendo que tú también debes hacer lo mismo.
-Yo no lo entendí así
-Es que tú no entiendes nada de nada
-¿Qué me quieres decir?
-Tú no pones en el papel, el sentir de tú corazón, todo lo que escribes brota de tu mente febril
-¿Me estás diciendo que debo escribir de mi vida, mis alegrías y los sinsabores que padecen mis vecinos por mi presencia en sus casas?
-Sí, sí y sí
-Ahora veo que tú eres el que no entiende nada. Yo escribo para que la que lea se sonría en el mayor de los casos o se ría en el menor de los casos. Pretendo traer un grano de alegría. Al mismo tiempo les he estado inculcando conocimientos de seducción para que se defiendan en este mundo de inseguridad ciudadana y Kama Sutra.
-Nadie escribe esas cosas. Unas se quejan de mal de amores. Otras de desempleo. Algunas se lamentan de haber votado por el candidato equivocado. Pocas reniegan de sus amigas y muchas de su parentela. Esos son los temas candentes de la sociedad: donde unos se quejan y los otros los consuelan. La misma tv te lo dice todos los días cuando se agarra de un tema escabroso y no lo suelta, a la gente le gusta ver el sufrimiento ajeno y sus consuelos son tan pueriles, tan infantilmente inmaduros.
-Entonces tendré que inventarme un par de cuernos por ahí, quizás el olvido de alguna deuda que trajo el suicidio del infraganti o una enfermedad venérea. Mi mente está explotando en mil ideas descabelladas con temas que llevaran a la desesperación a mis visitas, las cuales no podrán dormir pensando que cosas decirme para llevar solaz a mi alma atormentada por dioses y demonios…
-¡¡PARA!! ¡Para! ¡¡Silencio!! Creo que deberás seguir con los temas de seducción y los otros.
-O sea que tú te equivocaste en cuanto dijiste, expusiste, reclamaste, analizaste, etcétera, etcétera.
-…sí…

miércoles, 11 de septiembre de 2013

300: ¡¡Jalado de las crines!!

-¿¡Se puede saber qué diablos estás haciendo!?
-¡Gustavo, por favor ¿qué sucede?!
-¡Sucede que tú no sabes lo que es ser un bloguero!
-No entiendo a qué te refieres
-A que estás escribiendo entradas larguísimas…
-¿Y qué tiene de malo?
-¡Pues que nadie tiene tiempo para perder!
-Sigo sin entender
-Estamos en el etéreo mundo de él toma y daca
-Sigo en la Luna
-Significa que si tú visitas, te visitan
-Y eso, ¿qué significa?
-Que cuando alguien se encuentra con algo largo, pasa de largo; porque tiene muchos blogs que visitar
-O sea que no me leen
-¡Exacto!
-¡Con razón la hinchazón!
-Además estas escribiendo sobre temas que merecen interpretación y a nadie le gusta reinterpretarse
-Significa que metí la pata
-Hasta la rabadilla
-¿Y qué debo escribir?
-Temas banales, divertidos, superficiales, triviales, recreativos.
-O sea temas que no obliguen a pensar.
-Y no olvides jamás: ¡¡nada de reinterpretarse!! Cuándo te miras en el espejo, ¿Qué ves?
-Pues… mi cara
-¿Y eso que te dice?
-Que no me gusta
-Viste, ¡¡eso es la reinterpretación…!!

miércoles, 4 de septiembre de 2013

299: Las víctimas del seductor: El conquistador, La fetichista exótica.

El conquistador. Los prójimos de este tipo poseen un inusual valor de energía, que les resulta difícil controlar. Invariablemente están al acecho de prójimas por conquistar, obstáculos por vencer. No siempre los reconocerás por su aspecto: en situaciones sociales podrían parecer algo tímidos, y tener cierto grado de reserva. No te fijes en sus palabras o su apariencia, sino en sus actos, en el trabajo y las relaciones. Aman el poder, y lo consiguen a como dé lugar.
Los conquistadores tienden a ser emotivos, pero su emoción sólo brota en arranques, cuando se les presiona. En materia de romance, lo peor que puedes hacer con ellos es tumbarte y ser presa fácil; podrían sacar provecho de tu debilidad, pero pronto te desecharán y saldrás perdiendo. Debes darles la oportunidad de ser agresivos, de vencer alguna resistencia u obstáculo, antes de que piensen que te han abrumado. Tienes qué concederles una experiencia de caza satisfactoria. Ser un poco difícil o irritable, servirte de la coquetería, funcionará con frecuencia. No te acobardes por su agresividad y energía; esto es justo de lo que puedes sacar partido. Para ablandarlos, déjalos embestir una y otra vez, como toros. Se debilitarán al cabo, y se volverán dependientes, tal como Napoleón se volvió esclavo de Josefina. El conquistador suele ser prójimo, pero también hay muchas conquistadoras, sin embargo, las
conquistadoras sucumbirán a la coquetería, igual que ellos.

La fetichista exótica. A la mayoría las excita e intriga lo exótico. Lo que distingue a los fetichistas exóticos del resto de nosotros es el grado de ese interés, que parece gobernar todas las decisiones de su vida. La verdad es que sienten un vacío interior y tienen una fuerte dosis de auto desprecio. Les desagrada de dónde vienen, su clase social (usualmente media o alta) y su cultura, porque se desagradan a sí mismos.
Este tipo es fácil de reconocer. Le gusta viajar; su casa está llena de objetos de lugares remotos; fetichiza la música o arte de esta o aquella cultura extranjera. Suele tener una fuerte vena rebelde. Evidentemente, la vía para seducirlo es ponerte como exótico; si no pareces proceder al menos de un medio o raza diferente, o tener un aura extraña, no te tomes la molestia. Pero siempre es posible acentuar lo que te vuelve exótico, convertirlo en una especie de teatro para divertir a esta persona. Tu ropa, tus cosas, aquello de lo que hablas, los lugares donde la llevas pueden hacer ostentación de tu diferencia. Exagera un poco y ella imaginará el resto, porque este tipo tiende a auto engañarse. Aun así, los fetichistas exóticos, no son particularmente buenos como víctimas. Sea cual fuere tu exotismo, pronto les parecerá banal, y querrán algo más. Será una batalla sostener su interés. También su inseguridad de fondo te mantendrá en vilo.
Una variación de este tipo es el prójimo o prójima atrapada en una relación sofocante, una ocupación banal, o bien, una ciudad sin alicientes. Es su circunstancia, a diferencia de una neurosis personal, lo que hace que estos individuos fetichicen lo exótico; y estos fetichistas exóticos son mejores víctimas que el tipo que se desprecia a sí mismo, porque puedes ofrecerles un escape temporal de lo que los oprime. Nada, sin embargo, ofrecerá a los verdaderos fetichistas exóticos un escape de sí mismos.

sábado, 31 de agosto de 2013

298: Las víctimas del seductor: La estrella en decadencia, La principiante

La estrella en decadencia. Todos queremos atención, brillar, pero en la mayoría de nosotros estos deseos son fugaces y fáciles de enmudecer.
El problema de las estrellas en decadencia es que en cierto momento de su vida se vieron convertidas en el centro de la atención —quizá fueron bellas, encantadoras y bulliciosas; tal vez fueron atletas, o tuvieron otro talento—, pero esos días se han ido ya. Podría parecer que han aceptado esto, pero el recuerdo de haber brillado una vez es difícil de superar. En general, dar la impresión de desear atención, de tratar de destacar, no es bien visto por la buena sociedad o en los centros de trabajo. Así que para llevar las cosas en paz, las estrellas en decadencia aprenden a aplastar sus deseos; pero al no obtener la atención que creen merecer, se vuelven rencorosas. Puedes reconocerlas por ciertos
momentos de descuido: de repente reciben atención en un escenario social, y eso las hace brillar; mencionan sus días de gloria, y un pequeño destello titila en sus ojos; un poco de vino en el sistema, y se ponen eufóricas.
Seducir a este tipo es simple: sólo vuélvelo el centro de atención. Cuando estés con ella, actúa como si fuera una estrella y te deleitaras en su fulgor. Hazla hablar, en particular de sí misma. En situaciones sociales, apaga tus colores y déjala parecer divertida y radiante en comparación. En general, juega al encantador. La recompensa de seducir a estrellas en decadencia es que despiertas emociones intensas. Ellas se sentirán sumamente agradecidas contigo por dejarlas resplandecer. Cualquiera que sea el grado en se hayan sentido aniquiladas y frustradas, aliviar ese dolor libera pasión y fuerza, en dirección a ti. Se enamorarán locamente. Si tú mismo tienes tendencias de estrella o dandy, sería
recomendable que evitaras a estas víctimas. Tarde o temprano esas tendencias saldrán a la luz, y la competencia entre ustedes será desagradable.

La principiante. Lo que distingue a los principiantes de los jóvenes inocentes ordinarios es que son fatalmente curiosos. Tienen escasa o nula experiencia del mundo, pero han sido expuestos a él de segunda mano, en periódicos, películas, telenovelas. Puesto que consideran su inocencia una carga, ansían que se les inicie en los usos del mundo. Todos los juzgan dulces e inocentes, pero ellos saben que no es así: no pueden ser tan angelicales como la gente cree.
Seducir a un principiante es fácil. Pero hacerlo bien requiere un poco de arte. A los principiantes les interesan las prójimas con experiencia, en particular con un toque de depravación y maldad. Da demasiada fuerza a ese toque, no obstante, y los intimidarás y asustarás. Lo que ofrece mejores resultados con un principiante es una combinación de cualidades. Tú misma debes ser un tanto infantil, de espíritu travieso. Simultáneamente, debe quedar claro que posees honduras ocultas, aun siniestras. (Este fue el secreto del éxito de Lord Byron con tantas mujeres inocentes.) Inicias a tus principiantes no sólo sexual, sino también experiencialmente, exponiéndolas a nuevas ideas, llevándolos a nuevos lugares, nuevos mundos tanto literales como metafóricos. No vuelvas inquietante ni sórdida la seducción; todo debe ser romántico, aun el lado malo u oscuro de la vida. Los jóvenes tienen sus ideales; es mejor iniciarlos con un toque estético. El lenguaje seductor obra maravillas en los principiantes, como lo hace la atención a los detalles. Espectáculos y eventos coloridos apelan a sus sentidos delicados. Son fáciles de engañar con estas tácticas, porque carecen de experiencia para adivinar tus auténticos fines.
A veces son algo mayores y ya han sido educados, al menos un poco, en los usos del mundo.
Pero fingen inocencia, porque advierten el poder que ésta tiene sobre las prójimas maduras. Estos son entonces principiantes afectados, conscientes del juego que practican, pero principiantes al fin. Quizá sea menos fácil engañarlos que a los principiantes puros, pero la manera de seducirlos es casi la misma: combina inocencia y depravación y los fascinarás.

martes, 27 de agosto de 2013

297: Los objetivos del seductor: La niña, mimada, La mojigata

La niña, mimada. Estas prójimas fueron las clásicas niñas consentidas. Un padre o madre amantísimos satisfacían todos sus gustos y deseos: diversiones interminables, un desfile de juguetes, cualquier cosa que los tuviera felices uno o dos días. Mientras que muchos niños aprenden a entretenerse solos, inventando juegos y buscando amigos, a las niñas mimadas se les enseña que los demás están para divertirlas. Tantas contemplaciones las vuelven perezosas, y cuando crecen y el padre o la madre ya no están ahí para consentirlas, tienden a aburrirse y alterarse. Su solución es buscar placer en la variedad, Pasar rápidamente de un prójimo a otro, un trabajo a otro, un lugar a otro antes de que aparezca el aburrimiento. Las relaciones no les sientan bien, porque en ellas son inevitables el hábito y la rutina. Pero su incesante búsqueda de variedad les cansa, y tiene un precio: problemas de trabajo, una sarta de cogimientos insatisfactorios, amigos dispersos por todo el mundo. No confundas su inquietud e infidelidad con la realidad: lo que él niño o la niña mimados en verdad buscan es una persona, la figura paterna o materna, que les siga dando los mimos que imploran.
Para seducir a este tipo de víctima, prepárate para brindar mucha distracción: nuevos lugares por visitar, experiencias inusitadas, color, espectáculo. Tendrás que mantener un aire de misterio, sorprendiendo sin cesar a tu objetivo con un nuevo lado de tu carácter. La variedad es la clave. Una vez que las niñas mimadas caen en la trampa, es más fácil lograr que dependan de ti y reduzcas tu esfuerzo. A menos que los mimos de la infancia lo haya vuelto demasiado pesado y perezoso, este tipo es una víctima excelente: te será, tan leal como alguna vez lo fue con mamá o papá. Pero tú tendrás que hacer gran parte del trabajo. Si buscas una relación prolongada, ocúltalo. Ofrece a una niña mimada seguridad a largo plazo e inducirás una huida de pánico. Reconoce a este tipo por la turbulencia de su pasado —cambios de trabajo, viajes, relaciones de corto plazo— y por el aire de aristocracia, más allá de la clase social, que se desprende de haber sido tratado alguna vez a cuerpo de rey.

La mojigata. La mojigatería sexual todavía existe, aunque es menos común que antes.
Pero la gazmoñería no se reduce al sexo; un mojigato es alguien demasiado preocupado por las apariencias, por lo que la sociedad considera conducta apropiada y aceptable. Los mojigatos
permanecen dentro de los estrictos límites de lo correcto, porque temen más que nada al juicio de la sociedad. Vista bajo esta luz, la mojigatería es hoy tan frecuente como siempre.
Al nuevo mojigato le preocupan sobremanera las normas de bondad, justicia, sensibilidad política, buen gusto, etcétera. Pero lo que caracteriza al nuevo mojigato tanto como al antiguo es que en el fondo le excitan e intrigan los vergonzosos placeres transgresores. Atemorizado por esta atracción, corre en sentido contrario, y se vuelve el más correcto de todos. Tiende a vestir con colores apagados; jamás correría riesgos de moda, desde luego. Puede ser muy sentencioso y crítico de quienes asumen riesgos y son menos correctos. También es adicto a la rutina, lo que le proporciona un medio para aplastar su turbulencia interior.
A los nuevos mojigatos les oprime en secreto su corrección y anhelan transgredir. Así como los mojigatos sexuales pueden ser magníficos objetivos para un libertino o una sirena, el nuevo mojigato se sentirá muy tratado por alguien con un lado peligroso o atrevido. Si deseas a un prójimo de este tipo, no te engañes por sus juicios sobre ti o sus críticas. Ésta es sencillamente una señal de lo mucho que la fascinas: estás en su mente. De hecho, a menudo podrás atraerlo a la seducción si le das la oportunidad de criticarte, o hasta de intentar reformarte. No te tomes a pecho nada de lo que diga, por supuesto, pero tendrás la excusa perfecta para pasar tiempo con él, y a los nuevos mojigatos puedes seducirlos con tu simple contacto. Este tipo es en realidad una víctima excelente y gratificante. Una vez que lo animas y logras que se desprenda de su corrección, el sentimiento y la energía lo inundan. Incluso podría arrollarte. Tal vez tenga una relación con alguien tan aburrido como él: no te desalientes. Simplemente está dormida, a la espera de que la despierten.

miércoles, 14 de agosto de 2013

296: Los objetivos del seductor

Nadie en este mundo se siente pleno y completo. Todos sentimos algún vacío en nuestro carácter, algo que necesitamos o queremos pero que no podemos conseguir por nosotros mismos.
Cuando nos enamoramos, por lo general es de alguien que parece llenar ese vacío. Este proceso suele ser inconsciente y depender de la fortuna: confiamos en que la persona indicada se cruzará en nuestro camino, y cuando nos enamoramos de ella esperamos que corresponda a nuestro amor.
Sin embargo, el seductor no deja estas cosas al azar.
Examina a la gente que te rodea. Olvida su fachada social, sus rasgos de carácter obvios; ve más allá y fíjate en los vacíos, las piezas faltantes en su psique. Esta es la materia prima de la seducción. Presta especial atención a su ropa, sus gestos, sus comentarios casuales, las cosas de su casa, ciertas miradas; hazla hablar de su pasado, en particular de sus romances. Y poco a poco saldrá a la vista el contorno de esas piezas faltantes. Comprende: las personas emiten constantes señales de lo que les falta. Anhelan plenitud, sea ilusoria o real; y si ésta tiene que venir de otro individuo, él ejerce tremendo poder en ellas. Podríamos llamarlas víctimas de la seducción, aunque casi siempre son víctimas voluntarias.

En nueve entregas se describirán los dieciocho tipos de víctimas, cada uno de los cuales presenta una carencia dominante. Aunque tu objetivo bien podría revelar rasgos de más de un tipo, usualmente se asocian por una necesidad común. Alguien podría parecerte tanto nuevo mojigato como estrella en decadencia, pero lo común en ambos tipos es una sensación de represión y, en consecuencia, el deseo de ser osado, junto con el temor de no poder o no atreverse a hacerlo. Al identificar el tipo de tu víctima, ten cuidado de no engañarte con las apariencias. Lo mismo en forma deliberada que inconsciente, solemos desarrollar una fachada social específicamente ideada para disfrazar nuestras debilidades y carencias. Por ejemplo, tú podrías creer que tratas con alguien duro y cínico, sin darte cuenta de que en el fondo tiene un corazón muy sensible, y que en secreto suspira por cogerte. Y a menos que identifiques su tipo y las emociones que esconde bajo su rudeza, perderás la oportunidad de seducirlo. Más todavía: abandona el feo hábito de creer que otros presentan las mismas carencias que tú. Quizá implores comodidad y seguridad; pero si los das a otra persona porque supones que también los necesita, es muy probable que la asfixies y ahuyentes.
Jamás trates de seducir a alguien de tu mismo tipo. Serán como dos rompecabezas a los que les
faltan las mismas piezas.

LOS DIECIOCHO TIPOS.

El libertino o la sirena reformada. Las personas de este tipo fueron alguna vez seductores despreocupados que hacían lo que querían con el sexo opuesto. Pero llegó el día en que se vieron obligados a renunciar a eso: alguien los acorraló en una relación, tropezaron con demasiada hostilidad social, se hicieron viejos y decidieron sentar cabeza. Cualquiera que haya sido la razón, puedes estar seguro de que experimentan cierto rencor y una sensación de pérdida, como si les faltara un brazo o una pierna. Siempre intentamos recuperar los placeres que vivimos en el pasado, pero esta tentación es particularmente grande para el Libertino o la sirena reformada, porque los placeres que hallaron en la seducción fueron intensos. Estos tipos están listos para su cosecha: basta que te cruces en su camino y les des la oportunidad de recobrar sus costumbres libertinas o de sirena. Les hervirá la sangre, y el llamado de su juventud los abrumará.
Sin embargo, es crucial hacer sentir a estos tipos que son ellos los que realizan la seducción. En el caso del libertino reformado, debes incitar su interés de modo indirecto, y luego dejarlo arder y rebosar de deseo. A la sirena reformada debes darle la impresión de que aún posee el irresistible poder de atraer a un prójimo y de hacerlo dejar todo por ella. Recuerda que lo que les ofreces a estos tipos no es otra relación, otra restricción, sino la oportunidad de huir de su pareja y divertirse un poco. No te desanimes si tienen pareja; un compromiso preexistente suele ser el complemento perfecto. Si lo que quieres es atraparlos en una relación, ocúltalo lo mejor que puedas y entiende que quizá eso no será posible. El libertino o la sirena es infiel por naturaleza; tu capacidad para incitar antiguas sensaciones te da poder, pero tendrás que vivir con las consecuencias de su irresponsabilidad.

La soñadora desilusionada. De niños, los individuos de este tipo probablemente pasaron mucho tiempo solos. Para entretenerse, inventaron una convincente vida de fantasía, nutrida por libros, películas y otros elementos de la cultura popular. Pero al crecer, cada vez les es más difícil conciliar su vida de fantasía con la realidad, así que a menudo les decepciona lo que tienen. Eso es particularmente cierto en las relaciones. Estos individuos soñaron con personajes románticos, peligros y emociones, pero lo que tienen es un amante con flaquezas humanas, las pequeñas debilidades de la vida diaria. Al paso de los años, podrían forzarse a transigir, pues de lo contrario se quedarían solos; pero bajo la superficie están amargados, y siguen ansiando algo grandioso y romántico.
Puedes reconocer a este tipo de víctima por los libros que lee y las películas que va a ver, la forma en que escucha cuando le cuentan, aventuras reales que algunos logran vivir. En su ropa y mobiliario se dejará ver un gusto por el drama o romance exuberante. A menudo está atrapado en relaciones monótonas, y ciertos comentarios aquí y allá revelarán su desilusión y tensión interior.
Estas personas pueden ser víctimas excelentes y satisfactorias. Primero, por lo general tienen una enorme pasión y energía reprimidas, que tú puedes liberar y dirigir hacia ti.
También tienen mucha imaginación, y responderán a cualquier cosa vagamente misteriosa o romántica que les ofrezcas. Lo único que debes hacer es ocultar ante ellas algunas de tus cualidades menos elevadas, y concederles una parte de su sueño. Esta podría ser su oportunidad de hacer realidad sus aventuras o de ser cortejadas por un espíritu cortés. Si les das una parte de lo que quieren, ellas imaginarán el resto. No permitas por ningún motivo que la realidad destruya la ilusión que has creado. Un momento de mezquindad y esta gente se irá, más amargamente desilusionada que nunca.

sábado, 10 de agosto de 2013

295: ELLA REPRESENTA LA FANTASÍA MASCULINA DE UNA PRÓJIMA MUY SEXI Y TENTADORA QUE OFRECE INTERMINABLE PLACER

A un prójimo suele agobiarle en secreto el papel que debe ejercer: ser siempre responsable, dominante y racional. La sirena es la máxima figura de la fantasía masculina porque brinda una liberación total de las limitaciones de la vida. En su presencia, siempre realzada y sexualmente cargada, el prójimo se siente transportado a un mundo de absoluto placer. Ella es peligrosa, y al perseguirla con tesón, el prójimo puede perder el control de sí, algo que ansía hacer. La sirena es un espejismo: tienta, cultivando una apariencia y actitud particulares. En un mundo en que las prójimas son, con frecuencia, demasiado sosas para proyectar esa imagen, la sirena aprende a controlar la libido de los prójimos encarnando su fantasía.

Su prototipo es la diosa Afrodita, pero no creas que es cosa de leyenda e historia: representa la poderosa fantasía masculina de una prójima muy sexi y extraordinariamente segura y tentadora que ofrece interminable placer junto con una pizca de peligro. Dentro del matrimonio o la casa paterna, el prójimo se encuentra sin salidas, sus impulsos quedan encerrados en él y lo corroen, volviéndose aún más explosivos por ser reprimidos.

Si lo que tú buscas es fuerza de seducción, la sirena es la más poderosa de todas. Opera sobre las emociones básicas de un prójimo; y si desempeña de modo apropiado su papel, puede transformar a un copuchento normalmente fuerte y responsable en un niño y un esclavo. La sirena no tiene que preocuparse por buscar a la víctima correcta. Su magia actúa sobre todos.

Antes que nada, una sirena debe distinguirse de las demás prójimas. Ella es rara y divina por naturaleza, única en su grupo; es también una valiosa joya por arrebatar a otros prójimos. Cleopatra se diferenció por su intenso sentido teatral; el recurso de la emperatriz Josefina Bonaparte fue la languidez extrema; el de Marilyn Monroe, la indefensión infantil. El físico brinda las mejores oportunidades en este caso, ya que la sirena es eminentemente un espectáculo por contemplar. Una presencia acentuadamente femenina y sexi, te diferenciará de inmediato, pues la mayoría de las prójimas carecen de seguridad para proyectar esa imagen. Habiéndose distinguido de las demás, la sirena debe poseer otras dos cualidades críticas: la habilidad para lograr que el prójimo la persiga con tal denuedo que pierda el control, y un toque de peligro. E1 peligro es increíblemente seductor. Lograr que los prójimos te persigan es relativamente sencillo: te bastará con una presencia intensamente sexual. Pero no debes parecer ramera, a quien los prójimos persiguen sólo para perder pronto todo interés. Sé en cambio algo esquiva y distante, una fantasía hecha realidad. Hoy tú podrías tomar como modelo a una diosa del cine, cualquiera con aspecto exuberante, e incluso imponente. Estas cualidades harán que un prójimo te persiga con vehemencia; y entre más lo haga, más creerá actuar por iniciativa propia. Ésta es una excelente forma de disimular cuánto lo manipulas.

La noción de peligro, de desafío, podría parecer anticuada, pero el peligro es esencial en la seducción. Añade interés emocional, y hoy es particularmente atractivo para los prójimos, por lo común racionales y reprimidos. Así como los antiguos marineros tenían que remar y timonear, ignorando todas las distracciones, hoy un prójimo debe trabajar y seguir una senda recta en la vida. El llamado de algo peligroso, emotivo y desconocido es aún más poderoso por estar prohibido. París provoca una guerra por Helena de Troya; Julio César arriesga un imperio por Cleopatra; Napoleón se convierte en el hazmerreír de Josefina. Un prójimo suele arruinarse a causa de una sirena, pero no puede desprenderse de ella. (Muchos prójimos tienen una vena masoquista.) Un elemento de peligro es fácil de insinuar, y favorecerá tus demás características de sirena: el toque de locura de Marilyn, por ejemplo, que atrapaba a los prójimos. Las sirenas son a menudo maravillosamente irracionales, lo cual es muy atractivo para los prójimos, oprimidos por su racionalidad. Un elemento de temor también es decisivo: mantener a un prójimo a prudente distancia engendra respeto, para que no se acerque tanto como para entrever tus intenciones o conocer tus defectos. Produce ese miedo cambiando repentinamente de humor, manteniendo a un prójimo fuera de balance y en ocasiones intimidándolo con una conducta caprichosa.
El elemento más importante para una sirena en ciernes es siempre el físico, el principal instrumento de poder de la sirena. Las cualidades físicas —una fragancia, una intensa feminidad provocada por el maquillaje o por un atuendo esmerado o seductor— actúan aún más poderosamente sobre los prójimos porque no tienen significado. En su inmediatez, eluden los procesos racionales, y ejercen así el mismo efecto que un señuelo para un animal, o que el movimiento de un capote en un toro. La apariencia apropiada de la sirena suele confundirse con la belleza física, en particular del rostro. Pero una cara bonita no hace a una sirena; por el contrario, produce excesiva distancia y frialdad. (Ni Cleopatra ni Marilyn Monroe, fueron famosas por tener un rostro hermoso.) Aunque una sonrisa y una incitante mirada son infinitamente seductoras, nunca deben dominar tu apariencia. Son demasiado obvias y directas. La sirena debe estimular un deseo generalizado, y la mejor forma de hacerlo es dar una impresión tanto llamativa como tentadora. Esto no depende de un rasgo particular, sino de una combinación de cualidades.

La voz. Evidentemente una cualidad decisiva, como lo indica la leyenda, la voz de la sirena tiene una inmediata presencia animal de increíble poder de provocación. La sirena debe tener una voz insinuante que inspire erotismo, en forma subliminal antes que abierta. Casi todos los que conocieron a Cleopatra hicieron referencia a su dulce y deliciosa voz, de calidad hipnotizantes. Josefina, tenía una voz lánguida que los prójimos consideraban exótica. Marilyn Monroe nació con su jadeante voz infantil, pero aprendió a hacerla más grave para volverla auténticamente seductora. La voz de Lauren Bacall era naturalmente grave; su poder seductor se deriva de su lenta y sugestiva efusión. La sirena nunca habla rápida ni bruscamente, ni con tono agudo. Su voz es serena y pausada, como si nunca hubiera despertado del todo —o abandonado el lecho.

El cuerpo. Si la voz tiene que adormecer, el cuerpo debe deslumbrar. La clave: todo tiene que deslumbrar, pero también debe ser armonioso, para que ningún accesorio llame la atención por sí solo. Tu presencia debe ser intensa, exuberante, una fantasía vuelta realidad. Los accesorios sirven para hechizar y entretener. La sirena puede valerse de la ropa también para insinuar sexualidad, a veces abiertamente, aunque primero sugiriéndola que proclamándola, lo cual te haría parecer manipuladora. Esto se asocia con la noción de la revelación selectiva, la puesta al descubierto de sólo una parte del cuerpo, que de cualquier manera excite y despierte la imaginación. Margarita de Valois, fue una de las primeras prójimas en incorporar a su vestuario el escote, sencillamente porque era dueña de unas tetas hermosas. En Josefina lo notable eran los brazos, que siempre tenía cuidado en dejar desnudos.

El movimiento y el porte. La sirena se mueve graciosa y pausadamente. Los gestos, movimientos y porte apropiados de una sirena son como su voz: insinúan algo excitante, avivan el deseo sin ser obvios. Tú debes poseer un aire lánguido, como si tuvieras todo el tiempo del mundo para el amor y el placer. Dota a tus gestos de cierta ambigüedad, para que sugieran algo al mismo tiempo inocente y erótico. Todo lo que no se puede entender de inmediato es extremadamente seductor, más aún si impregna tu actitud.

Ninguna prójima puede mantener con soltura la imagen de estar consagrada al placer. Y por más que intente distanciarse de ello, la mancha de ser una prójima fácil sigue siempre a la sirena. Aun así, los prójimos suelen perdonar la reputación de la sirena. Pero a menudo hay peligro en la envidia que causa en otras prójimas. Exagerando su inocencia, haciéndose pasar por víctima del deseo masculino, la sirena puede mitigar un tanto los efectos de la envidia femenina. Pero, en general, es poco lo que puede hacen su poder proviene de su efecto en los prójimos, y debe aprender a aceptar, o ignorar, la envidia de otras prójimas.

Por último, la enorme atención que la sirena atrae puede resultar irritante, y algo peor aún. La sirena anhelará a veces que se le libre de ella; otras, querrá atraer una atención no sexual. Asimismo, y por desgracia, la belleza física se marchita; aunque el efecto de la sirena no depende de un rostro hermoso, sino de una impresión general, pasando cierta edad esa impresión es difícil de proyectar. Estos dos factores contribuyeron al suicidio de Marilyn Monroe. Hace falta cierta genialidad, como la de Madame de Pompadour, la sirena amante del rey Luis XV, para transitar al papel de animosa prójima madura que aún seduce con sus inmateriales encantos. Cleopatra poseía esa inteligencia; y si hubiera vivido más, habría seguido siendo una seductora irresistible durante mucho tiempo. La sirena debe prepararse para la vejez prestando temprana atención a las formas más psicológicas, menos físicas, de la coquetería, que sigan concediéndole poder una vez que su belleza empiece a declinar.

lunes, 5 de agosto de 2013

294: LA SEDUCCIÓN ES UN ARTE BÉLICO PARA TIEMPOS DELICADOS.

La seductora ve la vida como un teatro, en el que cada quien es actriz. La mayoría creen tener papeles ceñidos en la vida, lo que las vuelve infelices. La seductora, en cambio, puede ser cualquiera y asumir varios papeles. La seductora deriva placer de la actuación y no se siente abrumada por su identidad, ni por la necesidad de ser ella misma. Esta libertad, esta soltura de cuerpo y espíritu, es lo que la vuelve atractiva. Lo que a la prójima común le hace falta en la vida no es más realidad, sino ilusión, fantasía, juego y muchos orgasmos.

La forma de vestir del seductor, los moteles a los que te lleva, sus palabras y actos son ligeramente grandiosos; no demasiado teatrales, sino con un delicioso filo de irrealidad, como si él y tú fueran protagonistas de una película. La seducción es una especie de teatro en la vida real, el encuentro de la ilusión y la realidad.

Los seductores son completamente amorales en su forma de ver la vida. Esta es una diversión, un campo de tiro. Sabiendo que los moralistas, esos amargados reprimidos que graznan contra las picardías del seductor, envidian en secreto su poder, no les importan las opiniones de los demás. No comercian en juicios morales; nada podría ser menos seductor. Todo es adaptable, fluido, como la vida misma. La seducción es una forma de engaño, pero a la prójima le gusta que la descarríen, anhela que la seduzcan. Si no fuera así, los seductores no hallarían tantas prójimas dispuestas.

Deshazte de toda tendencia moralizante, adopta la festiva filosofía de la seductora y el resto del proceso te resultará fácil y natural.

Toda seducción tiene dos elementos que debes analizar y comprender: primero, tú misma y lo que hay de seductora en ti, y segundo, tu objetivo y las acciones que penetrarán sus defensas y producirán su rendición. Ambos puntos son igualmente importantes. Si planeas sin prestar atención a los rasgos de tu carácter que atraen a los copuchentos, se te verá como una seductora mecánica, falsa y manipuladora. Si te fías de tu personalidad seductora sin prestar atención a la del copuchento, cometerás errores terribles y limitarás tu potencial.

Existen nueve tipos de seductores. Cada uno de ellos posee un rasgo de carácter particular venido de muy dentro y que ejerce una influencia seductora. Las sirenas tienen energía sexual en abundancia y saben usarla. Las Libertinas adoran insaciablemente al sexo opuesto, y su deseo es contagioso. Las amantes ideales poseen una sensibilidad estética que aplican al romance. Los dandis gustan de jugar con su imagen, creando así una tentación avasalladora y andrógina. Las cándidas son espontáneas y abiertas. Las coquetas son autosuficientes, y poseen una frescura esencial fascinante. Las encantadoras quieren y saben complacer: son criaturas sociales. Las carismáticas tienen una inusual seguridad en sí mismas. Las estrellas son etéreas y se envuelven en el misterio.

Caminando en el tiempo te conduciré a cada uno de esos nueve tipos. Al menos uno de estos debería tocar una fibra en ti: hacerte reconocer una parte de tu personalidad. Esa entrada será la clave para el desarrollo de tus poderes de atracción. Supongamos que tiendes a la coquetería. Mis letras sobre la coqueta te enseñarán a confiar en tu autosuficiencia, y a alternar vehemencia y frialdad para atrapar a los copuchentos.

También te enseñará a llevar más lejos tus cualidades naturales, para convertirte en una gran coqueta, el tipo de prójima por la que los copuchentos peleamos. Sería absurdo ser tímida teniendo una cualidad seductora. Una libertina desenvuelta fascina, y sus excesos se disculpan, pero una desganada no merece respeto. Una vez que hayas cultivado tu rasgo de carácter sobresaliente, añadiendo un poco de arte a lo que la naturaleza te dio, podrás desarrollar un segundo o tercer rasgo, con lo que darás a tu imagen más hondura y misterio. Finalmente, aprenderás, sobre la antiseductora, te hará darte cuenta del potencial contrario en ti: la fuerza de repulsión. Erradica a toda costa las tendencias antiseductoras que puedas tener.

Concibe estos nueve tipos como sombras. Sólo si te empapas de uno de ellos y le permites crecer en tu interior, podrás empezar a desarrollar una personalidad seductora, lo que te concederá ilimitado poder.