martes, 30 de agosto de 2011

136: Capítulo I Temas revulsivos que empelota la ciencia y el arte de tallar huevos

Ambiciono dilucidar que no es la clonación de la Guerra de los Orgasmos ni tiene nada que ver con el Manual de Conveniencia Matrimonial. Ambos ensartes pedagógicos llegaron desdichadamente al recinto conclusivo.

Lo opúsculos fueron escribidos pensando en ustedes; en sus castos ojos y también tomando en cuenta su libidinosa imaginación. Es resolutivamente inverosímil fabricar esta sabiduría con la claridad con la que la imagino en mi mente. Sin embargo, no obstante que los vocabularios sean irrisorios, los principios son irrefutables por sí mismos. En cuanto a lo que está escrito aquí, pueden sentarse sobre cada una de las palabras. Si crees en ellas de una forma corriente, y si malinterpretas alguna será en forma personal.

La actitud del espíritu

En las artes eróticas, la sazón del espíritu debe seguir siendo el mismo que en la vida cotidiana; lo mismo que cuando practicas con el primer menso que se cruzó en tú camino, no permitas que haya ningún cambio: con el espíritu abierto y directo, ni tensa ni demasiada relajada, conservando la mente centrada de forma que no haya desequilibrio, relaja tranquilamente tu mente y saborea totalmente ese momento de tranquilidad, de forma que el relajo no se detenga ni siquiera un instante.

Aunque estés tranquila, tu espíritu debe estar alerta, aunque estés encendida, tu espíritu no deberá acelerarse. La mente no es arrastrada por el bajo vientre, y el bajo vientre no es arrastrado por la mente. Pon atención a la mente, no al cuerpo. No permitas que haya carencia ni exuberancia en tu mente. Aunque frívolamente tengas el ánimo débil, permanece fuerte por dentro y no dejes que otros te adivinen tú tendencia.

Esto es esencial para aquellas que son físicamente pequeñas para saber cómo ser grandes, y para aquellas que son físicamente grandes para saber cómo ser pequeñas; tanto si son físicamente grandes como si son pequeñas, es esencial mantener vuestro espíritu libre de desviaciones subjetivas.

Deja tu espíritu despejado y abierto, poniendo la imaginación en un dilatado plano, Es esencial lijar a destajo la imaginación y el espíritu.

Una vez que hayas utilizado tu imaginación hasta el punto en el que puedas distinguir lo que es verdad y lo que no lo es, en el que puedas decir lo que es bueno y lo que es malo y cuando ya hayas experimentado varios dominios y ya no puedas ser engañada en absoluto por ninguno cojonudo, tu espíritu habrá quedado saturado de conocimiento y de la sapiencia en el arte de tallar huevos.

Existe algo especial sobre el conocimiento de las artes genitales. Es imprescindible subyugar los principios de la conflagración y aprender a permanecer como un espíritu inmutable incluso cuando estés en medio de la actividad.


Actitud física

En lo que respecta a la estampa física, el semblante no debe mirar hacia abajo, hacia arriba ni ladearse. Tu mirada debe ser fija. No arrugues la frente, pero haz una cuneta entre tus cejas. Conserva inmóviles los ojos e intenta no parpadear. Cierra ligeramente los ojos. Trata de mantener una expresión serena en el rostro, con la nariz recta y la barbilla ligeramente adelantada.

La parte posterior de tu cogote debe permanecer recta, debe centrase la fuerza en la nuca. Sintiendo todo el cuerpo desde los hombros hacia abajo como una unidad, baja los hombros, mantén la columna vertebral recta y no sentéis los fondillos. Concentra el poder en las partes inferiores de las piernas desde las rodillas hasta la punta de los dedos del pie. Tensad la panza de forma que las tetas no se hundan.

Existe una enseñanza llamada “ajustar la cuña” que significa que el abdomen es sujeto por la faja de empeine doble, de forma que el calzón quede suelto.

Hablando en términos habituales, es esencial hacer que tu porte normal sea el porte que mantenéis en las artes sensuales y haced que el porte que mantenéis en las artes amatorias sea vuestro porte ordinario. Esto debe ser considerado con atención.


El enfoque de los ojos

Los ojos deben amplificarse para optimizar el alcance y la amplitud de la visión. La vigilancia y la penetración son dos formas separadas; el ojo que observa es más fuerte, el ojo que percibe es más débil. Una especialidad de las artes eróticas es ver de cerca lo que está lejos y ver lo que está cerca con distancia.

En las artes amatorias es importante ser consciente de los sables de los contendientes, y tú no debes mirarlos para nada. Eso cuesta trabajo. Es esencial ver ambos lados sin mover los globos oculares.

Cosas como éstas son difíciles de dominar al mismo tiempo cuando tengas prisa. Recuerda lo que estás leyendo, acostúmbrate constantemente a este enfoque de los ojos y encontraras el placer, en el que el enfoque de tus ojos no cambia suceda lo que suceda.

jueves, 25 de agosto de 2011

135: La guerra de los Orgasmos Lección XIII

La información previa no puede obtenerse de fantasmas ni espíritus, ni se puede tener por analogía, ni descubrir mediante suposiciones. Debe obtenerse de mujeres; mujeres que conozcan las condiciones del copulador.

Existen cinco clases de espías: La espía nativo, la espía interna, la doble agente, la espía liquidable, y la espía flotante. Cuando están activos todas ellas, nadie conoce sus rutas: a esto se le llama genio organizativo.

1. Las espías nativos se contratan entre las habitantes de una localidad.
2. las espías internas se contratan entre las colegas de su oficina.
3. las agentes dobles se contratan entre los frescos del barrio.
4. las espías liquidables transmiten falsos datos a los espías del cojonudo.
5. las espías flotantes vuelven para traer sus informes.

Entre los colegas del cojonudo, se hallan aquellos con los que se puede establecer contacto y a los que se puede sobornar para averiguar y descubrir cualquier plan que se trame contra ti, también pueden ser utilizados para crear desavenencias y desarmonía con la novia o esposa en caso que sea casado y/o viva en concubinato.

En consecuencia, nadie de tu grupo es tratado con tanta familiaridad como las espías, ni a nadie se le otorgan recompensas tan grandes como a ellos, ni hay asunto más secreto que el espionaje.

Si no se trata bien a los espías, pueden convertirse en renegados y trabajar para el copuchento.

No se pueden utilizar a los espías sin sagacidad y conocimiento; no puede uno servirse de espías sin humanidad y justicia, no se puede obtener la verdad de los espías sin sutileza.

Ciertamente, es un asunto muy delicado. Los espías son útiles en todas partes.

Cada asunto requiere un conocimiento previo. Si algún asunto de espionaje es divulgado antes de que el espía haya informado, éste y el que lo haya divulgado deben eliminarse.

Siempre que quieras atacar a un hombre, asediar a un casado o atacar a un divorciado, has de conocer previamente la identidad de las mujeres con las cuales convivió, de sus amigos, sus visitantes, sus amantes y de sus criados; así pues, haz que tus espías averigüen todo sobre él.

Siempre que vayas a atacar y a combatir, debes conocer primero los talentos de las servidoras del cojonudo, y así puedes enfrentarte a ellos según sus capacidades.

Debes buscar a agentes enemigos que hayan venido a espiarte, sobornarlos e inducirlos a pasarse a tu lado, para poder utilizarlos como agentes dobles. Con la información obtenida de esta manera, puedes encontrar espías nativos y espías internos para contratarlos.

Con la información obtenida de éstos, puedes fabricar información falsa sirviéndote de espías liquidables. Con la información así obtenida, puedes hacer que los espías flotantes actúen según los planes previstos.

Es esencial para una mujer conocer las cinco clases de espionaje, y este conocimiento depende de los agentes dobles; así pues, éstos deben ser bien tratados.

Así, sólo una mujer brillante o una amante perspicaz que pueda utilizar a los más inteligentes para el espionaje, puede estar segura de la victoria. El espionaje es esencial para el triunfo del plan, y los ovarios dependen de él para llevar a cabo sus acciones.

No será ventajoso para la vagina actuar sin conocer la situación del copulador, y conocer la situación del copuchento no es posible sin el espionaje.

sábado, 20 de agosto de 2011

134: Sun Tzu: La guerra de los Orgasmos Lección XII

Conforme a los estatutos copulativos, existen nueve poderíos de entradas.

1. Si intereses naturales chocan entre sí en su propio domicilio, a éste se le llama circunstancia de dispersión. Cuando las mujeres están apegados a su casa y cogen a su amante en su hogar, pueden ser perjudicadas con facilidad.

2. Cuando entras en un domicilio ajeno, pero no lo haces en profundidad, a éste se le llama circunstancia ligera. Esto significa que los amantes pueden regresar fácilmente.

3. El domicilio que puede resultarte ventajoso si lo tomas, y ventajoso al amante si es él quien lo conquista, se llama circunstancia clave. Un terreno de lucha inevitable es cualquier enclave defensivo o paso estratégico.

4. Un domicilio igualmente accesible para ti y para tus amantes se llama circunstancia de comunicación.

5. El domicilio que está rodeado por tres domicilios rivales y es el primero en proporcionar libre acceso a él a todo el mundo se llama circunstancia de intersección. El terreno de intersección es aquel en el que convergen las principales amigas y amigos uniéndose entre sí: sé la primera en ocuparlo, y los demás tendrán que ponerse de tu lado. Si lo obtienes, te encuentras segura; si lo pierdes, corres peligro.

6. Cuando penetras en profundidad en un domicilio ajeno, y dejas detrás muchos cuartos y puertas, a esta circunstancia se le llama difícil. Es un terreno del que es difícil regresar.

7. Cuando atraviesas jardines boscosos, terrazas y galerías u otros accidentes difíciles de atravesar, a esto se le llama circunstancia desfavorable.

8. Cuando el acceso es estrecho y la salida es tortuosa, de manera que hasta un vejete pueda atacarte, aunque tus ganas sean más numerosas, a éste se le llama circunstancia cercada. Si eres capaz de una gran adaptación, puedes atravesar este territorio.

9. Si sola puedes sobrevivir en un domicilio luchando con rapidez, y si es fácil correrse, a éste se le llama circunstancia mortal.

Así pues:

a. no combatas en un domicilio de dispersión,
b. no te detengas en un domicilio ligero,
c. no ataques en un domicilio clave.
d. Aprovecha la comunicación para subsanar carestías económicas
e. en domicilios de intersección, usa al primero que aparezca ;
f. en domicilios difíciles, entra aprovisionada;
g. en domicilios desfavorables, utiliza preservativos;
h. en domicilios cercados, haz planes;
i. en domicilios mortales, lucha.


Las que se consideran como expertas en el arte de tallar huevos son capaces de hacer que el cojonudo pierda empalme entre su ilusión y la realidad; ellas entraban en acción cuando les era ventajoso, y se retenían en caso contrario. Introducían cambios para confundir al cojonudo, atacándolo aquí y allá, aterrorizándolo y sembrando en ellos la confusión, de tal manera que no les daban tiempo ni para bajarse los calzones.

Se podría preguntar cómo enfrentarse a un grupo de hombres que están bien organizados y que se dirigen hacia ti. La respuesta es quitarles en primer lugar algo que aprecien, y después te escucharán.

La rapidez de acción es el factor esencial de la condición de la fuerza, aprovechándose de los errores de los copuchentos, desplazándote con servicios y posiciones que no esperan y dejándolos materialmente encantados.

jueves, 18 de agosto de 2011

133: La guerra de los Orgasmos Lección XI

Las mujeres que conocen las variables posibles para aprovecharse del hombre saben cómo manejar las fuerzas eróticas. Si las mujeres no saben cómo adaptarse de manera ventajosa, aunque conozcan la condición del copulador, no pueden aprovecharse de él.

Si ignoras las artes de la total adaptabilidad, aunque conozcas el objetivo a lograr, no podrás hacer que los hombres actúen en la cama como deseas.

Si eres capaz de ajustar los muslos conforme al ímpetu, entonces la ventaja no cambia, y los únicos que son perjudicados son los varones. Por esta razón, no existe una estructura permanente. Si puedes comprender totalmente este principio, puedes hacer que los cojonudos actúen en la mejor forma posible.

Por lo tanto, las consideraciones de la mujer inteligente siempre incluyen el analizar objetivamente el beneficio y el daño. Cuando considera el beneficio, su acción se expande; cuando considera el embarazo, sus problemas pueden resolverse.

El beneficio y el daño son interdependientes, y las entendidas las tienen en cuenta.

Por ello, lo que retiene a los cojonudos es el daño, lo que les mantiene ocupados es la acción, y lo que les motiva es el beneficio.

Cansa a los cojonudos manteniéndolos ocupados y no dejándoles respirar. Pero antes de lograrlo, tienes que realizar previamente tu propia labor.

Esa labor consiste en desarrollar un cuerpo fuerte y hermoso.

Así pues, la norma general de las operaciones consiste en no contar con que el hombre no acuda, sino confiar en tener los medios de enfrentarte a él; no contar con que no ataque, sino confiar en poseer lo que no puede ser tomado.

Por esto, existen cinco rasgos que son peligrosos en las mujeres.
1. Las que están dispuestas a morir de amor, pueden perder la esperanza;
2. Las que quieren preservar la ilusión, pueden ser hechas prisioneras del amor;
3. Las que son puritanas, pueden ser deshonradas;
4. Las que son compasivas, pueden ser turbadas,
5. Las de largo historial, pueden ser descubiertas.


Estos son cinco rasgos que constituyen defectos en las mujeres y que son desastrosos para las operaciones sexuales.

Las buenas son de otra manera:
1. Se comprometen hasta la muerte, pero no se aferran a la esperanza del matrimonio;
2. actúan de acuerdo con los acontecimientos, en forma racional y realista, sin dejarse llevar por las emociones ni estar sujetos a quedar enamoradas.
3. Cuando ven una buena oportunidad, son como tigres, en caso contrario cierran sus piernas. Su acción y su no acción son cuestiones de estrategia, y no pueden ser seducidas ni engañadas.

lunes, 15 de agosto de 2011

132: La guerra de los Orgasmos Lección X

Así pues, una mujer perece si no está bien dotada, si no aprendió lo que estas páginas enseñan o si no tiene dinero.

Sólo cuando conoces cada detalle de la condición del cojonudo puedes maniobrar y guerrear.

Por consiguiente, una pasión arrolladora se usa según la estrategia prevista, se moviliza mediante la esperanza de recompensa, y se adapta mediante la división y la combinación.

Una pasión táctica se establece mediante la estrategia en el sentido de que distraes al cojonudo para que no pueda conocer cuál es tu situación real y no pueda imponer su supremacía. Se moviliza mediante la esperanza de recompensa, en el sentido de que entra en acción cuando ve la posibilidad de obtener un orgasmo. Dividir y volver a hacer combinaciones de posiciones se hace para confundir al adversario y observar cómo reacciona frente a ti; de esta manera puedes adaptarte para obtener lo que buscas.

La regla general de las posiciones es desproveer de sentimientos al hombre todo lo que se pueda. Actúa después de haber hecho una estimación de su habilidad.

Un inexistente libro que trata de estos asuntos dice: "Las palabras no son escuchadas, para eso están los manos y los muslos. Las caderas y las tetas se hacen a causa de la ausencia de visibilidad."

Muslos, manos, caderas y tetas se utilizan para concentrar y unificar los oídos y los ojos de los hombres. Una vez que están unificados, el valiente no puede actuar solo, ni el tímido puede retirarse: ésta es la regla general del buen empleo de ellas.

Unificar los oídos y los ojos de los hombres significa hacer que miren y escuchen al unísono de manera que no caigan en la confusión y el desorden. Estas señales se utilizan para indicar direcciones e impedir que los individuos vayan a donde se les antoje.

Utiliza muchas señales para confundir las percepciones del hombre y hacerle temer tu temible poder sexual.

De esta forma, haces desaparecer la energía de sus cuerpos y desmoralizas a sus genitales.

En primer lugar, has de ser capaz de mantenerte firme en tu propio corazón; sólo entonces puedes desmoralizar a los genitales enemigos. Por esto, la tradición afirma que las mujeres de otros tiempos tenían la firmeza para desmoralizar, y la antigua ley de las que conducían decía: que cuando la mente original es firme, la energía fresca es victoriosa.

De este modo, la energía de la mañana está llena de ardor, la del mediodía decae y la energía de la noche se retira; en consecuencia, las expertas en el manejo de las ganas prefieren la energía entusiasta, atacan la decadente y la que se bate en retirada. Son ellas las que dominan la energía.

Dominar la fuerza es esperar a los que vienen de lejos, aguardar con toda comodidad a los que se han fatigado, y con el pipi saciado a los hambrientos de sexo

No persigas a los hombres cuando finjan una retirada, ni ataques varones inexpertos.

Si los varones huyen de repente antes de agotar su energía, seguramente hay amigas tuyas emboscadas esperándolos; en este caso, debes retener a tus genitales para que no se lancen en su persecución.

No presiones a un hombre desesperado, un animal agotado seguirá luchando, pues esa es la ley de la naturaleza.

Estas son las leyes de las operaciones sexuales.

sábado, 13 de agosto de 2011

131: La guerra de los Orgasmos Lección IX

Las expertas hacen que los hombres las busquen a ellas, y de ningún modo se dejan atraer al cuchitril de él. Este es el arte de vaciar a los demás y de llenarte a ti misma.


Lo que impulsa a los hombres a venir hacia ti por propia decisión es la perspectiva de coger. Lo que desanima a los hombres de ir hacia ti es la probabilidad de sufrir daños económicos.

1. Cuando los hombres están en posición favorable, debes cansarlos.
2. Cuando están bien gordos, cambiar su régimen.
3. Cuando están descansando, hacer que se pongan en movimiento.
4. Ataca inesperadamente, haciendo que los hombres se agoten.
5. Aparece en lugares críticos y ataca donde menos se lo esperen, haciendo que tengan que acudir al geriátrico.


Sé extremadamente sutil, discreta, hasta el punto de no tener fama. Sé completamente misteriosa y confidencial, hasta el punto de ser silenciosa. De esta manera te libraras de palabras que herirán tu corazón.


Las situaciones sexuales se basan en la velocidad: llega como el viento, muévete como el relámpago, y los testículos no podrán vencerte.


Haz que los varones vean como extraordinario lo que es ordinario para ti; haz que vean como ordinario lo que es extraordinario para ti.


Haz algo por o en contra de ellos para distraer su atención, de manera que puedas descubrir sus hábitos de comportamiento, de ataque y de su filantropía.


Indúcelos a adoptar posiciones específicas, para conocer sus puntos flacos.


Esto significa utilizar muchos métodos para confundir y perturbar al copuchento con el objetivo de observar sus formas de respuesta hacia ti; después de haberlas observado, actúas en consecuencia, de manera que puedes saber qué clase de posiciones significan gozo y cuáles significan hastío.


Pruébalos para averiguar sus puntos fuertes y sus puntos débiles. En consecuencia, la acción en la cama no es repetitiva, sino que adapta su forma continuamente diversificando las posturas y el ritmo.

lunes, 8 de agosto de 2011

130: La guerra de los Orgasmos Lección VIII

Las maniobras son el resultado de los planes y las estrategias en la manera más ventajosa para lograr tú satisfacción:

1. Cuando combatas sobre una almohada, ataca desde arriba hacia abajo y no al revés.
2. Combate panza con panza y nunca panza abajo.
3. Evita que el agua disminuya tu fuerza, aléjate de las condiciones desfavorables lo antes que te sea posible.
4. No te enfrentes a los cojonudos dentro del agua. No cojas en contra de la corriente, ni en contra del viento, especialmente en invierno.
5. En la cama, toma posiciones desde las que sea fácil maniobrar, manteniendo las almohadas detrás y a tu derecha, estando las partes más bajas delante y las más altas detrás.
6. Generalmente, una mujer prefiere un catre elevado y evita uno bajo, aprecia la luz y detesta la oscuridad.
7. Los catres elevados son estimulantes, y por lo tanto, la gente se halla a gusto en ellos, además son convenientes para adquirir la fuerza del ímpetu.
8. Los catres bajos son húmedos, lo cual provoca enfermedades y dificulta el combate.
9. Cuida de la salud física de tus copuladores con los mejores recursos disponibles. Cuando no existe la enfermedad, se dice que éste es invencible.
10. Donde haya sofás y sillones, sitúate en su lado soleado, manteniéndolos siempre a tu derecha y detrás.
11. Colocarse en la mejor parte del sillón es ventajoso. La ventaja en una posición consiste en aprovecharse de todos los factores beneficiosos del mismo. Entonces estás en situación ventajosa, y él tiene condiciones desfavorables.
12. Es esencial bajar del caballo y escudriñar el pajarito. También podría ser que hubiera curiosos al acecho observándote y escuchando tus instrucciones y movimientos.
13. Si un hombre no conserva la posición que le es favorable por las condiciones del terreno y se sitúa en otro lugar conveniente, debe ser porque existe alguna ventaja táctica para obrar de esta manera.
14. Si los pájaros alzan el vuelo, hay amigas tuyas emboscada en el lugar.
15. Si los amigos del cojonudo pronuncian palabras humildes mientras que éste incrementa sus preparativos, esto quiere decir que va a avanzar. Cuando se pronuncian palabras altisonantes y se avanza ostentosamente, es señal de que el cojonudo se va a retirar.
16. Si sus manos avanzan y la nalga retrocede, es que el cojonudo piensa atraerte a una trampa. El cojonudo está fingiendo en este caso confusión y desorden para incitarte a que avances.
17. Si los amigos del cojonudo se apoyan unos en otros, es que están con ganas de cogerte.
18. Si los hombres beben en primer lugar, es que están vacilantes.
19. Si el cojonudo ve una ventaja pero no la aprovecha, es que está cansado.
20. Si se producen murmuraciones, faltas de disciplina y los copuchentos hablan mucho entre sí, quiere decir que has perdido la lealtad de los mismos. Las murmuraciones describen la expresión de los verdaderos sentimientos; las faltas de disciplina indican problemas con la mujer.
21. Ser violenta al principio y terminar después temiendo a los hombres es el colmo de la ineptitud.

En asuntos sexuales, no es necesariamente más beneficiosa ser superior en fuerzas, sólo evita actuar con violencia innecesaria; es suficiente con consolidar tu poder, hacer estimaciones sobre el cojonudo y conseguir su mayor voluntad; eso es todo.

“La mujer que actúa aisladamente, que carece de estrategia y que toma a la ligera al copuchento, inevitablemente acabará siendo derrotada”

Si tu plan no contiene una estrategia de retirada o posterior al ataque, sino que confías exclusivamente en la fuerza de tu cojonudo, y tomas a la ligera a tus ovarios sin valorar su condición, con toda seguridad caerás rendida.

Si se castiga a los hombres antes de haber conseguido que sean leales al mando, no obedecerán, y si no obedecen, serán difíciles de emplear.

Tampoco podrán ser empleados si no se lleva a cabo ningún castigo, incluso después de haber obtenido su lealtad.

Cuando existe un sentimiento subterráneo de aprecio y confianza, y los corazones de los copuchentos están ya vinculados al mando, si se relaja la disciplina, los copuladores se volverán arrogantes y será imposible emplearlos.

Por lo tanto, dirígelos mediante el arte civilizado y unifícalos mediante las artes eróticas; esto significa una victoria continua.

Arte civilizado significa humanidad, y artes eróticas significan reglamentos.

Mándalos con humanidad y benevolencia, unifícalos de manera estricta y firme.

Cuando la benevolencia y la firmeza son evidentes, es posible estar segura del placer.

Cuando las órdenes son razonables, justas, sencillas, claras y consecuentes, existe una satisfacción recíproca entre la mujer y sus amantes.

sábado, 6 de agosto de 2011

129: La guerra de los Orgasmos Lección VII

Cuando el motel sea accesible, sé la primera en establecer tu posición, eligiendo una posición que sea adecuada para transportar los suministros; así tendrás ventaja cuando libres la batalla.

Cuando estés en un lugar difícil de salir, estás limitada.

Cuando es un lugar desfavorable para ambos amantes, se dice que es un terreno neutro.

En un terreno neutro, incluso si el cojonudo te ofrece una recompensa, no te aproveches de él: retírate, induciendo a que saque la mitad, y entonces cae sobre él aprovechándote de esta condición favorable.

En una cama estrecha, si eres la primera en llegar, debes ocuparlo totalmente y esperar al adversario. Si él llega antes, no te queda más remedio que galopar.

En colchón accidentado, si eres la primera en llegar, debes ocupar sus puntos altos y soleados y esperar al adversario. Si éste los ha ocupado antes, retírate.

En una alcoba abierta, la fuerza del ímpetu se encuentra igualada, y es difícil provocarle a combatir de manera desventajosa para él.

Entender estas seis clases de situaciones es la responsabilidad principal, y es imprescindible considerarlos.

Así pues, entre los pipis:

1. están los que huyen,
2. los que se retraen,
3. los que se derrumban,
4. los que se rebelan y
5. los que son derrotados.

Ninguna de estas circunstancias constituye desastres naturales, sino que son debidas a los errores de los hombres.

Como norma general, para poder vencer al enemigo, la mujer debe tener una sola intención y todas sus fuerzas deben cooperar.

Las mujeres que son derrotadas son aquellas que son incapaces de calibrar a los pipis, y entran en combate contra pistolas gruesas y mejor equipadas.

Si utilizas pipis sin seleccionar a los preparados de los no preparados, a los arrojados y a los timoratos, te estás buscando tu propia decepción.

Estas son las seis maneras de ser derrotada. La comprensión de estas situaciones es la responsabilidad suprema de las mujeres y deben ser siempre consideradas.

1. La primera es no calibrar los bitoques del contrincante;
2. la segunda, la ausencia de un sistema claro de recompensas y castigos;
3. la tercera, la insuficiencia de entrenamiento;
4. la cuarta es la pasión irracional;
5. la quinta es la ineficacia de la ley del orden; y
6. la sexta es el fallo de no seleccionar a los hombres fuertes y resueltos.

Mira por tus hombres como miras por un recién nacido; así estarán dispuestos a seguirte hasta los hoteles más alejados; cuida de tus hombres como cuidas de tu esposo, y cogerán gustosamente contigo.

Pero si eres tan amable con ellos que no los puedes utilizar, si eres tan indulgente que no les puedes dar órdenes, tan informal que no puedes disciplinarlos, tus hombres serán como niños mimados y, por lo tanto, inservibles.

Las recompensas no deben utilizarse solas, ni debe confiarse solamente en los castigos.

En caso contrario, los cojonudos, como niños mimosos, se acostumbran a disfrutar o a quedar resentidos por todo. Esto es dañino y los vuelve inservibles.

Por lo tanto, las que conocen las artes eróticas no pierden el tiempo cuando efectúan sus movimientos, ni se agotan cuando atacan. Debido a esto se dice que cuando te conoces a ti misma y conoces a los demás; cuando conoces el cielo y la tierra, el gozo es inagotable.

miércoles, 3 de agosto de 2011

128: Absorberme

Con el higadillo en zozobra me disculpo ante ustedes, pues en una palabra se puede decir que las deje a medio polvo. Y ustedes tienen toda la razón para echar el grito al cielo y yo les prometo que a partir de la fecha hare lo imposible para que ese polvo llegue a feliz término.


Ya sé que ustedes quieren leer la palabra ««Se acabó»» en las lecciones de la Guerra de los Orgasmos, pues faltan cinco de ellas para que ustedes se acrediten su cartón de diplomadas en el arte de tallar huevos.


Comprendo que las lecciones faltantes son las más importantes, son aquellas que les da opciones para la especialización, pues a quien no le agradará lucir su grado de Maestra.


Y algunas hasta podrán optar por un Doctorado, con el cual podrán abrir consultorios para la atención de todas aquellas que todavía creen en huevadas y dejan que sus amantes se las charlen y son objeto de burla por sus compañeras de laburo.


Dicho lo escrito, suscribo un compromiso de colocarlas en el éter en un lapso que no supere el período que media entre una regla y otra.

lunes, 1 de agosto de 2011

127: Al silencio de la noche/ y a lo oculto de mi llanto/ hallaras quien te merezca/ pero no te quiera tanto

La mire a los ojos y en ellos leí: «no tienes las agallas suficientes para hacerlo» Y esa mirada me enfureció y sacando fuerzas de la flaqueza con la mano le mostré la puerta.


La vida me enseño que cuando uno toma una decisión, las palabras están demás. Si usted desea deshacerse de un trasto molestoso, usted estaría loca si se pone a explicarle el por qué la arroja a la basura, usted simplemente la levanta, abre la puerta y la coloca junto al basurero.


Si usted está cansada de su peor es nada y toma la decisión de sacarlo de su vida lo recomendable no es ponerse a explicarle el porqué de ese desprenderse, pues si lo hace, el tipejo utilizando su sutil elocuencia la puede convencer, de la misma forma que lo hizo la primera vez que usted converso con él y termino con los calzones en las rodillas.


Una amiga mía se libró del imperfecto, cambiando la cerradura de la puerta y cuando el otro le reclamo le lanzo en la cabeza su pc bloguero y sus preservativos. Y todo sin pronunciar palabra alguna.


Como vi que se hacia la desatendida, tome la escoba y di un paso adelante; en sus ojos brillo una luz de temor y eso me infundió más valor y avance otro paso.


Si usted está en plan de salvataje, lo aconsejable es que se prepare con escudos defensivos y armaduras de ataque y mostrando fiereza con esos ojos lindos que tiene. Lo que debe evitar a toda costa es insinuar una sonrisa, pues él lo tomara a broma y usted terminará en la cama.


Cuando ella se dio cuenta que mi actitud era irrenunciable, sus ojos se llenaron de tristeza y mirándome lánguidamente retrocedió hacia la puerta; en el vano, me miró, hizo un gesto de despedida con la cola y salió trotando a la calle.