viernes, 14 de enero de 2011

80: SI TODOS ESTAMOS SOLOS, TAMBIÉN ESTAMOS JUNTOS EN ESO

El otro día Matea me contó que Eustaquio le contó “en confianza” que su esposa se la está haciendo, pero que él (Eustaquio) ha preferido hacerse el del otro viernes, para evitar escenas bochornosas.

Yo le pregunte a Matea que a cuantas personas crees que en confianza Eustaquio comento lo de su mujer y ella me dijo que posiblemente a dos más y yo le dije si esas personas eran de confianza y ella me dijo: ¿pero en qué mundo vives tú? ¡¡¡Ahora nadie es de confianza!!!

Como yo siempre ando con la boca cerrada, lo indicado por Matea no me preocupo. Con Matea tenemos una relación súper especial.

A María Teresa de los Ángeles (Matea) la conozco desde los albores de la civilización, cuando niños la gente decía que terminaríamos en el matrimonio y como a ambos nos agrada llevar la contraria hicimos que nuestros caminos se bifurcasen volviéndonos a encontrar años después terminando en ser dos seres desconocidos el uno del otro.

La sociedad nos ha educado diciéndonos que es necesario tener un amigo de confianza, pues al contarle nuestros problemas desahogamos nuestras angustias, me imagino que un ancestro del creador de wikileaks fue el que invento esta tramoya para así enterarse de nuestros problemas y el día menos pensado sacarlo al éter para que todo el vecindario se ría de uno.

Yo me burlo de la gente que es como Eustaquio que necesitan contar “sus cosas” y dejar sus “oscuros secretos” en los oídos de una amiga y lo que es más terrible seguir los consejos de otro. Cada ser es un mundo diferente y lo que le resulto bien a uno no siempre le resulta a otro. Y como nadie se conoce a sí mismo, el asesoramiento se derrumba por carecer de un fundamente verídico y real.

Cuando vemos siempre A LAS MISMAS personas terminamos haciendo que pasen A FORMAR parte de nuestras vidas. Y como ellas forman parte de nuestras vidas, pasan también a querer MODIFICAR nuestras vidas. Y si no somos como ellas ESPERAN que seamos, SE MOLESTAN. Porque todas las personas SABEN EXACTAMENTE cómo DEBEMOS vivir nuestra vida. Y NUNCA tienen idea de cómo deben vivir SUS propias vidas.

Cuando uno posee una amiga como Matea no necesita contarle nada, solo basta que mire mis ojos y ella actúa en consecuencia dándome aquello que me es tan necesario para que desaparezcan de mi espíritu esas sombras.

Cuando los problemas de su vida marital la deprimen yo pongo en sus labios la sonrisa y en su espíritu la alegría de seguir viviendo.

3 comentarios:

  1. Que post más bonito :)
    Gracias por compartirlo.

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  2. Que bello el último párrafo, me quedo con eso.

    Un abrazo.

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  3. Es cierto, uno es dueño de lo que calla y esclavo de lo que habla...

    Y yo que creía que la amistad entre hombre y mujer no podía existir...¡que afortunados!

    Un beso

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