miércoles, 3 de diciembre de 2014

417: aunque somos tontos, no carecemos de ignorancia

Una moza de la pensión me sirvió una flor de calabaza, acompañada de su flor de jamaica. En la nochecita fui a buscarla y la encontré rezando a su flor de la Pasión. Después de muchas palabras ella cedió y me entrego su flor de mayo.
Más me advirtió de los celos de su novio y me dijo que huyera que no quería nada con flor de muertos. Pero también me dijo que volviese para la flor de Nochebuena, porque no quería ser flor de un día.

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