viernes, 9 de diciembre de 2016

821: Te Tas Diciendo

La mirada de los hombres dobla. Cuando pasa una mujer con lindas tetas la mirada de los hombres se curva, busca, se inmiscuye a través de los pliegues, a través de los escotes o los botones mal cerrados, y adivina, sopesa, sentencia. Las mujeres modelan sus tetas como quieren. La ropa puede levantar las tetas, ocultarlas, ajustarlas, transparentarlas, sugerirlas, agrandarlas. Es bueno conocer todos esos trucos, no tanto para no dejarse engañar, sino más bien para participar y entregarse al juego.

Las tetas de los años cincuenta, por ejemplo, eran cónicas, eran parte de un torso sólido y apuntaban amenazantes; después, en los sesentas, las tetas desaparecieron un poco de escena en el mundo hippy de las pacifistas anti corpiño; en los ochentas empezó la fiebre de las siliconas; y ahora las tetas son como globos apretados y empujados hacia arriba por el famoso wonder bra. Hay que tener en cuenta que el wonder bra da forma, pero también rigidez. Y es una lástima porque no hay nada como ese temblor hipnótico que va a un ritmo aparte de los pasos de la mujer, como un contra ritmo, una síncopa propia de las tetas naturales en acción.

Las tetas tienen vida propia, eso es sabido; no son como el culo por ejemplo que se mueve dirigido por su dueño. Las tetas parecen difíciles de controlar. En ocasión de cabalgatas, escaleras y trotes para alcanzar el colectivo, pueden incluso ser graciosas, torpes y poco serias. Algunas mujeres sin embargo tienen la habilidad de dirigirlas. Nuestra deslumbrante Administradora, por ejemplo, sabe hacer un mínimo taconeo entusiasta, un rebote de afirmación, de plena simpatía, de aquí estoy, que le provoca un temblor hacia arriba que termina en una especie de vibración de trampolín a la altura de sus tetas plenipotenciarias de chica de barrio. Dentro de los cambios evolutivos, que van del homo sapiens al homo mediáticus, la función más importante de las tetas hoy en día ya no es la reproducción sino la capacidad para aumentar el rating.

Pero volviendo a las tetas reales, ¿cómo se accede a ellas, cómo se alcanzan y develan? Las mujeres tetonas tienen una habilidad desarrollada durante años para frenar las manos de los hombres-pulpo. El hombre-pulpo es el que no da abasto, el que ya tiene las dos manos agarrando cada cachete del culo y va por más, porque quiere además palpar simultáneamente la abundancia de las tetas y es como si les nacieran dos brazos suplementarios para alcanzar ese fin. Pero las mujeres tetonas tienen mucha destreza, saben interponer el codo y bloquear todo intento de avance. Hay que aprender que si una mujer detiene una mano no hay que insistir, sino intentar más adelante por otro lado, despacio, sin apurarse. Nunca jamás debe intentarse tocarle las tetas a una mujer antes de darle un beso, porque sería un fracaso (hay excepciones, hay abordajes muy acalorados por detrás que vienen con doble estrujamiento de tetas y beso en el cuello, pero no son muy frecuentes entre desconocidos).

En general las tetas se exploran durante el beso, en lo más apasionado del beso. Una vez instalados en ese vértigo, se puede subir una mano por la espalda que explore debajo del elástico del broche del corpiño, pero sin desabrochar nada todavía, en una caricia que llegue a la nuca, que disimule un poco pero que a la vez diga ya estoy acá debajo de esta lycra tirante y no me voy a detener. Si la mujer accede tácitamente (porque nunca hay que preguntar ni pedir permiso) entonces ahí sí, se puede intentar desbrochar, desmantelar la delicada ingeniería del corpiño, desactivar esa tensión tan linda, lo elástico, lo tirante de las tetas sujetadas entre diseños de moños y florcitas. Y entonces llega la verdad, sin íntimos trucos textiles, la doble realidad pura y palpable. Entonces aparecen, asoman en estéreo, se despliegan las tetas en todas sus variantes como ejemplos de la biodiversidad. Tetas duras, nuevas, tetas derramadas, pesadas, tetas blandas, inabarcables, tetas sin caída, sin pliegue como cúpulas altas de pezones rosados, tetas apenas sobresalientes pero halladas finalmente por las manos, tetas enormes y llenas, tetas asimétricas, tetas breves pero puntiagudas de pezones duros, tetas lisas de aureolas enormes apenas dibujadas, tetas blancas, morenas, con marcas de bikini, tetas chiquitas y felices, tetas tímidas, esquivas, o desafiantes, orgullosas, guerreras. Todas lindas, dispuestas para el beso, la lengua, el mínimo mordisco, y provocando una sed desesperada cuanto más grande, una actitud ridícula del hombre que de repente actúa como un cachorro ciego y hambriento y desbocado.

Y sin embargo esa sed no termina de saciarse. Hay algo misterioso en la atracción por las tetas. Porque, ¿qué se busca en las tetas? Las atracciones de la cintura para abajo tienen un objetivo siempre más claro y complementario, que termina consumándose sin demasiado equívoco. Pero en las tetas, ¿qué buscan los adultos? Que todo sea un simulacro de lactancia no cierra bien. Demasiado edípicas y cantado eso de buscar repetir ese vínculo nutricio con la madre. ¿Y además las mujeres qué ofrecen cuando ofrecen sus tetas? Dicen que la existencia de las tetas tiene un propósito de atractivo sexual (además de su fin alimentario). Dicen que al estar erguidas las hembras humanas tuvieron que desarrollar una especie de reduplicación del culo en la parte de delante de su cuerpo para atraer a los machos. Ése es el fin que cumplirían esas dos esferas juntas a la altura de las costillas superiores: ser un señuelo similar a un culo llamativo. La explicación parece bastante ridícula y quizá por eso mismo –porque el cuerpo humano es bastante ridículo- sea cierta.

13 comentarios:

  1. No puedo con mi vida, jajajajajajajajaajaj

    Besos

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  2. JAJAJAJAJA Y luego está eso de que las amistades son como las TETAS...... http://aljardindete.blogspot.mx/2015/06/algunas-amis-te-tas-son-eternas.html

    Besos Chaly =))))

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  3. Cada cosa tiene su encanto, Chaly. Por muy erguida que vaya la mujer, el culo sigue estando ahí, bien puesto. Las tetas lo complementan, no lo sustituyen.
    Si el cuerpo humano es tan ridículo, viva esas ridiculeces femeninas que nos llevan de culo (nunca mejor dicho).
    Un abrazo.

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  4. De esta me da un síncope¡

    jajajaaaaaaaaaaaa

    "
    Las tetas tienen vida propia, eso es sabido; no son como el culo por ejemplo que se mueve dirigido por su dueño"


    beso , terrible Chaly¡

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  5. Yo creo que esa atracción tiene que ver con cuando éramos bebés...

    Besos.

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  6. Has hecho toda una tesis doctoral sobre la forma que han tenido las tetas a través de los últimos años: Cum laude.

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  7. El maravilloso mundo de los hombres :)

    Como me gusta leerte Chaly

    Besos

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  8. Ha hablado todo un experto en tetas...
    Besos, Chaly.

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  9. Pero qué excelente tratado sobre las protuberancias frontales femeninas. Qué bien escrito. Qué elegancia al tiempo que no escatimas en descripciones pormenorizadas. Eso es lo que yo llamo saber escribir, saber transmitir. ¡Mi enhorabuena! Gracias por el buen rato que he pasado leyéndote y gracias por tu comentario en mi blog.

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  10. Este día amaneció pensando mucho en ellas. jeje Saludos!

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  11. Yo no les veo tanto será porque no soy hombre.


    Besos

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  12. Todo un tratado de Tetalogía.
    Creo que os atrae lo que no tenéis vosotros, suele pasar.
    Besos, Chaly

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  13. Yo dejo de lado a las tetas por un buen culo, definitivamente.
    Saludos.

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