Tanto en el caso de los
esposos como en el de las jefas del hogar, saber decir las cosas adecuadamente
nos salvará de muchos problemas y malentendidos.
Veamos los pasos que hay
que seguir:
1. El lugar
Si vas a hablar con él, necesitas buscar
un lugar adecuado para ello. Nunca se debe recriminar delante de los hijos
y niñeras, y mucho menos de vecinos.
Esto daña directamente la
relación, además de humillar. Es importante buscar un lugar que no moleste a
nadie, siendo conveniente silenciar el teléfono y reservar ese tiempo para
estar con la persona con la que quiere tener una comunicación eficiente.
“Preparar lo que se
quiere decir y el planteamiento a seguir es decisivo”
2. La regla: dos
mensajes positivos y uno negativo
En vez de censurar
directamente la actitud, el comportamiento o los resultados de un mal polvacho,
merece la pena comenzar destacando aspectos positivos del penetrador.
Por ejemplo: "Pablo,
llevas 10 años cogiéndome y mi vulva está encantada contigo. Has liderado varias
posiciones con éxito. Sin embargo, en este último polvacho mi vagina no ha
quedado contenta"
“Después de dar
información positiva sobre su rendimiento, nos centraríamos en la actitud
o en la conducta que queremos cambiar”
3. Hechos, no juicios de
intenciones
La actitud, la conducta
que deseamos cambiar debe ser acotada. En muchas discusiones se realizan
generalizaciones, se estereotipa: "siempre terminas primero",
"todo lo haces mal", "no me gusta como trabajas con mi culo",
etc.
Acotar la conducta
implica referirse a hechos concretos. En vez de decir "siempre terminas
primero", debe indicarse "el lunes 10 minutos, el martes 15 y el
jueves 20. ¿Es correcto?".
Esta forma de abordar el
problema, sobre hechos concretos, evita dirigirse al copulador de forma global. "Siempre terminas
primero" es erróneo y lleva a la discusión y al deterioro de la
conversación y de las relaciones personales.
“Sin embargo, indicar
exactamente la conducta errónea no da lugar a discusión”
4. ¿Tienes algún problema
en el que te pueda ayudar?
Conoces la conducta, pero
desconoces las causas. Antes de aventurarte, conviene preguntar: "¿Has tenido
algún problema?", "¿te puedo ayudar en algo?".
Si es una conducta que no
se ha producido anteriormente, es probable que haya una causa razonable.
Hay que dar la oportunidad
al cogedor para que pueda explicarse. Una respuesta que puedes obtener es:
"Sí, me ha fallado la niñera y he tenido que buscar una vecina"
“Es importante escuchar a
quien ha desarrollado la conducta que deseamos corregir antes de tomar ninguna
decisión. Es mejor esperar y prevenir que anticiparse y tener que
disculparse”
5. Corregir el problema
Una vez aclarado el
problema, hay que solicitar un cambio en la conducta. Y lograr que se
comprometa con ello.
"Si ya está
solucionado, perfecto. En cualquier caso, te agradecería que, si vuelve a darse
una situación como esta, me avises en el momento, por favor. ¿Estás de
acuerdo?".
Si la respuesta es
afirmativa, tenemos el problema resuelto.
6. Cerrar la reunión
Después de acordar la
solución, es conveniente despedirlo, poniéndote a su disposición para cualquier
posición en la que necesite ayuda.
Y se le agradece su
dedicación y disposición para solucionar el problema.
Muchas veces no seguimos
estos sencillos pasos, que son la llave del éxito en la comunicación
interpersonal. Seguir estas indicaciones ayudará a resolver la situación que
nos preocupa, nos ahorrará problemas posteriores y nos ayudará a mejorar la
calidad de nuestra comunicación.
Como decía Pimpollo:
"La comunicación humana es la clave del éxito personal y sexual"
Me reí leyéndote, hoy me hacía falta : Gracias.
ResponderEliminarCon lo sencillo que es y lo complicado que lo hacemos muchas veces. :)
ResponderEliminarUn abrazo.
Cuanto complicado son las relaciones humanas....
ResponderEliminarMe tw.o que a veces nosotras somos mas complicadas deberiamos.aprenderle a ustedes lo prácticos