1. Lo que hay bajo nuestras armaduras
“Ponemos
barreras para protegernos de quienes creemos que somos. Luego un día quedamos
atrapados tras las barreras y ya no podemos salir".
El caballero tenía el pleno
convencimiento de que él era bueno y generoso. Sin embargo, sus actos no
evidenciaban tales noblezas, tales cualidades. Bajo su reluciente armadura
había alguien que necesitaba sacarse brillo para compensar sus grandes
carencias.
Este personaje era capaz de librar
feroces batallas para hacer frente a todo lo que él
consideraba malvado. Sin embargo, en ningún momento tomaba conciencia de
ese enemigo que tenía en su interior, de ese dragón enfurecido que tenía
atrapado a su auténtico “yo".
Pensemos que todos, de algún modo, amanecemos
cada día con nuestras propias armaduras oxidadas. Esas en las que camuflamos
realidades internas no resueltas, resistencias que nos limitan, que apagan
nuestro auténtico ser.
2. El desahogo emocional
“Solo
las lágrimas de auténticos sentimientos te liberaran de tu armadura".
El reconocimiento de las propias
necesidades y la toma de contacto con esas emociones atascadas en nuestro
interior, son el primer paso para librarnos del peso de nuestras
armaduras. Para retirar ese óxido y brillar de nuevo, nada mejor que
oxigenar espacios, que desahogar tensiones, llorar…
3. Tomar conciencia de lo que es
importante
“A
los seres humanos se les dio dos pies para que no tuvieran que permanecer
en un mismo lugar, pero si se quedaran quietos más a menudo para poder aceptar
y apreciar, en lugar de ir de aquí para allá intentando apoderarse de todo lo
que pueden, entenderían verdaderamente lo que es la ambición del corazón".
Esta es una de las frases del
libro El caballero de la armadura oxidada que más deben invitarnos a
la reflexión. Nuestro caballero surca territorios, países y reinados para
hacer el bien. Salva, defiende, protege y lucha contra (lo que él considera)
que es la maldad. Ahora bien, este personaje ha llegado a alimentar un amor más
grande por su propia armadura que por su familia.
Su esposa Julieta y su hijo, apenas
ocupan lugar en su memoria. Ha descuidado lo que es verdaderamente
importante. Por tanto, no olvidemos que todos somos libres para movernos, para
crecer y avanzar, pero a su vez, es necesario que tomemos conciencia de
nuestras raíces: de lo que es importante.
4. El aquí y ahora
“Nunca
había disfrutado de lo que pasaba en el momento. Durante la mayor parte de su
vida, no había escuchado realmente a nadie ni a nada. El sonido del viento, de
la lluvia, el sonido del agua que corre por los arroyos, había estado siempre
ahí, pero en realidad nunca los había oído…"
Apreciar el momento presente, ser
receptivos a lo que nos envuelve es un modo de tomar conciencia de lo que tiene
auténtico valor. Situar la mirada en el propio ego, en lo que hicimos ayer o
haremos mañana, oxida aún más nuestras armaduras. La auténtica luz se
encuentra en el momento presente, ahí donde están nuestras oportunidades, ahí
donde puede acontecer nuestra felicidad.
5. El amor por uno mismo
“El
caballero lloro más al darse cuenta de que si no se amaba, no podía amar
realmente a otros. Su necesidad de ellos se interpondría. En eso apareció el
mago y le dijo: solo podrás amar a otros en la medida en que te ames a ti
mismo".
Hay un momento en el libro donde el
caballero no lo resiste más. Ha avanzado tanto en el bosque de su inconsciente que solo piensa en huir, en volver con su
familia. Ahora bien, más tarde se da cuenta de algo: aún no puede volver porque
no sabe cuidar de sí mismo. Alguien que no sabe atenderse y que no se ama,
difícilmente podrá amar a los demás como se merecen.
Ese es por tanto nuestro primer paso en
toda transformación personal: cultivar un amor propio saludable, aprender
a valorarnos, a sanarnos, a cuidarnos.
6. El silencio como canal de escucha
“Permanecer
en silencio es algo más que no hablar".
Esta es otra de las frases del
libro El caballero de la armadura oxidada más interesante. En la
obra el propio caballero debe confrontarse con el dragón de sus pensamientos en
medio de la soledad y el más riguroso silencio. Tal situación no es
cómoda, porque hay demasiados ruidos mentales, y además, están sus corazas inconscientes, esas que le impiden acceder a
su auténtico ser para vencer al falso yo…
Romperlas para esclarecer sus
necesidades, y abrazar a su auténtico ser es algo que logrará en ese escenario
de silencio. Ahí donde no hay más opción que escuchar.
Fuente: El caballero de la armadura
oxidada
Para concluir. Hay un hecho que vale la
pena comentar sobre Robert Fisher, el autor del libro. En más de una
ocasión explicó que la idea de este libro surgió a partir de varias
experiencias cercanas a la muerte. La vida le enfrentó a este límite en
diferentes ocasiones, y en todas ellas su propia voz le decía: “No debes morir. Aún no has cumplido lo que
has venido a hacer".
Este libro era su misión, y dicha
experiencia con él, también transformó su vida. Fueron 6 años y medio dedicados
a esta obra, ahí donde estas frases del libro El caballero de la armadura
oxidada nos recuerdan que también nosotros tenemos la misión de hallar
nuestro propósito, pero antes tenemos que liberarnos de nuestras armaduras.
Me encanta como escribes y comentas Ayer me haqueron los dos blogs pase un mal tiempo pero vengo a agradecerte el bello comentario que dasapareció saludos muchacho
ResponderEliminarTenía mucho tiempo de no oír o leer mención alguna de El Caballero de Armadura Oxidada. Una conocida de la carrera solía traerlo con ella durante un par de semestres y hablaba al respecto, me acuerdo.
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