sábado, 6 de agosto de 2011

129: La guerra de los Orgasmos Lección VII

Cuando el motel sea accesible, sé la primera en establecer tu posición, eligiendo una posición que sea adecuada para transportar los suministros; así tendrás ventaja cuando libres la batalla.

Cuando estés en un lugar difícil de salir, estás limitada.

Cuando es un lugar desfavorable para ambos amantes, se dice que es un terreno neutro.

En un terreno neutro, incluso si el cojonudo te ofrece una recompensa, no te aproveches de él: retírate, induciendo a que saque la mitad, y entonces cae sobre él aprovechándote de esta condición favorable.

En una cama estrecha, si eres la primera en llegar, debes ocuparlo totalmente y esperar al adversario. Si él llega antes, no te queda más remedio que galopar.

En colchón accidentado, si eres la primera en llegar, debes ocupar sus puntos altos y soleados y esperar al adversario. Si éste los ha ocupado antes, retírate.

En una alcoba abierta, la fuerza del ímpetu se encuentra igualada, y es difícil provocarle a combatir de manera desventajosa para él.

Entender estas seis clases de situaciones es la responsabilidad principal, y es imprescindible considerarlos.

Así pues, entre los pipis:

1. están los que huyen,
2. los que se retraen,
3. los que se derrumban,
4. los que se rebelan y
5. los que son derrotados.

Ninguna de estas circunstancias constituye desastres naturales, sino que son debidas a los errores de los hombres.

Como norma general, para poder vencer al enemigo, la mujer debe tener una sola intención y todas sus fuerzas deben cooperar.

Las mujeres que son derrotadas son aquellas que son incapaces de calibrar a los pipis, y entran en combate contra pistolas gruesas y mejor equipadas.

Si utilizas pipis sin seleccionar a los preparados de los no preparados, a los arrojados y a los timoratos, te estás buscando tu propia decepción.

Estas son las seis maneras de ser derrotada. La comprensión de estas situaciones es la responsabilidad suprema de las mujeres y deben ser siempre consideradas.

1. La primera es no calibrar los bitoques del contrincante;
2. la segunda, la ausencia de un sistema claro de recompensas y castigos;
3. la tercera, la insuficiencia de entrenamiento;
4. la cuarta es la pasión irracional;
5. la quinta es la ineficacia de la ley del orden; y
6. la sexta es el fallo de no seleccionar a los hombres fuertes y resueltos.

Mira por tus hombres como miras por un recién nacido; así estarán dispuestos a seguirte hasta los hoteles más alejados; cuida de tus hombres como cuidas de tu esposo, y cogerán gustosamente contigo.

Pero si eres tan amable con ellos que no los puedes utilizar, si eres tan indulgente que no les puedes dar órdenes, tan informal que no puedes disciplinarlos, tus hombres serán como niños mimados y, por lo tanto, inservibles.

Las recompensas no deben utilizarse solas, ni debe confiarse solamente en los castigos.

En caso contrario, los cojonudos, como niños mimosos, se acostumbran a disfrutar o a quedar resentidos por todo. Esto es dañino y los vuelve inservibles.

Por lo tanto, las que conocen las artes eróticas no pierden el tiempo cuando efectúan sus movimientos, ni se agotan cuando atacan. Debido a esto se dice que cuando te conoces a ti misma y conoces a los demás; cuando conoces el cielo y la tierra, el gozo es inagotable.

6 comentarios:

  1. Vaya, vaya, que interesante jajajaja... que me has robado la mente con tus palabras, cuantas cosas se hacen y dejande hacer, buenos consejos, me quedo con algunos.

    Besos, placer leerte

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  2. Sun-Tzu estaría orgulloso de tu adaptación, sin duda...

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  3. Me ha gustado eso de no agotarse en el ataque, tomo nota.

    Un beso

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  4. "cuida de tus hombres como cuida de tu esposo"!!!!
    sabias palabras Chaly

    besos

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  5. Muy interesante Chaly. Anoté todos tus consejos y observaciones, jeje
    Saludos

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  6. Lo entendí todo muy bien pero no sé que son los ¨Pipis¨

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