lunes, 12 de marzo de 2012

187: “Ella tuvo varios novios, o más bien amantes, antes de casarse: Pepe, un mierdecilla violento y ordinario, que tenía los dientes un poco para afuera; Lucho, un gordito, medio barbilampiño que era estudiante de arquitectura y le duró poco; Nacho, que nadaba muy bien, tenía más resistencia que velocidad y era capaz de nadar horas y horas sin cansarse; Coco que tenía una moto bastante buena y muy espectacular y se pasaba el día sacándole brillo con una gamuza; Javi, al pobre lo tuvieron que operar de cirrosis; Paco, que había sido seminarista y estudiaba filosofía y letras; Rulo, que era un poco bizco pero bailaba muy bien, con mucho ritmo y sentimiento, y quizá algún otro. Después apareció el que acabaría siendo su marido, Lalo, no se puede decir que ella hubiera perdido el tiempo”

-Pensaba que estabas muerta o algo así
-Más bien algo así
-¿Qué quieres decir?
-Esa pregunta admite muchas respuestas
-Inténtalo con alguna
-Bueno, averiguar si sigues solo y si quieres compañía esta noche
-Sólo conozco a una sola persona a la que, después de un silencio de cinco años y medio, se le ocurriría llamar a la puerta de mi casa y preguntarme si quiero follar.
-¿Quieres que me vaya?
-¡¡Orgasmada!! ¿Me lo estás diciendo en serio? ¡Entra!.
-Soy como soy. Me fui para alejarme de todo y de todos. Debería haberme despedido.
-Pensé que te había ocurrido algo. Pero durante los meses anteriores a tu partida tampoco mantuvimos mucho contacto que digamos.
-Estaba ocupada.
-Eres tan misteriosa. Como nunca hablas de ti e ignoro donde trabajas no sabía a quién llamar cuando no me cogías el móvil.
-Ahora mismo no trabajo en nada. Además, tú eres igual que yo. Querías sexo pero no te interesaba mucho una relación. ¿A qué no?
-Es verdad
-Y conmigo pasó lo mismo. Nunca te he prometido nada.
-Has cambiado.
-No mucho.
-Pareces mayor. Más madura. Tienes otra ropa.
-Me he puesto tetas.
-¿Qué has dicho?
-Me fui a una clínica de Italia, me operaron y me pusieron unos pechos hermosos. Por eso desaparecí. Luego seguí viajando. Ahora he vuelto.
-¿Me estás tomando el pelo?
-Pero que tonta soy. Tú no bromeas nunca, doctor Spöck. No pienso disculparme. Te he sido sincera. Si quieres que me vaya no tienes más que decírmelo.
-¿En serio te has puesto tetas? Sea como sea, no quiero que te marches sin dejarme verlas. Por favor. Please.
-Siempre me ha gustado acostarme contigo. Te traía sin cuidado a lo que yo me dedicara, y si estaba ocupada, te buscabas otra. Y te importa una mierda lo que la gente piense de ti. Hace sólo unas semanas que regrese acá. Quería saber si debía salir a ligar por ahí o si todavía estabas interesado.
-Había pensado escribir esta noche.
-¡¡Pero qué diablos…!!
-Tengo que verlas

-¡¡¡Bienvenida a casa!!!

7 comentarios:

  1. ¡Por dios! si son operadas sería lo mismo que ver dos bolsas de látex jeje.


    Besos.

    Voy a buscar diversión a ras del suelo je.

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  2. Las relaciones abiertas tienden a extenderse en el tiempo. Duran lo que dura la calentura, y jamás se exigen más de lo que pueden entregar. Lo entretenido de todo, es que cuando están juntos, se entregan tanto que resulta beneficioso para las partes, ya que la calidad sexual es óptima.
    Un abrazo Charly

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  3. Ese tipo de relaciones son buenas mientras todos esten de acuerdo a no ir más allá, en cuanto a sentimientos, pero aquí lo importante parec que era verle las "niñas"

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  4. Yo quiero uno de esos hombres, y también tocar unas tetas operadas! que se sentirá?

    abrazos!!!!

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  5. Todo de maravillas, mientras ninguno de los dos se enamore...

    Besos
    Maribe

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