martes, 3 de abril de 2012

193: Miles de ninots simulan a chulos, putas, macarras, ladrones, mayoría clara, contundente, suficiente; los sabuesos son decorativos, rara vez me sirvo de ellos cuando salgo de cacería.

Mirando algunas películas vi que el tema de los mismos, se reduce a que ella es importunada por alguien que quiere casarse, durante ochenta minutos se hace la sueca y en los últimos diez minutos termina empelotándose y aceptando todo, incluido matrimonio.

En otras un tipejo se enamora de ella a primera vista, la persigue durante cuarenta cinco minutos y cuando la susodicha está a punto de bajarse los calzones, entra en escena el amigo del pretendiente y la impresiona terriblemente y ella duda de sus sentimientos y como más vale pájaro en mano se va con el amigo durante cuarenta minutos, en el minuto ochenta y seis se da cuenta de su error y retorna donde el tipejo que la seguía esperando.

En otras, el tipejo es un pájaro libre que se divierte, pero en su fuero interno no se siente contento con sus conquistas y ve con malos ojos que las féminas se empeloten siempre con él; en medio del meollo conoce a una con ínfulas de monja fracasada que sueña con el príncipe pitufo. Al fin se encuentran y ella está desesperada que él se la fornique, más el otro se hace de rogar, al final cede y la palabra end aparece cuando él la lleva a la cama.

Un tema repetitivo es que ella ha cohabitado con muchísimos copuchentos y él de igual forma se ha comido todo tipo plato que se le cruzó por la calzada, él y ella están hastiados de la falta de sinceridad que reina en su círculo. Ellos se conoce desde hace añadas y conocen sus respectivos ricuculum vitae, pero ellos jamás intercambiaron fluidos ni miradas lascivas. Después de largos diálogos vacíos de contenido se dan cuenta que siempre se amaron en silencio y acaban fornicando ante la mirada del aburrido espectador.

En fin, parece que es la tónica de estos tiempos el divertirse, y divertir a los mirones de esta películas que viven vidas aburridas y que no les queda más remedio que follar con el imperfecto de todos los días hasta que la muerte los separe.

5 comentarios:

  1. yo al principio quera comentar que las películas son así el cine nos vende tantas historias bien chafas de amor...pero después de terminar de leer se que yo soy de esos que les gusta mirar ese tipo de pelicular, creo que tengo una vida aburrida,pero no siempre fue así creo que la edad,y las responsabilidades m volvieron así jaja saludos

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  2. Los finales no siempre son felices porque los espectadores salen con cara de: Yo quiero follarme a esa o Yo quiero follarme al copuchento de turno.


    Besos.

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  3. Lo increible es que ya sabiendonos la histria veamos pelícilas así y soñemos que eso nos pase en la vida real, o soy la única que a veces le pasa eso? jaja

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  4. si señor! y aveces son tan predecibles que uno sabe exactamente los pasos que seguirán.
    pero bue... siempre y cuando aparezca un buen macho en bolas yo las veo sin chistar!
    besos chaly

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  5. Es que en la ficción hay una simetría que no se da en la vida real. De este lado de la pantalla, uno se enamora de una mina, le envía flores todos los martes y día la mina se casa con otro tipo que sí ama… sin el menor de los remordimientos. Incluso un día se muere y nunca nos deja una carta escondida de que aún nos quería. ¡No! La mina quería con el otro de verdad… o por lo menos, de verdad no con uno.

    Lo mismo con las buenas obras. El gordito miope entra al campo de juego cuando faltan 10 mimutos para terminarse el partido, y se encarga de dar vuelta los resultados y ganar. En la vida real, los gorditos miopes solo hacen goles deportivos y amatorios en sus fantasías… Algunos sacan provecho y escriben esas películas cursis.

    Un abrazo,
    D.

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