sábado, 26 de agosto de 2017

038: ni un centímetro más

—Siéntate, que tenemos que hablar. Sé que no estás contento.
—Digamos que... sorprendido y molesto.
— ¿Por qué? ¡Me parece que he dejado pasar bastantes años desde que se murió tu madre para poder volver a casarme! Además, es mi vida, no la tuya. No tengo por qué pedirte permiso.
Reconoce al menos que es muy guapa.
—Cuestión de gustos. Personalmente solo miro a las de mi generación.
—Eso es un golpe bajo.
—Solo te hago notar que tiene veinte años menos que tú.
— ¿Y qué?
—Nada, pero has ido muy deprisa.
—Para traerla aquí primero tenía que casarme. Si no, no me habría seguido. Ella no lo habría dejado todo sin...
— ¿Garantías?
—Es una manera de decirlo. ¡Pero es legítimo! ¡Intenta comprenderlo! Desarraigar a cuatro niños, cambiar de ciudad, dejar atrás todas sus amistades...
— ¿Y su familia? ¿Y su trabajo?
—No trabajaba. Criar a cuatro niños ya es un trabajo a jornada completa. De la familia no sé nada.
—Vamos, que saber no sabes mucho.
—Sé que me gusta y que por la noche me alegro de encontrarme con ella y ser un hombre casado. ¿Te queda claro?
El tono se había endurecido. No pensaba ceder ni un centímetro.
—Muy explícito, sí.
—Mejor, porque no te lo repetiré. ¿Qué piensas, que a los sesenta ya se está acabado? ¿Que ya no se tienen necesidades? ¡Anda, que...! ¡Tú espera que ya te llegará! Estoy en una edad fantástica, y por fin pienso disfrutar de la vida. Desde que enviudé, lo único que he hecho ha sido cuidarte y lleva la fábrica que quiso comprar tu madre, que hay que mantener a flote. Y para que tuvieras vida familiar he vivido entre mi hermana y mi primo. ¡Una juerga, vaya! Ahora me toca a mí. Es el momento de que me lo pase bien, así que no pongas esa cara de vinagre y vete acostumbrando a tu madrastra, ¿estamos?

8 comentarios:

  1. Tienes razón Chaly, no hay que ceder ni un centímetro más!,

    ResponderEliminar
  2. Todo el mundo tiene derecho a rehacer su vida, siempre que no anteponga sus intereses personales a las obligaciones adquiridas.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Asi debe ser, pero en ocasiones los hijos lo ponen demasiado complicado. Cuando ellos harían lo mismo.

    Besitos.

    ResponderEliminar
  4. Tiene derecho, claro que sí.
    Aunque miro a mi madre, viuda, llegar a casa con otro hombre y quizás pueda entender mejor al hijo.
    No nos engañemos, todo el derecho a rehacer su vida, pero que algo de reparo pues oiga, que también.
    Lo cual no hace para que intentes impedir que siga adelante.
    Besos

    ResponderEliminar
  5. Me parece correctísima esa postura en el padre.

    ResponderEliminar
  6. Esperar a enviudar para ser feliz me parece una bobada. Parece que casado no lo fue.


    Beso

    ResponderEliminar