Cambiar la frase “no
puedo” por un simple “no sé cómo” es casi un encantamiento.
Es una clave mágica que puede transformar una calabaza en un
carruaje.
Los misterios y el funcionamiento de la vida que nos rodea
son tan inmensos y complejos como estudiar nuestra propia naturaleza. Somos
seres complejos y debemos reconocerlo, en nuestras ideas y formas de ser, en la
habilidad innata que tenemos para contener pensamientos y sentimientos
encontrados. Somos seres duales, extremistas y exagerados, en resumen no es
fácil ser humanos, pero es lo que somos y, frente al hecho, no queda más
remedio que ocuparse del asuntechi.
Dada nuestra naturaleza compleja, debemos aprender a
diferenciar entre ser complejos y ser complicados. Contra la complejidad no
podemos hacer nada, pero contra las complicaciones sí podemos hacer mucho. Uno
de los mecanismos mentales que nos llevan a complicaciones es decir “no puedo”,
el verbo poder, en términos de lenguaje, encierra más allá de su connotación
semántica una gran carga emocional por lo que utilizarlo adecuadamente es una
sabia decisión.
Poder, como verbo, implica tener la capacidad, facultad o
autoridad para hacer determinada cosa, por lo tanto, cuando decimos no puedo,
estamos aseverando que somos carentes de la capacidad de hacer algo. Y, como
somos seres complejos, una cosa es lo que decimos y otra muy distinta es cómo
procesamos lo que decimos, por eso que debemos cuidar nuestras palabras y
evitar que sean malinterpretadas por nosotros mismos y confundamos la falta de
conocimiento o estrategias con la carencia irremediable de algo.
Cambiar la frase “no puedo” por la expresión “no sé cómo”
¿Cómo lo hacemos? Como todo hechizo, primero debemos
recordarlo e incorporarlo. Cada vez que vayamos a decir “no puedo”, primero
debemos detenernos a pensar si estamos dando una excusa porque en realidad no
queremos y deseamos evitar la confrontación o si realmente carecemos de la
capacidad o facultad para hacerlo o no sabemos bien cómo hacerlo.
Frente al primer caso, el hechizo no aplica porque se trata
de otro tipo de bestia, tienen que ver con la estructura moral y no con la
falta de confianza. Si el caso es el segundo, si realmente se carece de la
capacidad, no hay nada que hacer y es mejor pasar a otra cosa. Pastelero sus
pasteles.
Y si, finalmente, la verdad es que creemos que si podemos
pero no sabemos bien cómo, debemos reconocer y aceptar la responsabilidad de
buscar las formas para lograrlo.
Somos seres complejos pero también ninguna otra raza aprende
como nosotros.
Hay otros animales que son también muy listos, pero sí... creo que ninguno tanto como nosotros, aunque a veces no lo parezcamos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Una sencilla frase puede cambiar nuestra actitud
ResponderEliminarBesitos
... pero muy complicados.
ResponderEliminarHay que intentarlo siempre Chaly!!
ResponderEliminarTodo se puede, Chaly, pero muchas veces nos complicamos por falta de ánimo, otra condición negativa de los humanos.
ResponderEliminarAbrazo.