Cierta madrugada, venía un buen hombre
por la carretera en su Peta del 67. Y de repente, la Peta se le apago.
-Hijo de tu reputa Peta madre…
Dijo el tipo. Se orilló para ver si lo
podía hacer arrancar de nuevo, pero nada, por más de que lo pateó y la insultó,
la Peta no respondía. Aburrido, se sienta en el cofre a esperar por ayuda. En
eso apareció un Mercedes Benz Compressor a 170 km/h. y vio al afligido hombre
con su destartalado auto y se da un amarrón de microbusero, haciendo gala de
sus súper frenos, quemando llanta, para y se tira de reversa. Se ofrece a
remolcar a la Peta. El dueño de la Petita apenado por el lujoso y potente auto,
pero aburrido de no poder arrancar su Escarabajo, aceptó enseguida, haciéndole
la siguiente recomendación:
-Pero nomás no le pises fuerte, porque
esta madre se va a deshacer. Mmmm, bueno mejor sí písale, y cuando sienta que
esta chingadera se esté desmadrando te hago el cambio de luces pa`que le bajes
El del Mercedes le contestó:
—Camarada no hay pedo, con este puto
motor, remolco hasta un trailer.
El Mercedes comienza a remolcarlo sin
problemas, sin siquiera sentir a la pobre Petita. Apenas llegó a 80, luego a
100 km/h y al dueño de la Peta sentía que se le caían los calzones, les
temblaba todo a los dos. Ya para ese entonces, le hace el cambio de luces para
que le bajara de huevos.
De repente y de la nada, aparece un
Porsche Carrera, emparejándose, acelerando a fondo, retando al Mercedes... Y claro,
como buen pinche cabrón, no se iba a dejar intimidar por otro pendejo y
comienza: 120, 140, 160, 190, 210, 240, 260 km/h
El dueño de la Peta venía cagado del
susto, parecía semáforo el pendejo verde-amarillo-rojo, estaba que se moría… y la
puta Peta andaba en las mismas, parecía licuadora sin tapa, dando vueltas de
aquí para allá, se iba deshaciendo en cargos como un transbordador entrando a
la tierra, se estaba desarmando esa madre…
Y el pobre hombre, por más que hacia
cambios de luces, nada… le tocaba el claxon y nada...
Ahhh, pero el Mercedes y el Porsche,
como chamacas locas en fiesta de cumpleaños…
En eso andaban cuando pasan por un
puesto de la Policía de Caminos, en el que el radar registró impresionantes 270
km/h.
Al policía hasta le voló la gorra y los
lentes, de inmediato avisa por radio al próximo puesto:
-¡Atención!, ¡Atención! Mercedes Gris
Plata y un Porsche Negro a más de 270 km/h en la autopista... y, muchachos...
se los juro por mi vieja... por mis hijos... por mi madre... bueno, lo juro
hasta por mis huevos que tanto quiero... que atrás de ellos viene una pinché
Peta pedorra haciéndoles cambio de luces para que lo dejen pasar…
Reina por un día, la Peta.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me has hecho sonreir desde m cama recien me levanto un brazo
ResponderEliminarAunque pequeña la Peta se hizo famosa por un momento.
ResponderEliminarMuy gracioso
Un abrazo Chaly
Puri