miércoles, 15 de diciembre de 2010

75: CADA OVEJA CON SU PAREJA

¿Cuáles son los galardones que exigimos al ser amado? ¿Cuáles son los desperfectos que podemos tolerar?

Dos interrogantes que el incircunscripto se hace ante la confrontación final frente al desenlace del melodrama que está por acontecer al pedirle que lo acompañe por el sendero abrupto del trabajoso consorcio.

Se supone que uno debe tolerar todo el tiempo los menjunjes de cremas y el modo de utilizar las recetas de la cocina; en el entendido que ella soportará también nuestro irrisorio carácter y nuestras manías en su hornillo.

Comprendido y aceptado lo escrito anteriormente, nos quedara siempre la perplejidad de saber al dedillo ¿qué cualidades deberá reunir la imperfecta? Y acá también es menesteroso recapacitar ¿qué ella espera de mí?

Podríamos decir que nos agradaría que la hayan educado a que desmienta y oculte las pasiones más inocentes con una pérfida disimulación; que sea instruida en el arte de callar y mentir. Con tal que no diga lo que siente, con tal que finja aborrecer lo que más desea, con tal que se preste al perjuro, sacrilegio y a todo lo que inspira en ella el temor, la astucia y el silencio de una monja, y además:

a. Criada sin artificio ni engaños del mundo
b. Contenta de enlazarse sin angustias metafísicas
c. Muchacha de retraimiento y criada como las carmelitas enseñan
d. Que no finja que lo sabe y si lo sabe que no me lo pregunte
e. Que sepa perdonar mi figura y mis fantasías
f. Prevenida a favor de otro amante más apetecible que yo

En mi favor, podría decir sin empavonarme, qué:

a. No tengo dinero, ni ambición, ni pesadumbre, ni remordimiento
b. Soy ingenuo, mi corazón y mi lengua no se contradicen
c. Soy sincero hasta el hastió
d. No soy dichoso a la fuerza
e. Jamás finjo gozo en la cama
f. Poseo un corazón viudo de toda emoción eclógica
g. Si ella no halla en mí prendas que no le agraden, podrá renovarlas

Yo puedo tolerar todo, cuanto ella sea intolerante. Yo perdonare todo lo que sea costumbre perdonar de acuerdo al medio social en el que nos desenvolveremos.

También, puedo perdonar todo lo hiriente que pueda ser, pero lo que nunca perdono es la falta de cariño, de dinero y los viajes de placer.

7 comentarios:

  1. Cuando me casé nunca tuve presente ni el pasado ni el futuro que podría tener mi pareja, lo quise porque si.

    Él sabía, yo sabía todo y quisimos dar el paso juntos.
    Llevamos casados más de la mitad de nuestra vida y pueda ser que él sea el que se haya arrepentido de casarse, yo no.

    Creo que nunca me ha faltado nada dentro de lo que cabe.
    No he aprovechado mucho el tiempo, quizá ese sea el único error que tenga que perdonarme.

    Creo que yo encontré a mi pareja.

    Bye.

    ResponderEliminar
  2. ....... TANTO????? BUENO QUE COMPLICACIÓN¡¡¡
    el amor implica tanto que a veces uno piensa ufffffff pues que perdone a otra yo paso¡¡

    un abrazo

    ResponderEliminar
  3. Me parece que la mejor manera de llevarse bien es aceptando al otro como es y a su vez que el otro nos acepte como somos.
    Si existieran desacuerdos lo mejor es el diálogo...

    Un beso
    Maribé

    ResponderEliminar
  4. Yo que se, la convivencia es bien difícil, dichoso el que ha encontrado su espacio y felicidad, bien por ellos. Un abrazo grande!.

    ResponderEliminar
  5. No sólo de pan vive el hombre. También de regocijarce con sus propios pensamientos lineales.

    Vaya, pues, aquí uno: si nacemos y morimos solos, ¿por qué ese empecinamiento de que nuestros últimos 60 o 70 años sean en pareja?

    D.

    ResponderEliminar
  6. No pues si, Amar es perdonar y perdonar es amar.
    Con el paso de los años de matrimonio o relación o te adaptas o te desengañas.

    Muy profundo tu post.

    Pasé a desearte felices fiestas amigo.
    Un abrazote navideño con todo mi cariño.

    ResponderEliminar
  7. Supongo que cada uno contempla el amor desde miradores distintos.
    Con el paso de la vida, transijimos en cosas que jamás pensamos que podríamos superar, perdonamos... nos perdonan y en eso, en la superación de los baches de esta carretera llamada vida, supongo que reside el verdadero amor. En aceptar y perdonar los defectos del otro.
    El amor parte de dentro de nosotros mismos.

    Tauro quiero desearte mucha felicidad en compañía de tus seres queridos.
    Un beso.

    ResponderEliminar