martes, 12 de septiembre de 2017

049: la testiculina

Las películas a las que suelen acceder en la intimidad de la alcoba están cargadas de escenas con penetraciones salvajes, cunnilingus imposibles. Con este panorama no es de extrañar que el consumo de pornografía por parte de las vecinas influya de forma determinante en su deseo de participar en comportamientos sumisos en sus coitos. Esta es la principal conclusión que llegan las vecinas de la UV 48 que pone el dedo en la vulva y apunta que las vecinas que ven porno aceptan sin excesivos problemas que las tiren, las nalgueen, las cacheteen, o que les pongan mascaras de esperma en la cara; que dicho sea de paso, son buenas para el cutis

Para llegar a esta conclusión, las dirigentas del Club de Madres  se valieron de los resultados de una encuesta en la que participaron 392 vecinas heterosexuales con una media de 27 años y de las cuales un 70% tienen un machucante potable.
En la misma se les preguntaba por la edad a la que se enfrentaron a su primera película, cuáles eran sus motivaciones a la hora de ver este tipo de filmes o la frecuencia con que lo hacían. También se les preguntó si habían probado con sus parejas algunos comportamientos dominantes o si, por el contrario, les gustaría participar en este tipo de prácticas de forma sumisa. Para terminar de rizar el vello, se les interrogó sobre si aceptarían participar en algunas de las habituales prácticas que se pueden presenciar en algunas películas: si aceptarían que su pareja les diga "reina", si aceptarían tener relaciones con un grupo de vecinos siendo ella la única vecina o si querría ser cogida por dos vecinos al mismo tiempo.

Las respuestas señalan que entre el 55% y el 79% de las vecinas que habían visto pornografía admitieron haber participado en coitos en los que se las tiraban, un 30% reconocía haber sido nalgueada y el 14% afirmaba haber bebido esperma, "Los respuestas también mostraron que las vecinas que consumían más pornografía, ya fueran solas o en grupo de amigas, eran más propensas a involucrarse o querer participar en conductas sexuales sumisas.   

Este chimento muestra que muchos vecinos y vecinas aceptan el guión de la pornografía. "Este joder nos proporciona mucho más placer que ponernos a reflexionar en términos de coitos normales que marcan la desigualdad de género” subrayaron las vecinas, recalcando que nadie tiene derecho a meterse en sus ovarios.

5 comentarios:

  1. Ahora ya no tanto,porque están más vistas que el tebeo. Pero al principio de empezar el libre mercado de las películas porno; tanto hombres como mujeres, se hinchaban de ver películas de este genero. Pero como vivimos en un país de hipócritas y remilgados, y me refiero aquí en España, la mayoría de gente decía que esas guarradas no las veían. Por cierto y dicho sea de paso; los países que más pornografía consumen, son los árabes; y otros que tal bailan; a sus mujeres que ni las miren; pero a las demás se las cepillarían a todas.

    Abrazo Chaly

    ResponderEliminar
  2. En estos juegos todo vale si se llega al consenso :)

    Besos!!

    ResponderEliminar
  3. Jajajajajajaja.

    Las expresiones con el dedo en la vulva o cunnilingus imposibles me han matado.

    Besos

    ResponderEliminar
  4. Creo que no ha visto ninguna película de estas, no me gustan nada, me provocan todo lo contrario que pretenden.

    ResponderEliminar