No recuerdo en qué
contexto ocurrió. Yo era joven, tal vez… quince años.
De pronto él solo dijo:
—No importa cuán delgada,
bella, gorda, fea o despampanante sea una mujer. Jamás hagas bromas sobre su
peso.
Mi padre tuvo una sola
cosa que decir sobre mi novia tras presentársela por primera vez. Me dijo: “Algunas mujeres están hechas para que te
cases con ellas, y otras están hechas para que te diviertas con ellas. Tu novia
entra en la segunda categoría”
“Cuando te caigas levántate con más
brío”
“Cuando estés cansado, aprieta el
limón“
Una metáfora
para apretar los puños, ponerme en posición de firmes y tomar las riendas de
mis actos. Y aunque a veces ha sido difícil, la he aplicado siempre
Que todo lo que sirve en
un plato se ha de comer.
Que la disciplina es lo
más importante
Y nunca dejo de decirme:
Te quiero, hijo mío
Quitando la clasificación de las mujeres, que resulta bastante machista, todo lo demás es bastante sensato.
ResponderEliminarUn abrazo..