Así hay quienes confunden el apellido Frankenstein con el nombre de la criatura por él creada.
Y una gran mayoría que,
al referirse a ésta, le llama "el monstruo." Y aquí vamos al punto:
¿por qué la obra del doctor Víctor Frankenstein ha de ser denominada "monstruo"?
Más allá de las
definiciones académicas, llamamos "monstruo" a algo que se nos
aparece temible, terrorífico, dispuesto a poner en peligro nuestra vida y
bienes.
¿Eso es, por naturaleza,
el ser creado por Frankenstein?
¿Acaso se trata de
alguien que, desde su nacimiento, tiene por esencia y necesidad ir en busca de
la destrucción de los humanos que vaya encontrando en su camino?
La respuesta inmediata
es: ¡no!
La criatura, si bien
morfológicamente singular, es de nacimiento bondadoso, generoso y sus acciones
distinguidas por el amor. Empero, a raíz de su aspecto será rechazada por las
personas.
Y algo que habrá de
resultarle mucho más doloroso e injustificable: el rechazo de su creador,
Víctor Frankenstein.
DESEO Y RAZON
El supuesto
"monstruo" tiene un preciso pensamiento racional que lo lleva a
comprender la imposibilidad de ejercer sus deseos de establecer relaciones
armónicas con los humanos. Porque, en efecto, ese es el deseo que alberga. Algo
que ya ni siquiera está en el orden de la esperanza. Tiene plena consciencia de
que esto le será negado en un mundo como el que le toca vivir.
Por eso le manifiesta al
médico creador: "Pero, ¿no ves que
estoy solo, miserablemente solo? Si tú, mi creador, me aborreces, ¿qué puedo
esperar de tus semejantes, que no me deben nada? Me desprecian y me odian. En
las montañas desiertas y en los fríos ventisqueros encuentro refugio. Llevo
muchos días vagando por estas alturas, de cuyas cuevas heladas hago mi
vivienda."
De cualquier modo no
renuncia a la búsqueda de un vínculo afectivo posible. Es así que le reclama a
Frankenstein: "Tienes que crear,
para mí, una hembra con la que pueda vivir un intercambio de simpatías que me
es necesario. Nadie más que tú puedes hacerlo y te lo demando como un derecho
que no puedes negarte a conceder"
Finalmente, cuando
comprende que el médico no habrá de otorgarle la compañera que solicita, que su
suerte está ya echada, realizará una cabal explicación sobre lo que le acontece
y por qué razón habrá de convertirse en un ser temido; pero no porque ese fuera
su deseo, sino a causa de que las personas y, en especial, su creador no le
conceden otro camino.
Por eso, leemos en la
novela: "Estas equivocado y en lugar
de amenazarte prefiero razonar. Soy un malvado porque soy un miserable. ¿No me
odia y me desprecia la humanidad? Tú, mi creador, querrías destrozarme. Tenlo
presente y dime por qué he de tener por los hombres una piedad que ellos no
siente por mí. Si pudieses despeñarme por uno de esos precipicios y destruir la
obra de tus esfuerzos, lo harías sin considerarte asesino. ¿He de respetar a un
hombre que me desprecia? Si el hombre es capaz de vivir conmigo en un trueque
de bondades, en lugar de daños, le proporcionaré todos los favores que estén a
mi alcance, derramando además lágrimas de gratitud si las acepta. Mas esto es
imposible: las sensaciones humanas son barreras insuperables para nuestra
unión. Y la mía no será la sumisión del abyecto esclavo. He de vengar las
injurias; si no puedo inspirar amor, inspiraré temor, especialmente a ti, el
mayor de mis enemigos por ser mi creador"
Es entonces que nos permitimos preguntarnos, ¿quién es el monstruo?
Hola! Nunca leí a Frankenstein, no obstante lo que aquí expones me lleva a pensar en mi trabajo hace años con adolescentes infractores de la ley. Niños en el fondo, que al igual que "el monstruo" de Frankenstein solo buscaban establecer relaciones con Otros en un contexto social que los excluía y rechazaban. Solo que ellos no estaban del todo solos y a medida que crecían se juntaban con otros rechazados, se movían en el delito inspirando temor a aquellos que antes no los vieron...
ResponderEliminarEs que al final hay algo más humano que esa necesidad legitima de establecer vinculos? y cuantas trabas, cuantos obstaculos nos ponemos para aceptar a los otros. Este monstruo sufrió por su origen, por su apariencia... mis pequeños también sufrieron por su origen, por ser catalogados por todos los demás como delincuentes, sin ver que tras esa etiqueta habían niños que igual que todos necesitaban amor.
Gracias por compartir!
No sabía que Frankenstein era el doctor! me has enseñado algo nuevo =)
Saludos
Mary Shelley hizo un buen trabajo en dejar al monstruo como tal. Símbolo de que aquello que no entendemos y que no podemos nombrar siquiera es lo que nos asusta, y nuestro miedo nos lleva al odio o deseo de destruir lo que no alcanzamos a comprender.
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