El burro le dijo al tigre
- El pasto es azul
- No, el pasto es verde
La discusión se calentó, y los dos
decidieron someterlo a un arbitraje, y para ello concurrieron ante el león, el
Rey de la Selva.
Ya antes de llegar al claro del bosque,
donde el león estaba sentado en su trono, el burro empezó a gritar
- Su Alteza, ¿es cierto que el pasto es
azul?
- Cierto, el pasto es azul
El burro se apresuró y continuó:
- El tigre no está de acuerdo conmigo y
me contradice y molesta, por favor, castígalo
- El tigre será castigado con 5 años de
silencio
El burro saltó alegremente y siguió su
camino, contento y repitiendo
- El pasto es azul...
El tigre aceptó su castigo, pero antes
le preguntó al león:
- Su Majestad, ¿por qué me ha
castigado?, después de todo, el pasto es verde
- De hecho, el pasto es verde.
- Entonces, ¿por qué me castigas?
- Eso no tiene nada que ver con la
pregunta de si el pasto es azul o verde. El castigo se debe a que no es posible
que una criatura valiente e inteligente como tú pierda tiempo discutiendo con
un burro, y encima venga a molestarme a mí con esa pregunta.
Parece que no solo es el rey de la selva por ser al más fuerte, sino también por ser el más inteligente.
ResponderEliminarUn abrazo.