Un caballo estaba amarrado y se jaloneaba para soltarse, y vino un demonio y lo soltó.
El caballo se metió en la finca de un campesino y comenzó a comerse la siembra.
El dueño de la finca se enojó tomó su rifle y mató al caballo.
El dueño del caballo también se enojó y mató al dueño del la finca.
La mujer del dueño de la finca lo vió y mató al dueño del caballo.
Entonces el hijo del dueño del caballo se enfureció fuertemente y mató a la mujer del dueño de la finca...
Los vecinos enardecidos, mataron al muchacho y quemaron su casa; entonces le preguntaron al demonio:
¿Por qué hiciste todo eso?
Yo solo solté al caballo.
Moraleja:
El demonio hace cosas simples, porque sabe que la maldad está en nuestros corazones y solitos hacemos el resto.
Está muy bien.
ResponderEliminarUn abrazo.
Así es, el demonio está en el pensamiento y actos humanos.Basta una palabra y se activa.
ResponderEliminarAbrazos Chaly