Una
mujer fue al servicio de atención al cliente de una gran tienda de
electrodomésticos y le dijo al empleado del mostrador que quería devolver una
tostadora que había comprado porque no funcionaba. El empleado respondió
entonces que no podía reembolsarle la tostadora porque la había comprado con una
oferta especial. De repente, la mujer levantó los brazos y comenzó a gritar:
-¡Apriétame las tetas, apriétame las tetas, apriétame las tetas!
El empleado, aturdido, corrió a buscar al gerente del local. Frente a una
multitud creciente de clientes, el gerente preguntó a la mujer:
-Pero, ¿qué le pasa, señora?
Ella explicó otra vez el problema de la tostadora; el gerente, entonces, le
repitió la misma explicación dada por el empleado, la tostadora no podía ser
devuelta porque se compró con una oferta especial. Inmediatamente ella, una vez
más, levantó los brazos y comenzó a gritar:
-¡Apriétame las tetas, apriétame las tetas, apriétame las tetas!
Y, haciendo eso, atrajo una multitud mucho mayor. Aturdido, el gerente
preguntó:
-Pero, señora, ¿por qué grita usted eso?
-¡Porque me gusta que me aprieten las tetas cuando me están jodiendo!
:)
ResponderEliminarUn abrazo.
Jajajajaja
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