Ayer a modo de estirar las piernas, me fui a almorzar
a una pensión a cinco cuadras de mi casa y cuando estaba disgustando un “falso
conejo” se acerca a la mesa una mujer y me dice
—¿Puedo sentarme?
—¡Y yo qué sé si puede o no sentarse! Llame con su
móvil y pregunte a algún familiar si puede sentarse.
Las cosas que ya no utilizas
El marido encuentra a su esposa en la recamara con un
jovencito y cuando estaba listo para derrumbar la casa, la mujer lo interrumpe
—Antes de hacer locuras tienes que oír como fue que
paso esto... Al regresar a casa, vi a este joven que parecía cansado, con hambre
y harapiento... Entonces lo invité a pasar y le di la comida que te preparé
ayer y que tu no quisiste comer porque ya habías cenado con tus amigos... Él
estaba descalzo y entonces le di aquel par de zapatos que todavía están nuevos
y que tu no quieres usar porque te los regaló mi mamá. Él estaba con mucho frio
y yo le di el sweater que te compré para tu cumpleaños y que no usas porque no
combina con tu modo de vida...Sus pantalones estaban rotos, entonces le di tus
jeans que estaban en perfecto estado pero que ya no usas porque no te entran. Como
estaba sucio, le aconsejé que se diera un baño y aproveché para darle aquella
loción que te traje de Francia que tu nunca usaste porque te daba alergia.
Ahh.... y cuando el ya se iba me preguntó:
—¿Tiene algunas otras cosas que su marido ya no use?
—Y Pues....
Según los matemáticos el coito, es la ecuación matemática perfecta, porque la mujer eleva el miembro a su máxima potencia, lo encierra entre paréntesis, le extrae el factor común y lo reduce luego a su mínima expresión
Gracias por estas sonrisas.
ResponderEliminarUn abrazo.
jaja Es verdad, gracias por hacernos sonreir ; )
ResponderEliminarUn abrazo agradecido !
Muy buenos.
ResponderEliminarja ja...el último lo encontré ¡genial!
ResponderEliminarAbrazos Chaly