miércoles, 22 de febrero de 2012

184: Cuando nos despedimos en la puerta del hotel, sentí que ya no éramos amigos, que nuestra complicidad se había roto para siempre. Ahora que pasan las horas y no me llamas, me digo que no volverás a confiar en mí, a abrirme tu corazón. Es una pena. Yo te sigo queriendo, aunque tú no me quieras.

En el inicio de los tiempos, cada especie ha luchado por dominar la tierra, el ecosistema y utilizó sus genitales para poblar sus territorios y tener el Matriarcado los machos para luchar y las hembras para poblar más espacio. Hoy en cambio, la cosa ha variado sustancialmente y los copuchentos y las féminas sólo utilizan sus genitales para combatir el stress y las varices.

Antes la selección del macho por las hembras llevaba mucho trabajo, pues ellas buscaban el adalid para tener pequeños adalides. Hoy en cambio, la vida, con sus horarios, el smog y las papitas fritas han logrado que las prójimas se contenten con el primer menso con el que se cruzan. Sin embargo, persisten todavía algunas es-cogedoras, las cuales buscan que el imperfecto posea por lo menos lo siguiente:

• A ellas les gustan los cojonudos. Pero no los bobos por más que posea cool. Ante la carestía aceptan un copuchento amargado pero que sea hot.

• A ellas les gustan los individuos sanos. Por lo tanto, esos se matan todo el día en el gimnasio y gastan una millonada de plata en productos de belleza.

• A ellas les gustan los prójimos limpios, de los que se lavan la boca y los sobacos y de vez en cuando las patas. Sin exagerar.

• A ellas les agradan los tipos con buen gusto. Por lo tanto debes cultivarte en el arte de comprar cosas bonitas que le regalaras a ella. Recuerda que todas las féminas aman la moda. También tú pelmazo, deberás andar a la moda, aunque te de asco, recuerda, que todo lo haces por sexo.

• A ellas les arrebata los varones manipulables. Toda mujer se siente una diosa si tiene a su diestra un perrito con su collarcito y su correa y que anden al trotecito detrás de ella y oliendo los efluvios amorosos que ella emana.

• A ellas las apasiona los individuos tímidos. Aquellos que se sonrojan cuando los miran de reojo. Aquellos que balbucean piropos insulsos.

• A ellas les agrada los prójimos no tan inteligentes, ni los comprensivos ni los que toman decisiones y ni los que tienen creatividad. Ellas prefieren a un copuchento que never las va sorprender con alguna cosa fuera de su cotidiano proceder.

• A ellas se les agarrota el espinazo de felicidad, cuando poseen un cojonudo al cual pueden embelesar, adulterar, encorvar y transformarlo en trapo trapeador. También les agrada que éstos copuchentos anden divulgando con sus amigas y sus amigos el amorío que llevan con la prójima.

• A ellas les agrada los cojonudos que gocen con el sexo y que no se sientan amados.

• No existe el copuchento perfecto y eso toda prójima lo sabe, pero para suerte de todas las féminas, cada copuchento es único y en esto entra la educación que les dispenséis y tendréis el copulador ideal.

Quizás no sea un listado completo, aún soy novel en el tiquismiquis de las féminas, aún me falta escarbar un poquito más en la zona clitorioidea, en el forniposible de la mente espermatorreico de las mujeres rebeldes. De todos modos sus opiniones harán resaltar los puntos clave y así más sabremos de estas cosillas.

2 comentarios:

  1. Pues Yo creo que de verdad apenas son unos cuantos puntos, de los muchos que hay, pero sirve como algo basico para los hombres jajaja.
    Un abrazote

    ResponderEliminar
  2. Cada mujer es única Chaly y, al igual que con los hombres, la única receta válida para seducir, es que con las mujeres no hay recetas, aunque tu post contiene algunos puntos bastante acertados,Jhaajjajaa!

    Un beso :D
    Maribe

    ResponderEliminar