viernes, 16 de junio de 2017

985: la que jamás me dijo que me amaba

—No te habrás olvidado lo que me gusta, niño bueno.
Me susurró al oído. Y, sin esperar mi respuesta, se puso de espaldas, abriendo las piernas para hacer sitio a mi cabeza, a la vez que se cubría los ojos con el brazo derecho. Sentí que comenzaba a concentrarse totalmente, con esa intensidad que yo no había visto nunca en ninguna mujer, en ese placer suyo, solitario, personal, egoísta, que mis labios habían aprendido a darle. Lamiendo, sorbiendo, besando, mordisqueando su sexo pequeñito, la sentí humedecerse y vibrar. Se demoró mucho en terminar. Pero qué delicioso y exaltante era sentirla ronroneando, meciéndose, sumida en el vértigo del deseo, hasta que, por fin, un largo gemido estremeció su cuerpecito de pies a cabeza.
«Ven, ven», susurró, ahogada. Entré en ella con facilidad y la apreté con tanta fuerza que salió de la inercia en que la había dejado el orgasmo. Se quejó, retorciéndose, tratando de zafarse de mi cuerpo, quejándose: «Me aplastas». Con mi boca pegada a la suya, le rogué.
—Por una vez en tu vida, dime que me quieres. Aunque no sea cierto, dímelo. Quiero saber cómo suena, siquiera una vez

7 comentarios:

  1. —Te quiero... para follar —respondió ella.
    Un abrazo.

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  2. Jajajajaja me río por lo de Chema! pero pues.....es cierto!!

    Besos

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  3. Macondo ha dado en el clavo, sino sale "ese te quiero" lo mismo solo lo quiere para follar.

    Abrazo.

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  4. Es horrible mendigar cariño. Más si lo hace un hombre.
    Saludos.

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  5. Es una palabra que es demasiado pesada para algunas personas pero que no quiere decir que no lo sientan.


    Besitos :)

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  6. Mejor que no te lo digan si no es verdad.

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