lunes, 29 de agosto de 2022

0595: lo que nos dice el telescopio espacial hubble

 

“La astronomía es la ciencia que empuja a Dios cada vez más lejos.

Es algo que viene desde Galileo.

Es la ciencia que permite sacarnos del centro de todo y llevarnos a descubrir que estamos en una piedrita más, que está dando vueltas alrededor de una estrella. 

Una estrella que tampoco es una estrella especial, ni nada extraordinario.

Una piedrita que ni siquiera está en un lugar particular de nuestra galaxia, sino en una periferia cualquiera.

Y que, además, es una galaxia que es igual a cualquier otra, ni siquiera es de las galaxias más grandes, ni de las más brillantes.

Es decir, nada espectacular. 

La astronomía es la que siempre fue dando esos pasos, la que fue empujando para quitarnos del centro del universo”

 

La posibilidad de que exista vida en algún lugar del universo es real, yo diría que es una certeza absoluta.

Si hay vida en un rincón de una galaxia, cualquiera, como la nuestra, entonces puede haber vida en cualquier lugar del universo. Esta pregunta va y viene.

Nosotros tenemos un Sol en nuestra galaxia, y hay cien mil millones de soles como el nuestro y hay cien mil millones de galaxias.

Por eso, lo difícil es que surja la posibilidad de un encuentro.

Ahí viene el problema, por lo enorme del espacio.

Y a eso tienes que sumarle las escalas inmensas de tiempos para establecer contacto.

Como civilización detectable, nosotros emitimos algo que pueda ser detectado desde el exterior, como lo fue la radio, recién hace algunas décadas. Por lo que, si hubiera algún astrónomo vivo en alguna estrella lejana, ¿cómo se enteraría de que acá hay vida? 

De los cien mil millones de estrellas que hay en nuestra galaxia, un ser vivo tiene que estar muy cerca para que nuestras emisiones de radio hayan viajado lo suficiente para encontrarlo.

Si observas la galaxia, y marcas la zona donde estamos nosotros y señalas la zona donde nos podrían detectar, entonces te das cuenta que es muy poco probable.

Es una burbujita muy chiquita.

Sin ir mucho más lejos, los chinos nunca supieron de la existencia de los mayas.

Y ves todas esas civilizaciones funcionado cada una en su universo.

Hasta el Mediterráneo era un universo propio.

Siempre uso ese ejemplo, porque los europeos se encontraron con todos, pero antes que los europeos empezaran a viajar, sin intenciones muy extremas, cada uno estaba en su universo con su religión, con su cosmogonía, con su visión del universo y, probablemente, creían que no había nadie más en el planeta.

Guillermo Bosch

4 comentarios:

  1. Jo, Tracy, te me has adelantado en el comentario. Con todo lo importantes que nos creemos y somos una puta mierda en medio de todo.

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  2. No somos capaces la mitad del tiempo ni de encontramos con la propia familia y comunicarnos en condiciones aceptable... Imagina si empezamos a abrir el radio de periferia...

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  3. Pienso que aún así, con todas esas digamos: complicaciones. Estoy segura que hemos sido visitados y, que seguimos siendo observados.
    Abrazos Chaly

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