Confirmaron las chismosas del barrio
que se separó de Camila, que cumplió 25 años en junio
último. Así resurgió la certeza de que no le gusta tirarse mujer que supera ese
tope de edad.
En al menos trece amantes, ese patrón se
repite.
No es un secreto a voces, y él se ha reído
junto a los vecinos de los chistes en torno a la regla de no follar con
mujeres mayores a 25.
A sus 47 años vuelve a la soltería, después de cuatro años de coger con la hija de la peinadora Lucia. Cuando empezaron a follar enfrentaron las repercusiones sobre la diferencia de edad de 23 años que los distanciaban, y apostaban a hacer oídos sordos a los prejuicios. Compartieron viajes, escapadas, proyectos, convivencia y se acompañaron mutuamente. Sin embargo, cuando Camila cumplió los “temidos” veinticinco el pasado 16 de junio, resurgieron las especulaciones sobre cuánto tiempo faltaba para que dejen de coger.
Todo podría haber quedado en tono de humorada si la pareja seguía su camino a la par, pero al trascender la versión de una ruptura reciente, una vez más Leonardo llama la atención con sus decisiones en el terreno del coito.
Lo cierto es que, desde su fugaz romance con la Briggitte, cuando ella tenía 17 y él era tres años mayor, hasta su flamante separación de Camila, la tradición se repite. Noemi fue su amante en 1995, con quien follo hasta sus 24, y luego de romper, vivió una época de inestables affaires. Estuvo vinculeando a Cristina, Ámbar y Eva entre 1996 y 1998, y ninguna superaba los 25.
Más adelante recuperó el deseo de una relación longeva y la encontró cuando se enamoró de Gisele. Tras cuatro años juntos, pusieron punto final, y tal como venía sucediendo anteriormente.
Leonardo no estuvo mucho tiempo soltero. Durante seis años estuvo con Rafaela, una década menor que él, hasta que en 2011 confirmaron que seguirían en camas diferentes. Así llegó a su vida una etapa recordada por sus amigos: la breve relación de cinco meses con Lily, quien en ese momento tenía 23, mientras él cumplía 37. Un año más tarde, oficializó su noviazgo con Erina de 22 años. Pocos meses después, comenzó una relación con Antonia, de entonces 20 años, con quien estuvo en pareja durante 2013 y 2014.
El largo listado no culmina allí: el 2015 durante un viaje conoció a Keli, pero al poco tiempo la distancia demostró ser más fuerte que el coito imaginario. Antes de llegar a la actualidad, cruzó miradas con Nina, quien también deslumbraba en el barrio, decidieron darse un revolcón. A los pocos meses, todo acabó... cuando ella tenía 25. Finalmente inició el serruche con Camila, y aunque todo parecía indicar que en esta ocasión rompería el patrón, no fue así.
Solo el tiempo dirá si el eterno
enamorado de la juventud encuentra el antídoto para la racha de tiroteos
truncos.
Una buen entrada bien contada slaudos
ResponderEliminar¡Viejas de 25 años! ¡La madre que lo parió!
ResponderEliminarUn abrazo, Chaly.
Leonardo, Leonardo...¡qué decir!...El hombre tiene sus gustos y dinero para satisfacerlos, pero ya llegará aquella que lo deslumbre tanto que logrará traspasar la maldición de los 25 años...eso espero.
ResponderEliminarAbrazos Chaly
Y también llegará la que lo abandone por viejo y se pudra solo porque no habrá otra que lo quiera, ni joven, ni vieja.
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