El primer mandamiento es "creer en Dios"
Eso me dejó pensando.
¿Cómo se nos puede ordenar creer en Dios?
Si una persona cree en Dios, entonces el mandamiento es superfluo.
Y si no cree, entonces, no hay nadie que pueda ordenarle hacerle caso.
Básicamente, una persona cree en Dios o no cree.
¿Qué diferencia hace que exista este mandamiento?
Los Diez Mandamientos comienzan diciendo: "Yo soy Hashem tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto… No tendrás otros dioses ante Mí. No harás para ti imágenes talladas… No te prosternarás ante ellas ni les servirás…" (Éxodo 20:2-5).
Por lo tanto, los Diez Mandamientos claramente no nos ordenan creer en Dios. Simplemente declaran que Hashem es nuestro Dios; es una declaración de un hecho. Sin embargo, al enumerar los 613 mandamientos, Maimónides incluye creer en Dios como el primer mandamiento positivo, basado en el primer versículo.
Si creemos en Dios, el mandamiento es superfluo y no tiene sentido, y si no creemos, el hecho de que Dios nos diga que tenemos que creer en Él igualmente carece de significado. De hecho, en otra compilación de las 613 mitzvot, conocida como Halajot Guedolot y escrita un poco antes del período de Maimónides, no se considera que creer en Dios sea una mitzvá. (Ver Rambán sobre Séfer HaMitzvot 1, donde explica la postura de Halajot Guedolot, respecto a que la creencia necesariamente debe preceder a los mandamientos).
Basado en esto, ¿a qué puede haberse referido Maimónides al enumerar la creencia en Dios como un mandamiento? Quizás podemos responderlo analizando el lenguaje de Maimónides en los dos lugares donde habla sobre este mandamiento.
Maimónides no escribió que estamos obligados a 'creer' (lehaamin) que Dios existe, sino que debemos 'saber' (ladaat) que existe. El mandamiento no es creer en Dios de por sí, dado que eso es una realidad irrefutable, de lo contrario el judaísmo no tendría ninguna base. El mandamiento es saber que Dios existe. ¿Qué connota saber que Dios existe?
Escuché diferentes explicaciones. Una es que saber que Dios existe implica ir más allá de la simple creencia y fe. No es suficiente simplemente creer que Dios existe. Debemos saberlo. Esto implica que debemos esforzarnos para probar por nosotros mismos que Dios existe y que no puede ser de otra manera.
De hecho, Maimónides mismo cuando declara la obligación de saber que Dios existe, elabora: Debemos saber que hay una Causa Primera infinita de todo el universo, y que el mundo, como un lugar finito, con un comienzo y un fin, no puede haber existido ni continuar funcionando sin un Ser Infinito que sea previo a él y que continuamente lo mantenga. Este Ser es más "verdadero" que toda la realidad finita, es decir que cualquier otra cosa en existencia. (Este es un resumen breve y un poco modernizado. Ver Hiljot Iesodei HaTorá 1:1-6 para ver la versión original).
En otras palabras, Maimónides describe que la obligación no es sólo creer en Dios, sino entender qué implica la existencia de Dios y ver claramente que lógicamente no podría ser de otra manera.
Otra sugerencia que escuché es que saber que Dios existe implica que nuestra creencia en Dios no puede ser sólo una noción abstracta. Debe ser algo que "sabemos" en un sentido práctico y activo. "Creer" en Dios puede ser sólo un asunto intelectual, algo que nuestras mentes saben lógicamente pero que no tiene ninguna consecuencia en nuestra vida. "Saber" que Dios existe implica que Dios es real en mi vida. Que vivo con conciencia de que hay un Dios, uno que además se interesa activamente por mi vida y mi comportamiento. El Séfer HaJinuj (#25), una compilación de los 613 mandamientos basado en Maimónides, también explica que la obligación de creer en Dios implica llevar mi creencia de lo abstracto a lo concreto. La existencia de Dios debe ser para mí tan real que debo estar dispuesto a dar mi vida por mis creencias.
La palabra hebrea que usa Maimónides para saber que Dios existe es daat, lo que implica un sentido personal e íntimo más que algo intelectual. Yo no sólo creo en Dios. Yo sé que existe. Está aquí para mí y a mi lado, en cualquier cosa que haga y en cualquier lugar al que vaya,
Ese entendimiento es lo que marca toda la diferencia en mi vida.
¿Existe también el diablo? Dicen que su mayor logro ha sido convencer al mundo de que no existe.
ResponderEliminarMi madre tenía ese sentido personal, esa creencia absoluta. No necesitaba explicaciones ni obligaciones.
ResponderEliminarAbrazos Chaly
El primer mandamiento —de los que me enseñaros a mí— no decía que creyeras en Dios, sino que le amaras, lo que, en definitiva, implica que si no se da lo primero es complicado que se dé lo segundo.
ResponderEliminarLos creyentes dicen que hay gente mucho más inteligente y preparada que nosotros que cree para invitarnos a creer y es cierto. Tanta gente como la que hay, mucho más inteligente y preparada que nosotros, que no cree.
Un abrazo.