miércoles, 21 de diciembre de 2022

0635: el imprescindible

 Dos leones huyeron del zoológico.

En la huída cada uno partió con rumbo diferente.

Uno fue hacia la selva y el otro hacia el centro de la ciudad.

Los buscaron por todos lados y nadie los encontró.

Después de un mes, y para sorpresa de todos, volvió el león que había huído para la selva; regresó flaco, famélico y afiebrado. Fue reconducido a la jaula.

Pasaron ocho meses y nadie se acordó del león que había ido para la ciudad hasta que un día el león fue recapturado y llevado al zoo. 

Estaba gordo, sano, desbordante de salud.

Al ponerlos juntos, el león que huyó hacia la selva le pregunta a su paisa

--¿Cómo estuviste tanto tiempo y regresas tan bien de salud? Yo fui a la selva y tuve que regresar porque casi no encontraba qué comer.

--Me armé de coraje y fui a esconderme a la cámara de diputados. Cada día me comía a un diputado y nadie advertía su ausencia.

--¿Y, por qué regresaste? ¿Se acabaron los diputados?

--No hombre, ¡qué chinga'os! Nada de eso.

Los diputados nunca se acaban. Sucede que cometí un error gravísimo. 

Ya me había comido a:

* un coordinador de bancada

* dos jefes de comisión

* cinco diputados del verde

* tres de convergencia

* seis del PRI

* tres del PAN

* cuatro del PRD

* diez asesores

* doce secretarias

* quince adulones

Y nadie los dio por desaparecidos. 

Pero un día me comí al que servía el café... ¡AHÍ SÍ SE CHIN&% TODO…!

¿¡Y cómo no!? Si era el único que servía para algo...


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