Hay veces que rezamos a san Escapulatorio rogando que fulano
no empiece la tanda de comentarios pues a veces no le achunta y luego aparece
la segunda visita y después de leernos se le abre la boca de admiración y
cuando como loca se dirige a escribir sus loas y se topa con ese comentario
deschavetado recula en su primera intención y retrocede a releernos buscando el
yerro o el equívoco y al no encontrar ninguna,
frunce su nariz desesperada,
relee el comentario y no sabe que mierda escribir.
Les voy a contar un secreto: a los dioses también se nos hace
difícil hilvanar una idea y plasmarla en la pantalla a veces la idea se
deshilacha y quedamos como madre soltera sin saber a quién achacar él cagon,
sino me creen lean a Micantropo y la mitología les confirmara que los dioses a
veces se nos hace cuesta arriba llenarlos de complacencia con nuestras
magnificencias.
Pero también es digno mencionar que muchos cofrades sólo se
basan en los comentarios y si la mayoría se ha inclinado a la admiración siguen
la trayectoria, en cambio si los comentarios tiran a la burla, el desprecio y
la soez no dudan un eón en hacer lo mismo.
También existen aquellos que no le cacharon al mensaje subliminal
y quedaron como agua de borraja y al darse cuenta que nadie los está mirando
abandonan la página con pasos furtivos, corriendo desesperado en busca de otro
blog que les de sosiego o una triste sonrisa.
Cuantas veces ustedes se han sentido abandonados por el
mundanal y han caído en las garras de la ovípara dipsomanía embriagándose de
desesperanza y en un proster embozo se inclinan embarazadas de desilusiones a
escribir y borronear límpidas páginas con palabras nascentes embardunándoles de saltimbanquis metamorfosis
como preámbulo a la nascencia de un tema mil veces tratado y muy poco
entendido: la vericuitez del libre albedrio.
Como leen el camino de los que nos entretenemos escribiendo
chorradas está lleno de imperfecciones, de precipicios y de valles floridos, ya
lo dijo san Caetano: “no soy braga mágica para caerle bien a cualquier culo”
La frase final, lo mejor.
ResponderEliminarBesos
Afortunadamente, Chaly, yo no me hago tanto "caldo de cabeza" cuando escribo. Sería un suplicio.Pero-claro-respeto el ejercicio.
ResponderEliminarTe noti triste Chaly!!
ResponderEliminarescribir siempre nos acompaña aunque las bragas perdamos jajaja... digo por aquello de desnudarse aqui mostrando casi todo
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