martes, 10 de octubre de 2023

0766: Llegó el primer beso al cine… y todo cambió

 La primera historia de amor en el cine llegó en los últimos años del siglo XIX, un primer plano de un beso patrocinado por Edison que fue todo un escándalo para la época.


El beso (William Heise, 1896) muestra una escena inocente de una pareja que se besa. Una simple secuencia de apenas una veintena de segundos pero era el comienzo de un filón para la industria, era el inicio del erotismo en el cine. En esos primeros años, los temas predominantes en el cine fueron la política, la religión y, por supuesto, el amor.


La cinta, dirigida por William Heise y producida por Thomas Alva Edison en su primigenio estudio “Black Maria” tuvo que ser repetida hasta tres veces hasta que el resultado les convenció. Pero el resultado despertó todo un movimiento en contra de las ligas puritanas que solicitaban la intervención de la policía y su censura. Sin embargo la película resultó todo un éxito hasta el punto que otras productoras trataron de imitarla.


En 1898 apareció Something Good-Negro Kiss (William Nicholas Selig), el primer beso de una pareja negra, y un año después, A Kiss in the Tunnel (George Albert Smith). Esta última muestra una escena de un tren con un pareja que espera a que llegue el túnel para darse un beso. El propio Edison rodó un remake de su cinta en The kiss (1900), dirigida por Edwin S. Porter y que volvió a ser objeto de protestas.


La escena de El beso de 1896 fue una imitación de la que aparecía en la obra teatral The widow Jones. Este musical realizó una gira por varios teatros de Estados Unidos durante 1895 y 1896. De hecho en el cortometraje aparecen los mismos actores, la cantante y estrella del momento May Irwin y John C. Rice.


En Coucher de la mariée (Albert Kirchner, 1896) de la Pathe, fueron un poco más lejos. Se la puede considerar como la primera cinta «pornográfica» de la historia según los estándares de la época. Se trata de una pareja de recién casados que se hacen carantoñas incluyendo un pequeño beso en la frente. Pero tras esto, y detrás del biombo, la recién casada se quita la ropa hasta quedarse en ¡corsé y enaguas!, todo un striptease de época.


Al final de la primera década del siglo, fue el cine danés quien tomó el testigo de estas escenas con títulos como Trata de blancas (1910) o Pecados de juventud (1910). Con obras de August Blom que casi llegaban a la hora de duración, trataban de explorar la curiosidad sexual aunque siempre terminaban con un final moralizante, los “happy end”, esos finales que casi siempre terminaba en boda. La industria danesa aportó el «beso realista», superando los besos inocentes de las primeras escenas.


En los últimos tiempos del cine mudo llegó una nueva cinta de igual título. Con Greta Garbo de protagonista, El beso (Jacques Feyder, 1929) era un drama romántico con infidelidades y un destinatario del beso poco esperado.


En el cine animado el beso más iónico pertenece a La dama y el vagabundo (1955) pero el primero llegó uno veinte años antes, en Blancanieves y los 7 enanitos (1935).


Entre las curiosidades sobre besos en el cine podemos destacar la comedia You’re in the army now (Lewis Seiler, 1941), que durante mucho tiempo tuvo el récord del beso más largo entre Regis Toomey y Jane Wyman, con una duración de 3 minutos y 5 segundos. Gary Grant e Ingrid Bergman se besan un tiempo similar en el final de Encadenados (Alfred Hitchcock, 1946). Después de casi 70 años, fue superado en 2010 por Elena Undone (Nicole Conn), con un beso lésbico entre Jane Wyman y Regis Toomey que duró 3 minutos y 24 segundos.


Seguramente el más complicado de rodar fue el beso entre Diana Kerr y Burt Lancaster en De aquí a la eternidad (Fred Zinnemann, 1953), ya que tuvieron que emplear 3 días de rodaje para esa mítica escena en la playa.


2 comentarios:

  1. Interesantísima tu entrada de hoy.
    Gracias por compartirla.

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  2. Y todo nace y finaliza con un beso...Muy buena tu entrada Chaly.
    Abrazos

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