domingo, 5 de noviembre de 2017

084: egosentimientos

La educación tradicional fomenta el apego en las dos variantes, pues aprueba el apego activo del hombre y educa a la mujer para que se amolde a vivir con apego pasivo. En una relación de pareja de tipo machista, el marido actuaría con apego activo, pues él se atribuye el derecho de dominar a la mujer, imponiéndole su voluntad y coartando su libertad, mientras que la mujer actuaría con apego pasivo pues se obliga a cederle al marido parte de su voluntad y su libertad.

Llamamos absorbencia al deseo de atraer la atención de los demás para que satisfagan o complazcan los deseos y necesidades de uno mismo. La persona dominada por la absorbencia suele pensar sólo en sí misma y exige y obliga a los demás a que le presten atención. En la relación de pareja suelen exigir al cónyuge una atención casi en exclusiva, por lo que vulneran frecuentemente su libertad y su voluntad, al convencerle de que esta atención les corresponde por derecho, por el vínculo afectivo que hay entre ellos. Si no consiguen la atención de buen grado, suelen utilizar el victimismo para conseguirlo.

El victimismo caracteriza a aquella persona que busca atraer la atención de los demás hacia sí misma procurando despertar el sentimiento de lástima, que los demás se compadezcan de ella, con el propósito de someter a los demás a su voluntad o de aprovecharse de ellos.

Podríamos definir los celos como un desasosiego que padece una persona por el miedo de perder a alguien que considera de su propiedad. Los celos en la relación de pareja son característicos de la persona con apego activo, posesivo y absorbente, pues considera a la pareja de su propiedad y le  exige una atención en exclusiva. Por ello se enfurecen cuando la pareja demuestra alguna atención o afectividad hacia otras personas. Los celos suelen manifestarse como una desconfianza permanente hacia la pareja y una obsesión recurrente con la idea de que la pareja le puede ser infiel.

El resentimiento se caracteriza por la animadversión hacia alguien que consideramos que nos ha perjudicado. Uno se siente herido en su amor propio, o en sus sentimientos y se siente justificado para perjudicar al que le ha hecho daño, porque espera una satisfacción de ese perjuicio. Existe un deseo de resarcimiento o venganza. Cuando la persona actúa por resentimiento tiene tendencia a perjudicar no sólo a aquellos que le han hecho daño, sino en general a todo el mundo, puesto que cuando el resentimiento se adueña de la voluntad de la persona, le hace creer que todos los actos de los demás hacia sí mismo tienen una intención oculta que tiene como objetivo perjudicarle. La persona resentida se vuelve desconfiada en extremo.

Una variante del resentimiento es el despecho. En este caso es la animadversión hacia la pareja porque decide romper la relación. La persona despechada se siente herida en sus sentimientos porque considera que ha perdido algo que le pertenecía y encaja mal esa pérdida. Desea el sufrimiento para su ex pareja y suele actuar para perjudicarla. La persona se siente víctima y con derecho a hacer daño al otro, que considera causante de su mal. Su lema es: Por lo que me has hecho sufrir te voy a hacer sufrir. La persona despechada utiliza todo aquello que considera un arma para resarcirse, el victimismo, la difamación, la manipulación, el chantaje, la amenaza, la coacción o la agresividad. Se cree justificada para emprender acciones que perjudiquen a la ex pareja, a través de agresiones, amenazas, falsas acusaciones de maltrato, deseo de desposeer al otro de los bienes materiales que ha habido en común, etc. Si hay hijos en común se les utiliza como arma arrojadiza, intentando impedir su relación con los hijos o dando mala imagen de la ex pareja a los hijos para que haya discordia entre ellos. Si la ex pareja tiene una nueva relación, también la nueva pareja puede ser objetivo del ataque del despechado, sobre todo si considera que su separación tiene que ver con esa nueva relación.

La obsesión hace referencia al deseo insatisfecho de conseguir o poseer a una persona que uno se ha puesto como meta. Si el deseo es fácilmente conseguible, una vez conseguido se pierde el interés. Pero si es costoso, se vuelve un reto. El deseo se incrementa y, al no verse satisfecho, se convierte en obsesión. Muchas veces esto no refleja un sentimiento verdadero, sino sólo una insatisfacción y una necesidad, que puede ser sexual y/o afectiva. Por ello, la obsesión hace perder el sentido de la realidad. La obsesión es característica de las personas caprichosas, que han vivido mucho tiempo centradas en satisfacer sus caprichos y cuando estos deseos no se cumplen se ofuscan en sí mismos. También las personas reprimidas, que tiene dificultades para expresar sus sentimientos, son objeto de la obsesión sentimental. Suelen fascinarse por la persona objeto de su deseo y crean una fantasía alrededor de ella que no se corresponde con la realidad, pero que alimenta ese deseo y también la esperanza de que si se consigue se puede llegar a ser feliz.

La culpabilidad sentimental es el sentimiento de culpa que se presenta cuando una persona intenta forzar su propia libertad de sentimiento, bien porque se obliga a sentir lo que no siente, o bien porque se obliga a reprimir lo que siente. Se da con frecuencia en las personas que sufren de apego pasivo. Una de las situaciones donde se pone de manifiesto la culpabilidad sentimental es cuando en una relación de pareja una persona se da cuenta de que no está enamorada, pero cree que por haberse creado el vínculo de pareja y haber pasado tiempo juntos esto le obliga a estar enamorada y a continuar la relación. Es decir, que se esfuerza por sentir amor de pareja por su cónyuge porque cree que es su obligación. Este esfuerzo incluye darle al otro lo que se supone le corresponde por ser su pareja, como el complacerle en la sexualidad, el atenderle y dedicarle tiempo. Y todo esto lo hace porque se siente culpable de no amarlo, porque cree que debe compensarle de alguna manera por la falta de amor por su parte. 

4 comentarios:

  1. ¡Uy! eso de los egosentimientos ¡qué complejos son...Bien por tu disertación.

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  2. Para mi es una de las cosas peores que puedo descubrir en una persona.

    Besitos

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  3. El VICTIVISMO, me he topado con personas así en la red, la verdad, a uno lo toman de gil!!

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