Dijo un sabio que para ser fuerte no es necesario levantar
mucho peso. Con levantar el tuyo cada vez que te caigas, es suficiente.
Tu vida cambiará cuando tú cambies. Esto no funciona
sentándote a esperar a que suceda.
Las mentes ocupadas, las personas sinceras y los corazones
satisfechos no se meten jamás en la vida de los demás.
Dejé de dar explicaciones cuando comprendí que la gente sólo
entiende desde su nivel de percepción, nivel de consciencia y nivel de
educación.
Mientras más edad y conocimiento uno tiene, más cerrado es su
círculo y menos amistades quedan. Te das cuenta que no es la cantidad, si no la
calidad.
La verdadera fuerza no reside en el coraje de seguir
adelante, sino en la absoluta determinación de no volver atrás.
La esperanza es como el sol, si sólo crees en él cuando lo
ves, nunca superarás la noche.
La mitad de la belleza depende del paisaje, la otra mitad de
la persona que mira.
Todo lo que siempre más he querido está al otro lado del
miedo.
No es el cambio lo que produce dolor, si no la
resistencia.
El ejemplo tiene más fuerza que las reglas.
No mires atrás, ya no vas por ese camino.
La vida es tan buena maestra, que si no aprendes la lección,
te la repite.
El secreto del cambio es enfocar toda tu energía, no en la
lucha contra lo viejo, sino en la construcción de lo nuevo.
La vida no trata de encontrarse a uno mismo, trata de crearse
a uno mismo.
No cambies para que la gente te amé. Sé tú mismo, y la gente
correcta te amará…
Para saber cómo es realmente una persona, no escuches lo que
dicen los demás de ella, escucha lo que ella dice de los demás.
Cuando estés enojado, nervioso y negativo, simplemente
practica el silencio.
Sin importar lo que pasó ayer, cada amanecer hay que decirle
a la vida: “Aquí voy otra vez”.
El orgullo te podrá hacer sentir más fuerte, pero no más
feliz.
El día que entendí que lo único que me voy a llevar es lo que
vivo, empecé a vivir lo que me quiero llevar.
Aprender del pasado es siempre buena idea; mortificarnos con
él, no.
La inteligencia no es no cometer errores, sino descubrir el
modo de sacarles provecho.
Son muy buenas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muy cierto, pero ante tanta realidad indiscutible ya no sé si la vida es muy difícil...o muy fácil.
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