Cuando toque el tamtaratatam, los demonios de la
ira se encendieron furiosos en el corazón de ella, abrió la puerta y me dijo
—Son las cinco de la tarde, ¿no tenías que estar aquí
a las dos?
—A la una y media desfilamos, luego almorzar y otras
cosas me impidieron venir antes
—Tenía que darte una respuesta, ¿quieres conocerla o
ya no te interesa?
—Dímela
—La respuesta es NE-GA-TI-VA
—No entiendo eso de negativo, positivo, dime: SI
o NO
—¡¡No!! no quiero ser tu chica
—¿Vas a ir a la fiesta en la casa de
Patocho?
—¿Por qué?
—Podemos ir juntos
—No voy a ir
—Bueno, chau…
Feliz de haber cumplido el formulismo de saber la
respuesta, me fui a mi casa a tomar el café de la tarde, a las seis y media
Hugo me busca y nos fuimos juntos a la fiesta de Patocho. En el salón de
baile: divise a Ida junto al gordo Porcel. Me acerque y la saque a bailar.
Nunca iba a las fiestas con ella, siempre llegaba, la
sacaba a bailar dos o tres piezas y luego me iba, tal como llegue.
La primera vez que la vi, fue en una fiesta de la
fraternidad, en ella busque a la chica mas bonita y le pregunte a Hugo
—¿Cómo se llama aquella?
—Es la chica de Rulo
—Hugo, cuando yo te pregunte algo tienes que
responderme cabalmente, no darme respuestas equivocadas, ¡a mí me importa un
culo si es la novia, amante, esposa! ¿entendido?
—Ida Loayza
Me acerque al grupo donde ella se encontraba y la
saque a bailar
—¿Cómo te llamas?
—James Bond
Ella lanzo una carcajada y allí empezó nuestra
historia de amor…
Algunas historias de amor comienzan con respuestas insólitas.
ResponderEliminarAbrazos Chaly