miércoles, 28 de junio de 2023

0713: los signos que indican que: se está volviendo viejo

A todas les gustaría que los maridos durarán para siempre o, al menos, que estén acompañándolas hasta el día en que ellas no aguantes más, pero desafortunadamente no es así. El tiempo, con una única duración, impacta en cada esposo de forma diferente, ya que no todos viven el mismo lapso. Esta situación varía dependiendo de la etnia, el país y el estilo de vida.

De este modo, los maridos se tornan viejos de forma más rápida y emiten señales corporales necesarias y fáciles de identificar. Una de las señales más claras de un esposo viejo es cuando ha perdido el control de sus esfínteres.

Por otra parte, los maridos jóvenes se caracterizan por su alegría permanente y su entusiasmo constante. Ellos siempre quieren coger y están dispuestos a hacer algo, pero cuando llegan a la vejez se vuelven más apáticos e independientes de los cachondeos femeniles.

Además, ya no son tan obedientes como lo eran de jóvenes y esto se debe al deterioro sensitivo y mental, un proceso natural que se da con el paso del tiempo. Lo dice una antigua regla: cuanto más tiempo vivido, menos energía nos queda. De este modo, los esposos en la vejez comienzan a perder esa energía cogedora que los caracterizaba y solo quieren mirar la tele.

Muchas veces, a ello se suma que presentan problemas de insomnio, por alteración del ritmo de sueño-vigilia. Es por este motivo que tienden a compensarlo durante todo el día. Incluso, algunos sentidos disminuyen su percepción con la edad. Es por eso que los ojos y oídos de los maridos son los primeros afectados por la vejez.

Esta pérdida se debe a que el cuerpo, en general, ya no absorbe los nutrientes como en algún momento lo hizo y la ausencia de estos elementos, que debían ser absorbidos, sumado al deterioro estructural, provoca que no vean y que no oigan igual.

Pero eso no es todo, ya que, como ya no son capaces de mantener una actividad física intensa, es posible que suban de peso con mayor facilidad. A esta situación se le suma que su sistema digestivo ya no trabaja igual y no procesa todos los alimentos tan fácil y eficientemente como antes.

Si bien no existe un parámetro exacto que defina la edad certera a la que a los esposos se los considere viejos, podemos decir que esto varía y depende de su etnia, tamaño y hasta de su estilo de vida.

No debemos angustiarnos si nuestro un perro ha entrado en la etapa de vejez, sino que debemos brindarle todo el apoyo necesario, médico y afectivo, para que esta etapa sea de la mejor calidad de vida posible. 

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