Compré una heladera nueva y, para deshacerme de la vieja, la dejé en la vereda con un cartel: "Gratis. Si la quiere, se la puede llevar" La heladera permaneció allí durante 5 días, sin que la gente que pasaba se dignara mirarla. La conclusión es que la gente no creía en el ofrecimiento. Parecía demasiado bueno para ser verdad. Por lo tanto cambié el cartel: "Heladera en venta por $ 150,00". ¡Al día siguiente la habían robado! (¡Ese tipo de gente vota...!)
Mientras miraba una casa para comprar, le pregunté a la señora de la inmobiliaria para dónde quedaba el Norte, ya que no quería que el Sol me despertase todas las mañanas. La señora dijo: ¿El Sol sale por el Norte? Cuando le expliqué que el Sol sale por el Este,cosa que sucede desde hace un buen tiempo, ella dijo: "Lo que pasa es que no estoy muy al tanto de este tipo de cosas". (¡Ella también vota...!)
Durante un tiempo hice de soporte técnico en un centro de atención al cliente en Montevideo. Un día, recibí el llamado de un sujeto desde Buenos Aires que me preguntó en qué horario estaba abierto el "call center". Le contesté lo siguiente: "El número al que usted llamó está disponible 24 horas al día los 7 días de la semana" Entonces él me preguntó: "¿Hora de Buenos Aires o de Montevideo?". Para terminar de una buena vez con el asunto le dije: "Hora de Buenos Aires". (¡Él vota...!)
Mi colega y yo estábamos almorzando en el restaurante self-service de la empresa, cuando oímos a una de las secretarias hablando sobre las quemaduras de sol que había sufrido, al viajar en auto a la costa. "Íbamos en un convertible brutal. Y no pensé que me iba a quemar así estando el auto en movimiento". (¡Ella también vota...!)
Mi cuñada tiene una herramienta cortante en el auto que fue diseñada para soltar el cinturón de seguridad, por si ella llegara a quedar aferrada a él. ¡La guarda en el baúl!. (¡Mi cuñada seguro que vota...!)
Mis amigos y yo fuimos a comprar cerveza para una fiesta, y notamos que las cajas tenían un descuento del 10%. Como era una fiesta grande, compramos 2 cajas. El cajero multiplicó 10% por 2 y nos dió un descuento del 20%. (¿Dié ma dié?) (¡Él también vota...!)
Salí con una amiga y vimos una mujer con un argolla en la nariz, agarrada a un aro en la oreja por medio de una cadena. Mi amiga preguntó: ¿No será que la cadena le da un tirón cada vez que ella gira la cabeza?. Le expliqué que la nariz y la oreja de una persona siempre permanecen a la misma distancia, independientemente de que la persona gire o no su cabeza. (¡Mi amiga también vota...!)
Viajé por una aerolínea. Cuando llegamos al aeropuerto no pude encontrar mis valijas en la cinta transportadora. Fui entonces hasta el mostrador de equipajes extraviados y le dije a la joven mujer que atendía que mis valijas no habían aparecido. Ella sonrió y amablemente me dijo que no me preocupara, porque estaba en buenas manos. "Solamente dígame una cosa: ¿su avión ya llegó?". (¡Ella también vota...!)
AUTOR DESCONOCIDO
ES LO QUE YO SIEMPRE COMENTO: EL PROBLEMA NO SON LOS GOBIERNOS . . .
SON LOS VOTANTES QUE LOS LLEVAN AL PODER!!!
Muy buenos.
ResponderEliminarLuego pasa lo que pasa, con semejantes votantes.
Un abrazo.
Y con el voto obligatorio votan personas que, a veces, no tienen idea de lo que es la democracia.
ResponderEliminarAbrazos