martes, 19 de julio de 2016

688: Carola


Carola se fue con otro, así de sencillo. No me acusó de vivir obsesionado por mi trabajo ni de dejarla desatendida todo el día ni de no escuchar sus preocupaciones sino de ser un perdedor. Por mucha razón que tuviera en ello, la verdad era que todo eso no importaba. No era más que una forma de suavizar la crudeza de lo que estaba pasando, quizá a causa del último resto de piedad que todavía le inspiraba. Aquel tipo era más divertido, tenía más dinero y le gustaba más. ¿Es acaso poco motivo?

Pensar en ella y vagar bajo su ventana no era más que una inercia de los abandonados. Si hubiera sido yo el abandonador, seguro que no lo haría. Quizá quedaría un rastro de culpa, de pena, pero ninguna atracción irracional. Porque algo de atracción siempre queda, especialmente si ha sido la última mujer, si no ha habido otra desde entonces y en la actualidad uno contempla el sexo femenino como quien ve pasar una vaca por la acera. Pero yo era el abandonado, y me comportaba como tal

10 comentarios:

  1. ¿Una vaca?? Vamos a acabar mal...
    Besos, hoy inmerecidos.

    ResponderEliminar
  2. Espero que las vacas sean guapas.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  3. Tuve que regresarme un poquito. Lindo blog, por aca andare si me lo permites

    ResponderEliminar
  4. La comparación de la vaca me ha hecho reír.

    ResponderEliminar
  5. a veces si fueras mas romantico lograrias mas con las mujeres

    ResponderEliminar
  6. El abandono siempre desconcierta y aturde...

    ResponderEliminar
  7. Chaly eso de ver a la mujer como una vaca por la acera, no está muy bien por tu parte, es cierto que la separación es cruel se mire por donde se mire, y puede llevar a los protagonistas a actuar de forma no precisamente muy apropiada.
    Besos Chaly.
    Puri

    ResponderEliminar
  8. Ya encontrará otra vaca, por eso que no se preocupe.

    ResponderEliminar
  9. Casi mejor para olvidar lo de Sabina, " 19 días y 500 noches".
    ;)

    Besos, Chaly.

    ResponderEliminar