“El sexo vainilla no me
va”, le dijo y ella lo miró fijo, desorbitada, con palpitaciones, porque no
entendía de qué le estaba hablando. En un microsegundo solo se le ocurrió
pensar en el vaso de leche, la vainilla que se moja y se desarma. Pero no
hablaba de eso.
“¿Qué demonios es el sexo vainilla?”.
Y estás a punto de enterarse de que es precisamente lo que
has estado teniendo toda su vida.
Separada de un matrimonio convencional con su único novio,
esta mujer ahora viene a descubrir que no todo el mundo aspira al
‘franeleo’ plácido (especie de sesión de besos y caricias) en pijama mirando
juntos películas como sinónimo de una noche ideal. No es eso, para nada,
lo que desea su nuevo amante. Él quiere ofrecerle otros sabores...
El sexo vainilla es sexo convencional, sin pretensiones ni
ínfulas. Busca el calorcito, el confort, no expone mucho al otro ni se deja
exponer. Se trata de una ‘comfort zone’ que no por su sencillez deja de
ser placentera y tampoco es necesariamente aburrida, aunque muchos no puedan
reconocerlo.
Club de Defensores del Sexo Vainilla. Este club no tiene
carnets pero existe y sus afiliados sostienen que quien no sabe disfrutar
del ‘soft/clean/clear sex’, en realidad, no sabe disfrutar del sexo o debe
replantearse la conexión con su amante.
“Practicarlo o no es una elección de pareja. Cada quien elige
lo que lo satisface porque, como sabemos, el placer es subjetivo. Lo importante
es que la pareja se ponga de acuerdo, que hablen sobre lo que quieren, lo que
les gusta y lo que disfrutan”
El diálogo es primordial. También en el sexo.
ResponderEliminarUn abrazo.