A un oasis
llega un joven, toma agua, se asea y pregunta
a un anciano que se encuentra descansando:
— ¿Qué clase
de personas viven aquí?
— ¿Qué clase
de gente había en el lugar de donde tú vienes?
— Un montón de gente egoísta y mal intencionada. Estoy encantado de haberme ido de allí
— Un montón de gente egoísta y mal intencionada. Estoy encantado de haberme ido de allí
— Lo mismo
habrá de encontrar aquí
Ese mismo día otro joven
se acercó a beber agua al oasis y viendo al anciano
preguntó:
— ¿Qué clase
de personas viven en este lugar?
— ¿Qué clase
de personas viven en el lugar de donde tú vienes?
— Un magnifico grupo de personas, honestas, amigables, hospitalarias, me duele mucho haberlos dejado.
— Lo mismo encontrarás aquí
— Un magnifico grupo de personas, honestas, amigables, hospitalarias, me duele mucho haberlos dejado.
— Lo mismo encontrarás aquí
Un hombre que había
escuchado ambas conversaciones le preguntó al anciano:
— ¿Cómo
es posible dar dos respuestas tan diferentes a la misma
pregunta?
— Cada uno
de nosotros sólo puede ver lo que lleva en su corazón.
Aquel que no encuentra nada bueno en los lugares donde estuvo
no podrá encontrar otra cosa ni aquí ni en ninguna parte.
Interesante y profundo.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡¡¡¡Bravoooooooooooooooooooooooooo!!!!
ResponderEliminarCuestión de ópticas y a veces de corazones
ResponderEliminarbesos y buen finde