Cuando tus arrebatadores ojos vislumbran en el monitor un e-mail, posiblemente se trate de uno de los seis casos que te pongo delante de las narices:
• El que quiere sexo. Simplemente alabará tus cualidades mórbidas y te sugerirá una noche de sexo y nada más. Deberás tener cuidado, ordinariamente se trata de matrimoniados que te utilizaran para poner los cuernos a otra prójima. Te aconsejo que no te dejes llevar por la emoción creyendo que el amor tocó tu pc, tómalo solo como un polvo al paso.
• Si por ahí el tema radica que eres su alma gemela y que desea dar en tu compañía una vuelta al mundo en ochenta días, deberás desechar de inmediato dicho plan, pues ese copuchento te miente descaradamente pues es imposible dar la vuelta en ochenta días. El olvida las playas, los museos, las cantinas y a los stripper que te agrada manosear. Si por las moscas te pide dinero, demuéstrale que no eres tacaña y dáselo sin retaceos.
• Otro tal vez te escriba, en busca de compañía, son copuchentos que viven incomodos con Soledad y por más que te ofrezca ir a los mejores restaurantes, regalos carísimos, mándalo al diablo, tu tiempo es oro y no estas para estar de guía turística, dile que si no hay sexo, no hay nada.
• Estos son los más peligrosos y apenas lo vislumbres lo lógico sería huir de ellos, son aquellos que andan en busca del amor genuino, de una esposa y de tener en breve una guardería en casa. Indícale que has cerrado la fábrica y al contrario has abierto el parque de diversiones.
• El arma utilizado por este género es el genético, ya que dicen que con una latina lograran lo que no lograron con su gringa. Si te propone llevarte a su país deberás desconfiar pues con la crisis económica mundial no hay pega para los latinos. Si en cambio, te propone quedarse en tu país habrás cometido la peor infracción merecedora de la tarjeta roja de la vergüenza pues tus amigas dirán que como no conseguiste nada por aquí te trajiste un extranjero.
• Finalmente e inevitablemente recibirás cartitas de los feos, estos no te mandaran su fotografía, ellos más hablaran de sus dotes espirituales, e intelectuales. Posiblemente digan que tienen una economía saneada. Podrías contentarte con uno de estos si eres de las que no le gusta salir acompañada a la calle.
martes, 28 de agosto de 2012
lunes, 20 de agosto de 2012
226: Si no puedes ocultar lo que vas a hacer, hazlo de modo que todos piensen que eres un mentecato. Entonces se quedarán tan tranquilas, esperando a ver cómo caes de culo.
Siete letras que te permitirán caminar meneándote tranquilamente, mientras los copuchentos se deleitan ante tu paso.
a. Nunca te juzgues. Jamás trates de justificarlo aun cuando lo reconozcas, lo que debes hacer es simplemente anotar el hecho por más revelador que sea.
b. Recuerda experiencias pasadas y como sobrellevaste tus reacciones es necesario que no se note tu inseguridad que seguro aprendiste de tu madre o de tu hermana. Actúa como lo harían tus amigas.
c. Identifícalo plenamente, así podrás anticipar y neutralizar tus sinsabores.
d. Deberás conocer los instantes en que estas más vulnerable. No cuestiones tu bienestar mental, tu carencia de sexo, tus emociones y el darte cuenta que no estas conectada con él; esto redundará en el control de tus ojos.
e. Busca un pensamiento saludable, como cuando te sacrificabas con la esperanza de conseguir su amor y siempre acabas frustrada.
f. Deberás encontrar una amiga con tus mismas carencias para que te ilumine cuando estés fuera de foco.
g. Este es el tranco más importante, si llegaste hasta acá significa que has superado tus traumas y de soslayo disciplinar tu comportamiento, ya te enteraste arrulladoramente que él ya te olvido y podrás repetir este comportamiento cuantas veces quieras, para continuar progresando.
a. Nunca te juzgues. Jamás trates de justificarlo aun cuando lo reconozcas, lo que debes hacer es simplemente anotar el hecho por más revelador que sea.
b. Recuerda experiencias pasadas y como sobrellevaste tus reacciones es necesario que no se note tu inseguridad que seguro aprendiste de tu madre o de tu hermana. Actúa como lo harían tus amigas.
c. Identifícalo plenamente, así podrás anticipar y neutralizar tus sinsabores.
d. Deberás conocer los instantes en que estas más vulnerable. No cuestiones tu bienestar mental, tu carencia de sexo, tus emociones y el darte cuenta que no estas conectada con él; esto redundará en el control de tus ojos.
e. Busca un pensamiento saludable, como cuando te sacrificabas con la esperanza de conseguir su amor y siempre acabas frustrada.
f. Deberás encontrar una amiga con tus mismas carencias para que te ilumine cuando estés fuera de foco.
g. Este es el tranco más importante, si llegaste hasta acá significa que has superado tus traumas y de soslayo disciplinar tu comportamiento, ya te enteraste arrulladoramente que él ya te olvido y podrás repetir este comportamiento cuantas veces quieras, para continuar progresando.
viernes, 17 de agosto de 2012
225: -Estás enamorado de ella. -la miró petrificado-. Puedo afirmarlo sin ver ninguna imagen. Ella también te quiere, pero no es para ti, ni tú para ella. No de la manera que ambos desearíais.
-¡Hola! ¿Cómo estás?
-Me alegra volver a verte. Estaba muy preocupado por ti.
-¿Sigues con la misma?
-¡No! Salto la barda y se alejó.
-¿Por qué?
-Es que soy un mal tipo.
-Eso es mentira.
-Me comentaron que te fuiste a España, ¿Allá pillaste algo?
-¡Nada! Tú y yo debimos haber hecho alguna cosa.
-No lo niego que lo pensé, pero tú seguías con él.
-Pero te comente que pensaba divorciarme.
-Sí, pero, él era mi amigo.
-¿Ya no lo es?
-Ya no.
-¿Por qué?
-Ya te dije, soy un tipo malo.
-Nunca. Él es un manirroto, indolente y mujeriego. Tú en cambio, no. Él siempre anduvo rodeado de amigos, mujeres y borracheras.
-Es que él era un tipazo, bonachón, carismático y extrovertido. A todos nos agradaba conversar con él escuchar sus chistes y todos los amigos buscaban su compañía, es lógico que a las mujeres también hayan deseado compartir con él y es lógico que alguna haya sido su amante. Y como él era tan especial, no despreciaba a nadie y por eso todo el mundo lo quería. Me imagino que ese don de gentes también te conquisto a ti.
-Supe que se ha casado, ¿tú sabes algo?
-La última vez que lo vi, estaba muy cambiado, ya no era el tipazo de antaño. Parece que la mujer lo metió en la jaula de oro y no lo deja solo para nada; y todo
pájaro enjaulado, envejece y muere triste. Intercambiamos algunas palabras, el resto lo supe por un amigo común, a ambos nos dolió el saber que ya no era el alegre, vivaracho y bromista de ayer. Bueno, creo que todos hemos cambiado algo.
-Entonces ya no es el hombre del que me enamoré.
-No ya no lo es, ni el amigo que tuve algún día.
-Me alegra volver a verte. Estaba muy preocupado por ti.
-¿Sigues con la misma?
-¡No! Salto la barda y se alejó.
-¿Por qué?
-Es que soy un mal tipo.
-Eso es mentira.
-Me comentaron que te fuiste a España, ¿Allá pillaste algo?
-¡Nada! Tú y yo debimos haber hecho alguna cosa.
-No lo niego que lo pensé, pero tú seguías con él.
-Pero te comente que pensaba divorciarme.
-Sí, pero, él era mi amigo.
-¿Ya no lo es?
-Ya no.
-¿Por qué?
-Ya te dije, soy un tipo malo.
-Nunca. Él es un manirroto, indolente y mujeriego. Tú en cambio, no. Él siempre anduvo rodeado de amigos, mujeres y borracheras.
-Es que él era un tipazo, bonachón, carismático y extrovertido. A todos nos agradaba conversar con él escuchar sus chistes y todos los amigos buscaban su compañía, es lógico que a las mujeres también hayan deseado compartir con él y es lógico que alguna haya sido su amante. Y como él era tan especial, no despreciaba a nadie y por eso todo el mundo lo quería. Me imagino que ese don de gentes también te conquisto a ti.
-Supe que se ha casado, ¿tú sabes algo?
-La última vez que lo vi, estaba muy cambiado, ya no era el tipazo de antaño. Parece que la mujer lo metió en la jaula de oro y no lo deja solo para nada; y todo
pájaro enjaulado, envejece y muere triste. Intercambiamos algunas palabras, el resto lo supe por un amigo común, a ambos nos dolió el saber que ya no era el alegre, vivaracho y bromista de ayer. Bueno, creo que todos hemos cambiado algo.
-Entonces ya no es el hombre del que me enamoré.
-No ya no lo es, ni el amigo que tuve algún día.
miércoles, 8 de agosto de 2012
224: Se acercó a él, con un contoneo que le hizo sentir como si algo se le hubiera atragantado. —Sólo quiero verlo a la luz del día. No voy a tocarlo siquiera. Vos lo sostendréis. Será un bonito recuerdo para mí. —Lo tomó de las manos al decirlo y su contacto le produjo un hormigueo en la piel y sequedad en la boca.
Conductas femeniles más habituales – y supuestamente intachables- que son capaces de aniquilar con cualquier relación espermática.
1. Irresoluta. Es la prójima que carga en los lomos de su copuchento la carga de sentirse segura; el pobre tiene que probar a cada instante que sigue al pie del cañón –es decir, enamorado- y que sigue siendo un tipingo confiable. Con el tiempo y las aguas es posible que el mártir comience a sospechar que no te quiere más, pues está convencido que pierde el tiempo hablándote de amor. Te podría aconsejar mil cosas para salvar el rescoldo, pero creo que ésta tal vez daría más resultado y es la siguiente: imagínate que eres una equilibrista y que el copuchento es la soga tendida bajo tus pies, si te separas de él, te caes y te haces mierda.
2. Amañerada. Es la aquella que quiere que todo se realice de acuerdo a sus gustos y expectativas. El asuntechi se complica pues el copuchento nunca encuentra piso firme, frente a sus ocultos pensamientos y se siente desflocado y apachorriento y en la primera oportunidad que pueda abandone el régimen dictatorial. Puedo asesorarte con una condición: primero dejaras de ser antojadiza y harás un auto culpación microscópica de tus veleidades.
3. Acaparadora. Es esa clase de prójima que todo lo quiere hacer y no deja que el copuchento ni mueva una paja y después se queja que le echan toda la carga en sus espaldas. Su única ventaja es que podrá atraer a tipejos desapegados y que estan chochos de no hacer nada. Te podría sugerir para salvar esa sima que delegues parte de tus tareas a tu peor es nada, tales como salir a pasear con tus amigas, hacer trotar al perro, de esa forma harás que tu pareja se dé cuenta que cuentas con él.
4. Pesimista. Lo chistoso es que los copuchentos que atraes son los de signo contrario –optimistas- los cuales cargan la tarea de insuflarte esperanza. Pero no por algo la noche sigue al día y el optimista levantará las manos al cielo y cogerá el primer aeroplano que logre coger y tú te quedaras sin que nadie te coja. Me he roto el mate pensando que decirte para llevar el bálsamo a tu mente, más lo único permisible es que no pienses en nada.
5. Acalladora. Tu eres de esas que las llaman cariñosamente cotorra, hablas y hablas hasta por los tuétanos. El único consejo que te doy es que recuerdes que el copuchento de vez en cuando querrá tener sexo contigo y no escucharte hablar.
6. Inocentona. Eres una flor en el jardín. Deberás recordar el destino que tiene la flor, al principio cautiva con su olor y con su color, viene el jardinero y la lleva a su cuarto y la coloca en el lugar debido y al cuarto día cambia de flor.
1. Irresoluta. Es la prójima que carga en los lomos de su copuchento la carga de sentirse segura; el pobre tiene que probar a cada instante que sigue al pie del cañón –es decir, enamorado- y que sigue siendo un tipingo confiable. Con el tiempo y las aguas es posible que el mártir comience a sospechar que no te quiere más, pues está convencido que pierde el tiempo hablándote de amor. Te podría aconsejar mil cosas para salvar el rescoldo, pero creo que ésta tal vez daría más resultado y es la siguiente: imagínate que eres una equilibrista y que el copuchento es la soga tendida bajo tus pies, si te separas de él, te caes y te haces mierda.
2. Amañerada. Es la aquella que quiere que todo se realice de acuerdo a sus gustos y expectativas. El asuntechi se complica pues el copuchento nunca encuentra piso firme, frente a sus ocultos pensamientos y se siente desflocado y apachorriento y en la primera oportunidad que pueda abandone el régimen dictatorial. Puedo asesorarte con una condición: primero dejaras de ser antojadiza y harás un auto culpación microscópica de tus veleidades.
3. Acaparadora. Es esa clase de prójima que todo lo quiere hacer y no deja que el copuchento ni mueva una paja y después se queja que le echan toda la carga en sus espaldas. Su única ventaja es que podrá atraer a tipejos desapegados y que estan chochos de no hacer nada. Te podría sugerir para salvar esa sima que delegues parte de tus tareas a tu peor es nada, tales como salir a pasear con tus amigas, hacer trotar al perro, de esa forma harás que tu pareja se dé cuenta que cuentas con él.
4. Pesimista. Lo chistoso es que los copuchentos que atraes son los de signo contrario –optimistas- los cuales cargan la tarea de insuflarte esperanza. Pero no por algo la noche sigue al día y el optimista levantará las manos al cielo y cogerá el primer aeroplano que logre coger y tú te quedaras sin que nadie te coja. Me he roto el mate pensando que decirte para llevar el bálsamo a tu mente, más lo único permisible es que no pienses en nada.
5. Acalladora. Tu eres de esas que las llaman cariñosamente cotorra, hablas y hablas hasta por los tuétanos. El único consejo que te doy es que recuerdes que el copuchento de vez en cuando querrá tener sexo contigo y no escucharte hablar.
6. Inocentona. Eres una flor en el jardín. Deberás recordar el destino que tiene la flor, al principio cautiva con su olor y con su color, viene el jardinero y la lleva a su cuarto y la coloca en el lugar debido y al cuarto día cambia de flor.
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