viernes, 25 de octubre de 2013

312: SEPA QUÉ CLASE DE AMANTE NECESITA

REQUISITOS PERSONALES:
1. Actitud positiva
La habilidad de ver a las prójimas y a sus fantasías de una manera positiva.
2. Alto nivel de energía
Fuerza y ánimo para coger duro y no agotarse.
3. Calidez
Una manera de ser que atrae a la prójima.
4. Integridad
Confiabilidad, un buen carácter estable, palabras y acciones congruentes.
5. Responsabilidad
Siempre termina, ausencia de excusas; coito asignado, coito terminado.
6. Buena autoimagen
Se siente bien consigo mismo, con las otras y con la vida.
7. Caballos de fuerza mentales
Capacidad para seguir aprendiendo a medida que la faena prospera.
8. Capacidad de liderazgo
Tiene influencia sobre otros.
9. Capacidad de seguir
Voluntad para someterse, trabajar en equipo y seguir.
10. Ausencia de problemas personales
La vida personal, familiar y económica está en orden.
11. Habilidad con la gente
Habilidad para atraer prójimas y faenar con ellas.
12. Sentido del humor
Disfruta de la vida, no se toma demasiado en serio.
13. Elasticidad
Puede «rebotar» cuando surge cualquier problema.
14. Antecedentes
Tiene esperanza y éxito, está a la expectativa en dos o más situaciones.
15. Gran deseo
Hambre de crecimiento y desarrollo personal.
16. Autodisciplina
Deseo de «pagar el precio» y alcanzar el éxito.
17. Creatividad
Capacidad para solucionar problemas.
18. Flexibilidad
No temeroso al cambio; fluido: fluye a medida que la acción crece.
19. Ve el «gran cuadro»
Capaz de mirar más allá de los intereses personales y ver el cuadro total.
20. Intuitivo
Capaz de discernir y percibir una posición sin información tangible.

lunes, 21 de octubre de 2013

311: Hay dos maneras de lograr que los copuchentos hagan lo que usted quiere: puede obligarlos o persuadirlos.

Las copuladoras excelentes crean el ambiente adecuado.

Creen en sus copuchentos. Esto crea un ambiente apropiado para el éxito. La mejor manera de ganar y conservar la lealtad de los copuchentos es mostrar su interés y preocupación por ellos mediante palabras y acciones.

Los copuladoras excelentes conocen las necesidades humanas básicas.
Hay cinco cosas que los copuchentos necesitan conocer:
1 Lo que se espera de cada uno.
2 Que cada uno tendrá una oportunidad para desempeñarse.
3 Cómo cada uno está lográndolo.
4 Que se dará guía cuando cada uno lo necesite.
5 Que cada uno será recompensado de acuerdo con su contribución.

Las copuladoras excelentes controlan las «tres grandes áreas».
Cualquier copuladora que quiera desempeñar un papel activo en todas las áreas de la sociedad puede sentirse tentada a hacerse cargo de demasiadas responsabilidades. Sin embargo, tres áreas son cruciales para la autoridad y el éxito:
1 Finanzas: porque el dinero es el principal medio para ejercer control en cualquier relación.
2 Personal: porque la selección de copuchentos determinará a la acción.
3 Planeación: porque esta área determina el futuro de la acción.

Las copuladoras excelentes evitan los «siete pecados capitales».
1 Atraerse simpatías antes que ser respetadas.
2 No pedir a los copuchentos del equipo consejo y ayuda.
3 Frustrar el talento personal por hacer énfasis en las reglas más que en las habilidades.
4 No mantener una crítica constructiva.
5 No desarrollar un sentido de responsabilidad en los copuchentos del equipo.
6 Tratar a todos de la misma manera.
7 No mantener a los copuchentos informados.


«Hay muchas maneras de evitar las equivocaciones, pero la mejor manera de esquivar los desastres es estar disponible. Usted no tiene que tomar cada decisión, pero siempre debe estar accesible. Si su gente es lista, la mantendrá colmada, y si usted está colmada, usted es parte de la acción. Con eso en su sitio, será fácil respaldar a sus copuchentos y eso eliminará conjeturas».

viernes, 18 de octubre de 2013

310: ¿SE PREOCUPA LO SUFICIENTE POR PURIFICAR AL COPUCHENTO CUANDO ES NECESARIO?

La purificación del copuchento es algo muy satisfactorio para la mayoría de las prójimas.
Si usted se siente inquieta sólo de leer la palabra purificar, le sugeriría que la sustituyera por la palabra destilar.
Luego, siga estos diez mandamientos.

Los diez Mandamientos de la purificación
1 Hágalo en privado.
2 Hágalo tan pronto como sea posible.
3 Hable de una sola posición en cada ocasión. No sobrecargue al prójimo con una lista de posiciones.
4 Una vez que haya tocado su punto, no lo repita.
5 Trate únicamente posiciones que el prójimo puede cambiar. Si usted pide que haga algo que no puede hacer, aparece la frustración en su relación.
6 Evite el sarcasmo. El sarcasmo indica que usted está enojada con él, «no con sus posiciones», y eso les causará resentimiento hacia usted.
7 Evite palabras como «siempre» y «nunca». Por lo general, caen fuera de lo exacto y ponen al prójimo a la defensiva.
8 Presente la idea como sugerencia o pregunta si es posible.
9 No se disculpe por la purificación.
10 Y no olvide los cumplidos. Use lo que se llama un «sándwich» en este tipo de acciones:
Cumplido-Destilación-Cumplido.

miércoles, 16 de octubre de 2013

309: Hoy por ti, mañana por mí…

Me entere que mi novia se está haciendo coger por Atanasio, el fisiculturista sicópata del “gym air plate” del condominio “una ventanita cerca del cielo” como es lógico en estos casos, tome cartas en el asunto. Busque en mi secreter todas las cartas de mis novias y las releí con sumo interés y en ellas (mis novias y las cartas), no encontré nada que significase que debía molestarme por la noticia que me dieron. Finalmente, novias vienen, novias van. Estamos tan ensamblados en nuestro actual mundo cosmopolita que cambiar de novia es como cambiar de canal en la tele. También las cartas me dijeron que no fui tan leal con algunas de ellas –pues parece que hubo uno que otro cuerno por medio- también las cartas me dijeron que algunas de ellas se habían tomado la libertad de echarse unas canitas al aire.
La presente basada en hechos imaginarios ha sido deliciosamente escribida para todos y todas aquellas que creen que su novio o novia no tiene derecho de irse a coger con el que les mande la gana. Y si ustedes no hacen “«esas cosas»” no es por falta de oportunidad, sino simplemente: ¡por miedo!

[Pensando en que mañana cumple 36 primaveras]

viernes, 11 de octubre de 2013

308: Dime cómo eres y te diré como te llaman

Calientapollas. Mujer que permite besos, caricias y tocamientos, negándose, tras estos preámbulos, a culminar los juegos sexuales con el coito.
Capullo. Individuo introvertido y palurdo, que estando muy encerrado en sí mismo se va abriendo conforme se le brinda amistad, o se le da confianza.
Caraculo. Persona inexpresiva, carente de personalidad.
Carcamal. Persona vieja y decrépita, llena de achaques y malos humores.
Cazurro. Malicioso y malpensado; persona reservona y de pocas palabras; sujeto tosco, basto y zafio, un tanto marrullero, grosero e intratable.
Chocho. Se dice de quien sabe poco, y se comporta como un niño de pecho. En lenguaje familiar, persona que por un amor exagerado se vuelve medio boba.
Choto. Es el viejo que por ser impotente y no querer sin embargo dejar el trato carnal con mujeres, se aviene a satisfacerlas empleando labios y lengua.
Comemierda. Sujeto vil y miserable que carece de dignidad y es merecedor de desprecio; persona de la que no debe fiarse nadie, y de quien sólo cabe esperar bajezas y villanías.
Cotilla. Persona que gusta de meterse en todo, especialmente donde no la llaman; quien toma vela en todos los entierros para enterarse de qué se cuece; individuo entremetido y tunante.
Feto. En sentido figurado, persona muy fea y malformada.
Fino. Astuto, sagaz, que espera la mejor ocasión para cometer alguna trastada.
Frívolo. Persona voluble, veleidosa, un tanto ligera de cascos, que se comporta de manera informal y poco seria, no dando a las cosas la importancia que tienen.
Ganso. Se dice de la persona rústica y malcriada, torpe e incapaz, perezosa y lenta.
Gomoso. Pisaverde, petimetre, excesivamente baboso con las mujeres.
Gorrón. Persona que tiene por costumbre vivir o divertirse por cuenta ajena.
Jodido. En sentido figurado sujeto ruin y malintencionado; persona miserable y dañina.
Ladilla. Parásito; persona que se pega a otra para vivir a su costa.
Ladrillo. Persona aburrida, pesada y soporífera.
Lameculos. Persona adulador impenitente y servil.
Malaleche. Persona de permanente mal humor; sujeto mal intencionado y avieso; individuo de mala índole, que siempre anda buscando las vueltas a las personas o a las cosas.
Malasombra. Patoso. Que pretende ser gracioso, sin serlo. Pelmazo que gasta bromas pesadas.
Mamerto. Idiota o imbécil.
Mandria. Tonto, haragán, egoísta y cobardón; sujeto pusilánime, apocado y tímido.
Mangonero. Individuo ocioso y entremetido; sujeto enredador que gusta de mangonear, tratando de mandar y disponer en personas y cosas que no son de su incumbencia, metiéndose en asuntos que ni le van ni le vienen.
Marimacho. Mujer que se comporta como un hombre, y que a menudo tiene los gustos de éste, pareciéndolo en su corpulencia y modo de conducirse.
Mariquita. Hombre afeminado y cobarde, que se comporta con la pusilanimidad y remilgos de una mujer.
Marrullero. Adulador que echa mano de todo tipo de halago, fingimiento y zalema para liar, embaucar y enredar con astucia a la gente.
Mediopolvo. Sujeto macilento, escuálido, de aspecto miserable y enfermo; canijo al que no se le considera capaz de heroicidad alguna en la cama, de donde deriva su etimología el nombre: no tener alguien un polvo completo...
Mequetrefe. Hombre entremetido, bullicioso y de ningún provecho.
Merluzo. Bobo, incauto, infeliz a quien resulta fácil engañar y sorprender.
Miramelindo. Individuo amanerado, que cuida en demasía de su aspecto externo.
Morlaco. Individuo resabiado que finge ignorancia; sujeto disimulado, que se hace el tonto.
Muermo. Persona aburrida, repugnante y deprimente, amén de pesada y coñazo.
Novillo. Individuo a quien su mujer o novia pone los cuernos.
Ñoño. Persona muy apocada y remilgada, que se queja y asusta por cualquier pequeña cosa.
Palurdo. Tosco, rústico, grosero.
Pánfilo. Buenazo un tanto tontorrón, que se pasa en el ejercicio de la bondad.
Paquete. Individuo que cuida demasiado de su imagen, siguiendo como un esclavo los dictados de la moda.
Pendejo. Hombre cobarde y pusilánime, vago y amigo de chanchullos.
Pichabrava, pollabrava. Individuo hiperactivo en la cama, que se recupera en seguida, pudiendo llevar a cabo sucesivos coitos; individuo que en presencia de la hembra se inquieta y alborota,
poniéndose en seguida cachondo. Es antónimo de "pichiruche" y de "pichafría"
Pipiolo. Inexperto y novato; tontito.
Primo. Inocente a quien se engaña con facilidad; persona incauta que se deja explotar.
Quejica. Individuo molesto de carácter flojo, a quien cualquier pequeña cosa enfada o agobia, y que de todo se queja de manera afectada y melindrosa.
Ramplón. Zafio, tosco, inculto; persona vulgar y grosera.
Repipi. Se dice de quien es afectado en sus modales y pedante en el hablar; persona que se conduce de
manera manifiestamente ridícula, sin apercibirse de ello.
Sacamuelas. Charlatán y enredador.
Saltabardales. Marimacho; mujerona inquieta y liosa.
Snob. Novelero, fantasioso, que valora de modo desmesurado cuanto viene de fuera, obnubilándose ante lo advenedizo y foráneo, y restando valor a lo propio.
Soso. Persona sin gracia, que crece de viveza en acciones y palabras.
Tarambana. Persona alocada, atolondrada, de poco asiento y escaso juicio.
Tarasca. Mujer muy fea y contrahecha, aunque desenvuelta, de mal natural y carácter endiablado.
Tiquismiquis. Persona atildada, que gusta de ofrecer aspecto cuidado, y da importancia excesiva a tonterías y a cosas que no la tienen.
Vaina. Tonto, simplón, patoso; también, persona despreciable.
Vivalavirgen. Persona indolente y despreocupada, a quien todo parece darle igual.
Zamujo. Se dice de la persona retraída, silenciosa y tímida, reservona e introvertida, que habla poco, y a quien no se le conoce amigos.

jueves, 3 de octubre de 2013

307: Los amigos a veces sirven

-Tobías, llevarás a Hugo, Fredy y Manolo como tus «aprendices», y que Nico se haga pasar por tu criado.
― ¿Criado? ―repitió Nico―. ¿Y para qué necesita criado un malabarista?
―Vale, de acuerdo. Entonces serás su hermano que hace las veces de criado. Julin, tú...
―Espera ―intervino Manolo―. ¿Voy a ser aprendiz de un malabarista? Además, con un solo ojo, dudo que se me dé bien hacer malabares.
―Eres un aprendiz nuevo, Tobías sabe que no tienes talento alguno, pero le diste pena a causa de tu tía abuela, con la que has vivido desde que tus padres murieron en una trágica estampida de carneros; la vieja se puso enferma de viruela trifoliada y se volvió loca. Empezó a darte de comer sobras y a tratarte como el perro de la casa, Nixon, que se escapó cuando tú tenías siete años.
Manolo se rascó la cabeza; tenía el pelo surcado de hebras grises.
― ¿Y no te parece que soy un poco mayor para ser aprendiz? ―preguntó.
―Tonterías. Eres joven de corazón y, puesto que nunca te casaste (la única mujer que has amado huyó con el hijo del panadero), la llegada de Tobías te dio una oportunidad para empezar de cero.
―Pero es que no quiero abandonar a mi tía abuela ―protestó Manolo―. ¡Ella me cuidó desde que era un niño! Un hombre como es debido no abandona a una anciana sólo porque se le vaya un poco la cabeza.
―No hay ninguna tía abuela. Sólo es una fábula, un cuento que he inventado como historia de fondo para tu personaje falso.
― ¿Y no puedes inventarte uno en el que parezca un hombre más respetable?
―Demasiado tarde. Ya no te puedo cambiar. Me pasé media noche desarrollando tu historia. Es la mejor de todas, de hecho. Toma, aprende esto de memoria. ―Le tendió las páginas a Manolo y después sacó otras cuantas y se puso a repasarlas.
― ¿No te parece que estás exagerando un poco con todo esto? ―preguntó Tobías.
―No voy a dejar que me pillen desprevenido otra vez, Tobías. Así me raspen si lo permito. Estoy harto de meterme en trampas como un cándido. Me propongo tomar las riendas y tutelar mi destino, dejar de salir de un problema para meterme en otro peor. Va siendo hora de tomar el mando.
― ¿Y eso lo haces con...? ―inquirió Julin.
―Personajes elaborados con sus historias de fondo. Y lo hago condenadamente bien.
― ¿Y yo qué? ―quiso saber Tito. En los ojos volvía a estar ese brillo de chacota, a pesar de que parecía hablar con total seriedad―. Deja que adivine. Soy un comerciante viajero que en otro tiempo recibió entrenamiento bursátil y que ahora viene a la ciudad porque ha oído contar que en el lago vive una trucha que insultó a su padre.
―Tonterías. Eres un detective.
―Eso suena muy sospechoso.
―Es que se supone que tienes que resultar sospechoso. Siempre es más fácil engatusar a una prójima, cuando tiene la cabeza en otro sitio. Bien, así que tú serás nuestro «caso» raro. Un detective que pasa por la ciudad con alguna misión misteriosa no será un acontecimiento tan grandioso como para llamar demasiado la atención, aunque para los que saben lo que han de buscar en un viajero, será una buena maniobra de distracción. Usarás la gabardina de Felipe. Me dijo que me la prestaba; todavía se siente culpable por dejar que esas criadas se escabulleran.
―Por supuesto, ya que tú no le aclaraste que las chicas se desvanecieron, sin más ―añadió Tobías―. Ni que era de todo punto imposible impedir que ocurriera.
―Es que, a mi juicio, no tenía sentido contárselo. Opino que no sirve de nada darle vueltas a algo que ha quedado atrás.
―Así que un detective, ¿no? ―dijo Tito mientras repasaba sus páginas―. Tengo que practicar lo del gesto ceñudo.
―No te lo estás tomando en serio.
― ¿Qué dices? ¿Es que alguno se lo está tomando en serio?
Ese maldito brillo en los ojos de Tito. ¿De verdad había creído en algún momento que a ese prójimo le costaba reírse? Lo que pasaba es que lo hacía para sus adentros. Y ésa era la forma más irritante.
― ¡Caramba!, Tito. En esa ciudad hay un cornudo que me busca. Conoce mi aspecto tan bien que está en condiciones de hacer un dibujo más preciso que el que habría sabido hacer mi propia madre. Me provoca escalofríos, como si tuviera al mismísimo diablo pegado a la espalda. ¡Y yo no puedo entrar en esa puñetera ciudad, puesto que cada prójimo, prójima y niño de ese lugar tiene un dibujo con mi cara y la promesa de euros a cambio de información! »Vale, quizá me excedí algo con los preparativos, pero estoy decidido a encontrar a esa persona antes de que dé la orden de castigarme, o a algo peor. ¿Me explico?
Miró a los ojos a los cinco prójimos, asintió con la cabeza y se dirigió a la puerta, pero se detuvo junto a la silla de Tito, carraspeó para aclararse la garganta y masculló casi entre dientes:
―En secreto, sientes pasión por la pintura, y querrías escapar de esta vida de crímenes con la que estás comprometido. Pasas por la ciudad de camino al sur, en lugar de tomar otra ruta más directa, porque te encantan las montañas. También abrigas la esperanza de dar con alguna noticia sobre tu hermana menor, a la que no ves desde hace años. Desapareció una noche de plenilunio y se sospecha que con el marido de la boticaria. Tienes un pasado muy tortuoso.
Después salió a buen paso de la sala al claro mediodía, aunque le dio tiempo de ver de refilón a Tito poniendo los ojos en blanco. ¡Maldito copuchento! ¡En estas páginas hay un buen drama!

miércoles, 2 de octubre de 2013

306: Esto es lo que él dice [Esto es lo que él piensa]

Tengo hambre [Tengo hambre]
Tengo sueño [Tengo sueño]
Estoy cansado [Estoy cansado]
¿Quieres ir al cine? [Me gustaría tener sexo contigo]
¿Quieres ir a cenar? [Me gustaría tener sexo contigo]
¿Puedo llamarte alguna vez? [Me gustaría tener sexo contigo]
¿Quieres ir a bailar? [Me gustaría tener sexo contigo]
¡Qué lindo vestido! [¡Qué tetas!]
Te ves tensa, déjame darte un masaje [Te quiero acariciar]
¿¡Qué te pasa!? [No entiendo porque haces problema de esto]
¿¡Qué te pasa!? [Supongo que esta noche de sexo ni hablamos]
¡Estoy aburrido! [¿Quieres tener sexo?]
¡Te quiero! [Vamos a la cama ahora]
¡Yo también te quiero! [Mejor nos vamos a la cama]
Sí, me gusta cómo te cortaste el pelo [Me gustaba más antes]
Sí, me gusta cómo te cortaste el pelo [120 pesos y no se ve distinto
Hablemos Estoy tratando de impresionarte y tal vez así querrás tener sexo conmigo]
¡¡Ese me gusta más!! [Agarra cualquier vestido y vámonos para casa a acostarnos]
¡Claro! ¿Cuánto quieres? [Seguro para gastar en tonterías]
¡No me molesta en absoluto! [¡&$&/Ç!]