Me entere que mi novia se está haciendo coger por Atanasio, el fisiculturista sicópata del “gym air plate” del condominio “una ventanita cerca del cielo” como es lógico en estos casos, tome cartas en el asunto. Busque en mi secreter todas las cartas de mis novias y las releí con sumo interés y en ellas (mis novias y las cartas), no encontré nada que significase que debía molestarme por la noticia que me dieron. Finalmente, novias vienen, novias van. Estamos tan ensamblados en nuestro actual mundo cosmopolita que cambiar de novia es como cambiar de canal en la tele. También las cartas me dijeron que no fui tan leal con algunas de ellas –pues parece que hubo uno que otro cuerno por medio- también las cartas me dijeron que algunas de ellas se habían tomado la libertad de echarse unas canitas al aire.
La presente basada en hechos imaginarios ha sido deliciosamente escribida para todos y todas aquellas que creen que su novio o novia no tiene derecho de irse a coger con el que les mande la gana. Y si ustedes no hacen “«esas cosas»” no es por falta de oportunidad, sino simplemente: ¡por miedo!
[Pensando en que mañana cumple 36 primaveras]
¡Uchalas! Entonces soy muy miedosa, yo no cojo ni un resfriado.
ResponderEliminarBeso