viernes, 29 de septiembre de 2017

061: No se puede vivir del amor

—El único remedio que necesitas es el amor.
—¿Y si no funciona?
—¡Entonces necesitas una dosis más grande!

¿Es verdad que la mejor medicina es el amor?

Por un lado, si usted está realmente enfermo, espero que no escuche este consejo ¡y vaya al médico! Estoy seguro que mi amigo no estaba intentando convencernos de otra cosa. Todo lo que estaba intentando decir es que el amor es la cosa más importante en la vida.
Pero, ¿lo es realmente?

Volviendo al consejo de mi amigo, me parece que la afirmación de que todo lo que necesitas es amor está equivocada, y quizás incluso sea la fuente de muchas frustraciones.
Muy a menudo, nos enfocamos en el amor, con muchas esperanzas, pero olvidamos hablar sobre la auto restricción.
Todos amamos a nuestro cónyuge y a nuestros hijos. O por lo menos deberíamos.
Pero cuando pensamos sobre esas relaciones, deberíamos empezar a pensar también sobre los límites, lo que no.

Será como decirle que no solo la amamos, sino que vamos a intentar realmente de evitar cualquier cosa que ella no quiere que hagamos. Y decirle a nuestra compañera de toda la vida que intentaremos evitar cualquier cosa que pueda dañar nuestra relación. Y decirle a nuestros hijos que ellos son nuestra primera prioridad, más alta que nuestros trabajos y pasatiempos, y que si alguna vez tenemos que elegir, los elegiremos a ellos primero.
Los límites crean seguridad, lo que permite que la relación eche raíces.

Creémoslo y respetémoslo

jueves, 28 de septiembre de 2017

060: ¡felices ellos!

La Corte Suprema de Argentina determinó que espiar el correo electrónico, el Facebook y el teléfono celular de la pareja es un delito federal, es decir que debe ser investigado por los mismos jueces que juzgan terrorismo, narcotráfico o corrupción.

lunes, 25 de septiembre de 2017

059: El amor es…

Al principio, todo es hermoso, incluso tú. No das crédito a estar tan enamorado. Cada día trae consigo su liviana carga de milagros. Jamás nadie en el mundo había conocido tanta felicidad. La felicidad existe y es muy simple: consiste en un rostro. El universo sonríe.

Durante un año, la vida no es más que una sucesión de soleadas mañanas, incluso cuando llueve. Te dedicas a escribir spots sobre esta cuestión. Te casas, lo antes posible: ¿para qué reflexionar cuando uno es feliz? Reflexionar te entristece; la vida debe ganar la partida.

El segundo año, las cosas empiezan a cambiar. Te has vuelto más tierno. Te sientes orgulloso de la complicidad que se ha establecido con tu peor es nada. Comprendes a tu mujer con sólo medias palabras; qué felicidad conformar un todo. En la calle, confunden a tu mujer con tu hermana: eso te halaga pero te va desgastando. Coges cada vez menos y consideráis que no es grave.
Estás convencido de que el fin del mundo está muy lejos. Defiendes el matrimonio delante de tus amigos solteros, que ya no te reconocen. Tú mismo, sin ir más lejos, ¿estás realmente seguro de reconocerte cuando recitas la lección aprendida de memoria y resistes la tentación de fijarte en las mujeres ligeras de ropa que iluminan la calle?

El tercer año, ya no resistes la tentación de fijarte en las mujeres ligeras de ropa que iluminan la calle. Ya no hablas con tu mujer. Pasas horas en el restaurante escuchando lo que hablan en las mesas vecinas. Sales cada vez más: eso te proporciona la excusa para
no tener que follar. Pronto llega el momento en que ya no puedes soportar a tu esposa ni un segundo más, ya que te has enamorado de otra.
Sólo hay un punto en el que no te habías equivocado: efectivamente, la vida siempre tiene la
última palabra.
El tercer año trae consigo una noticia buena y otra noticia mala. La noticia buena: asqueada, tu mujer te abandona. La noticia mala: empiezas otro blog.

domingo, 24 de septiembre de 2017

058: Fantasías femeninas

*-Que tu ex te pida perdón de rodillas.
*-Enamorar a un ermitaño, oscuro y torturado, que jamás se haya fijado en otra mujer.
*-Tener sexo con un profesor (siempre nos encanta algún profesor).
*-Que dos hombres se agarren a las trompadas por una.
*-Tener un admirador secreto.
*-Que tu primer novio (quien probablemente ya tuvo muchas novias, una esposa, hijos y nietos) haya estado siempre enamorado de ti.
*-Hacer un pacto con el diablo y –sin importar lo que comas- no volver a engordar nunca más.
*-Poder usar remera sin corpiño y que todo quede en su lugar.
*-Ser la más linda de una fiesta, de la universidad, de un grupo de amigos, o -aunque más no sea- de la familia.
*-Coger con un desconocido.
*-Dejar de perder la lima de uñas, la pincita de depilar y el alicate una vez por semana.
*-Encontrarte con el hombre que te rompió el corazón justo cuando estás más flaca, más linda y mejor vestida.
*-Que esa infeliz que habla todo el día de lo perfecto que es su marido, se entere de que es cornuda.
*-Que tu pelo se mueva como en la publicidad de “Pantene“.
*-Poder detectar qué zapatos te van a mutilar los dedos antes de comprarlos.
*-Encontrar a los mogólicos que diseñan bikinis para explicarles que la parte de abajo y la de arriba rara vez le sirven a la misma mujer.
*-Cuando tengas una cita: que si el hombre resulta ser un imbécil, te reintegre el dinero que invertiste en peluquería y vestimenta.
*-Que el talle “M” sea siempre “M” de “medium” y no “M” de muñeca Barbie.
*-Que alguna vez ellos contesten la pregunta “¿En qué estás pensando?”.
*-Tener un cuerpo perfecto para poder tirarte encima cualquier trapito de oferta.
*-Que los poros finalmente se cierren, que las estrías se borren, que las puntas del pelo se regeneren, que la celulitis se alise, que los brazos se tonifiquen, que la panza se endurezca y que la cola se levante sin hacer demasiado esfuerzo..
*-Que él por fin se dé cuenta de que “serían perfectos juntos”.
*-Cuando el amor de tu vida, que no te da bola; que sorpresivamente te declare su amor
*-Que la empleada doméstica deje de meter tus corpiños con aro en el lavarropas.
*-Que tu hermana menor deje de usarte la ropa.
*-Volver a ser soltera.
*-No ser la última de las hermanas y primas en casarte


sábado, 23 de septiembre de 2017

057: amigos de joda

Me acuerdo de otra cosa: Teo y Simón discutiendo acerca de la señora López. Teo le decía que el señor López empezaba a mostrarse celoso y con razón. Simón, de buen humor, se lo tomaba a broma: el señor López trataba con desprecio a su esposa, decía, y por lo tanto se merecía aquello. 
Pero, en realidad, la broma estaba dirigida a Teo, pues era él quien sentía celos, y de Simón. 
A éste no le importaba que Teo se mostrara herido; ¿por qué había de importarle? Cuando alguien presiente que van detrás de él en un sentido para  conseguir algo en otro sentido, lo resiente siempre. Siempre. Claro está, 
Teo comenzaba persiguiendo a la mariposa debajo de la piedra, y lograba controlar a la perfección sus sentimientos románticos. Pero éstos existían, por lo cual él merecía momentos como aquel, repetidos una y mil veces: Simón le dirigía la sonrisa dura de quien sabe más de lo que el otro cree, con los ojos empequeñecidos y como diciéndole: ¡Bah, amigo! Ya sabes que esto no es lo mío. Y, no obstante, Teo le estaba ofreciendo un libro o algo por el estilo. 
Simón había acabado por manifestar un franco desprecio hacia Teo, el cual, en lugar de mandarlo a la mierda, se mostraba tolerante. Teo era una de las personas más escrupulosas que he conocido, a pesar de lo cual iba a organizar expediciones con Simón para conseguir cerveza o comida rateada en algún sitio.
Después, nos explicaba que sólo había ido para tener una oportunidad de explicar a Simón que aquella no era manera de vivir, como un día comprenderá. Pero luego nos lanzaba una mirada rápida, avergonzado, y volvía la cara con aquella sonrisa nueva de amargura y odio hacia sí mismo.

viernes, 22 de septiembre de 2017

056: la hermana

-Me alegro de haberte encontrado a tiempo.
-¿Por qué? ¿Sucede algo?
-Nada en particular. Quería decirte algo antes de que te  marcharas.
-¿Sí?
-Quería darte tres consejos que te serán de mucha utilidad.
-¿Cuáles?
-Prométeme que los cumplirás.
-Los cumpliré. Lo prometo.
Ella abrazó a su hermano, conmovida.
-Te echaré mucho de menos. Yocalla no será lo mismo sin ti.
-No, desde luego ¡Todos podrán respirar tranquilos! Bueno, pequeña, ¿y esos tres consejos?
-El primero: sé tú mismo. No olvides nunca que eres un Diu. Pero, ante todo, eres tú, eres como eres. Sea lo que sea lo que te encuentres ahí fuera, no olvides nunca que tú eres tú, y que tu hogar está aquí, en Yocalla, con nosotros.
Él meditó las palabras, muy serio.
-El segundo es un consejo básico que no debes olvidar: nunca confíes en nadie. Nunca dejes tu vida en manos de otra persona, porque podría fallarte. Hazme caso, ¡vivirás más años!
-Estoy de acuerdo. ¿Y el tercero?
Larisa sonrió.
-Es el más importante. No debes olvidarlo: nunca, nunca, nunca te enamores. Lo digo en serio. Te portas de una forma muy estúpida cuando estás enamorado.
Él rió de nuevo, pero no había alegría en su risa.

miércoles, 20 de septiembre de 2017

055: ¿a qué llamas amor?

El amor no gira en torno de ir a la cama y coger con ella. Eso no es amor, eso es lujuria.  
Y muchas de ustedes se han embarazado por la lujuria, sin la oportunidad de sentir el amor.
¿Crees verdaderamente que el amor es amar a alguien que abusa de ti porque eso es todo lo que vales? No, el amor no es abusivo, el amor no es inseguro, el amor no tiene que ver con la lujuria.
El amor, la lujuria, la necesidad de compañía, son áreas muy diferentes.

Para los más primitivos, el amor es la relación más básica entre dos personas que se sienten atraídas, que químicamente son atraídas, que emocionalmente son atraídas, porque, generalmente, las personas, como los animales, no se sienten atraídas si la atracción no es de naturaleza química.
Y la diferencia entre amigos y amantes es que los amantes son del sexo opuesto. Es la única cosa que un amigo no puede compartir y un amante sí. Y algunos de ustedes han cruzado todas esas líneas.

Ahora bien, ¿es natural? Esto nos remite a quién eres tú y cuál es tu prerrogativa en la vida.
Todo el mundo puede hacer el amor. Todo el mundo puede practicar el sexo, pero ¿es el sexo necesariamente amor? No lo es. Es conveniencia, y es químico.

Amor es esa elevada existencia dorada que trasciende el deseo carnal, pero que, una vez que lo encontramos, incluye el deseo en forma de unidad apasionada, una unidad que es compartida no sólo sexualmente, sino también espiritualmente.
Unidad que es compartida de maneras humanistas; que es compartida en sueños, que es compartida no como uno apoyándose en el otro, sino como dos individuos fuertes y capaces de caminar y de definir la realidad, y capaces de combinar esas realidades o de mantenerlas separadas. Pero es una compañía grandiosa en todos los aspectos.

En el mundo hay mucha propaganda sobre la libertad sexual y acerca de que eso es lo más esencial en una relación. Yo difiero. No lo es.
Lo más importante en una relación es la honestidad, la individualidad, la grandeza de ser único.
Ésta es una sociedad en decadencia, y si todavía no te has enterado, es que te estás haciendo el loco.

¿Cuántas veces te has hecho el loco? Y lo único que te diferencia de los animales del bosque es que controlas —tú controlas—-las armas que les controlan a ellos. Eso es lo único que te separa de ellos. Pero el amor es algo esplendoroso. Y no es algo que comience entre tus piernas.

Es algo que empieza en nuestras almas, y sólo allí.

martes, 19 de septiembre de 2017

054: asociación permisible

- Tengo entendido que anoche me viste en casa de mi amante.
Inclinó la cabeza a modo de asentimiento.
- Yo la conozco desde cuando era un muchacho. Por lo común, estas cosas terminan cuando el hombre se casa, pero yo nunca me casé.
- ¡Pero hace años que acompaña a Rosa!
- Es cierto. Una cosa no excluye la otra.
- ¿Eso significa que ama a las dos?
- De modos diferentes
- ¡Vaya!
- No tienes por qué burlarte. Una es cómoda, sin complicaciones, bastante terrenal; la otra, estimulante para la mente, pero tranquilizadora para el alma.
¿Cuál era cuál? lo miró fijamente, fascinada por ese vistazo en la complicada vida afectiva de aquel hombre, aparentemente tan simple.
- ¿Y si usted se casara con Rosa?
- Eso parece muy poco probable.
- ¿Por qué? ¿Alguna vez se lo ha propuesto?
- Nunca ha habido un momento propicio.
- Oh, vamos, ésa es una excusa muy débil.
- Tal vez, pero nunca he querido arriesgar la relación que nos une.
- Y por eso no hace nada.
- ¿Te parece cobardía? Te aseguro que muchas veces yo también pienso así.
- Se diría que detesta alterar el cómodo arreglo que ha conseguido.
- Comprendo que pienses así, pero ¿podrías decirme, en este momento, si Rosa me aceptaría en el caso de que yo le propusiera matrimonio?
Descubrió, sorprendida, que no podía asegurarlo.
- Jamás lo sabrá si no hace el intento.
- Sí, pero mi fortuna no es grande. ¿Qué puedo ofrecerle, salvo mi apellido?
- ¿Y su amor?
- Podría no bastar.
- Y si bastara, ¿qué pasaría con la mujer de la calle Ravelo?
- Para ella no sería una sorpresa que le asignara una pensión. Por el momento, sirve para proteger a Rosa de las lenguas maliciosas.
El amor devoto adoptaba formas extrañas, y también las confidencias. No supo qué decir.



lunes, 18 de septiembre de 2017

053: Atención Hombres: alimentos indispensables para tener una piel increíble

Con el cambio de estación, la crisis económica y los polvachos, tu piel sufre desenchufes en tu dermis y epidermis. Para solucionar, puedes hacer algo tan sencillo como peer: consumir estos  alimentos para tener una piel radiante e increíble.

Zanahorias
Así como los conejos se mantienen viriles y activos gracias a su consumo de zanahorias, aplica para nos, por el betacaroteno, que ayuda a reparar los tejidos, es el aliado ideal para hacer que tu piel luzca siempre fresca.

Cereales integrales
Si lo que buscas es evitar que tu piel luzca acartonada, consumir cereales te ayudará a obtener los beneficios deseados.  Esto se debe a que están rellenos de selenio.

Frutas ricas en vitamina C
La guayaba, el mango, la naranja, papaya, entre otras, serán el aporte necesario para que tu organismo produzca el colágeno necesario que mantiene tu piel firme y con aspecto lozano.

Brócoli
Con este vegetal tendrás un combo de vitaminas y antioxidantes, tu piel se sentirá mucho más sana y flexible si incluyes en tu dieta este delicioso alimento. La vitamina C y E producirán el colágeno necesario, una barrera de defensa contra los dañinos rayos UV y una sensación tersa.

Almendras
Este fruto de la familia de las leguminosas además de aportar grandes cantidades de energía, también es excelente para nutrir y protegerte del sol.

Grasas buenas
Alimentos como el salmón, huachinango, aguacate o la chía son excelentes potenciadores para que tu cuerpo reciba las vitaminas A, D, E y K. Mismas que harán que el colágeno se regenere de forma constante.

Pimiento rojo

El licopeno, te ayuda a reducir el daño celular en la piel. Además, por la vitamina A y C y el color rojo que caracteriza este alimento es el indicado para comerlo en esa época del año y lucir un bronceado que despertara la envidia de las vecinas.

domingo, 17 de septiembre de 2017

052: amo/r

Decimos que el amor es efímero y elusivo, pero ¿lo es realmente, o somos nosotros los inconstantes, los carentes de sustancia? Tal vez hayamos estado mirando en una dirección equivocada. Tal vez la respuesta esté en nosotros mismos, dentro de la persona que a menudo es un extraño consigo mismo, un disfraz protector que ha olvidado quién es aquel que lleva puesta la máscara.


Considera esto: ¿Qué ocurre con el amor sexual? ¿Por qué su atracción es tan poderosa? ¿Está bien, está mal? ¿Y qué hay de las mujeres? ¿Cuál es su verdadera naturaleza, belleza, valor? ¿Y qué hay del matrimonio; es natural o innatural? Dicen que el instinto y la atracción animal no son amor, pero ¿qué hay de las lecciones que aprendemos del reino animal que se aparean de por vida y están dispuestos a sacrificarse por sus retoños? ¿Qué hay de la gente que se crea enfermedades para poder recibir atención, para que alguien cuide de ellos y les ame, una vez que el fuego de la pasión se ha desvanecido, o se ha vuelto tedioso e intrusivo? ¿Por qué muchas veces el adulterio es una aventura más excitante que la fidelidad a la pareja a la que decimos amar? ¿Por qué ocurre que muchas relaciones que comenzaron con pasión y amor quedan trágicamente reducidas al resentimiento de tener que afrontar responsabilidades y acuerdos contractuales? ¿Cómo es que para algunos el sexo ya no es hacer el amor? ¿Qué tenemos que hacer con nuestras fantasías sexuales, con esos secretos que nos encuentran rápidamente en cuanto nuestras mentes empiezan a alejarse de nuestra pareja? ¿Cómo podemos combinar amor y compasión con fuerza poderosa? ¿Puede una intensa seducción ser un momento de pasión pura, o tiene que estar teñida de manipulación? ¿Puede el amor ser una experiencia duradera?

viernes, 15 de septiembre de 2017

051: frenesí

Eliza suspira y ronronea y empieza a restregarse toda contra él, y le busca y le incita y le conduce hasta seguro puerto, hasta el secreto nido, con su mano, y él la penetra con tal fuerza, con tal deseo, con tal rabia, que siente que esta vez ha llegado y golpea con embestidas brutales el mismo fondo de la ciénaga, y Eliza, siempre con los ojos muy abiertos e inmóviles, no gime ya ni grita, y la alcoba empieza a girar despacio en una espiral ascendente, se pregunta si están siendo absorbidos por uno de esos agujeros negros que pueblan el infinito y en los que todo tal vez se precipita, una espiral de sangre, rojo ahora el terciopelo de las paredes, rojas las sábanas, fuego líquido el sol que penetra por las ventanas, llamas cárdenas, y sabe que nunca se han deseado, que nunca se han buscado y encontrado de esta forma salvaje, que nunca volverá tampoco en el futuro a ser el amor así, como en esta experiencia irrepetible, enloquecidos ambos de frustración y de maldad y rabia, acrecentados el odio y el desprecio por el hecho de no poder dejar sus cuerpos de buscarse, fundidos en cada acometida feroz el anhelo de colmarla y poseerla con el afán de aniquilarla, porque penetra en ella una y otra vez como si le hundiera reiteradamente un puñal en el pecho y quizá sea sangre lo que les moja y quizá sea olor a sangre este olor persistente a mar y podredumbre, ese perfume acre y delicioso e intolerable, mientras aumenta el vértigo al mismo ritmo al que gira la espiral que se hunde en lo infinito, el agujero negro y sin retorno, y alguien está gritando quizás Carmen que, no puede dejar de mirarlos, no puede apartar de ellos los ojos, por más que se cubra con las manos los ojos y la cara, o quizás sea Eliza enloquecida, ángel magnífico de plenitud y muerte, o acaso sea él
mismo el que sin darse cuenta está ahora gritando. 

jueves, 14 de septiembre de 2017

050: Lapislázuli

Te sonríe, te da de beber y le expresas cariño, qué quieres que te diga. Pero eso no le daba derecho alguno a robarme. No señor. Ni siquiera a pesar de la caricia que me hizo, que ya sé que es en eso en lo que estás pensando. ¡Sí! ¡Me hizo una caricia, y me gustó! ¿Y qué? ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra? ¡Mujer fácil, mujer fácil...! Vamos, no me vengas con huevadas a estas alturas. ¡Hacía tanto tiempo que no me tocaba nadie! Me pasó la mano, suavemente, primero por la cabeza y la cara, luego por el cuerpo... debajo de la ropa... Tuve un escalofrío de jovencita, de verdad te lo digo. Por un momento me sentí como entonces... y empezó a bajarme la sangre hacia abajo... ¡Hacía tanto tiempo que no me tocaba nadie! De joven sí, claro. ¡Huy! ¿No te acuerdas? Menudo éxito tenía yo. Todos me miraban con esos ojos llenos de deseo que se les pone, y me gustaba. Era como si yo fuera una fuente y ellos tuvieran tanta sed... Tenía un cuerpo precioso, sobre todo cuando me arreglaba, y unas tetas que daba gloria verlos. ¡Ah! Y lo mejor eran los ojos. Ahora ya casi ni veo, y los tengo pequeños y arrugados, pero entonces, ¿te acuerdas? ¡Lapislázuli! A mí me gustaba. Me hacía sentirme como una piedra preciosa. Él no me dijo ni cómo se llamaba. Se lo pregunté pero no me contestó. Sólo hizo un gesto así, con la mano, como diciendo: No tengo nombre. Pues yo sí.  Se lo dije y me sonrió,
dejando ver una boca grande y bonita.  Y, así como apareció, desapareció.

martes, 12 de septiembre de 2017

049: la testiculina

Las películas a las que suelen acceder en la intimidad de la alcoba están cargadas de escenas con penetraciones salvajes, cunnilingus imposibles. Con este panorama no es de extrañar que el consumo de pornografía por parte de las vecinas influya de forma determinante en su deseo de participar en comportamientos sumisos en sus coitos. Esta es la principal conclusión que llegan las vecinas de la UV 48 que pone el dedo en la vulva y apunta que las vecinas que ven porno aceptan sin excesivos problemas que las tiren, las nalgueen, las cacheteen, o que les pongan mascaras de esperma en la cara; que dicho sea de paso, son buenas para el cutis

Para llegar a esta conclusión, las dirigentas del Club de Madres  se valieron de los resultados de una encuesta en la que participaron 392 vecinas heterosexuales con una media de 27 años y de las cuales un 70% tienen un machucante potable.
En la misma se les preguntaba por la edad a la que se enfrentaron a su primera película, cuáles eran sus motivaciones a la hora de ver este tipo de filmes o la frecuencia con que lo hacían. También se les preguntó si habían probado con sus parejas algunos comportamientos dominantes o si, por el contrario, les gustaría participar en este tipo de prácticas de forma sumisa. Para terminar de rizar el vello, se les interrogó sobre si aceptarían participar en algunas de las habituales prácticas que se pueden presenciar en algunas películas: si aceptarían que su pareja les diga "reina", si aceptarían tener relaciones con un grupo de vecinos siendo ella la única vecina o si querría ser cogida por dos vecinos al mismo tiempo.

Las respuestas señalan que entre el 55% y el 79% de las vecinas que habían visto pornografía admitieron haber participado en coitos en los que se las tiraban, un 30% reconocía haber sido nalgueada y el 14% afirmaba haber bebido esperma, "Los respuestas también mostraron que las vecinas que consumían más pornografía, ya fueran solas o en grupo de amigas, eran más propensas a involucrarse o querer participar en conductas sexuales sumisas.   

Este chimento muestra que muchos vecinos y vecinas aceptan el guión de la pornografía. "Este joder nos proporciona mucho más placer que ponernos a reflexionar en términos de coitos normales que marcan la desigualdad de género” subrayaron las vecinas, recalcando que nadie tiene derecho a meterse en sus ovarios.

lunes, 11 de septiembre de 2017

048: posponiendo

—Brindemos.
—Por nosotros.
Nos quedamos callados un momento, mirándonos.
—Mi vida es una mierda.
—La mía también
Y me echo a reír
— ¿Cómo va el trabajo?
—Hace tres meses que no cobramos. Ninguna constructora tiene trabajo, no se está
construyendo ni siquiera un maldito urinario. No sabemos lo que pasará.
—Vaya, qué macana.
—En este momento, aunque quisiera, no podría separarme, no me puedo permitir un alquiler.

sábado, 9 de septiembre de 2017

046: Los Oblicuos

— ¿Oblicuos? ¿Qué es eso?
Yo, que lo sé, porque mi penetrador los tiene de acero fundido, respondo
—Son los músculos que se encuentran en el abdomen y bajan como dos arcos de acero fundido hasta la pelvis. Dios… ¡me encanta!
Pancho y Lucho se ríen, y las chicas también, cuando Clara insiste:
—No caigo… ¿Qué músculos son esos?
Asiento. Entiendo que no caiga. Su marido, creo que nunca los ha tenido. Miro a mí alrededor en busca de un machucante para poder señalarle a mi amiga dónde están esos músculos, pero nada. En la cafetería, a esas horas de la mañana, no hay nadie que los pueda tener. ¡Qué pena!
Miro a mis amigos. No, tampoco me valen. Son muy simpáticos, pero oblicuos, lo que se dice oblicuos, creo que ni cuando eran veinteañeros. Pancho debe de entender mi mirada, y rápidamente dice:
—Admito que los tengo, pero en mi caso están escondidos solo para que los disfrute mi dueña y señora.
Pobrecillo… ¿De verdad se cree que los tiene?
Todos soltamos una risotada.
Sin duda, allí ninguno somos perfectos, comenzando por mí, que vivo rodeada por un flotador en la cintura, que, dependiendo del día, me trae por la calle de la amargura.

miércoles, 6 de septiembre de 2017

045: La Señora Gantier

-Ahora va a reposar
Dijo tomándola por el talle. Cada vez que la agarraba sus ojos se agrandaban y su voz se volvía íntima y humilde. Sacando del armario una copa le hizo tomar un licor.
-Tome, tome, no tenga miedo.
Ella estaba en un estado de dejadez, en una ausencia de voluntad, en un sopor agradable. De inclinar solamente su cabeza se hubiera dormido. Era como una excursión submarina muy agradable. La señora Gantier tenía visible apuro en verla durmiendo. Le quitó la bata.
-¡Ande! No le importe. Estamos solas.
Una onda eléctrica recorrió mi cuerpo desnudo, saliendo por los botones del pecho.; echó en la cama gotas de azahar y la mulló de manera que yo entrara en ella. Me sumí en ese nidal soberano, almohadillado en sedas, plumas y lana, donde vagaba el perfume tranquilizador que me venció blandamente. La penumbra, la voz de ella, todo se fue desvaneciendo, hasta sentirme deslizar a un sueño de piedra. Sólo mucho más tarde debió ser cuando soñé que iba a caballo y que estaba nevando. Saltaba el caballo por un terreno desigual; yo iba montada "a lo hombre", y la silla me dolía haciéndome daño, un daño persistente y malicioso, como si fuera deseado; de pronto volaba con caballo y todo. Quedaba flotando en el azul, liviana y fluida como si me hubiera vuelto de gas, y multitud de grandes mariposas gruesas y palpables me traspasaban o se fundían en mis ojos, en mi boca gaseosa, en todo mí ser.
Cuando desperté, la habitación tenía una inconsistencia de vapor de agua; mis ojos pesaban. No supe dónde estaba, hasta un largo rato después, cuando vi a la señora Gantier, enigmática y sonriente, sentada en la cama. Me miraba de una manera tan fraternal y segura, que me hizo nacer la idea de alguna broma hecha mientras yo dormía.
-¿He dicho algún disparate mientras dormía? Porque siempre hablo, y mi papá cuenta que, cuando tenía ocho años, le confesé medio soñando que había robado mermelada.
La señora Gantier soltó a reír, llamándome criatura. Iba de un lado a otro, arreglándose el pelo, y noté que sus ojos habían perdido su sublimidad; en toda ella vagaba un sentimiento irónico y materialista de persona satisfecha que hizo la digestión de algunas ilusiones. De rato en rato me miraba en los ojos y volvía a reír, henchida de goce pasado, como si quisiera jugar o recordara alguna broma.
-¿No me haya escondido los zapatos? ¿Qué ha hecho? 
No podía convencerme, al verle esa cara tan cómica, de que no me hubiera hecho alguna diablura. Sus ojos eran risueños, y sin embargo los sentía penetrar en partes de mis entrañas donde nada había penetrado antes.

lunes, 4 de septiembre de 2017

044: cuando te sientes atacado, ¿reaccionas así?

Aries, entre el valiente y el agresivo. Es el primer signo y lo suyo es arrancar y envalentonar al entorno hacia nuevas aventuras y nuevos proyectos. En estado reactivo -cuando se siente amenazado- puede agredir innecesariamente o decir barbaridades sin evaluar cuánto lastima y complica las cosas con sus peleas y sus hirientes palabras

Leo, entre el generoso y el ofendido. Es el signo auto referencial por excelencia. Regido por el Sol, su energía parece nunca agotarse y siempre tener algo nuevo para dar y para crear. Cuando se asusta, automáticamente se ofende pues no puede creer que no valoren su generoso compromiso. Leo reacciona de modos escandaloso y exagerado que lo expone a ser criticado de maneras innecesaria.

Sagitario, entre el optimista y el negador. Es el signo experimentador y aventurero. Necesita que todo circule fluidamente, ama el movimiento y los viajes. Cuando Sagitario se asusta tiende a hacer lo que mejor le sale: moverse o “escapar”. Lo suyo es la acción hacia lo lejano y cuando se siente rechazado o amenazado huye y se desembaraza innecesariamente de situaciones que - si se quedase quieto y conectara- podría arreglar fácilmente.

Tauro, entre el comprometido y el cabeza dura. Tauro tiene gran capacidad para permanecer y cuidar lo propio pero cuando se siente rechazado o se asusta, se vuelve terco y se paraliza tendiendo a fijarse aún más a sus ideas y sus opiniones. Tauro ante las amenazas se vuelve inerte, obtuso y obstinado. Reacciona no reaccionando y se eterniza en situaciones que le provocan daño.

Virgo, entre el servicial y el crítico. Virgo es observador por naturaleza, siempre está atento a destacar los detalles que nadie percibe. Cuando se siente rechazado, se asusta y se enreda en su enmarañada percepción. Su mirada laberíntica complica aún más las situaciones, pues no puede priorizar. Ninguna solución le resulta lo suficientemente válida o eficiente. Virgo reacciona no definiendo, se enrosca y no logra superar ni una sola de sus preocupaciones.

Capricornio, entre el excelso y el exigente. Capricornio vive con una expectativa de perfección que ninguna realidad puede satisfacer. Su anhelo de excelencia lo lleva a dar siempre lo mejor y a exigirse siempre un poco más. Cuando Capricornio se siente rechazado reacciona despreciando y desacreditando -a sí mismo y a su entorno-. Nada ni nadie cumple con las expectativas. A Capricornio asustado le resulta imposible valorar lo logrado y disfrutar de lo alcanzado.

Géminis, entre el mentiroso y el gran comunicador. Todo le interesa a Géminis pero nada lo convence o satisface plenamente. Su naturaleza vincula orillas, pues su función es ser el gran puente, por eso su lugar es el del medio y no queda comprometido con ningún sector. Cuando se siente rechazado y se asusta reacciona abriéndose a más variables. Toma una actitud desapegada, se queda en el medio sin saber lo que en verdad desea, se refugia en la indefinición, enmascarado en un estilo despreocupado y juguetón.

Libra, entre el indeciso y el seductor. Anhela agradar, armonizar y ser aceptado. Libra necesita que todos lo quieran, por lo que si se siente rechazado, siente amenazada su esencia más básica. Libra asustado reacciona de maneras extremistas o se vuelve aún más basculante y efímero - y en su desmedida necesidad de agradar no sabe decir que no y se somete a lo que lo lastima-. Por el contrario, puede reaccionar de modos excesivamente temerarios, provocadores y belicosos.

Acuario, entre el desubicado y el futurista. Acuario capta lo nuevo, lo que aún no se ha creado. Su esencia es altamente creativa pero al captar lo que aún no se ha materializado se le complica comprometerse con la realidad concreta. El presente le resulta difícil de entender. Si se siente rechazado o amenazado, Acuario reacciona desconectándose y tiende a no registrar nada de lo que sucede, pareciendo frío o excesivamente desapegado.

Cáncer, entre el temeroso y el protector. La naturaleza canceriana cuida lo vulnerable. Proteger requiere estar atento a los peligros para intentar evitarlos. Cáncer tiende a sentirse amenazado ante cualquier experiencia desconocida, por lo que tiende a mostrarse hostil y cerrado. Enmascara su sensibilidad en un estilo hosco y temeroso. Cuando tiene miedo se endurece y es casi imposible acceder a él o entender lo que en verdad le sucede.

Escorpio, entre el curador y el complicado. Su cualidad sanadora lo lleva a prestar atención a aquello que duele, a destacar las situaciones difíciles y a prestar atención a aquel que está enfermo. Si Escorpio se siente rechazado tiende a poner foco solamente en los aspectos negativos y a reaccionar desde actitudes excesivamente desconfiadas o paranoicas.


Piscis, entre el delirante y el solidario. Su extrema sensibilidad lo vuelve empático y resonante con todos los seres vivos. Piscis tiende a asustarse fácilmente de su gran percepción y tiende a endurecerse exageradamente. A Piscis le cuestan los términos medios, no sabe cómo poner límites claros y tiende a reaccionar de modos exageradamente defensivos o agresivos. En algunos casos puede mutar y polarizarse al difuso y dependiente.

sábado, 2 de septiembre de 2017

043: pan para hoy y hambre para mañana

—... perdone el atrevimiento, pero... ¿por qué no lo manda al diablo?
—Estuve a punto. Hubo una cosa que me llamó la atención. Resulta que cada vez que le nombraba el viaje a México se ponía de mal humor.
—Egoísmo…
—Pero eso a mí me gustó, me pareció que él rechazaba mi viaje porque me iba a extrañar.
—Y era eso, él a su modo la quiere, a mí me pareció siempre. Él es buena persona, no se devane más la sesera. Pero es pan para hoy y hambre para mañana, así que si eso a usted le molesta... ¡mándelo a paseo de una vez!
—Algo de eso hubo, lo de mandarlo a paseo, ¿sabe? Pero es una tontería, la voy a aburrir.
—No, tontería nada, ahora quiero saber ¡cuénteme, por favor!
—Es que como no quería separarse, que me fuese de vacaciones, me empecé a ilusionar de nuevo, de que él me puede querer... más de lo que parece, de lo que demuestra. Pero por otro lado como él dejaba de venir por cualquier pavada, esa contradicción me tenía mal. Entonces le tendí una trampa, pobre...
—La oigo.
—Le dije un día que tal vez yo no iba a poder ir a México después de todo, por falta de tiempo. Mentira mía, claro. Y que ese pasaje yo no lo había pagado, que era invitación del gobierno, y que muy fácilmente se lo podía pasar a nombre de él, que lo aprovechase, que se fuese... de paseo.
—Ay, no, no me diga más...
—Sí que se lo digo. Yo ahí me esperaba que dijese ¡Fantástico, no te vas nada, te quedas conmigo!  Pero no fue así, dio un salto de alegría, y no porque yo me quedaba, ¡porque así iba a poder viajar él!
—Qué feo...
—A él le daba rabia que me fuese yo. Eran celos, pero no de mí, ¡del viaje!
—Yo creo que él no la merece entonces. Me lo imaginaba más bueno, más desprendido.
—Es bueno. Pero tiene ese problema adentro, de frustración, de no haber vivido. Le da rabia que los otros sí pueden hacer algo.
—Usted lo comprende, será por eso que él se aprovecha.
—Yo un poco tengo eso, tal vez, a la gente la justifico demasiado.
—Sí, pero él se aprovecha, y no le aporta nada.
—Bueno, eso no tanto. Él sí me comunica algo, y muy positivo. Será esas ganas de vivir que tiene, esas ganas atrasadas, retroactivas. Tan pocos tienen eso, la ilusión por las cosas. Él está seguro que saliendo de esa vida que hace, todo sería una maravilla, esos viajes con que sueña... A mí me contagia, me dan ganas de subir con él a ese barco, que zarpa quién sabe para dónde. Aunque sea a una balsa me subiría con él. Una balsa que no lleva a ninguna parte. O que sí lleva.
—No sé qué decirle, no es fácil darle un consejo. Que se suba a ese... bote, o no.
—No crea, ya me está ayudando, hablar con usted. Es bueno hablar, se me aclaran las cosas.  
—Basta que no se arrepienta cuando le llegue la cuenta del teléfono.
—No, ojalá todos los problemas fueran de dinero. No, lo de él es tan importante para mí, ahora hablando con usted me doy cuenta mejor de lo que pasa, es que cuando estoy con él... me contagio, y me viene la certeza de que la balsa sí lleva a alguna parte, a buen puerto. Pero cuando estoy sola empiezo a dudar, y es feo pensar que nada lleva a ningún lugar.
— ¡Pero una cosa sí se me ocurre! ¡No le vaya a pagar el viaje a México a ese pelandrún!
— ¡No, eso ni loca! Además que él allá me molestaría. Allá quiero la compañía de mi hijo
— ¿De veras allá le molestaría?
—Por supuesto. Un mes apenas me va a alcanzar para estar con mi hijo. Sabe cómo somos las madres. Y ver a todos los amigos de antes. Todavía quedó algún exiliado regado por allá.
—Ah…
— ¿Le parece mal?
—No sé si entendí bien. ¿A México no le gustaría viajar con él?
— ¡No! ¿Para qué lo quiero allá? ¡Aquí es que me hace falta un poco de afecto!… 

viernes, 1 de septiembre de 2017

042: mentiras

Nos mentimos continuamente. Sé muy bien, que no soy guapa. No tengo unos ojos azules en los que los hombres se contemplan, en los que desean sumergirse para que te lances a salvarlos. No tengo talla de modelo; soy más bien chica buena, tirando a rolliza. Tengo un cuerpo que los brazos de un hombre de tamaño medio no pueden rodear entero. No poseo la gracia de esas mujeres a las que susurran largas frases acompañadas de suspiros a modo de puntuación, no. Yo provoco más bien la frase breve. La fórmula cruda. El hueso del deseo, sin chicha; sin la grasa confortable. Todo eso lo sé. Y aun así, antes de que Juvenal llegue a casa, a veces subo a nuestra habitación y me planto delante del espejo del armario...  Una vez allí, cierro los ojos y me desnudo despacio, como nadie me ha desnudado jamás. Siempre siento un poco de frío; me estremezco. Cuando estoy completamente desnuda, espero un poco antes de abrir los ojos. Saboreo. Vagabundeo. Sueño. Imagino los cuerpos conmovedores, lánguidos, de los libros de pintura que había en casa de mis padres; y años después, los cuerpos más crudos de las revistas. Luego levanto despacio los párpados, como a cámara lenta. Miro mi cuerpo, mis ojos negros, mis tetas pequeñas, mis michelines y mi bosque de vello oscuro y me veo guapa, y les juro que en ese instante soy guapa, incluso muy guapa. Esa belleza me hace profundamente feliz. Enormemente fuerte. Me hace olvidar las cosas feas. Esa belleza me hace olvidar las cosas inmóviles. Como una vida sin aventuras. Como esta ciudad espantosa, esta ciudad gris de la que no se puede huir y a la que jamás llega ningún ladrón de corazones, ningún caballero blanco montado en un caballo blanco. Desnuda, tan guapa frente al espejo, tengo la impresión de que me bastaría mover los brazos para echar a volar, ligera, graciosa; para que mi cuerpo se uniera a los de los libros de arte que había en la casa de mi infancia. Sería entonces, definitivamente, tan hermoso como ellos. Pero nunca me atrevo. El ruido de Juvenal, abajo, siempre me sorprende. Un crujido en la seda de mi sueño. Me visto deprisa y corriendo. La sombra cubre la claridad de mi piel. Yo sé que hay una belleza rara bajo mi ropa. Pero Juvenal nunca la ve. Una vez me dijo que era guapa. Hace más de veinte años y yo tenía algo más de veinte años. Iba preciosa, con un vestido azul, un cinturón dorado, un falso aire de Dior; quería acostarse conmigo. Su cumplido pudo más que mi precioso vestido. Ya lo ven, nos mentimos continuamente. Porque el amor no resistiría la verdad.