sábado, 30 de diciembre de 2017

0120: para tener un buen Año

*Usar ropa interior de color amarilla, pero póntela al revés antes de que sean las 12 y pasada esta hora vuelve a ponértela normalmente, esta cábala se hace para atraer la buena suerte a tu vida.

*Al igual que el punto anterior se puede hacer lo mismo pero con ropa interior roja, te servirá para atraer el amor en este nuevo año.

*Vestirte con ropa blanca te ayudara a alejar las enfermedades.

*Comer una cucharada de lentejas cocidas traerá prosperidad para tu nuevo año.

*Abrazar a una persona del sexo opuesto cuando sea la media noche te ayudará a tener buena suerte en el amor y quizás encontrar a tu medio limón.

*Dar la vuelta a la manzana con una maleta en la mano al momento de ser las 12:00 te ayudará a concretar un viaje que tengas pendiente y que anheles realizar.

*Intercambia prendas con tu pareja, esta es una buena cábala si deseas fortalecer la relación, especialmente si han debido enfrentar algunos problemas. Así sus destinos estarán completamente unidos en el año.

*Coloca un billete en tu zapato derecho, te ayudará a tener prosperidad económica.

*Abre todas las puertas de tu casa al llegar la medianoche, para dejar ir al año viejo y dejar entrar con todo al nuevo.

*Si quieres sacar de tu vida toda la negatividad y las penas sufridas, entonces a la medianoche debes tirar un vaso de agua desde la casa hacia la calle.

*A las 00.00 horas debes encender todas las luces de la casa, para que atraiga abundancia y éxito a tu hogar durante todo el año.

*Subirse arriba de una silla o de una escalera hará que el año que viene vaya siempre en ascenso. Para descender de la silla, procura hacerlo con el pie derecho, para que así refuerces la buena suerte.

*Comer 12 uvas (de una en una), una por cada campanada. Se debe pedir un deseo por cada uva para atraer a la buena suerte.

*Encender una vela de color blanco atrae la buena suerte. Intente mantenerla encendida durante toda la noche del 31.

*Para limpiar la casa de las malas energías, se debe barrer con una escoba desde la puerta hacia la calle, eso quitará las malas vibras.

*Escribe en un papel las cosas malas presentes en tu vida y pasada la medianoche quémalo para que no se vuelvan a repetir, esta es una buena opción para eliminar lo negativo.

*Rellenar el salero y la despensa es signo de abundancia para el año que viene, así que no te olvides de eso.

*Poner 13 monedas y un ajo en la billetera es sinónimo de prosperidad.

*Y por último pero no menos importante NO debes empezar el año debiendo dinero, de este modo estarás destinándote a tener mala fortuna todos los meses restantes, así que ponte al día con tus cuentas

viernes, 29 de diciembre de 2017

0119: un cuerno no rompe una familia

La panelista siempre dio la cara. Primero se enojó con Diego y se refugió en sus hijos. Luego, lentamente fue arreglando su situación con su marido y salió con todo a atacar a Natacha

Ahora la situación está un poco más calma, pero sin dudas que el 2017 fue el peor año en la vida de Yanina y Diego Latorre. El affaire del ex futbolista con Natacha Jaitt (40) fue el escándalo del año y Yanina Latorre (48) fue una de las grandes involucradas.

Ahora Yanina disfruta de unos días de vacaciones en Miami, y comparte su buen momento en su cuenta de Instagram subiendo fotos en la playa y con su familia. Sin embargo, no se olvidó para nada de la mediática. En una nota con la revista Gente, salió con todo en defensa de su marido y liquidó a Natacha.

“Es un precio demasiado caro el que pagó por un polvo berreta. Porque en definitiva él no cometió ningún delito: sólo se calentó con una prostituta”

Además, se refirió a cómo sobrellevó lo sucedido con su marido:
“Luego de lo que pasó pude volver a confiar, porque él es mi compañero, mi amigo y un gran padre. A mi edad nada me asusta. Nunca creí en la fidelidad: es una utopía. Siempre dije que un polvo se perdona. Me dolió la berretada de la situación, la maldad y el ensañamiento hacia una familia”

Y aclaró:

“Nunca dejamos de tener sexo; nada cambió entre nosotros. En estos veintitrés años juntos aprendimos a conocernos... y demasiado. Lo bueno es que sabemos disfrutar cuando estamos a solas. Es un trabajo estar en pareja y un cuerno no rompe una familia. Nosotros lo somos de verdad. Nos pasan cosas como a todos”.

jueves, 28 de diciembre de 2017

0118: a migas

Y otras veces salen juntas para mezclarse con una multitud de amigos, o de simples conocidos, amigos y conocidos de Elisa, que a Clara le parecen difícilmente soportables, y que también a la otra, piensa ella, deben de parecerle a menudo terriblemente necios, pedantes y aburridos, con su jerga banal en que se mezclan todos los tics de su clase —más molestos, inadmisibles, en ellos que en sus mujeres, y es extraño que Elisa, ella sola entre todos, no hable también así—, y sus lugares comunes y sus certezas y su suficiencia, y este modo ostentoso en que la halagan a ella, a Clara, y la oprimen y la miman y la besuquean y la festejan y se la disputan, pretenden incluso protegerla, como si fuera un animalito misterioso recién descubierto por Elisa la extraña, por Elisa la esquiva, como el último grito de lo nuevo y actual, alguien en cualquier caso terriblemente desvalido y en absoluto peligroso, unos amigos pues a los que Clara odiaría, porque le ofende su contacto y sus voces y el modo en que la miran, le molestan sus arrumacos y sus bromas, pero a los que no puede llegar a odiar enteramente porque sabe que a Elisa algunos días — tan sólo algunos días— sí la divierten y la halagan y hasta la ayudan por extraños caminos a vivir. Y le gusta además a Clara ver a Elisa maniobrando entre ellos, moviéndose con tanta gracia y soltura entre todos ellos —sus largas piernas, sus andares de chico, su melena cobriza (dice Ricardo que Elisa tenía vocación de pelirroja, pero que se cansó y lo dejó como todo a la mitad), sus pecas insolentes y su risa clara—, siempre pronta a tratar en cualquier instante a los criados como si fueran sus amigos o a los amantes como sólo se trata a los criados, porque Elisa la mira a veces, en mitad de una frase dicha a otros, y le guiña de modo imperceptible un ojo cómplice, y piensa Clara que el juego es para ella, la representación en su honor, y se dirige a ella lo que la otra dice, para que ella lo escuche y las dos se diviertan y se burlen de amantes y de amigos, y le gusta también a Clara ver a Elisa metida entre estas gentes, y saberla siempre la más aguda, la más tierna, la más hermosa, verla chisporrotear y distraerse y escapar en cierto modo de sí misma, de los sombríos pensamientos que la encierran y la reducen al sillón junto a la ventana abierta. Y cualquier incidente que salve a Elisa unos instantes de sus fantasías depresivas y desoladoras, cualquier estímulo que la impulse a lavarse el pelo, a vestirse, a salir de la casa, le parecen a Clara aceptables y justificados, no sólo los paseos a dos hasta la calle Comercio, o las cenas en el restaurante italiano y con la presencia ambigua de dos o tres posibles amantes, correctos, elegantes, bien vestidos, altos, casi siempre, olorosos casi siempre a tabaco de pipa o a lavanda, amantes que no están nunca —según Clara, aunque ahí también coincide Ricardo— ni remotamente a la altura de Elisa, y que no podrán jamás soñar siquiera en comprenderla y ayudarla, pero que quedan justificados ante sí mismos y ante ella, ante Clara, si logran divertirla unos instantes, satisfacerla en su vanidad de mujer —aunque cómo podrán halagarla, ni en su vanidad de mujer ni en ninguna otra, tipos como éstos—, hacerla cantar o sonreír, darle quizás incluso esto que todos vienen en llamar placer, y que Clara no sabe demasiado bien en qué consiste, porque ella se ha manejado siempre en términos de amor o desamor, y para ella el placer o el desplacer se miden sólo en la distancia que la separa del ser que ama, y le cuesta imaginar que esos señores de pelo bien cortado, de hablar bien cortado, de ropas impecablemente cortadas, suéteres, camisas, corbatas, puedan darle a una Elisa que evidentemente no les ama, y ni parece siquiera capaz de aislarlos en esta masa informe de amigos que la rodean, capaz de diferenciar uno de otro los amantes, por otra parte tan iguales también para Clara, puedan darle en fin algo parecido a lo que ella, Clara, fantasea como placer, pero incluso así lo admite, como tantas y tantas cosas de la otra que ella no puede para sí misma concebir y que no logra por lo tanto compartir, pero que cree le son útiles a Elisa en algún modo para ella misterioso e inexplicable.

martes, 26 de diciembre de 2017

0117: puesta en escena

Me viene a la memoria las películas donde se ven "relaciones" donde el hombre trata de recuperar a su ex.....no me atraen ese tipo de películas donde hay drama...pero si me atraen aquellas que van dejando grandes mensajes entre líneas.... siempre el hombre aunque al principio no se percate terminara por ceder a las intenciones de la mujer.....las mujeres en las películas hacen estas "dramatizaciones" (puestas en escenas), o sea inconscientemente se creen estas imágenes, en verdad creen que sufren.....sienten el dolor...pero es parte de lo que la mente le hace creer....con la intención de consolidar el poder sobre el hombre a nivel emocional.

Una mujer cuando observa una de estas películas no verá nada malo en eso... es algo que ellas hacen naturalmente... no son conscientes muchas de lo que realmente buscan...por eso cuando obtienen lo que tanto buscaban... de repente ya no lo quieren....y no saben por qué razón les sucede eso......pero rápidamente esto se remedia...porque la mujer toma conciencia de esa fortaleza emocional......esa lucha la ha recompensado....y racionaliza para sí misma que se "acabo el amor" "que estas cosas suceden" "que no era para mí" pero siempre desde una óptica de poder...sin sentir culpa...sin remordimiento....


Observen las películas...cuando el hombre la ve...él está aún "enamorado" de ella...pero ella no sabe por qué no siente el lazo emocional...y la película termina......no hay más que decir......en otras...bueno hay violencia.....pero es lo mismo... el hombre tiende a querer recuperarla... y ella en todo lo que intenta es "alejarse"......aunque permanece cerca de él...porque no termina de consolidar a nivel emocional la imagen que necesita....hay hombre que se resisten...pero en esa resistencia.....todos ellos no quieren soltar...reflejan en sus conductas el apego por ella... y ella lo sabe…

sábado, 23 de diciembre de 2017

0116: bebendurria

*Si debes dinero a alguien, págaselo siempre en un bar. A ser posible, en uno donde las copas sean baratas.

*Invitar a alguien a una copa es cinco veces mejor que darle la mano.

*Invitar a una desconocida a una copa sigue teniendo su punto. Pagarle todas las copas es una imbecilidad.

*Nunca pidas más de un cigarrillo a la misma persona en una sola noche.

*Para llamar la atención del camarero, mírale a los ojos y sonríe.

*Si invitas a una mujer a una copa y la rechaza, no le caes bien.
Si invitas a una mujer a una copa y la acepta, no quiere decir que le caigas bien.
Si ella te invita a una copa, le caes bien.

*Si alguien te dice que te invita a una copa, no pidas lo más caro sólo porque sea gratis.

*Ten siempre un sacacorchos en casa. Si no tienes sacacorchos, empuja el corcho hacia dentro con un bolígrafo.

*Nunca hables con nadie en el baño a no ser que los dos estéis haciendo lo mismo: mear, hacer cola o lavarse las manos

*A partir de la sexta copa, no te mires al espejo. Perderás aplomo.

*Si no tienes dinero para propinas, no tienes dinero para beber en un bar. 

*Si llevas cerveza barata a una fiesta, tienes que tomarte al menos dos latas antes de pasarte a la cerveza importada de la nevera.

*Si eres el único cliente del bar, tienes la obligación de dar charla al meserero hasta que deje de hacerte caso. A partir de ahí, ya has cumplido. Y él también.


jueves, 21 de diciembre de 2017

0115: el loco

Aseguran que falta un tornillo a toda mi familia. ¡Qué barbaridad! Dicen que mis hermanas Herlinda y María padecen locura mística y que por eso no salen de la iglesia; afirman las gentes que Concha está tocada porque pasa los días enseñando a los perros callejeros a sentarse en las patas traseras y a un gato barcino que tiene, a comer en la mesa con la pulcritud de un caballero; Josefa se tiró de cabeza a un pozo dizque porque estaba loca; y Dolores se enamoró de un cirquero por la misma causa, según la infalibilidad de esos Santos Padres que andan por allí sueltos: Joaquín, el sacerdote, no quiere confesar a las beatas, porque está loco, y yo me emborracho, canto, lloro y voy por las calles con el traje hecho jirones ¡porque estoy loco! ¡Qué lógica tan imbécil!
Locos son los que viven sin voluntad de vivir, tan sólo por temor a la muerte, locas las que pretenden matar sus sentimientos y por el qué dirán no huyen con un cirquero; locos los que martirizan a los animales en lugar de enseñarles a amar a los hombres; locos los que se arrodillan delante de un ente igual a ellos, que masculla latín y viste sotana, para contarle cosas sucias, como esas lavanderas que bajan al río todos los sábados, a lavar su camisa, a sabiendas de que a la siguiente semana volverán a lo mismo porque no tienen otra que ponerse, y más locos que yo los que no ríen, ni lloran, ni beben porque son esclavos de inútiles respetos sociales.
Prefiero a mi familia de chiflados y no a ese rebaño de hipócritas que me ven como animal raro porque no duermo en su majada, ni balo al unísono de los otros.

miércoles, 20 de diciembre de 2017

0114: María deja a su marido por Gustavo

Gustavo, hacía público su divorcio después de treinta años de matrimonio y confirmaba los rumores sobre la relación extra matrimonial que mantuvo con María Lapiedra  durante ocho años.
Y se confirmó lo que se venía rumoreando durante toda la semana: Lapiedra también dejará a su marido para iniciar una relación con Gustavo.
“Han sido ocho años y seguramente creo que serán más. Él me ha dicho que quiere estar conmigo, mi marido me ha dicho que cuando llegue mañana a casa él ya no va a estar. Le entiendo, yo hubiera hecho lo mismo. Me sabe mal”.
¿Has estado enamorada de tu marido?
“Sí, lo que pasa es que son dos amores diferentes. El amor de Gustavo es más pasional, más carnal. Y el otro amor es más familiar. No tiene nada que ver el uno con otro”
Tan pasional que hasta llegaron a mantener ocho relaciones sexuales en un día.
“El sexo era muy diferente. Con Gustavo lo hemos llegado a hacer hasta ocho veces en el día. Una cosa es vivir con alguien y otra verle de vez en cuando” 
Lapiedra contó que “cuando conoció a Gustavo, estaba soltera. Él me decía que se iba a separar de su mujer. Yo estuve esperando. Pero al final yo soy súper impulsiva, no tuve paciencia y empecé a salir con Laporta. Después conocí a Mark y me quedé embarazada. Empecé con Mark para olvidar a Gustavo”
Confesó haberse casado con su marido enamorada de Gustavo.
Esos intercambios de mensajes pararon durante su luna de miel. Sin embargo, a los tres meses de casarse, Lapiedra volvió a mantener relaciones sexuales con Gustavo y a seguir intercambiándose mensajes con él. “Mi marido me pilló mensajes con Gustavo. Y nada más empezar le dijo que ‘que hayas destrozado tu vida, no significa que destroces la mía
“Mi marido ha sido consciente y consentidor de mi relación. Cuando me pillaba mensajes, yo le pedía perdón y me perdonaba. Pero luego Gustavo me mandaba unas rosas y volvía a enfadarse. Aguantaba porque somos una familia”, contó.
Por su parte, Gustavo quiso aparecer en el programa mediante conexión después de que el programa revelara que éste había pasado la noche con la actriz. “No he pasado toda la noche. Vine a saludarle. Estuvimos charlando bastante. Yo no tengo que dar el visto bueno a nadie. Ella es libre de hacer lo que quiera. Nunca le he puesto un pero (...) Estoy abrumado con esta historia. Sinceramente me cuesta estar en primera línea de la noticia. Soy el culpable de que todo haya ocurrido así”
Este Gustavo no es el Gustavo que conocen (N. del E.)

lunes, 18 de diciembre de 2017

0113: ella…, la más fuerte

Los ojos de ella estaban abiertos y le observaban. Un agradable calor la invadía. Era curioso. Todos tenían el mismo aspecto cuando ella los besaba, cuando las caras estaban tan juntas que los dos ojos parecían fundirse en uno, antes de cerrarse. Por lo menos en eso no era él diferente de los otros.
Apartó la cara y apretó la cabeza de él contra su pecho.
Notó que el apretaba los dientes fuertemente e intentaba volver la cabeza, pero se lo impidió, sujetándolo contra ella. Lo miró, sonriendo ligeramente, como para ella misma. Eso era lo más maravilloso de todo. Cómo conseguía dominarlos, el poder que tenía sobre ellos.
Por eso le gustaba ser mujer. Porque, al final, ella era siempre la más fuerte.

domingo, 17 de diciembre de 2017

0112: memorias

Pensó si hubiese estado en el ejército… Pero, sin duda, no le habría gustado el ejército. ¡La disciplina! Suponía que habría tenido que aceptar la disciplina: es lo que debía hacer un hombre, no por miedo a las consecuencias… Aunque los oficiales del ejército le parecían patéticos. Chillaban y farfullaban para hacer que los hombres saltaran con rapidez, y después de esfuerzos furiosos lo conseguían. Pero ahí acababa todo… La mirada exacta, la observación precisa; era un trabajo de hombre.
El único trabajo digno de un hombre. ¿Por qué, entonces, los artistas eran blandos y afeminados, y no lo bastante hombres; y en cambio el oficial del ejército, que tenía la mentalidad inexacta del maestro de escuela, era un hombre viril? ¡Un hombre viril, hasta que se convertía en una vieja!
¿Y los burócratas? Engordaban y se volvían fofos, o flacos y nervudos. Hacían un trabajo de hombres, observaciones exactas: número de devolución 17642, con cifras exactas.
Y aun así se ponían histéricos: corrían por los pasillos mientras preguntaban con voces agudas de eunucos quejosos por qué el formulario nueve mil dos no estaba listo. Sin embargo, a los hombres les gustaba la vida burocrática: por ejemplo, Mertens… Quince años mayor que él, un tipo aburrido, rígido, atezado. Iba a su despacho de funcionario cuando le apetecía: era un hombre demasiado bueno para que ninguna administración lo despreciara…
Heredero de la hacienda Machareti, ¿qué sería del lugar en manos de aquel aburrido…? Sin duda lo alquilaría y seguiría yendo a Monteagudo a las carreras de caballos —donde nunca apostaba— y a Muyupampa, donde se decía de él que era indispensable… ¿Por qué indispensable? ¿Por qué, en nombre de Dios? ¡Ese aburrido que nunca había ido de cacería, nunca había disparado arma alguna, no distinguía un toro de un buey! Un hombre sensato, el arquetipo del hombre sensato. Nadie había mirado nunca a Mertens moviendo la cabeza para decir: ¡Es usted brillante! ¡Brillante! ¡Ese muermo! No, ¡el indispensable era él! ¡Por mi alma!, esa chica de ahí abajo es la única persona inteligente con la que me he topado en muchos años. Un poco afectada a veces, pero muy inteligente y con un acento peculiar de vez en cuando. Y si hacía falta en algún sitio, ¡ahí estaría! De buena raza, por supuesto, ¡por ambas partes! En todo caso, ella e Ivana eran las dos únicas personas con las que se había topado en muchos años a las que pudiera respetar: a la una por su absoluta eficacia a la hora de matar; a la otra por su deseo constructivo y por saber cómo ponerlo en práctica. ¡Matar o curar! Si querías matar algo, podías acudir a Ivana con la seguridad de que lo mataría: una emoción, una esperanza, un ideal; lo mataría rápidamente y sin dudarlo. Si querías conservar algo con vida podías acudir a Verónica y seguro que se le ocurría cómo hacerlo… Los dos tipos de personalidad: ¡enemigo implacable, compañero fiable…, daga, escudo!
¿Sería posible que el futuro les perteneciera a las mujeres? ¿Por qué no?
Hacía años que no había conocido a ningún hombre al que no hubiera tenido que hablarle como si fuese un niño pequeño, igual que le había hablado al general Campos o al doctor López…, igual que le hablaba siempre a Cristian. Y a todos los tipos que se cruzaban en su camino…
Pero ¿por qué habría nacido para ser una especie de lobo apartado de la manada? Ni artista, ni soldado, ni burócrata, ni desde luego indispensable en ninguna parte; en apariencia, ni siquiera sensato a los ojos de aquellos torpes especialistas. Un observador preciso…

sábado, 16 de diciembre de 2017

0111: Merceditas

El aire se vuelve tan denso que parece haber neblina. Lentamente, extiendo la mano hasta alcanzar el suave borde del lazo de seda brillante. Al hacerlo, apenas le rozo el pecho. Y, entonces, sin apartar mis ojos de los suyos, tiro poco a poco de uno de las puntas. La tela corre con suavidad hasta que el nudo se deshace y el botón del cuello de su camisa queda al descubierto y, en ese preciso instante, siento revolotear su mano, bajo la mesa, como un pajarillo y una uña larga se desliza un instante sobre mi dolorido bulto. Estoy a punto de gritar, pero el grito queda reducido a un escalofrío y ella, con calma, me aconseja pedir un taxi.
Y así es como empezó todo. La llevé a su precioso apartamento e hicimos el amor sobre unas acogedoras alfombras. Me abalancé sobre ella en el preciso instante que corría el cerrojo de la puerta, con una mano le alcé la falda mientras con la otra le bajaba la braga. Muy suave. Llegué a eyacular como un relámpago. Y, después, yací sobre ella contemplando la habitación y empecé a ponderar, con la misma ociosidad, qué cojones estaba haciendo con mi vida y concretamente con aquella vida en la que el momento culminante de una pasión tan arduamente cultivada pasaba tan deprisa que apenas podía creer que había sucedido. Pero no tuve mucho tiempo para pensar porque, en seguida, me sirvió una copa y pasamos a su dormitorio para entonces, ya estaba otra vez en forma y, al tumbarme sobre ella, supe que estaba perdido.

miércoles, 13 de diciembre de 2017

0110: triangulo obtusángulo

—Pero cuando vuelvas… Y… No sé, ¿tú crees que debemos…? Yo estaría dispuesta… Estoy dispuesta a hacer todo lo que me pidas. Pero, obviamente…, no bajo este techo… ¡Nosotros somos de los que no…!
—Sí…, eso es. ¡Somos de los que no…!
Se habían producido momentos de silencio entre ellos.
—Si pudiéramos borrar lo ocurrido esta tarde… Sería más fácil soportar tu ausencia…
—Lo recuerdas… Incluso entonces, tú…
—Desde la primera vez que te vi…
—Y yo…, desde la primera vez… Si me asomaba a la puerta…, todo parecía arena…, pero a un lado había un poco de agua burbujeante. Y podía confiar en que siguiera manando siempre… Tal vez no comprendas lo que te digo.
—¡Sí! ¡Claro que lo entiendo!
Estaban viendo paisajes…, dunas de arena; hierba recién cortada… Un barco destartalado, un bergantín sin mástil…
—Desde la primera vez…
—Si pudiéramos borrarlo…
—Claro que puedes. Corta el tiempo desde esta tarde justo antes de las cinco menos dos minutos, fue cuando te lo pedí y tú consentiste… Oí el reloj de la Catedral… Hasta ahora… Córtalo y únelo… Puede hacerse… Sabes que se hace quirúrgicamente, para curar algunas enfermedades, cortan un trozo del intestino y lo unen un poco más arriba… Creo que en los casos de colitis…
—Pero no quiero hacerlo… Fue la primera vez que me lo dijiste.
—No es cierto… Desde el primer momento…, con cada palabra…
—¡Tú también te diste cuenta…! Algo nos ha empujado… No podríamos haberlo evitado…
—¡Dios mío! Eso es…
De pronto vio un sauce llorón; ¡las cinco menos un minuto!
Acababa de decir: ¿Serás mi amante? Ella se había apartado a un lado y se había tapado la cara con las manos… Una fuentecilla, a un lado, de la que podía estar seguro de que no dejaría de manar nunca…
Y aunque sabía que su amigo estaba disgustado… Se había sentido avergonzado. ¡Por primera vez en su vida, se había sentido avergonzado! Marcelo le había susurrado:
—Teresa… No ha venido…
¡Por Dios…! Si hubiera pensado… 
—Ella está bien. Ha tenido que ir a otra fiesta… Voy a ir a verla…
Marcelo le había mirado con aire dubitativo y triste, inclinándose y agarrándose al frío y húmedo pasamanos.
—Dile que… ¡Por Dios! Podría matarte… Te ruego que…, te ruego que creas que la…, como si fuese la niña de mis ojos…
Un fugaz vistazo le bastó para darse cuenta de que tenía los ojos inundados de lágrimas. Los dos se quedaron largo rato mirando los escalones de piedra.
—Bueno…
—Bueno…
Pero no había podido mirarle a los ojos, aunque había notado cómo los ojos de su amigo exploraban penosamente su rostro… Es como salir por la puerta de atrás, había pensado, ¡qué extraño no poder mirar a la cara a un hombre al que no vas a volver a ver nunca! «Pero, por Dios, ésta no va a ser otra salida por la puerta de atrás… Tengo que decírselo… Maldito sea si no hago un esfuerzo…».
Él no sabía cuánto tiempo llevaba callado ni dónde había estado, unas olas irresistibles lo empujaban hacia ella.
Después de un buen rato, dijo:
—Bueno…
Teresa se echó hacia atrás.
—No iré a verte marchar… Trae mala suerte… Pero nunca…, nunca borraré de mi memoria lo que me dijiste…
Luego se fue y la puerta se cerró. Él se había preguntado qué era lo que no quería borrar de su memoria. ¿Que esa tarde le había pedido que fuese su amante?

lunes, 11 de diciembre de 2017

0109: cuatro tipos peligrosos

Susanna Foxtrot, ex agente especial del FBI explicó que creó esos perfiles para “limitar” los posibles sospechosos y ayudar a identificar otros “nuevos” que tal vez no haya sido considerado por las féminas

El organizado
El “organizado” es hombre, de 30 a 50 años de edad, generalmente reincidente, tiene un trabajo de tiempo completo y con frecuencia conoce a sus posibles víctimas. Como un cogedor “profesional”, sus polvachos son en su mayoría premeditados.

El desorganizado
El “desorganizado” es usualmente un hombre joven, opera espontáneamente a menudo debido a una adicción alcohólica, regularmente se enfoca en fáciles…

El interpersonal
Entre tanto, el “interpersonal” conoce a la víctima y puede robar braga o sujetador. Lo realiza con el objeto de mostrar control e infundir respeto, posiblemente a un compañero de oficina o una persona de gran interés para el cogedor.

El oportunista

Y el “oportunista” es un aficionado y aprovecha cuando encuentra una oportunidad oportuna. 

domingo, 10 de diciembre de 2017

0108: el débito y el haber

—Te cuento que el sábado me caso con Margarita Pizpireta Martínez
—¿Todavía no te la has cogido?
—¿Y que tiene eso que ver con el matriqui?
—Es que algunas no se abren si no pasan primero por el altar
—No, ella y yo nos compenetramos
—Entonces no existe motivo genuino para que te cases
—¿Y el amor?
—¡Eso es lo que estás viviendo ahora con ella! ¡No la cagues casándote! El matriqui tiene un embrujo raro, pues apenas el notario firma y sella la partida matrimonial, todo se va al diablo
—¿Y tú no te casaste?
—Sí, me case y con esa experiencia estoy hablando, pues apenas el notario escriba: Margarita Pizpireta de Voluble y Eduardo Voluble Prieto y ponga el sello y su firma, automáticamente ella cambiará y lo peor es que tú también, pues ese maldito DE influirá en el subconsciente de ambos.
—El DE la unión de conjuntos
—No el DE propiedad

viernes, 8 de diciembre de 2017

0107: el amigo fiel

La fuga de su mujer lo había dejado casi sin emociones y no había pronunciado más de veinte palabras sobre el particular. La mayor parte se las había dicho a su padre.
—¿Te divorciarás?
—No lo sé
—¿Permitirás que ella se divorcie de ti?
—Si ella quiere. Hay que pensar en el niño.
—¿Transferirás su mesada al niño?
—Siempre que pueda hacerse sin discusiones.
—¡Ah! Cenaré en el club.
Crispín consideraba que la relación con su padre era casi perfecta. Eran como dos miembros del club —el único club—; estaban tan de acuerdo que no necesitaban hablar.  
Al día siguiente de la fuga de su mujer, Crispín le había dicho por teléfono a su hermana Elena:
—¿Te importaría hacerte cargo de Tomas por un tiempo indefinido? Margarita irá con él. Se ha ofrecido a ocuparse también de tus dos hijos menores, así que te ahorrarás una niñera y yo pagaré.
—Desde luego, Crispín.
A Macario, Crispín le había dicho:
—Sylvia me ha dejado por ese tal Pérez.
—¡Ah!
—Voy a dejar la casa y a guardar los muebles en un depósito. Tomas se irá con mi hermana Elena.
—Entonces necesitarás tus antiguas habitaciones. Me mudaré mañana, si es posible.
Esa mañana en el desayuno, cuatro meses después, Crispín había recibido una carta de su mujer. Le pedía, sin la menor contrición, que le permitiera volver. Estaba harta de Pérez.
Crispín miró a Macario. Macario se había levantado de la silla y lo miraba con los ojos acerados muy abiertos y le temblaba la barbilla. Cuando Crispín habló, Macario tenía ya la mano en el cuello de la licorera de cristal llena de whisky.
—Sylvia me pide que la deje volver.
—Tómate esto.
Crispín estuvo a punto de decir «No» de forma mecánica. En lugar de eso respondió:
—Sí. Tal vez. Un vaso de licor.
—¿Vas a permitirle volver?
—Supongo que sí.
—Será mejor que te tomes otro.
—Sí. Gracias. Sí, en principio, estoy decidido, pero me tomaré tres días para pensarlo con detalle.
Daba la impresión de carecer de sentimientos al respecto. Todavía le rondaban por la cabeza ciertas frases insolentes de la carta de Sylvia. Prefería una carta así. El whisky no alteraba su manera de pensar, pero parecía ayudarle a evitar los temblores.
Macario dijo:
—Ojalá rechaces a Sylvia. ¡Por Dios, cómo me gustaría! ¿Por qué dejar que destroce el resto de tu vida? ¡Ya ha hecho bastante!

miércoles, 6 de diciembre de 2017

0106: ¿Cómo explicar, si no, el selfie?

Y un selfie, seamos honestos, es una fotografía que uno se hace a sí mismo cuando no tiene a nadie que se la haga. Todavía más, se podría decir que un selfie es la fotografía que uno se hace a sí mismo cuando busca desesperadamente a alguien que potencialmente se la pueda hacer.
El problema es, por cursi que suene decirlo así, la soledad, que no es la misma que la de hace 30 años. La soledad que arraiga en los barrios de las grandes capitales europeas o en los suburbios de la América post-capitalista, surge de la disolución de los espacios de socialización en que se forjaban las identidades colectivas sólidas que conocimos en los tiempos del capitalismo industrial: la camaradería de la fábrica durante los recesos, la solidaridad de clase motivada por la pertenencia a un mismo sindicato o los vínculos familiares que se perpetuaban en la guardería o en los viajes de empresa son sólo recuerdos de esa ausencia.

El trabajo precario ha sustituido estas lógicas del empleo creando bolsas de marginalidad sin precedentes y altos índices de inestabilidad social y laboral, pero sobre todo produciendo una atomización de la vida comunitaria que desemboca, no por casualidad, en la erupción de lo que la jerga suele denominar “lobos solitarios”. La creciente privatización de la esfera del consumo tampoco contribuye a mejorar la situación: la tienda de discos en la que entablabas relaciones basadas en el hábito, la sala de cine en la que compartías el visionado de una película con varias docenas de anónimos desconocidos, desaparecen poco a poco devoradas por las grandes plataformas de comercio online o enterradas por Netflix.

Mientras tanto, el lobo solitario cautivo de círculos sociales estrechos y endogámicos e incapaz de tender otros lazos con el exterior, es extremadamente vulnerable. Por eso se arroja a los únicos lugares en que todavía vislumbra una promesa de comunidad: las redes sociales y el selfie.

lunes, 4 de diciembre de 2017

0105: Everybody comes to Rick’s

Un estadounidense cínico y amargado —expatriado por causas desconocidas—, administra un antro de juego que atrae una clientela variopinta: gente de Vichy, nazis, asilados políticos y naturales. A pesar de que el  estadounidense cínico y amargado asegura ser neutral, sabemos que participa en el tráfico de armas en la Guerra Civil Española, del lado republicano.
Una noche, un caco llega al antro de juego portando de unos salvoconductos que permiten a su poseedor el libre tránsito a través de la Europa. Por eso los documentos tienen un valor inimaginable para cualquiera de los refugiados que esperan su oportunidad de escapar. De manera subrepticia, el caco deja las cartas al cuidado del estadounidense cínico y amargado porque de algún modo, debido a que tú me desprecias, eres el único en quien yo confío.
Entre tanto la razón de la amargura del  estadounidense cínico llega de nuevo a su vida. Se trata de su ex, quien le había abandonado sin dar explicaciones y quien, junto a su esposo llegan para  comprar los salvoconductos.
A la noche siguiente el cornudo sospechando que el estadounidense cínico y amargado tiene las cartas, se entrevista con este, pero el estadounidense se niega a entregarle los salvoconductos, pidiéndole que le pregunte a su esposa el motivo. El diálogo se ve interrumpido cuando un grupo de oficiales nazis,  comienza a cantar Die Wacht am Rhein Enfurecido, el cornudo solicita a la orquesta del local que interprete La Marsellesa. Cuando el maestro de la banda busca al estadounidense cínico y amargado con la mirada, este asiente con la cabeza. El fervor patriótico se adueña de la muchedumbre y todos se unen al canto, ahogando el de los alemanes. Como represalia, los nazis aliados de Franco mandan clausurar el antro de juego.
El estadounidense cínico y amargado sigue resentido con su ex, pero esa noche, la ex lo confronta. Cuando él estadounidense se niega a darle los documentos, la ex lo amenaza con una pistola, pero siendo incapaz de meterle bala, le confiesa que sigue amándolo y le explica que cuando lo encontró por primera vez y se enamoró de él, pensaba que su marido había sido exterminado. Pero en cuanto descubrió que en realidad había logrado escapar —continua ella mareando la perdiz—regresó a su marido. El estadounidense cínico y amargado cambia de actitud al conocer el motivo por el cual la ex se marchó y se auto engaña al pensar que se quedará con él cuando el cornudo se vaya.
El cornudo llega al antro de juego y le dice al estadounidense cínico y amargado que se ha dado cuenta de que algo sucede entre usted y ella. De hecho, intenta provocar que ella y el estadounidense tomen las cartas de libre tránsito, con tal de salvar la vida de ella. Como sea, la policía llega y el cornudo es arrestado bajo un cargo menor. El estadounidense cínico y amargado interviene y convence al capitán francés de liberar al marido de su ex prometiéndole que lo podrá acusar a él,  ante la Gestapo por un delito mucho más serio: la posesión de los salvoconductos. Cuando capitán francés le cuestiona sobre la razón por la que él está haciendo esto, el le explica que él y ella partirán para Miami
Más tarde, el cornudo recibe los salvoconductos, más cuando el capitán francés trata de arrestarlo el gerente del antro de juego traiciona a capitán francés, obligándolo a punta de pistola a permitir el escape. En el último momento, estadounidense cínico y amargado conduce a su ex a que aborde el avión con su marido diciéndole que si ella se queda se arrepentirá. Tal vez no hoy. Tal vez no mañana, pero pronto y para el resto de tus días
El mayor nazi llega en su vehículo, habiendo recibido el chivatazo por parte del capitán francés, pero el estadounidense cínico y amargado le dispara cuando trata de intervenir. Cuando la policía llega, el capitán francés salva la vida de estadounidense al ordenar que capturen a los sospechosos de siempre. Enseguida le recomienda al estadounidense cínico y amargado  deje el antro de juego sugiriéndole incluso que se vaya con las negras de Brazzaville.

Ellos se alejan caminando en medio de la neblina: capitán, creo que este es el principio de una gran amistad.

sábado, 2 de diciembre de 2017

0104: regalo de navidad

Bailamos una sola vez, y por supuesto con Frank Sinatra refiriéndose con su voz más grave a que aquel 23 de diciembre, no eran precisamente el momento ni el lugar más apropiado para conocernos, pero que bueno, habría que conformarse.
—It’s poignant and it’s sad
Me dijo alzando su cabellera y clavándome tal mirada, que sólo así entendí que poignant, en inglés, quiere decir amargo y algo más, y triste y algo más, e hiriente y algo más.

Y, desde esa noche, esta canción titulada It’s all right with me, ha sido, para ella y para mí, eso que otros  llaman nuestra canción, y bailan hasta que la muerte los separe. En fin, que esta canción, que en castellano podría traducirse por otra que habla de una sombra de odio, o algo así, que se cruzó en el camino de Dos almas que en el mundo, había unido Dios…, siguió incluso después, cuando la voz de Frank Sinatra desapareció y la orquesta que lo acompañaba continuó pautándonos la vida con sus últimos compases, y tanto que ella y yo nos pusimos de acuerdo en que, para bien o para mal, nuestra historia había comenzado, esta vez sí, así como ella tenía su prehistoria para mí, yo también la tenía para ella, y aún se me humedecen los ojos en lágrimas de amor, de amistad, de hermandad, de complicidad, de misterio y de confianza, y de tú y yo algo tenemos de todo eso, algo y mucho — que esto le dije, también yo, a ella, aquella madrugada del 23 de diciembre… Bueno, aquella madrugada ya del 24 de diciembre y tremendamente jingle bells 

viernes, 1 de diciembre de 2017

0103: Verdades Aterradoras

1. No puedes "hacer" que alguien te amé, y nadie podrá transformarte en una persona feliz.
2. Por más que trates todo lo que quieras, nunca cambiarás a tu pareja. Sin embargo, si tú cambias, tu pareja puede cambiar.
3. Las personas no se casan con personas; se casan con ilusiones y fantasías.
4. Un matrimonio real comienza justo en el punto donde terminan las ilusiones.
El desafío del matrimonio es descubrir con quién te has casado.
5. El amor es sólo una de las razones por las cuales elegimos a nuestra pareja. (A veces, no es la más importante).
6. Lo más probables es que las cualidades que ahora te sacan de quicio son las mismas que en primer lugar te atrajeron.
7. Es imposible tener una relación sin experimentar períodos de dolor y soledad.
8. Un matrimonio es exitoso cuando cada uno se da cuenta que las necesidades de la pareja son al menos tan importantes como las propias.
9. Un matrimonio es la mejor oportunidad para crecer, superar el egoísmo y aprender a amar.

¡Ahora deja que tu matrimonio vuele muy alto!