Te sonríe, te da de
beber y le expresas cariño, qué quieres que te diga. Pero eso no le daba
derecho alguno a robarme. No señor. Ni siquiera a pesar de la caricia que me hizo,
que ya sé que es en eso en lo que estás pensando. ¡Sí! ¡Me hizo una caricia, y
me gustó! ¿Y qué? ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra? ¡Mujer fácil, mujer fácil...!
Vamos, no me vengas con huevadas a estas alturas. ¡Hacía tanto tiempo que no me
tocaba nadie! Me pasó la mano, suavemente, primero por la cabeza y la cara,
luego por el cuerpo... debajo de la ropa... Tuve un escalofrío de jovencita, de
verdad te lo digo. Por un momento me sentí como entonces... y empezó a bajarme
la sangre hacia abajo... ¡Hacía tanto tiempo que no me tocaba nadie! De joven
sí, claro. ¡Huy! ¿No te acuerdas? Menudo éxito tenía yo. Todos me miraban con
esos ojos llenos de deseo que se les pone, y me gustaba. Era como si yo fuera
una fuente y ellos tuvieran tanta sed... Tenía un cuerpo precioso, sobre todo
cuando me arreglaba, y unas tetas que daba gloria verlos. ¡Ah! Y lo mejor eran
los ojos. Ahora ya casi ni veo, y los tengo pequeños y arrugados, pero
entonces, ¿te acuerdas? ¡Lapislázuli!
A mí me gustaba. Me hacía sentirme como una piedra preciosa. Él no me dijo ni
cómo se llamaba. Se lo pregunté pero no me contestó. Sólo hizo un gesto así,
con la mano, como diciendo: No tengo
nombre. Pues yo sí. Se lo dije y me sonrió,
dejando ver una boca grande y bonita. Y,
así como apareció, desapareció.
¡Coño, como decimos por aquí, poca dura la alegría en casa del pobre!... Lo de las tetas que daba gloria verlos, muy bueno, jajaja; por aquí también se usa.
ResponderEliminarAbrazo Chaly
Qué triste!
ResponderEliminarIba a lo que iba y se fue por donde había venido.
ResponderEliminarUn abrazo.
Válgame!
ResponderEliminarTe deja triste este encuentro.
ResponderEliminarBesitos Chaly :)
Triste y como dice Macondo iba a lo que iba y chau...pero bueno que piense ¡Que me quiten lo bailao!
ResponderEliminarBesos