jueves, 28 de septiembre de 2023

0759: el nana nana de Los Beatles

Cada uno tiene su canción Beatle favorita. Algunos creen que la mejor es A day in a life; otros prefieren Strawberry Fields. Están los que votan por In my life o por la sencillez y la frescura de I want to hold your hand. Son gustos.


¿Cuál es la historia de la creación de esta canción indestructible y legendaria? Los Aston Martin son autos aptos para agentes secretos y para crear obras maestras. En uno de ellos, algún día de 1968, Paul McCartney encontró los primeros acordes y los primeros versos de un himno indeleble, Hey Jude. Estaba yendo a visitar a Cynthia Lennon y al pequeño Julian, el hijo de 5 años. John y Cynthia acababan de divorciarse y Paul pensó que llevarle una melodía a ese pequeño podría aliviar su dolor. No parece un mal plan: un tío muy talentoso que regale canciones.


Julian ya de grande y después de haber gozado de un breve éxito en el pop de los ochenta comentó: “Es muy emocionante saber que escribió esa canción mítica porque se preocupaba por mi mamá y por mí”. Y agregó: “También, en cierto punto, tiene un sabor agridulce porque recuerda ese mal momento en el que yo sufría porque mis papás no estaban juntos”.


La versión de Lennon sobre el origen de la canción la dio en una de las célebres entrevistas que brindó pocos días antes de su asesinato. No sabemos si en sus palabras hay sarcasmo, megalomanía, una mala interpretación. O simplemente la develación de una verdad que estaba oculta. John creía que la canción era sobre él y no sobre su hijo: “Cuando dice Go out and get her (salí y andá a buscarla) inconscientemente me estaba diciendo que me fuera, aunque él inconscientemente no lo quisiera. El ángel que hay en él me daba su bendición para emprender un nuevo camino. Pero a su lado diabólico eso no le gustaba, no quería perder a su compañero”. Otra pérdida que estaba sufriendo Paul en esos días era la de su novia, la actriz británica Jane Asher. La relación se había roto definitivamente después de que ella descubriera varias infidelidades de Paul, una de ellas in fraganti con la joven aspirante a guionista norteamericana Francie Schwartz.


No interesa demasiado cuál es la versión correcta, la más ajustada a los hechos. Las dos emocionan por igual. Que Paul pensara en el hijo de su amigo y en su desamparo, o -la más improbable- que fuera una desgarrada invocación a que su compañero de aventuras y de creación se largara solo pese al dolor que le causaba, no modifican demasiado la ecuación.


Cuando Paul, sentado al piano, les mostró el tema a los demás, expresó sus dudas respecto a una línea de la letra. Dijo que iba a reescribir ese verso: “The movement you need is on your shoulder”. Le parecía que esa frase no tenía ningún sentido. John lo conminó a dejarla. “No se te ocurra sacar esa línea. Es genial. La mejor de la canción”. Y así quedó en la versión definitiva. “Cuando una persona que es el mejor en lo suyo como John deja caer una sentencia de ese tipo, sólo le te queda obedecerlo”, contó Paul.


Hace ya muchos años que Hey Jude es parte del repertorio estable de las presentaciones de Paul, ya amigado con su pasado Beatle. Es uno de los picos emotivos de sus conciertos. McCartney contó que cada vez que llega a esa línea se emociona y recuerda a John, porque sólo está allí, porque quedó en la canción por consejo de su compañero creativo.


Hubo un cambio más. Originalmente la canción decía, en homenaje a Julian, “Hey Jules”. Pero a McCartney no le gustaba cómo sonaba, con esa ese final. Lo cambió por una cuestión de sonoridad por Jude -posiblemente por el personaje interpretado por Rod Steiger en la película Oklahoma. Y así se perpetuó.


Cuando comenzaron a tocar en la toma que quedó como definitiva, McCartney no se dio cuenta de que Ringo había pasado por detrás de él para ir al baño. Mientras tocaba el piano y cantaba las primeras estrofas, vio a Ringo regresar apurado hacia su batería, en puntas de pie, sin hacer ruido, pero con velocidad, para llegar a su lugar en el momento exacto en que le correspondía entrar. “La batería entra tarde en esa canción, su parte recién está como al minuto de iniciada. De pronto lo veo pasar a Ringo, apurado, por detrás. Y en el momento exacto en que le toca entrar escucho: ‘Boom, boom, boom’. Perfecto. El timing fue absolutamente impecable. Cuando pasan estas cosas, uno piensa que esa debe ser la toma definitiva. Lo que sucedió fue magia pura” narró Paul en sus memorias.

1 comentario:

  1. "Strawberry Fields forever"..y "I want to hold your hands" Las dos. Me gustan las dos, pero debo admitir que la letra de la primera es superior.
    Abrazos Chaly

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