viernes, 7 de agosto de 2020

0477: ¿quién es el monstruo?

 Así hay quienes confunden el apellido Frankenstein con el nombre de la criatura por él creada.

Y una gran mayoría que, al referirse a ésta, le llama "el monstruo." Y aquí vamos al punto: ¿por qué la obra del doctor Víctor Frankenstein ha de ser denominada "monstruo"?

Más allá de las definiciones académicas, llamamos "monstruo" a algo que se nos aparece temible, terrorífico, dispuesto a poner en peligro nuestra vida y bienes.

¿Eso es, por naturaleza, el ser creado por Frankenstein?

¿Acaso se trata de alguien que, desde su nacimiento, tiene por esencia y necesidad ir en busca de la destrucción de los humanos que vaya encontrando en su camino? 

La respuesta inmediata es: ¡no!

La criatura, si bien morfológicamente singular, es de nacimiento bondadoso, generoso y sus acciones distinguidas por el amor. Empero, a raíz de su aspecto será rechazada por las personas.

Y algo que habrá de resultarle mucho más doloroso e injustificable: el rechazo de su creador, Víctor Frankenstein.

 

DESEO Y RAZON

El supuesto "monstruo" tiene un preciso pensamiento racional que lo lleva a comprender la imposibilidad de ejercer sus deseos de establecer relaciones armónicas con los humanos. Porque, en efecto, ese es el deseo que alberga. Algo que ya ni siquiera está en el orden de la esperanza. Tiene plena consciencia de que esto le será negado en un mundo como el que le toca vivir.

Por eso le manifiesta al médico creador: "Pero, ¿no ves que estoy solo, miserablemente solo? Si tú, mi creador, me aborreces, ¿qué puedo esperar de tus semejantes, que no me deben nada? Me desprecian y me odian. En las montañas desiertas y en los fríos ventisqueros encuentro refugio. Llevo muchos días vagando por estas alturas, de cuyas cuevas heladas hago mi vivienda."  

 

De cualquier modo no renuncia a la búsqueda de un vínculo afectivo posible. Es así que le reclama a Frankenstein: "Tienes que crear, para mí, una hembra con la que pueda vivir un intercambio de simpatías que me es necesario. Nadie más que tú puedes hacerlo y te lo demando como un derecho que no puedes negarte a conceder"

 

Finalmente, cuando comprende que el médico no habrá de otorgarle la compañera que solicita, que su suerte está ya echada, realizará una cabal explicación sobre lo que le acontece y por qué razón habrá de convertirse en un ser temido; pero no porque ese fuera su deseo, sino a causa de que las personas y, en especial, su creador no le conceden otro camino.

 

Por eso, leemos en la novela: "Estas equivocado y en lugar de amenazarte prefiero razonar. Soy un malvado porque soy un miserable. ¿No me odia y me desprecia la humanidad? Tú, mi creador, querrías destrozarme. Tenlo presente y dime por qué he de tener por los hombres una piedad que ellos no siente por mí. Si pudieses despeñarme por uno de esos precipicios y destruir la obra de tus esfuerzos, lo harías sin considerarte asesino. ¿He de respetar a un hombre que me desprecia? Si el hombre es capaz de vivir conmigo en un trueque de bondades, en lugar de daños, le proporcionaré todos los favores que estén a mi alcance, derramando además lágrimas de gratitud si las acepta. Mas esto es imposible: las sensaciones humanas son barreras insuperables para nuestra unión. Y la mía no será la sumisión del abyecto esclavo. He de vengar las injurias; si no puedo inspirar amor, inspiraré temor, especialmente a ti, el mayor de mis enemigos por ser mi creador"


Es entonces que nos permitimos preguntarnos, ¿quién es el monstruo?

2 comentarios:

  1. Hola! Nunca leí a Frankenstein, no obstante lo que aquí expones me lleva a pensar en mi trabajo hace años con adolescentes infractores de la ley. Niños en el fondo, que al igual que "el monstruo" de Frankenstein solo buscaban establecer relaciones con Otros en un contexto social que los excluía y rechazaban. Solo que ellos no estaban del todo solos y a medida que crecían se juntaban con otros rechazados, se movían en el delito inspirando temor a aquellos que antes no los vieron...

    Es que al final hay algo más humano que esa necesidad legitima de establecer vinculos? y cuantas trabas, cuantos obstaculos nos ponemos para aceptar a los otros. Este monstruo sufrió por su origen, por su apariencia... mis pequeños también sufrieron por su origen, por ser catalogados por todos los demás como delincuentes, sin ver que tras esa etiqueta habían niños que igual que todos necesitaban amor.

    Gracias por compartir!
    No sabía que Frankenstein era el doctor! me has enseñado algo nuevo =)
    Saludos

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  2. Mary Shelley hizo un buen trabajo en dejar al monstruo como tal. Símbolo de que aquello que no entendemos y que no podemos nombrar siquiera es lo que nos asusta, y nuestro miedo nos lleva al odio o deseo de destruir lo que no alcanzamos a comprender.

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