miércoles, 7 de abril de 2021

0514: Ese juego, llamado comedia, que imita la vida.

 

Preguntan a un chino en el aeropuerto:

-¿Cuál es su nombre?

-Estornudo

-¿Cómo que estornudo? ¿Me está tomando el pelo? ¡Haga el favor de decir bien su nombre!

-Mi nombre en chino es Ah Shu.


Un fumador empedernido leía constantemente noticias relativas al daño que produce el cigarro.

Finalmente, estaba tan asustado, que dejó de leer.


Un hombre cuenta los bultos en el tren para no olvidar ninguno: "cuatro, cinco, seis, mi mujer siete, mi hija ocho y yo nueve".


También puede tener gracia hilarante una simple afirmación irónica que simula ser un proverbio:

Se nace cansado y se vive para descansar, diría un holgazán.

No hagas hoy lo que puedas hacer mañana (donde hay una antítesis).

Si quieres trabajar, siéntate y espera a que se te pase. 

Es bueno dejar el trago...lo malo es no recordar dónde.

¡Hay amor, cómo me has ponido, seco, flaco y descolorido!

Aunque todos somos del mismo barro, no es lo mismo bacín que jarro.

El que no corre no alcanza y el que corre mucho se cae de panza.

Ora sí, violín de rancho, ya te agarró un profesor.

Me canso y danzo, dijo el zancudo cuando volar pudo.

El que nace pa' tamal...nunca ta' bien.

Y son ejemplos donde reina la ambivalencia: tamal = especie de empanada de harina de maíz y estar mal. 

Y pueden parecerse al principio de un cuento, aunque sea muy breve:

Esta era una pulga, tan rica, pero tan rica, que tenía su propio perro.

Unas pulgas celebraban una fiesta en la oreja de un perro. De pronto, bañaron al perro y se aguó la fiesta.

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